Punto de Quiebre
Buenas noches. Subo este fic a estas horas por que bueno, era algo que le debía a una linda chica, la gran Fandomshipp.
Debo decir que es un fic extraño para mi, y no es algo que hubiera escrito de no ser por petición. StevenXPink. Pero no se confundan, esto esta lejos de ser romance.
De hecho:
ADVERTENCIA: Contiene lemon y Violencia.
PUNTO DE QUIEBRE
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¡Todo es una maldita mierda! – Se escuchó justo antes de que el estallido de cristales rotos y la cómoda de madera, se estrellaran en los rincones de aquel cuarto. Atrás quedaba el tiempo donde aquel chico, fuese incapaz de dañar, incluso, un objeto inanimado.
-¡Es una perra! ¡Es una ramera! - Golpeó con su puño la pared, atravesándola; pero el no recibió daño alguno. Se llevó las manos a la cabeza, le palpitaba con un dolor intermitente mientras su color cambiaba al rosado brillante, titilando.
-¡Te odio! ¡TE ODIO!- Golpeó el suelo, pateó su cama y ante el último grito, el suelo se partió y el chico se decantó hasta caer justo enfrente de la puerta de entrada al templo. Aquella puerta mágica.
Las gemas de cristal habían salido a una visita a Homeworld, habían sido invitadas por parte de las Diamantes, (en realidad querían a Steven allí para ayudarles con unas gemas que eran rebeldes y que, sinceramente, las monarcas no querían masacrar) Pero Steven se dijo muy descompuesto para ir, así que comisionó a sus amigas para resolverlo, en su nombre.
El se había quedado solo, para meditar.
El chico se levantó de entre los escombros y se sacudió la ropa. Seguía hecho una furia.
-Mi madre...¡Siempre mi madre!- Apretó los dientes y cerró los puños. Le brillaron varias veces.
Esa mañana, había escuchado el relato de una gema cuarzo que decía que no tenia deseos de vivir, que deseaba morir y le había pedido a él, Steven Universe, ser piadoso y la pusiera en una burbuja, por siempre.
Ella decía que había luchado al lado de Pink, que jamás la había traicionado por Rose, que peleó como una fiera y que, en el fragor de la batalla, había destrozado a más de 100 rebeldes que, en ese ahora, sabía que no eran más que víctimas de una gran pantomima.
-Maté a mis amigas.- Le había dicho sin poder dejar de llorar. -¡Eran mis amigas!-
Contó además que, un buen día, las llamaron a todas y las desestabilizaron; solo por ser Cuarzos Rosas. Y ella estuvo allí, Pink Diamond, supervisando la acción.
Que nada valía la pena, dijo, y que nada tenía sentido. Que quería morir.
Steven había hablado con ella, pero ya no tenía fuerza ni ánimo para dar, estaba drenado de esperanza y buena fe. Se sentía un despojo de una vida pasada y en un ataque de desesperación, le cumplió a la gema, su deseo.
Ahora estaba, un alma buena, suspendida por siempre, dentro del templo.
-Maldita...mil veces maldita... ¡Maldita!- Y cegado por la ira, corrió hacia la puerta del templo, la cual se abrió, dando paso al cuarto de Rose.
Steven entró, cerró la puerta y camino varios pasos mientras gritaba a viva voz, ¡Aparece! ¡Sal maldita traidora!
El cuarto se estremeció, las nubes se movieron errantes, una figura se componía para luego desaparecer y tratar de volver a formarse.
Entonces, por fin el cuarto pareció reunir fuerzas, de una nubes más densas de las que Steven había visto antes, apareció Rose Cuarzo. Seria, impávida.
-No, tú no. ¡Muestra tu verdadera forma! -
La figura de Rose Cuarzo miró un momento con intensidad al chico, luego brilló y tomó la forma original, de quien había sido una vez, hacía mucho tiempo.
Enorme, enfrente de Steven, estaba ella.
-¡TU! ¡Pink Diamond!-
La Diamante frunció el ceño, visiblemente molesta. -Soy tu madre. Háblame con respeto.-
-¡No! ¡Tú no sabes lo que es eso! ¡Respeto se merece Garnet, que me enseñó a ser justo! ¡Respeto merece Perla, que me enseñó disciplina! ¡Lo merece Amatista, que me enseñó la importancia de ser uno mismo! ¡No tú! - Luego agregó- Respeto merece papá, que, al día de hoy, creo que es el único que te sigue amando. -
La Diamante apretó los puños.
-Como te atreves.-
Bajó de súbito su estatura, hasta quedar un poco más alta que Garnet. Caminó con firmeza al chico.
Le tocó la frente con un dedo.
-Tú también me amas. Aunque lo niegues. Estoy dentro de ti. ¡Soy tú y me amas! -
-¡Por supuesto que no!- Le propinó un manotazo.
-¡Claro que sí, y lo sabes! Estoy en ti... – Pink le miró con cinismo, con una risa burlona.
-¡No! Yo no puedo amar a alguien que uso miles de gemas para satisfacer un capricho. -
-Capricho por el cual naciste, ingrato. -
-Yo no pedí nacer. - Sollozó Steven.
