30: NINA
Mi celular no ha parado de sonar desde ayer cuando la velada concluyó y nos despedimos tomando cada uno su rumbo hacia casa, Sonia, quien me había pedido mi número celular había creado un grupo sólo de chicas, y aunque eran muy graciosas y divertidas, llevaban tiempo molestándome y sacándome de quicio
Byron y yo habíamos creído que teníamos todo bajo control y que en caso de surgir preguntas incómodas sabríamos que responder, de hecho, nos habíamos besado por aquella cuestión. Ahora mismo no podía dejar de pensar lo ingenuos que fuimos al creer que preguntas tan sencillas iban a resultar las dudas de nuestras amistades. Ayer, durante la velada nos agrupamos según el sexo, es decir las chicas para un lado y los hombres hacia otro, la pregunta surgió, elaborada por Maria
—¿Y qué tal es en la cama? —estuve a punto de escupir el buche de soda que había recién ingerido.
Inmediatamente los ojos curiosos de todas se hallaban sobre mí, y desde entonces no han dejado de molestarme
Nadie pregunto qué tal besaba, y estando ya en mi sano juicio me llamo tonta, ya hemos pasado la etapa de adolescencia, ¿Quién carajos iba a preguntar por la forma en que besaba?
Eso hablaba por si solo del poco conocimiento que teníamos al respecto
<De qué tamaño es su berenjena> había escrito Sonia mientras que las demás enviaban signos de interrogación, por lo que lancé mi celular hacia la cama exaltada
Cualquiera diría que me ahogaba en un vaso de agua, pero sucede que mentir no se me daba bien, y por otra parte, aunque me costara decirlo, desde que comenzaron con aquellas preguntas incómodas no he podido dejar de preguntarme cómo sería hacerlo con Byron, de solo pensarlo, mientras anexaba las imágenes suyas haciéndolo como un animal con aquella rubia me ponía el calentón
Como si estuviese llamándolo el aludido salió del baño con sólo una toalla enrollada en su cintura, mientras secaba su cabello con otra. Las gotas de agua recorrían desde la punta de sus cabellos, su rostro, pecho, y descendía a cámara lenta por su abdomen, mientras que no podía más que comerlo con la mirada al compás de dicha gota de agua
Secaba su cabello con destreza, por lo que los músculos de sus brazos se contraían, y su pecho se tonificaba.
¡Dios mío!
Este hombre es un orgasmo visual. Camina con despreocupación por la habitación y se detiene frente al closet, tira la toalla con la que ha estado secando su cabeza al suelo, y comienza a husmear en el closet
Y yo continúo aquí, con mi mísero pijamada puesto sin sacarle la vista de encima, y como si de un reto enviado por el diablo se tratase, la toalla que rodeaba su cintura se afloja, y hace un recorrido que concluye sobre sus pies
Mi boca se abre en forma de O y llevo las manos a mis mejillas que empiezan a arder. Byron no se inmuta lo más mínimo, parece realmente entretenido en elegir algo prudente y no puedo más que desfilar la vista desde su cabeza, hacia su otra cabeza más baja y viceversa. Esto me parece un mal chiste, temo de que me pille comiéndomelo con la mirada, pero su corpulencia es como un imán que atrae mi mirada con reclamo
Me gusta tanto lo que veo frente a mí que mi boca se seca y paso mi lengua sobre mis labios saboreándolos con ímpetu. Desde mi lugar sobre la cama observo su cuerpo sólo por el extremo derecho, y aun así es suficiente. Su miembro gigante cuelga mientras que no puedo imaginar otra cosa que no sea saborearlo con mis labios, quiero descubrir a qué sabe, y él sólo pensamiento me obliga a apretar mis piernas al sentir la humedad que comienza a mojar mis partes más íntimas
Mis manos arden por los impulsos incontrolados que siento de llevar mis dedos hacia mi vagina y masturbarme mientras lo observo. Está tan bueno, su trasero es todo un espectáculo, y entonces una nueva imagen aflora en mi cabeza, una muy acertada donde él se halla sobre mi fallándome mientras que me sostengo con fuerza de su trasero
Dicen que la mirada pesa, y supongo que es cierto pues Byron giró su cabeza en mi dirección y me atrapó con las manos en la masa, o mejor dicho, con los ojos en su polla
En ese momento no supe que hacer o decir, estuve a punto de gritar "pillada", pero por suerte me pude contener y en su lugar comencé a murmurar montones de idioteces mientras boqueaba como un pez fuera del agua
Otro de los momentos más ridículos de Paola para el álbum
—¿Te gusta lo que ves? —su ceja ya se alzaba mientras que esa mirada pícara tomaba el control de su rostro. Estaba bueno como él queso y él era consciente, por lo que sacó su actitud prepotente. Ahora se había girado completamente exponiendo por completo su cuerpo. Casi que suelto todo el aire de golpe al tenerlo así de expuesto para mí, creo que incluso comencé a sentir espasmos al tener tantas ganas de correr y saltarle encima, pero otra vez me contuve y haciendo de tripas corazón, poniendo fuerzas sobrehumanas, me mostré indiferente mantenido ahora mis dos ojos en los suyos
Su sonrisa decayó y la mía tomó vuelo, baje de la cama con decisión, y antes de poder entrar al baño, lo dije —Te tienes demasiada estima, créeme, no eres para tanto —aseguré asintiendo con la cabeza, y para rematar hice una mueca y corrí dentro del baño
Una vez encerrada y sola me arrecosté a las frías paredes azulejadas, mi corazón latía con descontrol, y mi pulso era un desastre, pero el simple hecho de ver su cara culo antes de entrar al baño tras mis palabras me reconfortaba. Fue así como desaté una tregua sin saber realmente en qué terrenos me metía
—Alístate, mi hermana está por llegar —fue lo que me dijo al salir del baño, para ese entonces su tono de voz era nuevamente frío e indiferente.
