43: ALLOYED
Me despoje de mi ropa y la dejé a un lado, en el suelo, así mismo lo hice con mis bragas y sostén. Quite la goma elástica que sujetaba mi moño, y la tire a un lado para seguido abrir la puerta del baño y entrar
Aún el agua seguía corriendo
Byron aún permanecía tomando su ducha, estaba de espaldas a mi, y su cabello empapado caía a cada lado
Mis dedos acariciaron su espalda, y él se tensionó, antes de voltearse y notarme
—Hey —me dijo, y sus ojos se desplazaron por todo mi cuerpo
Y yo hice lo mismo
Byron se veía estupendo sin ropa, se le notaban los músculos de los brazos, su pecho definido, su abdomen marcado, y la V que se le hacía en la parte baja de su pelvis
Y por supuesto, su masculinidad
Byron estaba muy bueno
Me acerqué a él con lentitud, mientras el agua caía sobre ambos. Mi mano la alce hasta su barbilla y la apreté antes de atraerlo hacia mi y plantar mis labios con los suyos
Un beso lento, pausado, cariñoso. Un beso que sabía a amor, mientras el simplemente me respondía, dejándose llevar por el ritmo que yo iba marcando
Quería perderme en él, fundirme en él. Esta era la primera vez que podría asegurar que me dolía el corazón, dolía como el infierno, y por más que trataba de olvidar la conversación con Harris, aquello no pasaba
—Cuéntame de una buena vez que es lo que está pasando con mi hijo, o tendré que ir y preguntarle por mí mismo —me dijo, parado frente a mí
—Harris, yo no sé si sea buena...
—Habla ya muchacha —me apresuro haciendo un ademán con su mano
—Byron.. él, está metido en negocios turbios —le dije luchando contra el nudo que se había formado en mi garganta
—¿Qué tan turbios?
—Negocios ilegales —confesé
—Ilegales.. —repitió él agarrándole el sabor amargo a aquellas palabras
—Negocios de contrabando —termine por relevar. No veía el motivo por el cual podría seguir ocultándole algo que en definitivas, él iba a descubrir, pues ya sabía demasiado
Harris casi cayó al suelo al escuchar aquello, y no llegó a suceder porque se sujetó al espaldar de la silla, y yo rápidamente lo sujeté
Entonces él logró estabilizarse, y tomar asiento en una de las sillas del comedor
—Cuéntamelo todo —pidió
Las manos de Byron me sujetan, aferrándose a mis caderas, y me acorrala entre las frías paredes y su cuerpo, mientras sus labios y los míos danzan sin parar
Su boca entonces libera la mía, y desciende hasta mi cuello, donde lame, chupa, y succiona, arrancándome par de gemidos
—Papá, es mejor que lo dejes estar —aconsejó Michael viendo el mal estado en que se encontraba Harris
Harris le lanzó una mirada cargada de decepción, de repulsión, de negativa —¿Qué es lo que hice mal? ¿Cómo es que ahora descubro que tengo un hijo delincuente, y otro capaz de traicionar a su propia sangre por dinero? —le dijo, haciendo que Michael una vez más bajara la cabeza
Era la primera vez que lo veía demostrar tanto respeto por alguien
—¿Aun sabiendo que es un delincuente lo defiendes? —inquirió disgustado —Aun cuando descubres que tu hijo es una porquería, le prefieres por encima de mí —reprochó, el dolor palpable en su voz
Entonces lo entendí
Entendí sus malas miradas cuando Harris y Byron veían juntos el deporte
Cuando jugaban dominó
Cuando conversaban en la terraza
Cuando paseaban
Michael estaba celoso, celoso del amor que existía entre Byron y su padre..
