liv.
Rin empezaba a creer que los modelos tenían razón y realmente Yoichi había logrado ablandar su corazón, porque de otra forma no encontraba ninguna explicación lógica para entender porqué carajos estaba tan tranquilamente sentado en la misma mesa que el maldito imbécil de Tada.
Joder. Se arrepentía de no haber puesto ni una sola objeción y no hacer nada más que asentir en silencio como un idiota cuando su novio aceptó la invitación para ir a comer.
No tenía idea de qué mierda estaba pensado Isagi al momento aceptar pero tampoco lo juzgaría al respecto. Sabía la historia y como habían acontecido los hechos en gran medida, sabía que de cierta forma, su novio siempre había estado huyendo, que el hijo de puta no tenía ningún otro oficio más que merodear a los alrededores de su pareja cuando estaba en la ciudad como una sombra y entendía lo difícil que era huir de él cuando antes habían compartido tantos lugares, tantos recuerdos y también amistades.
Sabía que su presencia representaba un recuerdo que Isagi quería dejar atrás y que no se sentía dispuesto a enfrentar. Sabía que había pasado años ocultándose de él, huyendo del recuerdo en un intento de enterrarlo en lo más profundo de su mente, pero hay cosas que simplemente no se pueden borrar por más que se intente y piensa que, sí en este momento Yoichi había aceptado, existía la posibilidad de que finalmente estaba listo para enfrentarlo.
Rin entonces no se interpondría en eso.
—Por favor, dime si escuché mal, pero... Eres Itoshi ¿Cierto?
La chica de cabello rosa le habla, Nao, cree recordar que se llama, se presentó como una ex-compañera de club de arte, y al menos, la actitud de Isagi con ella era amable, a diferencia de la incomodidad que mostraba con el imbécil.
—Sí. —responde con simpleza en un intento de no sonar jodidamente cortante, lo cual a duras penas consigue lograr.
—¿Cómo Itoshi Sae? —pregunta ella con algo de emoción.
—Es mi hermano mayor.
—¡Es asombroso! ¡Nunca creí estar cerca de alguien tan famoso como tú! —chilló sin ocultar para nada la emoción que parecía tener.
Rin sabía que lo reconocían, no en todos los lugares, ya que ciertamente, no era una celebridad como podría considerarse su hermano, pero no era raro escuchar susurros en algunas ocasiones y en ciertos lugares. Muy rara vez se le acercaban, no tenía fans ni mucho menos, su rostro aparecía pocas veces en cámara junto a su hermano, en uno que otro video de los que hacía su agencia sobre como es el backstage nada más. Su hermano no era un persona que hablara de su vida privada ni de sus cercanos. Él era más conocido por su nombre, y su firma en las distintas publicaciones donde le daban créditos que por otra cosa. Y eso estaba bien para él, realmente no le gustaban este tipo de reacciones, ni mucho menos tener que interactuar con desconocidos pero ella podría seguir chillando de la emoción si eso significaba seguir viendo la expresión molesta de Tada.
—¿De quién estamos hablando? —pregunta. Intentando ocultar el tono tenso de su voz con una falsa curiosidad.
—¿Cómo que de quién estamos hablando, Tada? ¿Vives debajo de una piedra acaso?
No la conocía de nada, pero ciertamente empezaba a caerle mejor.
—Bueno, lo siento, Nao. No tengo idea de quién es.
—Sae Itoshi es uno de los modelos más reconocidos actualmente. Literalmente es uno de los embajadores de la marca de ropa más famosa del país. —Lo dice como si fuera algo sumamente obvio, hace tiempo que el Itoshi no veía de cerca a una fanática de su hermano. —Y Rin es su fotógrafo.
—¿Es decir que es el trabajador de su hermano? —pregunta el castaño, en un tono que intenta penosamente hacer pasar su comentario como algo divertido. El de ojos turquesa solo levanta una ceja, poco impresionado por su burla.
—Tada, él ha fotografiado a muchísimas personas, incluso modelos internacionales como Fukui Haruka. ¿Sabes lo famoso que él es? ¡Las fotografías de Rin son tendencia en redes sociales en cuanto son publicadas!
—Es normal que cualquiera fuera del mundo de la fotografía y de la moda no reconozca mi nombre. —comenta con una falsa modestia, con un tono suave para que no parezca que lo está llamando inculto, aunque se muere de ganas por llamarlo mucho peor.
