46: NO EXIT


Abrí mis ojos con lentitud, y poco a poco me fui adaptando al entorno donde me encontraba. Estire mi brazo sobre el suave colchón, y me descubrí sola en la cama

Entonces alce la cabeza como si de un resorte se tratase

¿Dónde estaba Byron?

Mire a todos lados, pero sólo estaba yo en aquella inmensa habitación, completamente a oscuras debido a las gruesa cortinas que impedían que se colara la claridad del día

Las mismas cortinas que ayer Byron y yo pasamos luego de cenar y tener sexo violento contra esos mismos cristales

Y había sido genial, pues mientras me follaba de cara al cristal, podía disfrutar de las hermosas vistas de la ciudad, además de sentirlo a él dentro de mí

Fue realmente magnífico

El reloj de mi celular marcaba las nueve de la mañana, y me estiré sacando lo que quedaba de sueño de mi cuerpo

Justo entonces me percaté que tenía una notificación de dos mensajes. Desbloquee el celular enseguida, pues no había tenido noticias de Mirian desde que visité por última vez la casa de Augusto

Cómo en efecto, tenía un mensaje suyo

Miriam: Cómo bien te dije, no necesitaba esa mierda de suerte. Mi examen ha salido muy bien. Estoy de alta

PD: nos vemos hoy a las 2pm

Sonreí, lo habíamos logrado. Por fin Miriam había podido salir de esa odiosa prisión

Sin embargo, la bandeja de entrada mostraba un segundo mensaje, y con él la sonrisa en mi rostro se esfumó

Martín: Tenemos las pruebas suficientes para entregarlo, todo ha salido demasiado bien, el tiempo de espera ha valido la pena, esta mañana me han llegado las grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto. Ponte en contacto conmigo en cuanto puedas

A diferencia del mensaje de Miriam, este tenía fecha del día anterior, sólo que no lo había visto

No respondí nada, necesitaba pensar que era lo que iba a hacer. Aunque realmente no quedaba mucho por pensar

—Ya he dicho que yo me haré cargo de todo —y como si Byron quisiera hacerme saber que si estaba allí, y de hecho muy cerca, continuó hablando —Solo espero no tener que repetirlo. Saca tus narices de mis asuntos, o no será bonito para ti

Atravesé la puerta de la habitación y lo encontré en el pasillo, recostado a la pared, dándome la espalda, con el celular pegado a su oreja

No me gusto el tono amenazante que utilizo en aquella conversación, pero era consciente de cómo era Byron, y él tipo de persona con la que estaba involucrada

Además, estaba más que segura que aquella conversación era con algún contrabandista que al igual que Byron, trabajaba sucio

—Pues eso, ya veo que no eres tan lento después de todo —aún su tono amenazante permanecía —Estoy en unas pequeñas vacaciones con mi mujer, así que por tu propio bien te aconsejo y no llames. Ya te llamaré yo cuando sea necesario —y sin más colgó

¡Dios mío! Seguía pareciéndome sexy aun cuando sabía que era mala persona, y acababa de amenazar seriamente a alguien

Era evidente que me estaba volviendo loca

Ya lo sabía yo muy bien

Y acaso me había llamado ¿su mujer?

Byron se giró, y por un momento lució sorprendido, sin embargo, rápidamente sonrió y dio un paso más, acercándose a mí

—Buenos días dormilona —me dijo pegando un beso de pico en mis labios que me arrancó un suspiro

Si esto era un sueño, no quería despertar

—¿Te he despertado? —inquirió preocupado, y yo negué con la cabeza

—En realidad, tengo hambre —le dije con algo de vergüenza

—¿Qué tal si nos bañamos y luego bajamos a desayunar? —preguntó con ese tono seductor que me hacía mojar bragas

—Pues que así sea —y uní mis labios a los en un beso necesitado que él correspondió, y así, con nuestras respiraciones mezcladas, fuimos trastabillando hasta llegar al baño

Nos sacamos la ropa con urgencia y rápidamente nos metimos a la ducha que Byron no tardó en abrir, logrando que el agua nos empapara

Entonces agarro un pomo de gel de baño, y lo hecho en la palma de sus manos para seguido pasarlas por mis brazos, enjabonándolos

Y se sintió tan bien

Sentir la yema de sus dedos dejando caricias suaves sobre mi piel, mientras me enjabonaba

Se sintió perfecto, el momento era perfecto

Lo cierto es que quería aprovechar cada segundo a su lado, porque no tenía idea de cuanto más podría durar aquello, aunque sabía que no me quedaba mucho tiempo

Y me rehusaba a ceder

No quería entregarle, no me sentía bien escenificando el papel que hacía mucho tiempo había decidido interpretar