Aquí vamos una vez más
Fue la idea que afloró en mi cabeza al escucharlo —¿Has dicho hermana acaso? —inquirí sorprendida, su estado de ánimos ya empezaba a romperme las pelotas, pero saber que tenía una hermana y no me había puesto al tanto me mortificaba aún más
—Es exactamente lo que he dicho, el huracán debe llegar en cualquier momento, así que alístate —y sin más salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí
Me deje caer sobre la cama molesta, cuando pensaba que ya la confianza entre nosotros comenzaba a surgir, cuando creía que lo comenzaba a conocer, cuando creía que algo de confidencialidad afloraba en nuestra relación él salía con un haz bajo la manga haciéndome sentir estúpida y tonta
Para cuando baje a la primera planta una muchacha de aparentemente unos años menos que yo se adentraba en casa soltando las maletas con despreocupación, su cabello mitad rosa y mitad negro lo ataba en un moño desaliñado en el centro de su cabeza, y sin detener el paso se descalzaba los zapatos dejándolos tirados, mientras gritaba a todo pulmón <Estoy en casa perros, ¿quién me ha extrañado?>
Desde su lugar Nerea tapaba sus oídos con exageración mientras fruncía el entrecejo y negaba con la cabeza, totalmente en desacuerdo con el comportamiento escandaloso de su hija. Mordí la mejilla interna de mi cara aguantando las ganas de reír mientras dicha chica a quien seguramente tendría que llamar "cuñada" imitaba los mismos gestos que Nerea, burlándose en su cara
—¡¿Qué es lo que has hecho con tu cabello?!, ¡¿Y qué diablos es lo que llevas puesto?! —Nerea exageraba una vez más, formaba tanto escándalo porque su hija llevaba una blusa con un gran escote que mostraba el centro de sus pechos, y un mini short a punta de su nalga que mostraba un poco más de la cuenta
Si me lo preguntaban a mí, diría que era un bonito conjunto, daba a interpretar esa actitud despreocupada que al parecer ella portaba
—Tú debes ser mi cuñadita, es un gusto, soy Nina —dijo sin hacerle el más mínimo caso a su madre. Ella me tendió su mano, y cuando estuve por estrecharla tiro de mi acorralándome entre sus brazos en un abrazo que con sorpresa correspondí
—El gusto es mío, soy Paola —respondí con voz rara al tener mis cachetes apretados por su pecho, el abrazo era algo incómodo y raro, aun así lo que valía era la intención y ella parecía bastante interesada en relacionarse conmigo
—Cuida bien de mi hermano, he —me zarandeo luego de terminar el abrazo, y seguido me soltó —Eres muy bonita —dijo guiñándome un ojo, depositó toda su atención en mi mostrándome esos bellos ojos grises que hacían un buen contraste con su piel chocolatada, y cuando estuve por dar las gracias me hizo a un lado —¿Qué hay de comer?, muero de hambre
—Aquí estoy, veremos si tú apetito es tan grande como para devorarme a abrazos —la voz imponente de Byron surgió de repente haciendo que inmediatamente los ojos de todos fueran en su dirección, incluso los míos
—¡Apuchuchu! —ella gritó con efusión y zarandeando sus brazos en el aire corrió rumbo a su hermano
Iba a tener que adaptarme a la personalidad de Nina, pero debía admitir que imaginar los próximos días con ella en casa se me hacía muy divertido, sobre todo por la forma tan graciosa en que se burlaba de su madre sin prestarle el más mínimo interés a sus críticas
El resto de la familia no tardó en llegar para recibir a la más pequeña de los Lozano que hasta hoy creía que era Michael, y entonces, fue cuando lo entendí. Ellos eran jimaguas, ha pesar de no ser idénticos, tenían demasiados rasgos en común
