xxii.

Creo que es algo obvio, pero de cualquier forma, cumplo con la responsabilidad de decirles que en los próximos capitulos habrán... Muchas bromas +16, humor picante y todo eso.

Nada demasiado grave, pero han de saberlo si esta clase de comentarios les incómoda. Más allá de eso, disfrute la lectura.

[...]

Isagi no necesita verse en ningún espejo para saber que tiene la cara más roja que nunca antes. Puede escuchar la risa de sus amigos haciendo eco a su alrededor y cuando mira a Rin de reojo puede ver que tiene una mueca un tanto confundida al no saber como reaccionar a algo como esto.

—Lo hiciste a propósito, Reo. —acusa con el ceño fruncido porque el pelimorado parece especialmente divertido con la situación.

—¿Yo? ¿Cómo podría? —Reo pone una mano en su pecho y habla con la voz más inocente que puede hacer. Toma un sorbo de su bebida, antes de sonreír con diversión. —Ya. Sí lo hice, quería molestarte. Por eso puse esa carta ahí.

Isagi agarra el mazo de cartas del centro de la mesa y las empieza a barajar entre sus manos, sin tener un mínimo de confianza en el Mikage.

—Eres un idiota. —gruñe y puede escuchar al pelimorado reírse un poco más.

—No es para tanto. Podrías decir que tu novio la tiene más grande y no tendríamos otra opción que aceptar tu respuesta. Eres el único que se lo ha visto después de todo. —Se burla en respuesta.

—No les daré el gusto a ninguno de ustedes de burlarse por mi respuesta. Cambiaré de carta.

—Cobarde. —Se burla el de ojos morados.

—Que inteligente, Isagi. Estas pirañas no te dejarían en paz nunca sin importar la respuesta. —Chigiri comenta mientras estira sus brazos a los lados con una sonrisa de costado. —Aunque yo creo que la respuesta es Nagi.

Kunigami se atraganta con la bebida mientras ve al pelirrosa que respondió como si no fuera la gran cosa.

—¿Por qué?

—Mide como dos metros. Es cuestión de lógica. Además de que ya lo hemos visto desnudo... Impresiona.

—¿Gracias? —responde Nagi algo confundido, mientras abre una botella de cerveza, junto a él, Reo se ríe un poco.

—Usando la misma lógica, Rin-chan también podría serlo. Mide más de metro noventa. —comenta Bachira, mientras señala al nombrado.

—Sigue siendo más bajo que Nagi.

—¡Isagi, ¿Confirmas?!

—Váyanse al carajo, no les voy a confirmar nada. —Se queja el de ojos azules, terminando de barajar las cartas, colocándolas una vez más en el centro de la mesa. —Y tendrán que imaginarlo, porque no lo van a ver.

—Uy, se puso celoso. —Kurona se burla con una voz cantarina, los demás se ríen. Y Yoichi solo lo ignora agarrando una carta del mazo.

—Dí en voz alta, ¿Cuál es tu fetiche predilecto y por qué? —Isagi maldice en voz baja, pero ya no puede huir de esto. Además de que, básicamente no es algo tan malo. —Pues, supongo que morder...

—¡LO SABÍA, CARAJO! —Bachira gritó señalando a su mejor amigo con una sonrisa enorme antes de aplaudir con diversión. —¡Siempre lo supe! Mi sexto sentido de mejor amigo jamás falla. Ahora dinos... ¿Por qué?

—No lo sé, solo me gusta la forma en la que se marca la piel, dejando pruebas del momento de pasión que podrían durar por varios días, como pinceladas que se forman el cuerpo de tu amante o más bien como cinceladas de una obra en construcción. Y la mueca de dolor que se forma cuando lo haces, es como arte surrealista porque apenas puedes procesar el sonido que hace su gemido de dolor, o las lágrimas o la sonrisa, y es tan raro que es demasiado... Increíble —responde mirando su mano unida a la de Rin, cuando levanta la vista, su novio lo mira con especial interés mientras que sus amigos parecen demasiado sorprendidos para hablar.

—¿Por qué no me sorprende que tenga que ver con el arte de cierta manera? —pregunta Kunigami siendo el primero en tomar el valor de hablar.

