28|Genjutsu.
Era la hora de la cena para cuando Kakashi llegó a casa, estaba cansado.
Camino directo a su habitación, se detuvo unos instantes al lado de la puerta. Akira estaba del otro lado, también estaba cansada, pero a diferencia del platinado, ella había caído rendida a los brazos de Morfeo.
Kakashi la vio durante largos segundos, su mente era un pequeño lio en aquel momento. Era cierto que ellos dos no tenían una relación cercana, aunque él fuera su padre y ella fuese su hija, aun así, ellos dos solo estaban cómodos con la distancia.
Se adentro en la habitación sin hacer ruido y analizó todo con cuidado, su mirada solo se detuvo en el pequeño estante con libros, también había un par de peluches sobre el y el regalo que le había traído Naruto desde aquella otra aldea. Se sentó en la cama justo al lado de su pequeña, la cabellera platinada cubría el rostro de la niña.
Suspiró y una pequeña sonrisa se formó en sus labios, era gracioso ver la baba descendiendo por la mejilla pálida.
La niña murmuraba cada tanto, cosas sin sentido, desde nombres que Kakashi nunca había escuchado, hasta comida que seguramente estaba soñando.
Acaricio la cabellera platinada suavemente, aunque no se conocieran mucho, aunque ella guardara muchos secretos, él se encargaría de darle toda la confianza y amor que necesitara.
— Quiero ser un buen padre para ti—
La niña se removió incomoda en su lugar, al darse vuelta Kakashi pudo notar una marca que sobresalía de su guante izquierdo, parecía un sello. Intento tocarlo, pero una corriente eléctrica se lo impidió.
—¿Qué fue eso? — su pregunta quedo en el aire.
Un ruido inusual hizo que Kakashi mirara directo a la ventana, una persona lo observaba desde ese lugar. No lo pensó dos veces antes de levantarse y empuñar un kunai, la extraña persona de inmediato se alejó hacia la obscuridad.
El platinado se apresuró a salir y seguir al acosador. Llegó hasta las afueras de Konoha, el intruso se detuvo dándole la espalda a Kakashi.
—¿Quién eres? — Kakashi preguntó en voz alta.
—Akira, ella esta en peligro— pronunció con cansancio—La obscuridad que ella tiene que cargar es demasiada, he visto corazones corromperse por menos—
—¿Cómo es que la conoces? ¿Quién eres? —
—Akira esta condenada, por favor, sálvala— rogo.
La silueta del extraño se desvaneció en el aire. Kakashi soltó el aire que ni siquiera sabía que estaba reteniendo.
Akira despertó debido a un fuerte ruido, su corazón palpitaba demasiado rápido y sus manos estaban sudorosas, trató de tranquilizarse, un pedazo de papel en su cama llamó su atención.
"No persigas serpientes, el veneno no es la cura"
Akira se levantó temprano al día siguiente, estaba ansiosa por ayudar en la reconstrucción de Konoha. Sobre todo, quería ayudar a reconstruir la tienda de vegetales, tenían los mejores vegetales en toda la región, o al menos eso es lo que le solía decir el dueño.
Tomo a Ryaku quien dormía en el pequeño estante, lo ato a su cintura y bajo las escaleras, se dirigió a la cocina, tomaría una manzana para comerla en el camino.
En la cocina se encontraba Kakashi, tomaba un poco de agua mientras sostenía su cabeza, al parecer tenía jaqueca.
—Buenos días— la niña lo saludo sonriente.
—Buenos días— le sonrió.
—¿Tienes jaqueca? — pregunto mientras tomaba la manzana y la colocaba dentro de su porta armas.
—Algo así— rascó su nuca—¿Vas a salir? —
—Sí, quería ver si podía ayudar en algo allá afuera—
Kakashi asintió.
—¿Podemos hablar un momento? — el platinado le indicó que tomara asiento.
Akira asintió mientras se colocaba frente a su padre.
—¿De que quieres hablar? —
Kakashi no sabía por dónde empezar, no pensaba que hacerle un interrogatorio a una niña fuese lo mas conveniente, pero en ese momento se quedaba sin opciones.
—Akira...— la llamo—¿Con quien estuviste viviendo todo este tiempo exactamente? —
Akira trato de que su expresión de sorpresa no fuese obvia, pero no lo logro.
—Bueno, ya sabes...—
—Necesito que me lo digas—
La platinada lo miro de reojo, estaba segura de que decir la verdad no era una opción.
—Con unos granjeros, ellos tenían bastantes hijos, pero igual me acogieron—
Kakashi suspiro al darse cuenta de que ella no diría la verdad. Aun recordaba los primeros días que había pasado con ella, Akira le había dicho que esas personas con las que vivió habían averiguado que él era su padre, unos simples granjeros jamás hubiesen podido averiguar eso.
Kakashi quitó la banda ninja de su ojo mientras miraba fijamente a Akira, lamentaba tener que usar este método.
Akira cayó al piso con los ojos abiertos, Ryaku estaba asustado por la repentina acción, jamás se había enfrentado al sharingan. Ryaku se metió directo a la mente de Akira, tenía que contrarrestar lo que sea que estuviera haciendo esa persona, así que lo hizo, el platinado ya no estaba viendo los recuerdos de Akira, de pronto se vio a si mismo envuelto en un recuerdo propio.
*Flashback*
En medio de un enorme bosque, justamente en un claro había dos jóvenes recostados viendo las nubes esponjosas d distintas formas.
—Hey Kakashi— hablo la castaña mientras seguía mirando el cielo.
—¿Mh? — el platinado se giró para poder verla.
Ella no despego la vista de las nubes en ningún momento.
—Gracias por quererme— sonrió.
*Fin flashback*
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