34: TRAPPED


—¿Qué estás haciendo?

Casi me caí de culo, casi me infarté, creo incluso que me había muerto.

Toda la sangre se me agolpó en los pies, las manos me temblaban notablemente, y mi corazón latía con fuerza en mi garganta

Mantén la calma

Mantén la calma

Mantén la calma

Giré sobre mis talones y como pude sonreí, aunque a juzgar por su rostro creo que más bien era una mueca. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho y sus ojos me veían con tanta fijación que podrían tumbarme al suelo

—Planeaba testearle un mensaje a Byron para encontrarnos aquí y tener algún encuentro íntimo —en mi sano juicio jamás hubiera elaborado semejante barbaridad, pero ahora los nervios me jugaban una mala pasada al tomar el control, y más bien debía de agradecer haber podido dar una explicación tan creíble

Nerea me observaba sin pizca de gracia, me estaba topando con mamá osa y debía de medirme, o tendría que afrontar las consecuencias

—Supongo que tú ya lo has arruinado, y hasta se me bajo el calentón —mi boca seguía hablando sin parar, así que aproveche el tener el cerebro tan bien puesto y hice por salirme de la habitaron antes de que Byron fuese quién me encontrara

Las cosas iban demasiado bien y no la podía cagar

—Ahora que me lo crea, vamos —y estiró su brazo impidiéndome seguir con mi paso

Podía haber salido corriendo si no fuese porque ella se encontraba en medio de la puerta como portera. Pensé en la próxima mentira que soltar, pero ya había agotado mi capacidad de fingir

—No tengo porque explicarte nada —reproché haciéndome la ofendida —más bien dime tú qué hacías besándote media desnuda en la habitación con Sergio

Sus ojos se abrieron al igual que su boca, como si un puñetazo hubiera sido lanzado a su estómago. Sus ojos se oscurecieron, y todo su cuerpo se puso en aleta

—Así que sí fuiste tú quien nos espiaba, pervertida —me reprochó

—¡Disculpa!, si los observé fue porque no podía entender cómo era capaz de ponerle el cuerno a Harris con ese tipo, no siente respeto por nada, está en la casa de su hijo, además, ese hombre es de la familia. Eres una desgraciada —solté sin medirme un pelo

Era suficiente de teatritos, ella fingía ser toda perfecta y era una descarada aprovechada que no valoraba nada. Harris era un hombre maravilloso que se desvivía por ser aceptado por su esposa, yo misma había sido testigo de cuantos sacrificios él hacía por Nerea

Nerea no me rectificó en ningún momento, porque evidentemente no había nada que rectificar, era yo quién tenía la razón. Su rostro pasó a ser la clara muestra de la desesperación y vulnerabilidad, cómo fuese que le mirara solo comprobaba cuán dañada estaba

Aun así no se limitó, y de un rápido movimiento arrebató el celular que llevaba en mis manos. La vi pasar foto a foto, y luego de revirar los ojos me devolvió el móvil

—Eres pésima sacando información —me dijo y sin más giró su espalda para irse

Pero no podía dejarlo estar, por supuesto que no

—Eso, eso, lárgate así sin más. Pero no pienses que lo voy a dejar estar, descarada —solté conmocionada

Giró sobre sus talones, y con calma, semblante serio, vista aburrida, lo dijo —Díselo

—¿Qué? —pregunté sorprendida. Pero ella no parecía aterrada ni nada por el estilo

—Que lo digas, anda corre a contarle a todos —volvió a decir dejando en claro que no era un juego

Esta mujer era increíble, no, increíble no era la palabra, era una desfachatada de la vida

Y sin más se largó, dejándome sola, incluso me sentía nerviosa, no por mi o haber sido atrapada, sino por Harris y la forma en que esta noticia le sentaría

Salí a prisa del despacho, y minutos después Byron se incorporó al salón. Su madre seguía con el semblante decaído, y pese a que su hijo preguntó en más de una ocasión que qué le sucedía, ella no soltó prenda, y no era para menos, ¿que se supone que diría?

Hijo, lo que sucede es que Paola me encontró luego de tener sexo con Sergio

Porque era evidente que habían tenido mucho sexo

Sergio por otro lado continuaba con su típico estado de ánimos y humor, y si antes no lo soportaba, a estas alturas estaba cerca de expulsarlo de la casa

Con tantas mujeres por el mundo, y el venía a buscar una que además de casada, era de la familia

—Luego necesito hablar contigo —dijo Nerea con severidad alternando la vista entre Byron y yo

—¡Yo también necesito hablar contigo! —grité al instante, haciendo que los tres me vieran como si estuviera loca, incluido Sergio

—Al parecer soy el favorito —se burló Byron y luego se abrió paso a la cocina, con su madre pisándole los talones mientras preguntaba que le habían dicho a Harris en la consulta

