xliii.
—¡Vístete ya! —Isagi empuja a su novio en dirección a los cambiadores con una sonrisa divertida. —Ojalá no me haya equivocado con la talla.
—Te la pasas usando mi ropa cada vez que vas a mi casa, si te equivocaste en la talla, sin dudas serás la persona más distraída que existe, idiota.
Rin se burla del mayor y tiene que alejarse un paso cuando Yoichi intenta golpearlo por la espalda.
—¡Solo ve y vístete!
El más alto se ríe mientras camina con la camiseta nueva entre sus manos, su novio se queda de pie en su lugar con los brazos cruzados y una sonrisa divertida en sus labios.
—¡Isagi, aquí estás! —Haruka se acercó a él corriendo con la bandera gay como capa de la misma forma que él la traía puesta. —Vaya que te pierdes rápido.
—Encontré a Rin, y vine a darle su camiseta para que se cambie.
—¡Genial! ¿Ya le preguntaste si vendrá en el auto con nosotros?
—Oh, no. Le preguntaré cuando salga del...
—¡Chicos! ¿Dónde rayos se habían metido? —Ukara les gritó desde el otro lado del pasillo para luego acercarse con velocidad, ella traía puesto un hermoso vestido veraniego con los colores de la bandera pansexual, y su hermoso cabello celeste decorado con flores de los mismos colores. Su maquillaje era bastante suave aunque tenía brillantina en sus párpados y en sus labios.
—Joder, cariño. Por tí consideraría la idea de besarme con una mujer. —Haruka se acercó a su amiga, dándole la mano para hacerla dar una vuelta sobre sus pies haciéndola reír. —Ese diseñador no sabe cuánta suerte tiene de que alguien tan hermosa como tú use una de sus creaciones.
—Bebé, si fueras hetero cualquier chica caería ante tus encantos.
—Oh, no dudes que los chicos lo hacen.
—Si lo hicieran ¿Por qué estás solo? —preguntó Yukkimiya con una sonrisa divertida, acercándose con las manos en los bolsillos de una chaqueta gris de mangas blancas y la bandera de hetero aliado en un costado.
—Cállate mejor, Yukki. Nadie te preguntó.
—Oh, ¿A mí no me dirás que me veo lindo?
—Ya no lo haré por chistoso. —Haruka se cruzó de brazos con indignación, mientras que los recién llegado se reían, Isagi tuvo que cubrirse los labios para que no se note su risa. —¡Isagi, no te rías tu también!
—Lo siento, Haruka.
—No lo regañes, fue algo gracioso. —Ukara abrazó al de de ojos naranjas por los hombros, agitando un poco su cabello mientras que este bufó. —¿Listo para el evento?
—¡Será genial!
—Uh, hablando de eso. Hay un pequeño problema.
—Yukki, desde que llegaste no has dicho ni una sola cosa buena. —respondió con desgano el modelo de cabello plateado.
—No es mi culpa que suceda, el auto que teníamos asignado para llevarnos al evento se averió, así que tendríamos que ir en una de las camionetas con otros de los chicos.
—Oh, bueno. Eso no suena tan mal... —comentó Ukara intentando quitarle peso al asunto.
—Pero esa camioneta es donde va Mai...
—Prefiero irme caminando. Muchas gracias. —contestó Haruka mientras rodaba los ojos.
—Oh vamos, amigo. No es para tanto...
—¿No es para tanto? La bruja ha estado molestando desde que volví, si no es con mi viaje a Italia, es por el modista, o es por la revista o es porque me acosté con Rin. ¡Ha estado hablando de mí a mis espaldas desde que volví! ¡No es mi puta culpa que todos me prefieran a mí! Aunque es obvio porqué, no soy tan insufrible como ella. —dijo con un tono exasperado antes de tensar su cuerpo y voltear a verlo con algo de vergüenza en su rostro. —Ay, mierda. Claro que lo que pasó con Rin, fue hace más de un año así que... Pero igual no debería hablar de eso por respeto, es que soy idiota a veces, lo siento, Isagi.
—No te preocupes, entiendo. —Isagi le restó importancia, porque realmente no la tenía, era obvio que lo dijo sin pensar tomando en cuenta que todo el asunto de Mai fue algo muy molesto para todos, y Haruka no era más que otro afectado por las malas intenciones de la rubia.
