El día era muy tranquilo y divertido para ellos, comían, jugaban, cocinaban juntos.

Era un momento inolvidable.

También por el hecho de que justo ahora, todos estaban en el sótano, escondidos.

Comenzó como una noche de amigos —gais— todos riendo y comenzó como cerdos.

De la nada, YoonGi y Namjoon los alarmaron cuando llegaron corriendo de la sala con su mirar lleno de preocupación.

—Hay alguien afuera...— susurro YoonGi al momento que tomaba a JiMin de sus brazos con suavidad como también lo hizo Tae con JungKook y Namjoon con SeokJin.

Escuchaban los pasos sobre ellos y de pronto, la cerradura del sótano fue forzada abrirse.

—¡¡Están aquí!!— gritó el hombre y apunto a JiMin con su pistola.

A este se le heló la sangre, apretó el brazo del pálido al momento que los demás hombres se acercaban con rapidez.

La cosa se volvió más extraña cuando gruñidos de gran escala se hicieron presentes.

JiMin giro para ver a YoonGi, el como mataba con su mirada carmesí a cada soldado presente, igual con los ojos amarillentos de Namjoon y los de color verde de Taehyung.

—¡No te acerques!— gruño YoonGi al momento que te sus manos se transformaban en garras de gran tamaño y rasguñaba el cuello del soldado en frente suyo.

El abrazo que tenía JiMin se hizo más protectivo al punto que la respiración de YoonGi chocaba con su cuello.

—¡¡Quiten a ese fenómeno del objetivo!!— los disparos de dardos tranquilizantes no se hicieron esperar.

Pero YoonGi solo tenía una meta...

Proteger a su pareja...