Menuda descascarada

—¿Qué cuentas Pao Pao? —Sergio tomó asiento a mi lado en el sillón. O no era consciente de lo mucho que lo aborrecía, o se hacía el tonto, porque más obvia no podía ser

Encima de ello se atrevía a ponerme diminutivos como si fuésemos íntimos amigos

Me alejé de él como si tuviera lepra, pero con la misma rapidez el volvió a acercarse cortando la distancia

No tuve necesidad de responder porque justo en ese momento dos ruidosos gemelos entraban en casa

Lo más llamativo en ambos era el cabello, Nina se había retocado esos colores rosado y negro poco comunes, y Michael usaba el mismo tinte, con la única diferencia de llevarlos en sentido contrario. Mientras la gemela llevaba el extremo derecho de rosado, él llevaba el extremo izquierdo

Así de iguales se veían imponentes e intimidantes, Michael lucía más rudo e despreciable, mientras que ella simulaba ser una cereza muy venenosa

Linda por fuera, peligrosa por dentro

Les celebré lo bien que les quedaba el look. Pese a no llevarme muy bien con Michael, mi madre siempre decía que lo lindo había que celebrarlo

El resto de la noche fue como tener una piedra dentro del zapato, no, peor aún, cómo tener un inmenso grano en el culo y querer caminar. Los dedos de las manos no me alcanzaban para contar el montón de veces que me acerqué a Byron para contarle de su madre y Sergio, pero no podía, en el momento en que tenía toda su atención sobre mí un nudo se formaba en mi garganta y los nervios hacían el resto

Terminado así, boqueando como pez fuera del agua

Luego de bañarme y cenar nada mejoró, es increíble como uno piensa que con el tiempo la molestia pasará y yo con cada minuto me encontraba más alterada. En la mesa no pude siquiera sostenerle la mirada a Harris, mientras que Nerea y Sergio platicaban alegremente cómo si nada hubiera pasado

Aquello era increíble

Ya lista para dormir el sueño no llegaba, daba vueltas de un lado a otro, pero no lograba un resultado distinto. Me sentía tan molesta, que podía arrancarle la cabeza a Nerea de solo un golpe

De vuelta de vuelta quedé rendida, no supe en que momento, pero me dormí, aunque no por mucho tiempo, desde luego.

El reloj marcaba la una y media de la mañana cuando me desvelé en plena madrugada. Byron dormía a mi lado como un ángel, y muriendo de sed, sin hacer ruido, bajé a por un poco de agua

Fue reconfortante sentir el agua fría transcurrir por mi garganta rasposa, sabía que el sueño no volvería, así que me abrí paso al salón para ver alguna película, sin embrago, la silueta de alguien saliendo de casa logró captar mi atención

Sentí el rugido de un motor, y segundos después el auto de Byron salía del parqueo. ¿Pero quién era?, Byron no podía ser, desde luego, yo misma lo había dejado durmiendo hacía segundos

El auto salió completamente de casa, y cuando estaba por doblar alcancé a ver a Nerea

¿A dónde carajos iba a estas horas?

Llevaba un pañuelo en la cabeza y unas gafas de sol en su rostro pese a ser de noche, evidentemente quería pasar desapercibida

Sin siquiera analizarlo agarré la chaqueta de cuero de Byron que colgaba en el perchero junto a la puerta y salí tras de ella, no sin antes agarrar una bicicleta que para mi suerte se encontraba en el garaje

Por más que pedalee, no la alcancé, o más bien, el haber tardado tanto sacando la bici, jugando con las cámaras de vigilancia, y más importante aún, con el tipo medio dormido en la puerta, provocaron que la perdiera de vista. No me quedó más remedio que regresar a casa, con el sabor amargo de no haberle podido seguir el rastro y descubrir en qué pasos andaba mi suegrita

Aun así no me iba a dar por vencida. Descubriría en que andaba y con quién, fuese alguien de casa o no. Había perdido una batalla, pero no la guerra

Y era aquella frase la que me repetía una y otra vez mientras mis párpados cada vez más pesados se cerraban cubriendo mis ojos.

Aun así me mantuve fuerte como la cotillera que era

La única forma de descubrir si Nerea andaba sola o contaba con algún huésped fue permaneciendo sentada en el sillón, con la vista en la tele y el oído prácticamente pegado a la puerta

A las siete de la mañana Azucena hizo su entrada a la cocina y me dio los buenos días, llevaba seis horas en aquel sillón y hasta el momento no había noticias de Nerea. Bebí el humeante café que Azucena me brindó y así pude espabilarme, a las ocho menos veinte Byron estaba dándonos los buenos días, y rato después el señor Harris a quién todavía no podía ver directo a los ojos.