—Elegiste bien después de todo.
La voz de Rin los tomó por sorpresa, así que los cuatro voltearon enseguida al oírlo, aunque claramente ninguno fue más feliz al escucharlo que su novio, quien no pudo reprimir la sonrisa que se formó en sus labios al verlo usando la camisa que pintó pensando en él. Agradecía en su interior el haber elegido la talla correcta, y amando la forma en la que la camiseta se ajustaba a su torso combinando perfectamente con sus jeans azules deslavados y los brazaletes de cuero que en realidad le pertenecían a Isagi. Y la cadena...
Oh, mierda.
Isagi ni siquiera se había dado que cuenta que él estaba usando la cadena de plata que Rin usó aquella noche cuando se conocieron. Y aunque sea exagerado, su corazón se aceleró de solo recordar los recuerdos atados a ese collar.
—¡Rin es la solución! —chilló Ukara, causando que Yoichi tuviera un sobresalto al salir de sus pensamientos, mientras que Rin solo levantaba una ceja en señal de duda.
—No voy a prestarte dinero.
—No quiero tu dinero, Rin. —La de cabello celeste se rió como si lo que el menor dijo fuera una simple broma. —Quiero tu auto.
—Vete a la mierda.
—Joder, no dudó en mandarte a la mierda. —Se rió el castaño de lentes.
—Ni muerto les dejaría conducir mi auto a ninguno de ustedes. No saben andar sin un puto chófer a todas partes.
—En mi defensa, no tiene sentido tener un auto si solo paso medio año aquí donde la mayoría de las veces obligatoriamente debo ir en el transporte de la empresa o andar en otras ciudades. El auto pasaría más tiempo en una cochera que yo usándolo. —Se excusó Haruka cruzándose de brazos.
—Yo sí tengo auto, pero se supone que tendríamos transporte así que para qué traerlo. —Kenyuu se encogió de hombros, mientras que la única chica rodaba los ojos.
—Da igual. Necesitamos que nos lleves a la marcha. ¿Si puedes? Por favor. —Ukara juntó sus palmas viendo al menor con una sonrisa adorable. —Hazlo por nosotros. ¡Somos tus amigos!
—No lo son.
—Por supuesto que lo somos. El que no quieras admitirlo es diferente. —dijo Haruka, peinando su cabello hacia atrás antes de acercarse y tomar las manos de Isagi, quien se sorprendió de sobremanera. —Isagi, cariño...
—No le digas cariño, imbécil.
—¿Podrías convencer a tu amargado novio de llevarnos, por favor? —El de ojos naranjas ignoró la voz de Rin, concentradose en mirar directamente a Yoichi quien se encogió en su lugar un tanto apenado a la vez que divertido por la situación.
—Vamos, Rin. ¿No podemos llevarlos? —pidió Isagi, siguiendo el juego de los otros tres mientras que el de ojos turquesa miraba el techo con exasperación.
[...]
Convencer a Rin realmente no es tan difícil o al menos, Isagi empezaba a darse cuenta que para él, no lo era realmente, ya que hasta ahora, no recuerda ninguna ocasión en la que Rin le haya dicho que no.
Así que ahora están los cinco en el auto, claro, después de que Rin les gritó y casi los dejó en la empresa porque los modelos dijeron "Aww" luego de ver al menor abrirle la puerta como ya era costumbre. Aunque a Isagi se le hizo adorable verlo apenado por eso, ya que por un momento hasta él había olvidado que era algo poco común.
—Entonces... ¿Cuánto tiempo llevan siendo novios?
—¿Qué te importa? —contestó Rin, mientras aceleraba el auto en el semáforo en verde.
—Quiero saber qué tanto me perdí estando en Italia, Rin. No seas amargado. —Haruka le mostró la lengua, antes de sonreír una vez más. —¿Isagi?
—Dos meses.
—¡¿Qué?! —Ukara se asomó por el medio de los asientos, empujando un poco al de cabello plateado que era quien estaba sentado ahí. —¡¿Solo dos meses?! ¡Pareciera que llevan saliendo mínimo seis meses!