—Que hay cara culo —fue la forma en que ella saludó a Michael luego de haber besuqueado a todos los demás, el gesto era de lo más desinteresado, a lo que él respondió curveando sus labios haciendo un ademán con su mano empleando el mismo desinterés
—No han pasado ni dos segundos y ya no te soporto —respondió el
—Mira que nos parecemos, porque el sentimiento es mutuo —replicó ella sacándole su dedo del medio
Subimos a la terraza para desayunar y dialogar con Nina, pero dicha aludida no hacía más que comer el pan con carne de cerdo que había pedido a Azucena, junto a un inmenso vaso de batido de chocolate. Comía con la boca abierta sin importarle el sonido desagradable que emitía al masticar. A unos asientos de ella su madre la observaba a ojos abiertos, enviando señales que al estar tan concentrada en el pan, no llegaba a captar. Michael negaba con su cabeza mientras sonreía inconscientemente apreciando la forma vulgar en que su hermana comía, Byron la observaba con una ceja alzada, y Harris luego de dejar un beso en su cabellera se arrecostó al asiento apreciando el lindo amanecer que se pintaba ante nuestros ojos
—¿Porque no estás en la universidad?— pensé que los ojos de Nerea se le saldrían de la cara debido a que estaban más rojos de lo normal, e incluso aguados. Parecía estar haciendo un esfuerzo sobre humano para no perder la cordura y caerle a golpes a su hija
—Ya te lo he dicho, eso no es para mi —respondió con calma encogiéndose de hombros
—¿Y qué piensas hacer al respecto? ¿Piensas ser una vaga mantenida por sus padres toda la vida? —podía sentir como el ambiente subía de tono, Nerea estaba exaltada y disgustada en partes equitativas, sus manos las tenía sobre la mesa hecha puños mientras hacía de todo por mantenerse pegada a esa silla y no saltar sobre su hija —¿Es que no te da vergüenza acaso?
—No eres tú quien me mantiene, es Byron —señaló a su hermano que para ese entonces la observaba con cariño y ternura, de esa forma tonta en la que miras a un cachorrito callejero —No sé porque te disgusta tanto el que quiera ser igual a ti, nunca trabajaste ni estudiaste, y mírate, eres toda una mantenida por su hijo mayor, al menos yo soy joven, ¿que se podrá decir de usted señora Nerea?, tan estirada y elegante, ¿No te da vergüenza que tu hijo aún te mantenga? —contraatacó Nina, y fui consciente de los altos grados de la situación sólo cuando noté tres manos acorralando el brazo de Nerea con fuera, que estaba a escasos milímetros de impactar en el bello rostro de Nina. Byron era quien sujetaba la muñeca de su madre, mientras que Michael la agarraba por los codos, y Harris por el antebrazo
Nerea estaba que ardía de los nervios, toda su corpulencia la delataba mientras observaba a Nina con mirada asesina. Lo realmente sorprendente de toda esta situación es que Nina no parecía exaltada en lo absoluto, continuaba igualita, bebía con calma de su batido y volvió a morder un gran pedazo de pan para masticarlo de esa forma tan bonita que empleaba
—¡Es culpa de ustedes que esa chiquita sea tan malagradecida y degenerada!, yo te di la vida y esa es la forma en que me pagas acaso, ¿ah? —me sentía realmente incómoda por estar presenciando un momento tan íntimo y familiar como este, Nerea parecía realmente herida y lastimada, y sus ojos ahora inundados de lágrimas me hacía sospechar de que realmente el tema era mucho más serio de lo que imaginaba, y que no solamente era por su forma de vestir y expresarse
—Te lo he dicho ya mamá, no intentes pegarle, al menos no en mi presencia —expresó Byron con voz ronca, estaba rígido y molesto, parecía ahora un padre cuando alguien se mete con su hijo.