—¡Cállate!, puede que Byron sea eso que ambos afirman, pero jamás, jamás.. —comenzó a toser, y se llevó una mano a su pecho mientras su rostro se conmocionaba —Byron jamás traicionaría a la familia, jamás, incluso a ti, que demuestras odiarlo, que siempre lo andas provocando, te recibió con las puertas de su casa abiertas, aun cuando todos sabemos que vienes huyendo de algo. Así que no quieras hacerte el bueno de la historia, porque tú, tú eres mucho peor —lo dijo con tanto dolor, que incluso a mí me afectaron aquellas palabras
Sobre todo porque eran ciertas
Los labios de Byron descendieron desde mis pechos hasta mi abdomen, y prosiguió descendiendo hasta quedar arrodillado delante de mí
Alzó una de mis piernas, colocándola sobre sus hombros, y comenzó a repartir besos por mi pierna. Hasta llegar a mí centro, a ese punto húmedo que palpitaba con cada segundo que transcurría
Esa que lo deseaba
Que lo ansiaba
Que le necesitaba y gritaba con ansias
Y sus labios llegaron, su lengua se abrió paso entre mis labios, lamiendo y dando lengüetazos que me arrancaban jadeos y suspiros
—Byron.. —gemí agarrándome de su cabello, mientras el continuaba arrodillado frente a mí, dándome placer
Su mano derecha, fue hasta mi espalda baja, y me sujeto con fuerza, mientras su lengua continuaba moviéndose con avives
—Su hijo me ha hecho mucho daño señor Harris, me tiene en esta casa contra mi voluntad —conté con mis ojos llenos de lágrimas
—¿Entonces todo era una falsa? ¿No existe ese amor que demuestran todo el tiempo? ¿Ese que revelan sus ojos?
Aquel hombre con cada segundo parecía más y más triste, decepcionado, dolido
Pero llegué a hacerme aquella pregunta en mi cabeza
¿No existía amor entre nosotros?
—Byron, por Dios, ¡ah!, me estás matando —dije entre gemidos ininteligibles y lo sentí sonreír sobre mi sexo
Lo atraje hacia mí nuevamente, para fundirme en un beso profundo, violento, demándate. Estaba demasiado excitada
—¿Cómo es que he podido ser tan ciego? —preguntó molesto y yo bajé la cabeza de la misma forma que había hecho Michel, porque no era linda esta historia
Era una trágica historia de terror
Una horrible historia
Así que le conté a Harris todo lo que había sucedido desde que estúpidamente firmé el contrato sin leerlo, el viaje que me vi obligada a hacer para traficar piezas, como casi me atrapa la policía
Cómo lave dinero sucio
Cómo me reuní y rodeé de todas aquella personas corruptas
Cómo me volví una estafadora que certificaba piezas de arte robadas cuando ni siquiera había pasado una escuela
Cómo engañe
Suplante
Vendí
Cómo me corrompí por culpa de su hijo mientras lágrimas corrían por mi rostro, y el sujetaba mis manos dándome un poco de apoyo
Y a pesar de todo me sentí bien
Aliviada
Liberada
De por fin, luego de tantos meses, había podido confesarme con alguien que no me juzgó, ni llamo estúpida, ni me reprocho
Harris me regaló una mirada de compasión, de comprensión
Y me sentí mucho mejor, algo más tranquila, y hasta en paz
Hasta que su boca se abrió, y dijo lo que menos espere que dijera
Había incluso imaginado que él, por el amor tan grande que sentía por su hijo se alearía con Byron y me desaparecerían
Porque en definitivas cuentas, era yo la que se había propuesto acabar con aquella familia
Pero cuando su boca se abrió y lo dijo
—Cuenten conmigo, acabaremos con él
Mi corazón se cayó al suelo, alejé mis manos de aquel hombre como si su tacto quemase
Y le miré confundida, tratando de entenderle
Pero Harris no estaba jugando, él luego de decirlo se levantó, y comenzó a caminar con dirección a la puerta
—Avísenme cuando tengan nuevas noticias
Y se fue
Byron se adentró en mí, mi cuerpo abriéndose para él, recibiéndolo, mientras cada centímetro suyo se acoplaba en mi interior
Gemidos agudos abandonaron mi labios, mientras el gruñía sujetándome con más fuerzas, y el agua aún caía
Y así comenzó a moverse, arrancándome gemidos, llenándome de él, abrazándome, complaciéndome, nublando mi juicio, y haciéndome al fin olvidar
Porque era eso lo que quería
Olvidar...
Olvidar que estaba a nada de acabarlo, pero no solo a él, sino también a su familia
Lo dejaría solo, sin nada, sin su padre que era alguien tan importante para el
Ahora que el estaba cambiando, volviéndose una mejor persona. Ahora que me demostraba cariño, amor. Ahora que estaba siendo tan humano, yo estaba a nada de acabarlo
Ya cambiar no era suficiente. Ya era demasiado tarde
Ya no había vuelta atrás...