—Pues cumpliremos seis meses de conocernos en unos días. Así que, tan equivocada no estás... —respondió Isagi con una sonrisa divertida. —La relación lleva poco tiempo siendo formal, pero empezamos a salir al poco tiempo de conocernos.
—Nunca fuimos amigos. —dice Rin, así que Yoichi lo golpea en el hombro.
—Esa es una forma terrible de decirlo, idiota.
—Es la verdad.
Itoshi lo dice con un tono obvio en su voz y realmente el de ojos azules no tiene forma de refutar eso. Ellos dos nunca actuaron como amigos, y pensándolo así, su situación solo tenía dos posibilidades o terminaban como pareja o simplemente nunca más volverían a hablarse, porque algo tan intenso como lo que ambos habían tenido, no podía terminar como una simple amistad.
—¿Eran algo sin compromiso entonces? —preguntó Kenyuu, ganándose un golpe por parte de la de cabello celeste. —¿Por qué me golpeas?
—¡No seas indiscreto!
—Hasta yo sé que eso no se pregunta, imbécil. —Haruka también lo golpeó mientras que el de lentes solo se quejó en voz alta.
—Si lo dices así suena como una mierda... —responde Isagi con una risa divertida, viendo de reojo como su novio solo bufa con diversión. —Pero tienes razón, no estoy seguro de qué éramos antes pero éramos algo.
—¿Estaban en una relación... Sin formalizar la relación? —preguntó Ukara con un gesto confundido en su rostro.
—Básicamente. —contestaron ambos.
—Genial. Se ve que tienen una química increíble. —dijo Haruka aplaudiendo con una sonrisa enorme. —Son mi pareja favorita, de verdad.
—Gracias, Haruka.
—¿No hay un beso para el público? Literal no los he visto besarse nunca y son tan lindos.
—Jodete. Estoy conduciendo.
—Estamos a punto de llegar, quieras o no, tienes que frenar. —Se burló el de cabello plateado.
—Eres un jodido raro. ¿Por qué mierda quieres ver que nos besamos?
—¿Eres sordo acaso? Acabo de decir que son mi pareja favorita, obvio que quiero verlos darse al menos un beso.
—¿No sería extraño? Digo, ustedes fueron... —Yoichi no terminó de decir la oración cuando los otros dos ya lo estaban callando.
—Creeme, Isagi. Lo que sea que ustedes fueron antes de ser novios, nosotros fuimos muchísimo menos que eso. —explicó Haruka con una risa divertida. —Solo fue sexo, nada más.
—Solo fueron tres veces. —dijo Rin como si fuera hasta ridículo de decirlo. —Como con un mes de separación entre cada vez.
—Y nunca estuvimos juntos estando sobrios. Literalmente vomité en tu alfombra la última vez y el hijo de puta de tu novio no me quiso ayudar a levantarme.
—Agradece que no te lancé fuera del apartamento... ¡Cómo la puta alfombra que tuve que tirar por tu jodida culpa!
—¡No te costaba ayudarme!
—¡Si me costaba, yo también me sentía del asco!
—Estos dos solo se veían bien juntos por ser lindos, pero ¿Cómo pareja? No durarían ni una semana. —Se burló Ukara, y realmente Isagi estuvo de acuerdo, era obvio que esos dos se miraban con más arrepentimiento que otra cosa.
—¡Ya basta! No hablaremos más de esto por respeto a Isagi bebé.
—Le vuelves a decir bebé a mi novio y juro que voy a golpearte, imbécil. —amenazó Rin.
—No te puedes molestar porque Isagi bebé, es mí amigo. —Se burló el de ojos naranjas, sin esperar que el de ojos turquesa pisará el freno de improviso y por consecuencia termine golpeandose con el asiento por consecuencia. —¡Eres un hijo de puta!
—¡Vocabulario, Haruka!
—¡Hizo que me golpeara!
—No es cierto, es tu culpa por no sentarte de forma adecuada. —El Itoshi respondió como si fuera totalmente inocente, mientras que su novio solo negaba con la cabeza. —Ya llegamos.
—Este día será divertido. —dijo Yukkimiya, mientras se ajustaba los lentes.
[...]
Perdón por lo corto, creo que estoy un poco atorada en esta parte de la historia.
Pero bueno, rendirse jamás será una opción. Gracias por leer.
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