El Pulidor
Después de años, literalmente, actualizo este libro.
La siguiente historia es una idea que tenia desde hace mucho tiempo después de ver un mini comic bastante divertido.
Espero les guste, esto es:
*** EL PULIDOR ***
-Steven, ¿Has visto mi pulidor de gema?
-Perla, ya te he dicho que no uses esa cosa.
-Tú te comes dos hamburguesas dobles cargadas de queso derretido por más que nos cansamos de que comieras verduras y allí estas, vivo y gordo.
-No estoy gordo, soy de huesos anchos.
-Ancha tienes la cintura. ¿Has visto o no mi pulidor?
-Bien, si no quieres aceptar que tienes un problema con ese aparato, te lo advierto; te tendremos que meter a un anexo. La última vez que lo usaste estuviste dos horas en el techo gritando que te ibas a convertir en un ave y que traerías el fuego de la verdad al nuevo mundo.
-Perdona, Steven, ¿Lastimé a alguien? ¿Me volví mala? ¿Me transforme en un dinosaurio de 50 metros? No, ¿Verdad? Dame mi maldito pulidor.
-Quítaselo a Garnet, si es que puedes.
-¡Ja! Pero me canso de que se lo quito.
Hacía unos años que las gemas habían descubierto que el pulidor industrial de paño les provocaba cierto placer, más o menos intenso, a sus cuerpos de luz cuando lo aplicaban a sus gemas. Sin embargo, Perla había ido más allá usando un pulidor rígido. El leve contacto de este aparato le provocaba fallos a su cuerpo de luz (más o menos como cuando están dañadas) pero a la vez una sensación intensa de placer que además le dejaba alucinaciones (básicamente se metía anfetaminas con el pulidor).
Después de los eventos de Future, en donde Steven, por falta de sexo, decidió transformarse en un enorme godzilla rosado. EL chico se dio a la tarea de viajar. Sin embargo, después de fracasar en el amor dos veces, enterarse que Connie ya no lo quería y no dar una en los trabajos en donde estuvo, en vez de trabajar de médico como era lo obvio, decidió volver a su pueblo natal para comandar el pueblo de gemas y vivir de la naturaleza como le había enseñado Greg. Quien por cierto había agarrado sus 8.5 millones de dólares y se estaba dando la gran vida en un pueblo inglés. No, no estaba con Connie, la chica estaba finalizando su carrera en Yale y ya se había olvidado de Beach City viviendo una vida más o menos decente.
Ahora, Steven y las gemas, sin necesidad de combatir a nadie ni tener responsabilidad alguna, cayeron en la desidia que deja el tener todo y ninguna responsabilidad. Por lo tanto, no tardaron mucho en acercarse a los vicios; alcohol, tabaco, luego drogas y fiestas extravagantes animadas por gemas de diferentes colores que bailaban en todas partes de la gran casa al calor de luces y música electrónica.
Fue por esos días cuando descubrieron el pulidor. Se armaban juegos, donde acostaban a la gema en turno en la mesa, le aventaban un chorro de vodka en la gema y luego le aplicaban el pulidor y así todos disfrutaban de la forma en que se retorcían de placer las gemas y que a su vez sus cuerpos titilaban como un televisor viejo (de esos de los 90's).
Los gritos de placer y dolor o dolor placentero se escuchaban por toda la playa al grado que, en una ocasión, la policía se acercó y fueron recibidos por los cuarzos, esos que se parecían a Rose y después de un intercambio de fluidos, no se volvió a saber del tema.
Si, a estas alturas Steven ya había tenido relaciones con algunas de las gemas. Muchas de ellas se acercaban al joven con devoción ya que la milenaria enseñanza de que era un Diamante aun repercutía en la mayoría de ellas además de que, viviendo entre la gente del pueblo, el conocimiento del sexo se expandió realmente rápido y bueno, sin los amarres éticos humanos, no tuvieron mucho límite por parte de nadie.
La primera gema con la que tuvo sexo había sido Jasper en un evento que se dio casi sin querer. Ella se empecinó en que podía aguantar todo el barril de cerveza y se lo bebió de golpe, posteriormente no dejó al chico con el pretexto del guardián hasta que amanecieron juntos. El Stevo en esos días igual ya no estaba poniendo mucha resistencia y Jasper se le puso demasiado insistente.
Luego fue la gema ciempiés quien le tenía un cariño especial y posteriormente una Rubí eufórica.
Con todo, Steven no se había metido ni con Amatista, ni Perla, ni Garnet.
Con Lapis, Peridot y Spinel, aun no se atrevía del todo. Aunque ya había amanecido con las tres (en diferentes días) después de beber vodka por primera vez.