—Debería recordarlo, le he hablado de Sae Itoshi en varias ocasiones y lo mucho que me encantaría que alguien de ese nivel use uno de mis diseños. —La chica habla con cierto tono de molestia, mientras que Rin hace un gran esfuerzo para fingir empatía y no burlarse del hecho de que aunque pasen los años, a veces las personas de mierda no cambian.
—La cantidad de modelos que amas es demasiado grande para recordar absolutamente todos los nombres y es difícil aprender la diferencia de a quién amas más, siendo que todos son importantes para tí. —responde él con suavidad, acomodando un mechón del cabello rosa de la chica detrás de su oreja.
—Está bien, no te preocupes. Es cierto. —Nao solo asiente en silencio, una sonrisa que no termina de llegar a sus ojos. Rin enarca una ceja, no escuchó una maldita disculpa en ningún momento, Tada solo desvío el problema hasta hacer parecer que la culpa era de ella.
—No debe ser tan difícil recordar, digo, es algo importante para ella ¿No? Es fácil memorizar las cosas cuando las dicen con emoción, jamás olvidaría que el sueño de Isagi es tener alguna de sus obras de forma permanente en el Museo Nacional de Arte Moderno o en el Museo de Arte Contemporáneo, dice que es algo complicado, pero seguramente lo logrará en algún momento porque Yoichi es un artista increíble. Aunque ahora se está enfocando en la posibilidad de participar en alguna de las exposiciones temporales que ofrecen.
Rin sonríe mirando directamente a los ojos de Tada. ¿Una forma infantil de decirle que es mejor novio que él? Tal vez, pero la forma en que el castaño frunce ligeramente el ceño es suficiente para darle ganas de seguir presionando.
—Oh, suena tan lindo. ¿Son pareja desde hace mucho tiempo? Siendote honesta, ni siquiera sabía que Isagi era gay pero no es como que sea algo malo, es decir, ah...—Nao parece apenada después de hablar, Rin se concentra en ella antes de responder:
—No te preocupes, no dijiste nada malo, aunque, Yoichi no es gay, es bisexual pero igual, tenemos cinco meses de ser pareja. Nos conocimos a principios de este año.
—¿Llevan tan poco? Hablas de él como si fueran una pareja de años. —contesta genuinamente sorprendida.
—Escuchamos eso seguido.
—La fase de la luna de miel ¿No? Todo es perfecto al inicio. —comenta Tada con una falsa sonrisa.
—Eso es en los primeros tres meses, si sigues enamorado luego de eso, es amor real. —responde el Itoshi, dándole un sorbo al vaso de agua que les sirvieron al llegar al lugar. —Oh bueno, eso dicen algunos, yo desde el principio supe que iba enserio con él. Digo, ya estamos muy grandes para andar con rodeos y falsas intenciones, ni que fuera un imbécil de diecisiete años ¿No?
La risa de Rin es tan falsa que es hasta ridículo, pero quiere dejarle en claro a ese maldito que sabe perfectamente quien es él, y que no está feliz de verlo.
—Bueno, el amor real puede ser muchas cosas. ¿No dicen que el amor más real es el que sientes en la adolescencia? Más intenso, más fuerte. El primero siempre es inolvidable. —Tada pone énfasis en sus últimas palabras mientras sonríe con cierta soberbia, el menor solo se lame los labios.
—Tienes razón en lo de que es inolvidable. Es importante tener una referencia para aprender, y seguir adelante sabiendo lo que realmente quieres en tu vida. —contesta Rin, recostandose contra el espaldar de su silla mientras se cruza de brazos. —El primero es el inicio de la búsqueda de alguien mucho mejor. Un recuerdo bueno o malo, nada más.
—¿Realmente es solo un recuerdo?
—Pues, como cualquier cosa del pasado, cuando abres los ojos, puedes notar que no es más que un vergonzoso error.
La sonrisa de Tada se tensa, sus nudillos se ven un poco más pálidos debido a la fuerza con la que sostiene su vaso, mientras que el Itoshi lo mira con la barbilla alzada.
—¿Por qué siento que me estoy perdiendo de algo? —pregunta Nao repentinamente, ambos vuelven su atención a ella. —¿Se conocían de antes?
—Para nada. —Es difícil saber cuál de los dos lo dice con más desprecio.