—Ya basta —gruñó ella soltándose de los tres —¿Creen que la están ayudando actuando de esa forma protectora?, pues continúen, pero asuman las consecuencias —y esas fueron sus últimas palabras antes de desaparecer de la terraza
—Les dije que no quería problemas y discusiones en casa, de saber que iban a comportarse así todo el tiempo me hubiera ido a trabajar —bramó Byron
—Y puedes irte, todos sabemos que no hay nada más importante para ti que esa empresa. Incluso más que tu propia familia —esta vez fue Michael quien contraatacó. Pensé que Byron perdería los estribos y desataría una riña, pero como bien le había dicho a Sonia, él portaba con demasiadas personalidades, muchas para poder predecirlas con el poco tiempo que llevaba de conocerlo
—Se llama ser un hombre trabajador y responsable, actitudes que evidentemente te faltan —respondió con ese aire de sabiondo apretando levemente el hombro derecho de su hermano —Deja de jugar al hombrecito problemático y póngase a trabajar, vago —le restregó en la cara antes de girar sobre sus piernas y irse rumbo a la salida —Nina, te espero en el despacho —y al igual que Nerea desapareció
Entonces si pude ver el miedo en el rostro ahora pálido de Nina
Luego de que Nina fuese a su encuentro con Byron, y Harris pidiera disculpas en nombre de toda su familia por no saber comportarse, bajo a mi habitación y me tiendo en la cama para ver la televisión. Una novela turca se desarrolla delante de mis ojos mientas que mi cabeza viaja a toda prisa tratando de atacar cabos sobre lo sucedido minutos atrás en la terraza
¿Qué es lo que realmente sucede? ¿Porque parece existir tanto rencor en esta familia?
Michael es quien parece tener una fuerte rivalidad con Byron, y Nina junto a Nerea parecen haber tenido más problemas y discusiones que un libro de matemáticas. Pero definitivamente tiene que suceder algo con ellos, la forma en que todos reaccionaron para proteger a Nina no es normal, aunque sean hermanos, se fueron por encima de Nerea, incluso Harris se interpuso llevándole la contraria a su esposa
Unos toques en la puerta me hacen pegar un brinco sobre la cama —Adelante —digo rápidamente y observo cómo una melena mitad rosa mitad negra se cuela por la puerta
—Cuñadita, ¿puedo pasar? —pide con tono divertido y no puedo evitar compararla con Michael, son tan parecidos, incluso en la forma de hablar y expresarse. No los quiero imaginar de niños, debieron de ser todo un dolor de cabeza
—Puedes entrar —asiento
—Wow, definitivamente mi hermano se gastó millones en esta casa, recuerdo que la última vez que vine la habitación no era tan espaciosa, incluso cuarto de baño le han incorporado, y ventanales de cristales —es lo que dice girando en la habitación, pero pareciera que lo dice más para sí misma que para mi
—Suena como si fuese hace mucho —murmuro
—Lo es, fue hace mucho —puedo sentir tristeza en sus palabras, lo que incrementa mi curiosidad con respecto a ella —¡Pero bueno!, a otra cosa mariposa —dice de repente desechando toda la mala vibra, y desde su lugar se lanza a la cama haciéndome brincar —Vengo para que me ayudes, me han tumbado cincuenta pavos de la mesada por causa de Nerea, Byron se veía realmente molesto y como sabe que me encanta el dinero decidió darme por donde más me duele. También se ha vuelto gruñón —hizo una mueca —Así que... estaba pensando que si quizás tú le hicieras un trabajito, ya sabes.. —alzó sus cejas de arriba a abajo y viceversa —y le pides que no sea tan malo conmigo el cederá
—Estás bromeando ¿no? —solté una tremenda carcajada al captar cómo indirectamente me pedía que tuviera sexo con su hermano
—¡Por favor mujer! ni que no lo hubieran hecho antes —dijo con despreocupación —Hablando de eso, ¿qué tal es en la cama? hee — volvió a hacer señas con las cejas y toda pizca de diversión se esfumó de mi rostro —Moría por verte para hacerte esa pregunta. Vamos suelta la sopa cuñadita —dijo con tono confidencial y se pegó tanto a mí que creí que caería de la cama
—Él.. bueno.. yo.. prefiero no hablar de mi intimidad con tu hermano
—¡Hay pero que aburrida eres mujer!, diciéndolo de esa forma hasta parece que es mala hoja. No lo puedo entender, recuerdo que una vez lo vi desnudo en la adolescencia y su berenjena era todo un espectáculo —afirmó mostrando el tamaño del pene de su hermano con las manos, me tenía loca, parecía una cotorra parlanchina —Ya de eso hace mucho, ahora debe ser todo un monumento. Vamos cuñi, cuéntame —comenzó a golpear mi hombro con el suyo
No sabía cómo diablos iba a salir de aquella incómoda situación, y menos podía entender porque todos le llamaban al pene <berenjena>
¿Es que acaso estaba de moda?
