Un one shot que salió solo. Ha sido un día raro ya que hice dos shots. Cosas que pasan.

Un Stevidot. Saludos.

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- Impresora 3-D -

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Te lo digo, Steven, lo mejor es invertir en sandías. Las acciones van al alza en la bolsa de valores y tenemos muchas hectáreas cubiertas para poder inundar el mercado con nuestro producto.

Solo tienes que firmar aquí, aquí y aquí y serás el flamante poseedor del 49 % de Peridot's Watermelon. No te darás cuenta cuando seas el dueño de un gran imperio de frutas tropicales.

-Peridot, aprecio tu oferta, pero, hay algunos detalles que no me quedan claros.

-Para eso estoy, joven guijarro. ¿Cuáles son tus dudas?

-Primero que nada, Peri, esas hectáreas que pretendes sembrar no son de nuestra propiedad, son tierras que le pertenecen a Beach City y es ilegal utilizarlas. Dos, estoy seguro que esta hoja que imprimiste en mi impresora no es oficial de la bolsa de valores, incluso le cambiaste una letra a mano. Por último, ¿para qué rayos quieres mil quinientos dólares?

Peridot sonrió. -Bueno, se acerca tu cumpleaños y quiero darte algo especial.

Los ojos del chico se suavizaron. -Aw, gracias Peri, pero no es necesario que me regales nada caro. Yo sería feliz con lo que me des, en serio.-

-Pero yo te quería regalar una impresora 3D ultra realista para que me la prestaras.

...

-Peridot, ese no sería un regalo para mí, sino algo que comprarías para ti.

-¡Pero sería tuyo! Podrías imprimir lo que quieras, podrías imprimir una yo tamaño real para que no me extrañes cuando no estoy.

-En realidad pasas la mayor parte del tiempo aquí, ya casi no estás en el granero.

-Eso no es cierto.- Repeló la gema verde.

-Claro que lo es, mira, hay una almohada en el sillón desde que llegue. De hecho, desde que pusimos Netflix, vives más en mi cuarto que en cualquier otro lado.

-¿Me estas corriendo, ingrato?

-No, Peri, jamás, de hecho, me gusta que estés aquí conmigo, no me siento tan solo y ver series acompañado es genial.

-Bueno, ya que entendiste mi punto, ¿si invertirás en Peridot's Watermelon?

-Aunque quisiera hacerlo, Peri, no tengo esa cantidad. Lo lamento.

-Pero ¿cómo?, si Lapis me dijo que tu papá compró un barco para que fueran a navegar.

-Peridot, no le voy a pedir dinero a mi papá. Ese es dinero de él, no mío.

-Esta bien, ¿Cuándo cumple años tu papá?

-¡Peridot! No le vas a pedir dinero a mi papá para comprarle una impresora 3D para tu uso.

-¡Pero la necesito!

-¡Para que necesitas una impresora 3D!

-¡Para imprimir una versión tuya, hiperrealista, tamaño normal para cuando te vayas y tenga que ver las series yo sola!- Peridot comenzó a sollozar.- Por que te vas a ir pronto...de nuevo...y me quedaré sola. No es lo mismo ver tele así. Nunca lo es. – Las lágrimas de la gema no tardaron en salir. – No disfruto ninguna, solo las veo, pero no les entiendo porque estoy pensando que tu lado de la cama esta vacío. -Su voz se fue haciendo cada vez mas aguda.- La ultima vez pase 2 días debajo de la cama esperando escucharte volver para sorprenderte hasta que Garnet me dijo que no vendrías en mucho rato.

-Peridot...- Dijo el chico conmovido, caminó dos pasos y abrazó a la gema, quien se soltó a llorar desconsolada en la camiseta del chico. Steven le devolvió el abrazo y comenzó a acariciar su cabello con mucha ternura.

La dejó llorar un momento. No tenía ni idea de que ella se sintiera así. Había vuelto unos meses atrás después de andar por el país, y todas las gemas lo recibieron con mucha alegría. Sin embargo, Peridot de inmediato se apostó con él en la habitación. Se había hecho rutina ver a diario unos 3 capítulos de alguna nueva serie y Peridot dejó de irse al granero, comenzando a acampar en el cuarto, con él.

Ahora, Steven ya estaba pensado en partir de nuevo y apenas ayer, se lo había comentado a ella.

-Te acuerdas. - Dijo entre sollozos, la gema.- ¿Cuando tu me pediste en sueños que no te dejara solo, en esa pesadilla que tuviste? - Steven asintió.

-Sé que te tienes que ir, y que no hay forma en que te quedes conmigo pero -eso último lo dijo con mucho pesar.- si no puedo tener un tú 3D para abrazar, ¿podría por lo menos hoy dormir contigo y no en el sofá?-

Steven parpadeó un par de veces antes de comentar.

-Claro, Peri. Si me lo hubieras pedido antes, te hubiera dejado.-

-¿En serio?

-Si, no tengo problema con eso.-

La gema pegó un brinco de alegría. Luciendo una enorme sonrisa, caminó por todos lados del cuarto vociferando cosas.

-¡Excelente! Entonces hoy veremos una serie especial que he estado guardando para una ocasión especial como esta. Tengo palomitas, nachos, refresco y ¿por qué no? Helado.-

Steven solo la veía ir y venir. Desbordaba una alegría energética tan característica de ella, que nadie diría que, hacia un minuto, estaba llorando.

Él sabía que las gemas lo querían y lo querían mucho. Él tenía que irse tarde o temprano, pero el despliegue de cariño de Peridot, simplemente fue demasiado para él.

-Quizá deba quedarme un poco más. Que podría salir mal.- Pensó y se dispuso a ayudar a la pequeña gema verde.

***

Es tu rostro al dormir una especie de mecanismo perfecto. Ni siquiera te das cuenta que te observo. Siempre lo hago desde el sillón, pero hoy; hoy especialmente, te puedo ver desde aquí. Al lado tuyo. Donde siento tu respirar y tu calor. No me voy a quedar con las ganas, te conozco y se que no te enojaras, además soy chiquita, apenas notarás mi presencia.

Debajo de tu cobertor esta caliente y espanta con facilidad el frío de la madrugada, me pego a ti despacito, despacito. Me hago bolita y listo, estoy en tu pecho. Ahora abrázame, tonto.

¡Abrázame, guijarro!

El olor de tu cuello me fascina, es dulce.

Ya, no me aguante. Te di un beso en los labios y fui yo la que te abrazó. Te vas a despertar lo sé, pero ahora me voy a hacer la dormida y veré tu reacción.

Creo que te ensalive un poco los labios, raios, eso de no saber cómo se dan de forma correcta.

Te mueves, ya despertaste. Dormida, hazte la dormida.

Silencio total...no te mueves.

...

Me está abrazando, ¡que nervios!

Me pegó a él con sus brazos, excelente. Ahora finjo estirarme y lo abrazó por el cuello; estoy justo debajo de su rostro.

Todo está listo, ahora coronemos esto...viene el punto final de esta estrategia...hemos llegado hasta aquí, valor, valor, que lo logramos...un poco más...Y...

Y digo entre labios, como entre sueños, como aquella que está profundamente dormida:

Te amo, Steven.

Y te moviste de nuevo.

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Y es todo. Mando un saludos a los que se asomen por aquí, en espera de que tengan una bonita semana.

- Gendou Uribe -