El caso es que Perla se había vuelto adicta al pulidor, y las gemas, preocupadas por esa adicción, le habían condicionado que solo una vez por semana ya que, usando el pulidor pesado con demasiad frecuencia, ya estaba empezando a desgastar su gema.
-Garnet, mi pulidor, por fa.
-Habíamos quedado que solo una vez por semana.
-Es viernes, hoy toca fiesta de tequila. Van a venir las gemas del pueblo.
-Lo siento, pero te lo daré hasta mañana.
-¿Segura? Y si le muestro a Steven una de estas fotos.
La gema blanca puso en la mesa tres fotos, todas donde Rubí y Zafiro estaban desnudas y la gema azul portaba un arnés y mantenía coito pesado con la roja....en la cama de Steven, rodeadas de latas de cerveza.
La fusión miro con seriedad a Perla.
-Sabes que aun te puedo matar, ¿verdad?
Perla lanzó una risotada. -Hace mucho que deje de temerte, Garnet. Si te atreves a hacerme daño, Steven no te perdonara. Además, me va a curar de cualquier cosa que me hicieras, quedarás mal ante él y todo mundo.
Luego, le picó con el dedo el pecho.- Dame...mi maldito...pulidor...
Garnet gruñó.
-Tu porquería de mierda la tiene Amatista, maldita adicta.
-Yo no soy la que se excita en la cama del niño que vio crecer, enferma.- Dijo mientras ponía sana distancia dirigiéndose a la habitación de la morada.
-Solo te digo que cuando estes alucinando por usar tu pulidor, ahí te voy a agarrar y te vas a enterar de quien soy.
-Ya sé quién eres. ¿Quieres que Steven se entere también?
En la noche, la casa estaba llena de gemas de todos colores y formas, la música era estridente y las luces iban y venían en los dos pisos que componían la ahora enorme casa. Las botellas de vino y licor corrían de un lado a otro y los barriles de cerveza estaban en cada esquina.
¿El dinero? Salía de una cuenta de Steven que era generosamente alimentada por los servicios de las gemas proletariadas: carpintería, herrería, construcción, etc. Además de una pensión que le pasaba Greg.
Steven, sentado en uno de los sillones que estaba arreglado para él (enorme, casi un trono), veía su celular mientras Peridot estando acostada a lo ancho sobre sus piernas, hacía lo mismo.
-Si sabes que Perla está en el techo con las pupilas expandidas y su gema reluciente gritando que se va a convertir en pájaro, ¿verdad?
-Mañana amanece en el anexo de Homeworld.-Dijo Steven quitándose la pena y acariciando el cabello rubio de la verde gema.- Además, a ti también te gusta, ¿no?
-Si, pero el pulidor de trapito, ese que ella usa sientes como si te lijaran el alma. Sientes cada poro de tu cuerpo rechinar. Por cierto,- se bajó de sus piernas- Voy por vodka de uva y a ponerme en la fila del pulidor .- Dijo riendo traviesamente.
-Ándale pues, malosa.- Y procedió a darle una nalgada mientras la gema se dirigía a la mesa principal donde ya estaba Lapis acostada mientras otras dos gemas, una traslúcida y una Jaspe delgada, le comenzaban aplicar el pulidor.
Peri llegó a tiempo para ver como su amiga arqueaba la espalda mientras lanzaba improperios muy poco acordes a la gema azul.
-Es que ¡!POR LAS GEMAS MADRES!! ¡¡AAH! ¡Rayos! ¡AAAH!- Gritaba cada que le daban un toque con el aparato en la gema de su espalda que cada vez estaba más reluciente.
-Oye, Lapis- Dijo Steven que en algún momento se había acercado con una botella de Jack Daniels.- Esto se sentirá mejor.- Dijo para proceder a derramar un poco del contenido de la botella sobre la aun caliente gema de Lapis.
-Échalo, Steven.- Dijo con voz ronca.
Los ojos de Lapis se volvieron plata cuando el líquido toco su gema, la cual comenzó a despedir un leve humeo y de inmediato, la Jaspe le aplico otra dosis de pulido.
-¡¡JODA!! ¡¡SALVESTEVENDIAMANTE!!- Grito con todas sus fuerzas.
El chico procedió a derramar más licor mientras Peridot se abrazaba de la cintura del gem y las demás Gemas vociferaban y gritaban.
La música continua un poco más, la arena de la playa se cimbraba de vez en cuando con el retumbar de los bajos.Hasta de que de pronto una gema cayó desde el techo del segundo piso.
Luego, lentamente Garnet se acercó y la desenterró de la arena.
-Ya estás perdida, Perla.- dijo tomándola de la camisa como un gato. La esculcó, pero no encontró las fotografías. Luego se adentró a la casa con ella y la arrojó sobre la mesa.
Lapis y Peridot voltearon a ver con lentitud, el efecto del pulido aún les hacía efecto. Steven ya estaba visiblemente ebrio, pero no daba muestras de decadencia.
