Alexander/Cam

1 año y medio después.

El paso firme de Noah guiaba el camino hacia el altar sosteniendo a su lado a un muy sonrojado Alexander. Thinking Out Loud de Ed Sheeran llenaba los oídos de todos los presentes; a lo mejor no era la típica marcha nupcial, sin embargo, para Cameron y Alexander no pudo existir una mejor opción, esa canción representaba la noche que decidieron intentarlo; rememora su primer plan de cita, su primer baile juntos, el inicio de su aventura…

Luego de un año y medio de relación, con altos y bajos, con amor y desacuerdos, con retos y pasión…finalmente Alexander y Cameron estaban uniendo sus vidas en sagrado matrimonio, Noah y Julian eran los padrinos. Estos dos aun podían recordar la manera en que todo sucedió, fue hace medio año atrás, estaban cenando en casa de Julian, celebrando que Alexander finalmente había encontrado trabajo como arquitecto realizando encargos privados y que Noah había aceptado unirse a la empresa de seguridad de Julian y Cameron como informático.

Noah recordaba como Alexander, luego de un par de cervezas, se sentó sobre el regazo de Cam y ni corto ni perezoso sostuvo la cara de su amante entre sus manos.

—¿Ahora que tengo trabajo cuando diablos piensas proponerme matrimonio mi querida Cenicienta?

Cameron no dijo nada por unos segundos, solo se quedó observando asombrado a su pareja y, luego de lo que pareció una eternidad rompió en risas.

—¿Qué te parece ahora? —Y soltando la interrogante sacó una pequeña caja de su bolsillo con una alianza en su interior.

Fue una noche loca en la que Alexander casi se desmaya al darse cuenta de que todo era cierto. Seis meses después aquí estaban, Alexander llegando al final del altar y sosteniendo las manos de su futuro esposo. Ambos con sonrisas enamoradas en sus rostros.

—Te ves guapo —suspira Alexander mientras observa a Cameron vestido de militar, un pedido especial del menor a última hora, el chico nunca ha tenido problemas en confirmar su gusto por Cameron en uniforme, aunque ya no pertenezca a la marina.

—No tanto como tú.

Los dedos de Cam acarician la mejilla de Alexander con suavidad y se inclina para darle un efímero beso antes de que el juez comience la ceremonia. Julian y Noah están parados en un extremo del altar mientras que el hermano menor de Alexander, Andrei, y la abuela de Noah están parados al otro. Amelia y Samanta entran a la sala a traer los anillos para que la feliz pareja realice el intercambio de alianzas.

—Ahora y siempre solo a ti te pertenezco— susurra Alex con suavidad.

—Ahora y siempre, mi corazón es tuyo…

Los gritos de los invitados pidiendo el beso resaltan entre la multitud y la pareja no se hace de rogar. Noah trae el ramo para que Alex lo arroje y seguir las tradiciones nupciales, sin embargo, su amigo niega con la cabeza.

—Consérvalo, a lo mejor haya una segunda boda muy pronto.

Noah se sonroja ante el guiño de complicidad de su amigo y, cuando da media vuelta, encuentra a Julian arrodillado con una alianza en su mano.

—¿Te gustaría ser el siguiente en casarte gatito?

No hay necesidad de responder, a veces solo las miradas son capaces de comunicarse y, cuando Noah salta sobre Julian para besarle y abrazarle la respuesta está más que clara: Los finales felices no son imposibles, solo hay que luchar por ellos o, mejor, hay que luchar porque las buenas historias perduren.