—Te quiero —me susurro al oído, haciéndome estremecer
XXX
Me desvelé a las cuatro de la mañana, el cargo de conciencia no me dejaba dormir con tranquilidad. Así que decidí bajar a por agua, ya que en la habitación no teníamos
—Cómo siga así, se me pondrán las ojeras —murmuré despacio adaptando mis ojos a la oscuridad de la casa, sin embargo, me detuve abruptamente al tropezar con algo en el suelo que casi me provoca irme de bruces
Bajé la vista para saber con qué había tropezado, cuando noté que la habitación de Nina permanecía entre abierta, su brazo sobresalía hasta el pasillo, y era con quien había tropezado
—Nina —la llame por lo bajo imaginado que quizás tuviera unos tragos encima —Nina —volví a intentarlo, pero no obtuve respuesta
Pase sobre su cuerpo que descansaba en el suelo de la habitación, y logré encender la luz
Entonces lo entendí todo
Nina estaba tendida en el suelo, y supe en ese preciso instante que no se trataba de una simple borrachera
A unos pasos de distancia con respecto a ella había una jeringuilla tirada en el suelo junto a una cuchara de metal y un encendedor, su boca soltaba una espuma blanca, y ella parecía haber intentado buscar ayuda, porque estaba muy cerca de la puerta
—¡Byron! —grite aterrada sin importarme si despertaba a todos en la casa
Me había acabado de inclinar para tocar a Nina y ella no respiraba, su piel estaba muy fría
—¡Byron! —volví a gritar con más fuerza, y entonces sentí como unos pasos se acercaban a nosotras
No podía mover mis piernas, permanecía en shock viendo el cuerpo de Nina tendido en el suelo
—¿Pero qué pa.. —y su voz ronca y soñolienta se perdió cuando notó el cuerpo de su hermana inerte en el suelo
—La acabo de encontrar así —le dije con los ojos aguados
Byron se tiró de lleno al suelo, junto a su hermana. Intentó despertarla par de veces, pero nada
—¿Pero a qué se debe tanto escándalo? —inquirió Michael llegando hasta nosotros alborotando su cabello desteñido, y no dudó en lanzarse al suelo al igual que Byron cuando noto a Nina en tal estado —¡Nina! ¡Nina! ¡Dios mío no otra vez! —gritó nuevamente
¿Otra vez? ¿O sea que había sucedido antes?
Ni siquiera tuve tiempo de asimilarlo porque Byron la cargó en sus brazos y sin titubeos lo dijo —Nos vamos al hospital
Las luces de casa no tardaron en encenderse y Harris fue quien apareció por el pasillo y casi que le da un infarto al ver a su pequeña hija en semejante estado
—¿Y Nerea? —inquirió él cuando salíamos de casa
Yo imaginé que si no estaba con el, seguramente estaba con Sergio, pero entonces Sergio apareció abriendo la puerta de su habitación, y sin dudarlo se montó a uno de los autos
La carretera estaba desolada a esas horas de la madrugada, por lo que el tráfico no fue un problema y en pocos minutos llegamos al hospital
Unos enfermeros llegaron de inmediato con una camilla de urgencias, y la llevaron corriendo al salón
Entonces nos quedamos todos en el pasillo del hospital, mi corazón latía a mil, sentía mis manos temblar del nerviosismo y no podía mantenerme quieta en mi lugar
La imagen de Nina inerte en el suelo no salía de mi cabeza
Todos nos veíamos nerviosos y alterados, nadie se atrevía a gesticular palabra alguna, y lucíamos bastante mal, todos íbamos en pijama
Yo de echo comenzaba a sentir frío debido a la bata poco apropiada que traía puesta
Pero habíamos estado demasiado nerviosos para percatarnos en algo tan banal como la ropa cuando la vida de Nina estaba en juego
No obtuvimos noticias en las próximas horas, para las seis de la mañana fue que un doctor se dignó a aparecer y comunicarnos que había sufrido una sobredosis y que de haber llegado dos minutos más tarde hubiera muerto, no había sido el caso pero aun así estaba muy grave, la habían tenido que reanimar tres veces, y su pulso era débil. No nos dio muchas esperanzas y dijo que las próximas horas serían cruciales, pero de la forma en que lo hizo, era como si nos estuviese preparando para la muerte
Ni siquiera quería pensarlo
Nerea apareció una hora más tarde, elegante y pulcra igual que siempre preguntando que había sucedido
—¡Se los dije! ¡Que no debían defenderla y consentirla tanto! ¡Oh, por Dios! ¡Mi pequeña Nina! —se lamentó sujetando su cabeza con fuerza
—¿Dónde estabas mamá? —inquirió Byron con voz grabe, me sorprendí al escucharlo, no había elaborado un palabra desde que habíamos llegado al hospital, y se veía realmente mal, al igual que todos
Nerea abrió la boca y la volvió a cerrar, y lo hizo par de veces más —Con Sergio, por supuesto —mintió descaradamente y Harris alzó sus cejas incrédulo
Sergio se aclaró la garganta a sus espaldas y ella se giró de inmediato —Los cafés —nos dijo tendiéndonos un vaso a cada uno, y lo recibimos en silencio, nadie quería hablar. Era por esa misma razón que Sergio se había ido a por cafés, para animarnos
—Yo..