—No te preocupes, cariño. Es que, ya sabes, yo conozco a la ex de Isagi-chan, y eran tan felices que, me resulta raro verlo ahora con... Él. —Tada lo dice con una soltura que es casi antinatural, porque sí no fuera porque las cartas están sobre la mesa, incluso Rin dudaría del hecho de que este idiota lo detesta, haciéndolo pasar por un simple desagrado cualquiera.
—¿Tampoco sabías que a Isagi le gustaban los chicos? Creí que eran mejores amigos en la preparatoria, ustedes estaban siempre juntos. ¡No se separaban nunca! —dice la chica con sorpresa.
Rin lo nota, ella no es tonta, sabe que algo está sucediendo, pero la mano que le acaricia la espalda, la sonrisa condescendiente, y el tono amable de Tada son difíciles de ignorar. Se imagina que es lo común para ella, una imagen fríamente construida a su alrededor, una mentira existente en su actitud falsamente amable y un control que es casi invisible que la mantiene atada a esa extraña relación donde él es demasiado bueno, correcto e ideal. Un chico que la protege, que la hace visible y que la hace sentir que existe en un mundo donde en cualquier momento puede ser pisoteada por los demás, pero una persona tan extrovertida como Tada le permite sentirse real.
O tal vez Rin se está proyectando en esta maldita relación, siendo que no espera absolutamente una mierda positiva de Tada, y por todo lo que le contó Isagi, puede ver que esta persona (si es que puede llamarse como tal) es un manipulador de primera que más allá de cambiar, se ha perfeccionado con los años.
—Sí éramos mejores amigos y sí lo sabía. —responde. Rin no deja entrever su sorpresa, ya que pensaba que negaría todo lo que tuviera que ver con homosexualidad para mantener su rígida imágen de hombre heterosexual. —Es solo que él no se parece en nada al tipo de persona que le gusta a Isagi, ya sabes, risueña, alegre y con linda sonrisa.
—Yoichi cree que tengo una risa hermosa, así que, eso es lo que importa ¿No? —contesta con un tono cómplice, mientras le sonríe a la chica junto a ellos, que después de todo, no tiene nada que ver con la pelea interna que existe entre ambos y no quiere hacerla sentir aún más incómoda con todo esto que sucede, siendo que ella si le agrada a su novio.
—También tienes una sonrisa linda, eso es cierto. —comenta Nao con una suave risa mientras que su novio parece cada vez más molesto. —Bueno, yo nunca conocí a su ex-novia para comparar pero Rin-San parece ser bastante agradable.
No estaba orgulloso de solo estar mintiendo frente a ella al igual que lo hace Tada, pero bueno, si era necesario para ver al castaño casi temblar del enojo entonces seguiría adelante con la mentira.
—Es solo algo de preocupación por mi querido amigo, nada más. Es una sorpresa verlo con alguien tan diferente, es todo.
—Muchas cosas cambian en cuatro años. Suficiente tiempo para superar y seguir adelante con la vida. ¿Quién se queda estancado en una sola etapa? —comenta Rin con una risa, y deberían darle un maldito premio de actuación porque hasta él está sorprendido de no sonar jodidamente cortante como siempre. —El pasado se supera. Y que la apariencia no te engañe, Tada. Yoichi y yo somos muy felices aunque no sea notable para tí.
Aunque realmente dudo que alguna vez te haya importado su felicidad. No lo dice, pero la mirada soberbia que le dirige debe darle alguna pista de eso.
—No lo pongo en duda. Se veían muy felices en la preparatoria hoy.
—Como cada día desde que estamos juntos.
No estaba mintiendo pero casi parecía forzada la forma en la que lo decía debido a la molestia que le generaba el sujeto frente a él, y como los insultos le quemaban la garganta al no darles la oportunidad de salir.
—Tengo que contestar una llamada. Vuelvo enseguida. —Nao se levantó de la mesa, dejando un beso en la mejilla del castaño y se alejó con el celular en la mano.
Rin casi podía agradecer al cielo la oportunidad de poder hablar finalmente sin rodeos.
—No puedo creer que Isagi salga con un tipo como...
—¿Cómo qué? —preguntó el de ojos turquesa con el tono más irreverente que pudo salir de su garganta. —¿Un tipo como yo? Oh vamos, ni siquiera me conoces. No tienes una mierda que decir sobre mí.