Casi a las nueve se presentó Sergio, Hector y Paula en compañía de Sara, y para la diez de la mañana los gemelos pink

Y fue entonces cuando Nerea hizo entrada en casa, usaba las mismas gafas de la madrugada, y un vestido que no tenía absolutamente nada que ver con el de su fuga, este era de color rojo intenso. Además de ello sus manos estaban repletas de bolsas de marca que revelaban la presencia de ropa lujosa y cara, además de unas cajas donde seguramente habían tacones y botines

—Buenos días familia —saludó enérgicamente contorneando sus caderas de un lado a otro. Lucía pulcra y elegante, como toda un recién sacada de la tele

—¿Mamá dónde estabas tan temprano? —inquirió Byron haciendo que una sonrisa se dibujara en los labios de su madre

—¿No es obvio? —preguntó alzando las bolsas y cajas en sus manos —De compra cariño —respondió con obviedad dejando todo a un lado para besarlo en la mejilla

Debía de admitirlo

Nerea era realmente buena diciendo mentiras, era más que evidente que lo tenía todo calculado, lo que me hacía sospechar del número de veces en que ella había salido de casa

¿Estaría viéndose con alguien más a esas altas horas de la madrugada?

Fue entonces cuando mi interés dejó de ser en Sergio para enfocarse en algo más grande, algo sustancial a lo que en un futuro podría utilizar a mi favor

—Buenos días Nerea, que hermosa te ves hoy —al escuchar mi voz su sonrisa decayó lo suficiente para hacerme sonreír. No le agradaba y era más que claro el porqué

—Buenos días mi niña —era palpable la hipocresía con que se dirigía a mi persona, al igual que su falsa sonrisa y los nulos deseos que infundía a la hora de abrir sus brazos y abrazarme

Pero para el resto de la familia no lo era, para ellos todo era muy real

—Le contaré a mi hijo lo que hacías ayer en su despacho, me jactaré viendo cómo te deshecha a la calle —amenazó con un tono avaricioso mientras fingía seguir abrazándome

—Hágalo —apreté con fuerza su espalda impidiendo que se apartara —Y yo le contaré cómo te ibas a la fuga a la una y treinta de la madrugada para irte a ese sitio tan poco apropiado. ¿Qué crees que sucederá cuando tus hijos se enteren lo qué haces en la madrugada? —le reté saboreando con calma el sabor de la victoria

Cómo si quemase ella se apartó de mí de un brinco, sus ojos me observaban con sorpresa, y podía detectar cómo se había acelerado su respiración

A Michael le costó bastante sacarla del trance en el que ella misma entró al sentirse descubierta, sus ojos me miraban de la misma forma que una mujer a un violador, o a su propio acecino

—Estoy un poco agotada, tomaré una ducha —comunicó aún exaltada y salió casi corriendo del salón

Casi la tenía, sólo me faltaba averiguar en qué podía estar metida para sentir tanto miedo a mi amenaza, y lo averiguaría, sabía que lo que fuese que estuviera haciendo era tan malo como para poder amenazarla y tenerla de mi lado quisiera o no

El resto del día paso igual que los anteriores, a las cuatro de la tarde Byron recibió una llamada del doctor Gonzalo, donde le puso al tanto de la salud de su padre, que si bien no era pésima, tampoco la más sana, poniéndolo así en alerta

Yo mientras tanto trataba de descifrar que mierda decía en los papeles a los que les había sacado foto, que eran tan malas como para no entender un bledo. Esa era la razón por la cual Nerea había dicho que era pésima buscando información, supongo que los nervios fueron los causantes de aquellas fatalidades

Desde ese momento me mantuve alerta a todo lo relacionado con Nerea, quien seguía mantenido encuentros con Sergio cada vez más frecuentes, dentro de casa

Cosa que me sacaba de quicio

No era justo para Harris, y supongo que para nadie

Ella parecía que realmente no le importaba que lo supiera, cada vez que los encontraba escondidos me sonreía y besaba a Sergio con más intensidad, sin importarle que otros miembros de la familia los vieran o no

Pero lo que desbordó el vaso fue la forma atrevida en que se cólo en mi habitación y rajó con tijeras toda mi ropa interior

Toda

Incluso una notita había dejado escrita junto al montón de tela ripiada sobre mi cama

<Esto te lo merecías por zorra>

No sé cómo se atrevía a jugar conmigo de esa manera sabiéndose en mis manos, al parecer, no me creía capaz de hacerle saber a la familia el tipo de mujer que era en realidad. Así que esa misma noche en el horario de la cena me llené de valor, y poniéndome de pies llamé la atención de todos que cenaban tranquilamente en la mesa

—Su atención por favor —una vez de pies golpee mi vaso de cristal con el tenedor, y rápidamente todos me atendían —Nerea tiene algo sumamente importante que contarnos esta noche —sonreí con tranquilidad y todos los ojos se posaron en Nerea

Sus ojos se abrieron tan grandes que creí acabarían en el plato frente a ella. Me escrutó a profundidad, sus cejas se hundieron mientras arrugaba el ceño y su rostro no decía otra cosa que no fuese

¿Qué carajos haces?