¿Porque todos se enfrascaban en saber lo mismo?
—Bueno vale, no me lo cuentes si no quieres, pero por favor habla con mi hermano. Se que si tú se lo pides él lo hará, lo sé por la forma en que te mira, pareciera que fueses lo más valioso para él
—Estás loca —dije pegándole por el hombro
—¿Loca?, incluso una cena a reservado en un restaurante para hoy, con tal de que olvides el mal momento que te hicimos pasar en la terraza —contó dejándome sorprendida —¡Anda!, se me ha ido la sorpresa. Mierda, no soy buena guardando secretos —explicó con pena, pero ya no le prestaba la misma atención, aún mi sorpresa era mucho con la cena preparada para mí —Me parece un gesto muy bonito de su parte, pero con lo mal que se comporta esta familia imagino que tendrá que llevarte a un restaurante a diario —dijo burlona y tuve que reír a su par, era un chiste bastante bueno —Bueno, ya te dejo en paz —explica levantándose de la cama —Eso sí, ¿cuánto llevan sin follar? —inquirió cómo si fuese lo más normal del mundo, haciendo que mis ojos casi se me salieran de la cara por la sorpresa —Como sea, por favor hazle el trabajo, que está insoportable —y tras guiñarme un ojo salió de la habitación, y pude al fin soltar todo el aire que tenía contenido, definitivamente el apodo de "huracán" le venía como anillo al dedo
Exactamente cómo había dicho Nina, Byron había hecho una reservación para cenar en un restaurante ubicado en el centro de la ciudad, por lo que toda la familia se encontraba vestida elegantemente con excepción de Nina y Michael, que parecían tener su propio estilo pues nunca los había visto vestir de forma elegante, e incluso hoy llevaban un conjunto muy parecido, haciendo más evidente la similitud que existía entre ambos. Admito que me desencantó un poco que la cena no fuese para nosotros solos, sino para la familia entera, pero de igual forma estaba entusiasmada y era eso lo más importante
El restaurante era muy elegante, el camarero nos hizo pasar hacia una mesa que ponía Reservado, y yo me sentía como un elefante en una cristalería, temía romper algo, pues todo lo que allí se hallaba parecía costar más que mi vida.
Más que para mí, la cena parecía para Nerea, quien no cabía dentro de sí misma al verse rodeada de tanta elegancia. Llenaba a Byron de besos e incluso pidió sentarse a su lado en la mesa
Mi vestido azul marino era de cola larga por lo que Byron me ayudaba guiándome hasta la mesa para no tropezarme, cosa que agradecí. Aún me encontraba pensando la forma asombrada en que quedó al verme con ese vestido, sus ojos me escaneaban de arriba a abajo más de cinco veces repetidas, y sus ojos brillaban como si una bola de discoteca se encontrase frente a él
Quizás y si era cierto lo que me había confesado Nina
¿Qué tal si el comenzaba a sentir cosas al igual que yo?
Los camareros trajeron los menús, y él me susurró un pide lo que quieras que me hizo sonreír, aun así no podía posar mi atención en otra cosa que no fuese él y lo sexy que se veían con ese elegante traje gris. Y lo que aquella tarde consideraba toda una locura mientras Mirian aseguraba que debía acostarme con él, hoy me parecía lo más correcto, y más que correcto, lo que yo deseaba
Cuando estuve por pedir mi orden su teléfono celular sonó por tercera vez en la noche, lo vi dudar entonces, miraba del teléfono a mí y viceversa, pero en esta ocasión, y a diferencia de las otras veces, contestó la llamada sin muchas ganas. Su semblante cambió por completo, su vista se llenó de culpabilidad y no sé muy bien, pero llegue a interpretar que me pedía disculpas con la mirada
—Está bien, saldré para allá en este momento —dijo con desinterés y una vez más me lanzo esa mirada de disculpa —Necesito irme, surgió algo urgente que debo resolver —la vista de todos se pozo en él, pero la mía calaba hasta su alma para descubrir que podía ser tan importante para interrumpir este momento —Ya te lo recompensaré —me dijo por lo bajo mientras depositaba su tarjeta de créditos en mis manos, y luego de plantar un beso en mis labios salió volando del restaurante
A su familia parecía serle irrelevante que estuviera o no, Nerea pedía de todo tipos de menús al camarero, Harris algún añejo especial y de los otros podría decir lo mismo. Pero a mi se me había roto el alma junto a mis esperanzas de una cena en compañía de Byron
Definitivamente "las cenas en mi honor", terminaban siendo una pesadilla
LietyD.G.R
2022*
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