-Típico de niños llorones. No puedes con tu realidad y vas a echarle la culpa al pasado. -
-¡La maldita eres tú! ¡No me cambies el tema!-
-Pues si soy una maldita, tú eres el hijo del dolor de todos, de la desgracia de los demás. Tan, ¿cómo dijiste antes?, "perra" como yo. Eres una perra igual. -
-¡Cállate! ¡No soy como tú!-
-Eres la perra de todos, no tienes el valor para enfrentarlos, no tienes el valor para tomar el liderazgo, te usan y pasan por encima de ti por tu falta de carácter. -
-Basta...-
-A mí me admiraban, me seguían, ¡Me idolatraban!. Tu, eres un mal chiste. Esperaba más de ti. -
-¡¡Que te calles!!!- Y del grito retumbó todo Beach City. Muchas personas se asustaron.
Pink Diamond, cayó de espaldas y Steven se le fue encima para tomarla de su delgado cuello.
-¡Muere!...Paga tú por tus crímenes ¡No yo!- Apretó aún más fuerte.
Pink ni siquiera lucho por quitarse las manos del chico, en vez de eso, sonrió cínicamente. -Yo ya estoy muerta, pero si lo que quieres es desquitarte...está bien... Quizá no seas una total vergüenza después de todo.-
Steven en su furia, trató de romper el delgado cuello con todas sus fuerzas, pero no lo lograba; algo lo detenía.
-Veo que...no me heredaste nada. Eres patético.-
-¡Cállate!- Y el chico le soltó el cuello y le propinó una poderosa bofetada sintiendo claramente el ardor en su mano, luego lanzó otra y una tercera. El sonido del contacto resonaba con violencia.
Pink no dejaba de sonreír, Eso... Déjalo salir...
¡Maldita!, entonces la tomó nuevamente del cuello con una mano, y con la otra contrajo el puño, lo elevó y sintió que toda la fuerza de su coraje se iba en el sentir de sus dedos apretados. Iba a ser un golpe devastador, en el centro, en la nariz, para lastimarla como había hecho con Volleyball, con Spinel, Con Lapis, con las miles de gemas muertas...
-Quieres desquitar tu furia... tú frustración...Deseas que pague por mis pecados... por TUS pecados... - Le dijo sonriente Pink Diamond.
Entonces Steven, al ver que ella no parecía recibir daño alguno, concentró una furia tan fuerte que perdió la poca cordura que podía quedarle. Quería desquitarse, sacar todo lo mal acumulado en sus 16 años de vida; y al sentir que tenía totalmente dominada al fruto de todo su pesar y sus traumas; notó de pronto con terror, algo inaudito...se dio cuenta que tenía una erección dolorosa y palpitante.
Frunció el rostro, apretó los dientes y un colmillo creció un poco más de lo normal. Sus ojos se volvieron raros y en el paroxismo de la ira, le arrancó a Pink el bombacho de su traje, se bajó el cierre y no perdió tiempo alguno, con violencia se acomodó entre sus piernas y la penetró con toda la fuerza que su cuerpo le daba, fue tan súbito que el mismo sintió dolor, pero no se detuvo hasta haber entrado totalmente después de arremeter varias veces.
Pink abrió los ojos sorprendida y pegó un grito de dolor. Steven, al ver que la diamante lo sentía, de inmediato comenzó a bombear con fuerza, con violencia, sintiendo que el cuerpo bajo él retumbaba a cada choque. Levantó una pierna de Pink para hacerla a un lado y poder entrar aún más.
-¡Todo es tu culpa! ¡Tu maldita culpa!- Gritaba fuera de si mientras la penetraba sin parar. Retiraba casi todo su miembro, que le dolía de tan erecto, para después empujar su cadera hasta chocar sin consideración alguna.
Pink comenzó a gritar y a gemir con fuerza e hizo a escapar, pero Steven incremento su tamaño de una manera poco natural, sus uñas sacaron unas leves garras, y su vista se volvió negra. Tomó a la Diamante de una muñeca y la otra nuevamente del cuello, inmovilizándola. La penetró dos potentes veces, en esta última se dejó totalmente dentro, Pink quedó con las caderas levantadas al estar rebasada por el miembro del chico. Steven había incrementado su tamaño en todos los aspectos.
-Debes...pagar- Y su voz fue monstruosa.
Pink se retorcía de dolor, manoteaba y apretaba con fuerza la mandíbula. Comenzó a llorar.
-¡Sufre!- Y el monstruo se retiro de ella con lentitud, haciendo que la Diamante lanzara suplicas entre cortadas, que pedían que fuera despacio. Pero apenas la escuchó, volvió a empujar hasta que los últimos centímetros resbalaron dentro lentamente, expandiendo el interior de Pink.
La levantó de la espalda y la sentó en él. Fue entonces que la tuvo empalada totalmente.
-Tu eres la perra...-
Y la eyaculación fue violenta.
***
El reloj sonaba sin parar.
Las gaviotas cantaban en el eco de un cielo recién nacido; un oleaje embravecido, ojos negros.
Una sábana manchada, un alma partida; una habitación destruida.
-Te odio, mamá...No sabes cuánto te odio...-
Ese día el chico había amanecido, estrenando un cuerno; y lamiendo, un afilado colmillo.
*******
Después de un año, quedó contigo Fandomshipp. Te mando un abrazo.
Espero que les haya gustado, esto no es lo que llamaría mi estilo pero psss, para que prometo cosas. Aun debo un lapiven.
Saludos a todos.
Gendou -El Maldito- Uribe
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