-Que le paso a bird mom.
-Quiso volar.- Respondió Garnet. Luego volteó a ver a la gema que murmuraba algunas cosas mientras tenía los ojos dilatados.
Garnet sacó una botella de quien sabe dónde, la destapó con dramatismo, y sonrió.
-Ya que te gustan los deportes extremos, blanca ilusa, a ver a que te sabe esto. -y procedió a derramar el líquido sobre la gema de Perla.
-¿Qué es eso, Garnet? Preguntó Steven que no dejaba de acariciar la pierna de Lapis por debajo de la falda, ella estaba sentada a su derecha en aquel sillón. A su izquierda estaba Peridot pegada como un gatito a él mientras el chico le acariciaba la cabeza.
-Aguarrás.
La sensible gema de Perla recibió el contacto en la zona ya desgastada provocándole una contracción similar a un choque eléctrico en el ser humano. Los dedos de pies y manos se le contrajeron y apretó los dientes con tanta fuerza que los sintió crujir.
-Wow, le doy un diez a esa curvatura. – Dijo Peri.
-Si, creo que me ganó de hace un rato.- Continuó Lapis.
Curiosamente, Perla no gritó, si no que hacía un sonido gutural mientras recibía los espasmos; lo cual, otras gemas de la sala no pasaron desapercibida.
-Wow, no gritó.
-Es valiente nuestra guerrera.
-Venga, Perla! ¡Aguanta!
Garnet sonrió, dejó la botella a un lado e hizo una seña. Amatista llegó desde la cocina con el pulidor de trapo.
Perla, apenas recuperándose del alto impacto alcanzó a divisar a sus amigas.
-Chi..chas...espe-ren...-
-Oh no, tu estabas jode y jode que querías tu pulidor. A ver si con esto te quedan ganas.- Garnet la aprisionó a la mesa con sus grandes manos y Amatista encendió el pulidor.
-Tranquila- dijo la morada- Es el pulidor de trapito.
-Pe-ro...mi gem...e-está...-
Los gritos se escucharon en la playa, en los alrededores, en la frecuencia de la radio 1230 am, y en los bluetooth en una cuadra de 1 kilometro.
Steven frunció el ceñó. -Se me acabó la cerveza, me traes una Peri, por fa.-
-La gema verde levantó una mano y una cerveza voló de la nevera, pasó por arriba de Perla, Garnet y Amatista y llegó a la mano del Gem. La destapó, le pegó un sorbo e hizo un ademán con el cual Garnet se detuvo.
-Entonces, perla, ¿vas a dejar ese vicio de estarte puliendo con el pulidor rígido?
La blanca gema ya había enterrado os dedos en la madera de la mesa por lo intenso de la sensación.
-No...más....no más....mi Steven...-
-¿Qué paso? ¿Ya no soy el gordo?
-No...mi Steven...perdone a su Per...la...-
El chico le dio un sorbo más a su cerveza. Luego sonrió tranquilamente.
-¡Claro, Perlita! No más para ti. Solo, por favor, deja ese maldito pulidor rígido o te prometo que la próxima vez, dejare que Garnet sacie su sed de venganza.- Luego hizo una seña a la roja quien liberó a Perla.
-Gra...gracias...mi Diamante...- Dijo la blanca y procedió a desmayarse. Steven le hizo otra seña a Garnet, esta vez que se acercara a él. La gema caminó y en cuanto estuvo a su alcance, Steven la tomó del hombro para decirle algo al oído.
-Sé que Rubí y Zafiro usan mi cama como su pequeño motel.- Garnet se asustó de veras.-
-Steven...-
-Tranquila. Solo te espero en dos horas en mi habitación desfusionada, por favor.
-Pero Steven, eso no...-
-¿Te parece que te estoy pidiendo permiso? Perla me mostró las fotos antes de drogarse por que sabía que la ibas a atacar. Así que, si así te gusta, bueno, pues así será. ¿Entendido?- Y le apretó el hombro.
A Garnet se le fue la voz con la orden. El miedo la domino por completo.
-Si, Steven, en...entiendo, digo, entendido.
Y llévate a Perla, colócala en uno de los sillones de atrás, estorba en la mesa.
Garnet se levantó y obedeció sin decir nada más.
El chico se volvió a recostar en el sillón, y abrazó a las dos gemas que lo rodeaban. Acarició la cintura de ambas quienes se recostaron en él.
-Alguien tiene que enseñarles respeto. No como ustedes que nunca han cambiado conmigo.
Y ambas sonrieron nerviosas.
*************
Esto iba a ser una comedia y creo que me quedo medio oscuro, pero me di el gusto de actualizar.
Un saludo a todos los que aun leen por estos lares.
Gendo Uribe.
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