—No es importante eso ahora Byron —fue lo que dijo Harris salvándole la campana a Nerea, una vez más. Aunque no parecía feliz de haberlo echo
—Exactamente, ahora no importa. Solo importa mi hija, y de hecho cuando salga del hospital nos iremos a nuestra casa y le podré un correctivo. Mira hasta dónde ha llegado, solo porque ustedes le perdonan y consienten todo. Ella necesita una mano dura —concluyó ella convencida de sus propias palabras
—Ya deja de ser cínica madre, ¿Cómo es que aún en esta situación puedes seguir mintiendo? —esta vez fue Michael quien habló, agarrándonos por sorpresa, pues el, al igual que Byron, no había dicho nada. Estaba que no cabía dentro de si
—¡Michael! —exclamó ella llevándose una mano a su pecho
—Dices que todos la consentimos, ¿Pero y tú?, dime, a ti que siempre tengo que salvarte el pellejo yo, que tengo que cubrirte —le echó en cara —Admite que no apareciste porque estabas en el casino, en un puto casino cuando tu hija casi se muere de una sobredosis porque no le das atención y vives criticándola todo el maldito tiempo. Admite que estás enferma y no puedes dejar de apostar, admite que eres una ludópata —confesó dolido
El rostro de Byron se giró hacia su madre con brusquedad, la vena de su frente sobresaliendo, sus palmas echas puños, su respiración pesada, y en sus ojos... deserción
Harris lucía igual, sólo que él negaba con la cabeza como si no hubiera remedio
—Mamá.. ¿tú sigues apostando? ¿Luego de todo lo que hemos pasado? ¿Luego de que te internamos precisamente por eso? —sus palabras dolían, Byron se veía totalmente desalmando, vulnerable frente a Nerea. La noticia lo había devastado —Pero si yo te mantengo ¡carajos! Te pago todos tus caprichos y te mando la mesada, ¿Porque haces esto?
—Hijo... —ella estiró su mano para tocarlo pero él se apartó
—¡No! —le dijo —Yo no tengo cabeza para esto ahora, estoy aquí por Nina, y en cuanto esté fuera de peligro quiero que te vayas a tu casa madre, no te quiero ver —le dijo dándole la espalda alejándose
—Pues la tendrás que seguir viendo, porque ya no tenemos casa. La ha apostado en un juego, y la perdió —confesó Michael sin ganas
—¡¿Qué?! —inquirieron Byron y Harris a la vez. No sabría decir quien lucía más sorprendido, pero desde luego la noticia no les había gustado
¿Y cómo hacerlo?
—Nerea tú.. —Harris ni siquiera pudo acabar la oración, y a Byron le querían salir subtítulos
—¿La casa que te compré con el salario que me estuve ahorrando durante más de dos años? Tú mamá, me decepcionas, estás enferma —le dijo dolido, pero más bien lo decía para sí mismo, como si estuviese dándose cuenta ahora
—Pero yo la recuperaré. Yo.. —ella comenzó a explicar con desesperación, pero él la interrumpió
—¿Jugando? ¿La recuperarás jugando? —inquirió con una ceja alzada
—Sí, yo..
—Desaparece de mi vida, antes de que cometa una locura —le dijo con los dientes apretados, al igual que sus puños
El doctor llegó en ese preciso momento llamado nuestra atención —Esta fuera de peligro, pero sólo uno podrá pasar a verla —explicó
Entre todos nos miramos con preocupación, todos se veía demasiado exaltados y conmocionados, solo por esa razón fue que pese a no ser parte de la familia finalmente hablé
—Creo que mejor la veo yo. Todos están demasiado furiosos y no es bueno para el estado delicado de Nina
Y aguardé en silencio a por sus respuestas, pero todos asintieron de acuerdo, incluso Nerea
Y solo puedo decir, que tras entrar en la habitación, la imagen que recibí de Nina no me gustó un pelo
—Yo.. lo siento —me dijo asustada y comenzó a sollozar cubriendo su demacrado rostro con sus manos
LietyDGR
2023
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