Y dolía como el infierno

Había pensado varias veces en escapar  con él, pero sabía que era una idea descabellada, y al final algo me decía que aquello no saldría bien

Además, ya no era sólo mi guerra

Así que no podía hacer más que disfrutar los pocos minutos que quedaban, mientras Byron besaba cada parte de mi cuerpo, y mis lágrimas se camuflaban con el agua de la ducha

XXX

—Lamento que no pudo durar más —me dijo mientras bajaba del auto, y yo imité su movimiento luego de quitarme el cinturón de seguridad

Le sonreí coqueta, y él pasó su brazo por mis hombros, para juntos entrar en casa

—Ha sido perfecto —le dije antes de adentrarnos en la casa —Solo avisa con tiempo para la próxima, y traeré ropa para ambos —le dije logrando que soltara una sonora carcajada

Pero no mentía

Cómo Byron había preparado nuestra escapada de imprevisto, habíamos salido únicamente con la ropa que llevábamos encima. Así que esta mañana permanecimos con el ropón del hotel, hasta que una de las empleadas trajo bolsas con ropa para ambos, Byron le había dado nuestras tallas

Pero la chica había fallado de forma olímpica, lo que nos había escogido nos quedaba bastante mal, demasiado ancho

Al menos así quedaba la ropa que llevaba puesta, Byron era otro tema

Parecía que a ese hombre nada le sentaba mal

Entonces recordé aquella vez que compré ropa sin control, sólo para ocasionar un hueco en la tarjeta de Byron, algo que se veía muy difícil

Parecía que habían pasado años desde entonces

Aun así no me arrepentía de nada. Sabía de sobra que los planes daban planazos, y Byron y yo habíamos disfrutado muchísimo de aquella escapada nada planificada

Pero la parte realista, la que mantenía los pies sobre tierra, estaba muy triste

Muchísimo

Porque por muy lindo que fuese, sabía que no habría una próxima vez

Ni un nosotros

Y mucho menos un final feliz

Entramos en casa y nos topamos con un caos, había mucho reguero, mucha algarabía, y todos corrían de un lado al otro moviendo maletas, ropa, sombreros

O al menos Nerea

Para mi sorpresa, todos estaban reunidos en el salón, incluso Nina, que últimamente no paraba mucho por casa. Ella estaba sentada en una silla, con los brazos estirados sobre la mesa, colocándose una capa de pintura sobre las uñas, y junto a ella, en el suelo, reposaba una inmensa maleta, que se veía bastante llena

Nerea tenía colocado un sombrero de playa sobre su cabeza, y un fino pero veraniego vestido de playa

Y sobre los muebles, había muchas bolsas, las que revelaban que ella obviamente había ido de compras

Michael por su parte tenía una pequeña maleta de mano junto al sillón donde se encontraba sentado, y su cabello, a diferencia del de Nina que estaba recién pintado, con un rosado igual de fosforescente que la primera vez que apareció con el cabello así por casa, estaba totalmente oscuro, sin gota alguna del tinte

Sus ojos se alzaron para verme, no lucía feliz, pero eso no me importaba. Me miro con molestia, como mismo había estado haciendo las últimas semanas, desde que Harris se enteró de toda la verdad y decidió unirse a nosotros, y aunque suene extraño, había estado controlándolo en todo momento

No le sacaba el ojo de encima

Es por esa razón que dejó de preocuparme, pues estaba segura de que Michael no jodería los planes

Pero Harris no se detuvo allí, él no se detuvo a esperar noticias mías tal y como había dicho aquella tarde en el comedor, sobre todo porque yo nunca le hubiese entregado nada, y creo que él lo sabía

Pero logró sorprenderme, y no solo a mí, sino también a Michael, cuando un día llegó con papeles, carpetas, fotos, que incriminaban a Byron. Eran pruebas, muchas pruebas, y por esa razón, el plan que Martín y yo habíamos trazado, se había adelantado no días, sino semanas

Harris lo estaba apresurando todo

Ya la relación con Byron no era igual, Harris no le veía con los mismos ojos, ni le trataba de la misma forma. Ya no era el mismo

Y aunque me dolió, yo tampoco

Mientras Harris solo sabía encontrar pruebas y pruebas para fundir a su hijo en presión, yo no hacía más que odiarlo, despreciarlo, ¿cómo es que podía hacerlo y dormir tranquilo?