—Mierda. Es sádico y hermoso al mismo tiempo. Genial. —Chigiri se ríe, apartando el cabello de su rostro mientras se abanica con la mano.

—¡Es mi turno! —Bachira habla, captando la atención del resto. En su interior, Isagi le agradece por desviar la atención que estaba empezando a ponerlo nervioso. El de ojos amarillos levanta su carta del mazo. —Dí en voz alta, ¿Haz tenido sexo con un amigo cerca?... ¿A qué se refiere?

—Si te haz acostado con alguien sabiendo que alguno de tus amigos está en la habitación de al lado o lo bastante cerca para descubrirte. —explica Reo, moviendo su vaso antes de darle un sorbo.

—Oh... ¡Sí lo hice! —contesta bastante feliz, mientras coloca la carta a un lado. —Isagi estaba cerca.

El nombrado se atraganta con su bebida, y Rin tiene que darle un par de palmadas en la espalda.

—¡¿Qué?! ¡¿Y eso cuando pa...?! —Yoichi se mantiene en silencio procesando información en su mente, una mueca se forma en su rostro cuando parece recordar. —¡Ay, que asco ya sé cuando pasó! ¡Imbécil mentiroso!

—Sabía que te enojarías, por eso te mentí. Lo siento, Yoichi. —El de ojos amarillos se disculpa intentando abrazar a su amigo, quien lo aparta con la mano muy ofendido por el descubrimiento.

—¡Se supone que no podemos llevar parejas sexuales al apartamento y por eso Rin no va para allá! Ugh, desgraciado.

—Bueno, ahora que la verdad se sabe, Rin puede ir al apartamento... Cuando yo no esté, preferiblemente.

—¡Me toca! —Kurona se acerca a la mesa ignorando la pequeña discusión de esos dos, sacando una nueva carta. —Te reto a...

Ranze se queda en silencio mirando la carta con una expresión de sorpresa, voltea a ambos lados y vuelve la atención a la carta. La discusión de los mejores amigos se apaga poco a poco en un tipo de acuerdo tácito de que seguirían discutiendo luego.

—Oye, Kurona... ¿Qué dice la...? —Meguru se acerca un poco por la curiosidad de saber lo que decía la carta pero es interrumpido por la boca del pelirrosa que se choca contra la suya.

Kurona mantiene a Bachira sujeto por la barbilla para que no se aleje y lo besa por largos segundos. Los demás parecen haberse quedado paralizados por la sorpresa, y lo único que escuchan es la risa en voz baja de Rin.

—Vaya, hasta yo me sorprendí. —dice Itoshi con algo de diversión, tomando un sorbo largo del vaso de daikiri que Reo le ofreció.

Ranze se separa de los labios de Meguru con una sonrisa avergonzada.

—Te reto a robarle un beso de diez segundos a la persona a tu izquierda. Eso dice. —responde el de ojos rosados respirando con algo de fuerza. —Lo siento por no pedir permiso, pero de haberlo hecho, no sería robado.

El de ojos amarillos aún parece estar procesando lo que pasó, mientras se cubre la boca con la mano.

—Está bien. Era parte del juego, eso... No importa. —Bachira despabila, parpadeando un par de veces antes de volver a sonreír.

—Como que a alguien le gustó. —Se burla Rin. Isagi voltea a mirarlo pero su novio se encoge de hombros, volviendo a tomar de su vaso.

—Míralo. Tu novio ya hasta se burla de nosotros, está entrando en confianza. —comenta Chigiri y los demás se ríen dándole la razón. Isagi puede ver al Itoshi apretando los labios y ya ha pasado el suficiente tiempo con él para saber que hace eso por vergüenza y no por incomodidad. —Es mi turno.

El chico de largo cabello rosa recoge una de las cartas con cuidado mientras sonríe, cuando la lee, una pequeña risa se escapa de sus labios.

—Te reto a, sentarte en el regazo de la persona frente a tí hasta tu próximo turno. —Hyoma levanta la vista, y frente a él, Seishiro toma un largo trago de su cerveza mientras mira distraídamente su celular. —Nagi, hazme espacio.