—Se nota a leguas que eres un maldito mentiroso. Solo un idiota no notaría tu actitud tan falsamente cortés.
—No somos tan diferentes en eso, pero tienes razón, finjo por cortesía. Nao es muy dulce, su única culpa es tener un pésimo gusto en hombres.
—Tch. Isagi no pensaba lo mismo antes.
—¿Qué tienes con vivir en el pasado? Supéralo, porque para él no eres más que un jodido lastre. —contesta, relamiéndose los labios para no elevar la voz. —Me alegro que se diera cuenta que él era demasiado como para conformarse con tan poco.
—¿Y quién es mejor? ¿Tú?
—¿Viéndote? Fácilmente cualquiera es mejor.
—Niño, Isagi es una persona que le gusta su espacio. ¿Realmente lo haces feliz siendo tan jodidamente lamebotas con él?
—Vaya, es increíble que lo conocieras por años. Y ni siquiera pudieras aprender lo mínimo de él. —responde Rin con una risa irónica. —¿Toda la preparatoria juntos y nunca supiste que ama los halagos? ¿Que lo hace completamente feliz que le repitas lo atractivo y lo talentoso que es? Oh, es cierto. No puedes soportar que el foco de atención no esté sobre tu estúpida cabeza. Debiste haber dicho que te gustan los hombres en aquel momento, créeme, por experiencia propia te digo que la atención hubiera aumentado.
—¿Podrías callarte? Ese no es tu maldito asunto.
Rin solo chasque la lengua, sonriendo con diversión mientras niega con la cabeza. Es increíble la estupidez de este sujeto.
—Madura de una vez y deja de ser un dramático de mierda. A nadie le importa si te gusta el pene o no. No eres tan importante. —contesta el menor, rodando los ojos con fastidio. —No entiendo ni siquiera como Yoichi podía soportarte.
—No hables de lo que no sabes. Teníamos una buena relación antes.
—No me hagas reír, que la única buena relación que tuvieron según tú, era cuando Yoichi hacia lo que pedías sin rechistar. Y cuando dejó de hacerlo no te gustó. —Rin apoyó sus brazos en la mesa, inclinándose un poco más hacía adelante, dándole énfasis a sus palabras. —No puedes llamar a eso una buena relación, siendo que nunca has sabido lo que lo hace feliz. ¿Sabes que tipo de chica le gusta? Felicidades. Yo sé su postre especial, su estación del año, su animal favorito, sé quién es su mayor inspiración en el arte, sé cuales son sus sueños y sus aspiraciones. Sé exactamente el maldito gramaje que le gusta que tengan las páginas en las que dibuja y el tipo de material que más le gusta. Y ni siquiera eso es suficiente para hacerme llamar el mejor novio para él, tanto como tú te jactas de haberlo sido aún cuando muchos de sus gustos siguen siendo los mismos y en años de relación no pudiste aprenderte ni siquiera un cuarto de todo eso.
—¡No estaba ahí para saber lo que sucedió!
—¿Acaso eso importa? ¿Te crees tan importante como para que te odie solo por existir y ser el ex de Yoichi? Ya te lo dije, eres tan poca cosa que me da absolutamente igual que lo seas. De cualquier forma, él está conmigo ahora y tú no me llegas ni a la planta de los pies. Simplemente me enoja que alguien como tú haya hecho sentir mal por tanto tiempo a mi novio.
—No es tan listo, si como dices fue tan estúpido para quedarse conmigo. —Lo dice con un tono burlón y ahora sí, Rin podría decir que llegó a su límite. Golpea la mesa con la palma abierta y se inclina al frente para hablarse directamente al rostro.
—¿Sabes qué? Gracias. —Rin lo dice casi con cinismo. —Gracias por haber sido una mierda de persona por el tiempo suficiente para hacer que una persona tan buena como Yoichi que siempre creyó en ti y en qué podrías cambiar, finalmente terminara contigo. Yoichi nunca me habría volteado a mirar de seguir contigo, porque esa es la clase de persona leal que él es, no como tú que siempre te importó más la atención de los demás y no supiste qué mierda hacer cuando perdiste a la única persona que te quería de forma incondicional.
—¡Tú no tienes idea de qué mierda estás hablando!