No lo entendía

Se había tomado el trabajo de contratar un detective, que había estado investigando a Byron, y que era el responsable de dichas pruebas, de tanta evidencia

Nunca más miré a Harris con los mismos ojos

Me di cuenta que era tan falso como sus hijos, me di cuenta que aquella familia era una mentira, donde lo único que importaba era el dinero, acabar con Byron y quedarse con las migajas que sobraran

Y eso era repugnante

Que bien habían estado mintiendo todos, demasiado bien

Ya no se sabía cuál era peor

Entonces entendí el por qué él seguía con Nerea, no sé cómo pude tardar tanto en darme cuenta, si eran idénticos

—Les quedan menos de quince minutos —anunció Byron oteando su reloj de mano

—Ya lo sé, lo tengo casi todo listo —respondió Nerea, que parecía ser la única entusiasmada, mientras seguía sacando y metiendo trapos en un maletín del tamaño del sofá

Era inmenso

—Llevas diciendo eso desde ayer —contestó Michael con agobio

—Y tú no ayudas en nada —contraatacó ella viéndole de mala manera

Y él no hizo más que volver sus ojos al celular

—Entonces haré una llamada rápida de cinco minutos, y vuelvo para despedirlos —concluyó Byron y se fue hasta su despacho, no sin antes dejar un beso de pico sobre mis labios

Harris me hizo un ademán con su cabeza, que capte de inmediato, y mientras todos parecían sumergidos en sus asuntos, él y yo nos movimos a la cocina, donde Azucena tampoco estaba, pues Byron había vuelto a darle vacaciones

—¿Ya has hecho la llamada? —me preguntó, directo al grano, sin rodeos

Me dieron ganas de vomitar

—Aún no —dije tajante

—¿Qué estás esperando entonces? —estaba serio, ya ni siquiera me parecía un buen hombre

—Tu.. ¿No sientes cargo de conciencia?, por traicionar a tu hijo de esta forma —mira que trataba de mantener el control, pero se me hacía imposible

Él no dijo nada de inmediato, se tomó su tiempo en lo que arrancaba una uva del frutero y la llevaba a su boca

—¿Qué estas esperando? —repitió, igual de serio, haciéndome hervir la sangre

—¿¡Es que acaso no tienes sentimientos!?, ¿Cómo puede hacerle algo así a su hijo? —exploté, pero él no se inmutó

—Dame algún motivo para no hacerlo —respondió, y sentí que vomitaría allí mismo

—Yo no tengo que darle motivos para nada, Byron es su hijo, y puede que sea un delincuente, contrabandista, pero..

—Y secuestrador, estafador, corrupto, asesino..

—¡Ya está bien! —Lo calle

—¿Es que ahora no quieres ver la verdad? ¿Quieres hacerte la ciega?. Sabes lo que está haciendo Byron, te está enamorando para esto mismo, para que olvides el monstruo que es en realidad, y permanezcas a su lado

Una lágrima salió corriendo de mi ojo derecho, y luego otras más, pero las aparté. Byron se había estado comportando muy bien todas estas últimas semanas, incluso una tienda me había comprado. Es cierto que estaba enamorada locamente de él, pero no dejaba que ese sentimiento me nublara el juicio, ¿o sí?

Ya ni siquiera quieres entregarlo Paola, lo vez amenazar a personas, y no te asustas, ya no lo vez como un monstruo. Quieres un futuro con él, una vida con el

Byron no sería capaz de hacer algo tan retorcido como eso, él no podría haber estado fingiendo tan bien todo este tiempo, él..

Él no me haría eso, ¿o sí?

—Es usted un monstruo —le dije plasmando el odio en cada una de mis palabras

Harris sonrió ampliamente frente a mis ojos, de forma cruel y cínica, justo igual a Michael

Era un monstruo

—¿Ahora soy yo el monstruo? —me pregunto sin dejar de reír

—Byron es su hijo, ¿cómo es que...

No pude seguir, las lágrimas comenzaron a correr. Mi pecho se estrujó, incluso comencé a toser

No me importo desmoronarme frente a él, ya no podía más, me estaba asfixiado, no quería seguir. Pero para mí desgracia, no querer no era suficiente, pues el dolor seguía allí, taladrándome

—Dices que es un monstruo, pero aun así disfrutas de todos los lujos que él te brinda. ¿Cómo es que puedes pedir que lo entregue?, estás a nada de irte de vacaciones gracias a él

—Justo de la misma forma en que tú disfrutas de los hoteles a los que te lleva —respondió, sorprendiéndome.

Sentí que me había dando un puñetazo directo al estómago. El aire se me atascó en la garganta

El.. él nos estaba espiando

—No voy a seguir hablando con usted —le dije seriamente, y volví a secar mis lágrimas —Haré la llamada cuando se me dé la gana —y gire sobre mis talones, dispuesta a salir de allí

—Si no lo haces en dos días, lo haré yo —escuche a mis espaldas, y el dolor me atravesó. Sentí que todas las fuerzas se me fueron, giré a verlo y volvió a regalarme la misma sonrisa

Incluso un ojo me guiñó

—Ya estás advertida —y así de mal concluyó la conversación



LietyDGR
2023

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