—No es cierto, no tengo nada que decir —sonrió como si estuviera apenada y disimuladamente giró a verme para abrirme los ojos muy grandes

Estaba disfrutando el momento, no siempre lograbas ver a Nerea en esta situación, ya que en cuanto a carácter era una persona muy positiva, decidida y constante, por lo que ponerla a jugar el gato y el ratón me divertía

Aunque no demasiado

Me sentía mal por Harris y la forma en que la noticia le sentaría, pero tras llevar días de analizarlo creí que lo mejor era hacerle saber el tipo de mujer con que se había casado

Y qué tipo de persona era Sergio

—Vamos Nerea, habla ya —volví a decir con cordialidad, esta vez con una sonrisa más ancha

—He dicho que no tengo nada que comunicar, déjalo estar —esta vez sonó histérica

Por supuesto que no

—Está bien —dije tranquila depositando el vaso y tenedor sobre la mesa. Ella seguía el rumbo de cada uno de mis movimientos, sus ojos estaban fijos en mí como si de un dardo se tratase. Su cuerpo estaba rígido, y su respiración se había vuelto tan lenta que podría morir por insuficiencia de oxígeno

Los ojos de todos recaían en mí, las expresiones eran ansiosas, incluso Byron parecía tener deseos de saltar sobre mí y arrancarme las palabras

Nina alternaba la vista entre Nerea y yo, con una sonrisa pícara en los labios

Hector lucía ansioso al igual que su esposa

Harris era quien más calmado lucía, y Sergio mantenía esa actitud estúpida que lo caracterizaba

—Nerea mantiene una relación clandestina con Sergio —solté la bomba —Lo siento, Harris —mis disculpas las di de la forma más sincera que podía

Silencio sepulcral

Nerea bajó la cabeza para apoyarla en la palma de su mano, supongo que abochornada

Harris dejó su cubierto en el plato y adoptó una postura seria

Sergio me observó por primera vez con seriedad, mientras que me escrutaba como si ante sus ojos tuviera la cosa más extraña del mundo

Los ojos de Nina se abrieron de sorpresa y segundos después soltó una carcajada

Le siguió Michael que de igual forma soltó una alta risotada

Observé a Hector y Byron que me parecían los más serios de la casa, pero como si estuvieran compinchados, a la par se dieron un largo buche de agua desviando la vista

Y Paula no hacía más que morder sus uñas con desespero

Nadie decía nada, nadie reaccionaba

¿Qué carajos estaba sucediendo?

—Así que lo sabes —de todos los que se encontraban en la mesa, quién menos pensé que respondería, lo hizo

Ese fue Harris

Su voz pausada y amilanada me agarró de completa sorpresa

—¿Eh? —tuve la necesidad de decir sólo por si le había escuchado mal

—No sabíamos de qué manera decírtelo —continuó explicando cómo si me narrara una antigua historia. Sus ojos me observaban con admiración y cariño, mientras que de la forma más delicada trataba de hacerme entender

—¿Decirme qué? —inquirí sin entender nada

El silencio volvió a reinar, esta vez nadie se movía. Nina era la única que parecía aún conmocionada mientras se limpiaba una lágrima que había soltado su ojo de tanto reír

—Sergio es pareja de Nerea —nuevamente Harris respondió, con una tranquilidad exasperante

—Pero ¿Y tú? —elaboré ahora con tristeza imaginando que quizás en realidad Nerea y él se habían divorciado, después de todo nunca los había encontrado haciendo nada íntimo, siquiera algo tan sencillo como besarse

Eso podría explicar la forma necesitada en que Harris se esforzaba por ser aceptado por Nerea

—Yo también, somos esposos —agarró la mano de Nerea para entrelazarla con la suya, y ella respondió a aquel gesto con una sonrisa a boca cerrada

Caí desplomada en la silla, ellos evidentemente me estaban tomando el pelo, esto no podía ser cierto

¿Cómo sería posible que personas tan adultas como ellos mantuvieran una relación poliamorosa?

—¿Es una broma, no? —pregunté, aunque sabía que no lo era

—No Paola, no es una broma. Somos una pareja de tres —y de esa forma los tres se dieron las manos, para cada uno dejar un beso en los cachetes de Nerea que sonrió fascinada

¡Qué ca ra jos!








LietyD.G.R
2022*

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