Y parece que Rin también lo llevó hasta el límite porque Tada lo sujeta por el cuello de la camisa y no podría importarle menos al Itoshi, quien tenía esperanzas de que el maldito idiota le diera un golpe para tener finalmente la oportunidad de darle una paliza sin arrepentimientos (o problemas con la policía).
—¿Entonces por qué te duele tanto si dices que estoy hablando sin saber? —pregunta, claramente burlándose en su cara. —Te diré algo entonces que sí es un hecho. En todos estos años que estuviste detrás de Yoichi intentando patéticamente que te diera la oportunidad de siquiera verlo, solo perdiste el tiempo porque mientras te aferrabas a la absurda idea de que volverían, simplemente lo alejabas más. Gracias por ser un jodido acosador y darle el valor de irse a Tokio, después de todo, solo estabas con mi chico. Y sí aceptó venir aquí hoy, es porque finalmente va a dejarte claro que te quiere fuera de su vida para siempre.
—Ya me cansaste, maldito niño de mierda.
Rin casi vibraba de la emoción, solo esperaba sentir un ligero ardor por el golpe y luego podría estrellarle la cabeza contra la mesa sin ninguna clase de remordimiento.
—¿Quién mierda te crees que eres como para estar tomando a Rin del cuello, Tada? Suéltalo ahora.
No lo ve, pero escucha la voz de su novio detrás de él mientras que el castaño apenas libera un poco el agarre que tiene aún en el cuello de su camisa, y este chistea en su dirección.
—No debería sorprenderme que estés defendiendo al bastardo de tu...
Pero Yoichi no lo deja terminar, ahora es él quien jala del cuello de la camisa a Tada.
—Te dije que lo sueltes ahora, maldito bastardo.
¿Rin ya dijo lo asombrosamente enamorado que está de Yoichi?
[...]
No termino de superar el hecho de que los pocos que leyeron la primera parte del capítulo, junto a ese diálogo a medio armar que era parte del final... Dijeron aún así que era un buen capítulo JAJAJAJAJAJAJA.
Errores que suceden (no entiendo aun como pasó) pero bueno, después de reírme, me alegró saber que aún están al pendiente para volver a leer esta historia aunque la tuve en abandono mucho tiempo.
Y no les voy a venir con ninguna clase de excusa de falta de tiempo y demás. La única verdad es que simplemente perdí la inspiración con esta historia pERO NO SE ASUSTEN. Qué esto no acaba hasta que se acaba.
No sé si es común que les pase a los escritores o qué se yo, por mi misma, y por como soy, les voy a ser honesta y es que a veces me aburro de las cosas, y creo que como estaba concentrada únicamente en este universo de Opaco, supongo que llegué a mi límite y me aburrí(?
Eso es por decirlo de cierta manera, me concentré tanto en este universo que me negaba la oportunidad de trabajar en algo más y supongo que eso me frustró de cierta forma, por eso en medio de mi "hiatus" aquí, empecé a escribir cosas totalmente diferentes, como Distrito Rojo y la week, para recordarme que realmente me gusta esto tanto la shipp como escribir.
Y sí funcionó, porque sentí que recuperé la chispa que creía perdida jaja. Pero ya saben, cuando algo te hace sentir mal, o estancada como era mi caso, cuesta volver. Y por eso me estaba costando regresar aquí, sentía miedo de estancarme otra vez y no quería tomarle alguna clase de resentimiento a Panorámica. Es decir, es como mi bebé jaja. ¡Es el proyecto más grande en el que he trabajado! (Viendo el recuento de palabras en Ao3, me cuesta creerlo pero son casi 180.000 palabras en los cuatro libros y muchísimo más de la mitad de esas palabras son de este libro. No me creo que yo he escrito tanto).
En cuanto al capitulo, démosle un aplauso a Rin por ser un increíble actor y por su autocontrol, aunque yo sé que todos queríamos ver qué le diera una golpiza a Tada, y aunque quiero decir algo sobre la forma en la que actúa Rin en este cap, creo que ya la nota quedó muy larga, mejor lo explico en el cap que viene, para extenderme mejor jaja.
¿Opiniones, comentarios, risas por la actualización accidental? Todo es aceptable, ya saben que amo leerlos.
¡Perdonen por la espera tan larga y gracias por seguirme leyendo a pesar de mis desapariciones sin aviso! ¡Nos vemos en el siguiente capítulo! 💓✨
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