Chigiri se levanta de su lugar sin pensarlo demasiado, Nagi pareció no prestar atención por un momento pero al darse cuenta de lo que pasaba simplemente cruzó sus piernas al estilo indio, permitiendo al pelirrosa sentarse sobre él sin ningún tipo de drama. Cuando estuvo sobre su regazo, el peliblanco apoyó la barbilla sobre su hombro para seguir viendo el celular.

—Eres más pesado de lo que aparentas. —comenta Nagi con aburrimiento y el pelirrosa lo golpea en la rodilla con su puño.

—Ya deja de quejarte. —Hyoma se recuesta contra el pecho del peliblanco y ambos se mantienen así sin darle mayor atención a la posición en la que se encuentran. —Es tu turno, Kunigami.

El pelinaranja los mira con atención antes de suspirar agarrando su carta del mazo.

—Te reto a tomar un shot por cada persona dentro del juego que te parezca sexy. —Kunigami lo dice en voz alta y gruñe con fastidio. —Es un reto y pregunta al mismo tiempo.

—Les dije que el juego tenía de todo. —comenta Reo con una sonrisa divertida. Se levanta para tomar una botella de uno de los estantes de la habitación y la coloca en el centro de la mesa junto a un par de vasos pequeños del tamaño de un shot y también uno el doble de grande para luego mirar al pelinaranja. —¿Cuántos sirvo? ¿O prefieres el grande para no responder?

—Imbécil...

—No me culpes a mí, Kunigami. Culpa al juego. —Se burla el pelimorado mientras destapa la botella de vodka.

El pelinaranja frunce el ceño, arrebatándole la botella de la mano para luego servir dos vasos de shots. Bachira hace un ruidito sorprendido, mientras que Isagi se mantiene en silencio aunque igual de sorprendido cuando Rensuke toma ambos shots.

—Tu turno, Reo. —La voz de Kunigami es ronca cuando habla debido al calor de licor que raspó su garganta, el pelimorado sorprendido como el resto aceptó sin decir nada.

—Te reto a quitarte la camisa hasta tu próximo turno. ¡Ja! Fácil. —Reo ni siquiera lo duda antes de empezar a desabrochar los botones de su camisa, para luego dejarla a un lado.

—¿Por qué al desgraciado le toca la más fácil? —Se queja Isagi viendo al Mikage sonreírle con soberbia.

—No me culpes, fuiste tú quien barajeó el mazo.

—Nagi, es tu turno. —Chigiri golpea con su dedo la pantalla del celular para llamar la atención del peliblanco quien suspira con aburrimiento para acercarse a tomar una carta.

—Dí en voz alta, ¿Quién crees que sería el mejor haciendo sexo oral y por qué? —dice Seishiro con la voz cansada. Ni siquiera parece pensarlo mucho antes de responder: —Ah, es Reo.

Los demás no están muy seguros de qué pensar respecto a la seguridad de su respuesta. Mientras que el nombrado se sonroja de sobremanera.

—¿Y por qué? —pregunta Kurona viendo que nadie se atrevía a preguntar.

—¿Hay algo que Reo no haga bien? —responde con simpleza. Chigiri y Bachira empiezan a reírse enseguida.

—Imposible refutar ante esa lógica. —comenta Meguru antes de tomar una sorbo de su cerveza. —¡Ahora es turno de Rin!

Isagi voltea a mirar a su novio, dándose cuenta de que al estar prestando tanta atención a la locura de sus amigos, no ha hablado con él por largos minutos. De cualquier forma, Rin no parece incómodo ni tampoco molesto, hasta podría decir que también le resulta divertido lo bizarro del momento. Sin dar ninguna queja, el menor se acerca al centro de la mesa y toma una de las cartas.

—Toma un shot por cada persona con la que has tenido sexo en tu vida. —dice Itoshi mirando sin interés la carta en sus dedos.

Sus amigos voltean a mirarlos a ambos e Isagi no está muy seguro de qué hacer o como sentirse cuando ve a Rin servir más de un vaso.

[...]

Iba a haber actualización doble pero me pareció muy gracioso y no pude resistir publicarlo enseguida jsjs.

Muchas dudas, pocas respuestas. Gracias a todxs los que me desearon suerte la última vez, logré sobrevivir al papeleo de adulta funcional.

¡Y gracias por leer! ✨❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top