Esto no es una historia, ni un sueño, ni mucho menos un cuento...
Esto es una relato real.
Hace algunos años vivía yo cerca a unas edificaciones nuevas, estaban haciendo los últimos arreglos a la casa del lado para que sus nuevos dueños la habitaran.
Nuestra casa también era un poco nueva; pues llevábamos cerca de un año viviendo ahí. Estábamos ubicados al lado de la nueva obra, pero por ser de dos plantas mi casa, el techo de aquélla casa daba justo con la ventana de mi habitación.
Ese día los trabajadores se fueron cerca de las cinco de la tarde; lo sé muy bien pues yo me paraba en la ventana a ver cuando se iban. (pues me gustaba escuchar a los obreros que se hacían bromas entré ellos y hablaban de muchachas del barrio con las que supuestamente habían tenido aventuras) Esa tarde pude observar perfectamente que todos abandonaron el lugar porque desde mi cuarto se veía la entrada del jardín.
Luego de eso me dediqué a escuchar musica y a hacer manga, no era tan bueno dibujando pero me entretenía cuando no había nada más que hacer.
Pasada la noche llegaron mis padres de trabajar y cenamos, luego vimos una película de acción, y después de eso cada uno se dirigió a su habitación a dormir.
Yo por supuesto me puse a chatear un rato y estando en esas, tipo doce de la noche cuando...
Un ruido se comenzó a escuchar en la nueva casa. Pensé que podía ser un gato; pues en la colonia habían muchos gatos y se peleaban en las noches por encima de los tejados, o las hembras en celo hacían sus ruidos desagradables para llamar a los machos. Por cierto a veces me asustaban pues sonaban tan horrible que me hacían acordar de esas películas donde los gatos diabólicos sacaban los ojos a las personas. Esa noche no tuve miedo; porque sabía que mis padres estaban en la casa, además estaba hablando con una "elfa" que me gustaba, y no le presté mucha atención a el sonido en el techo de la casa vecina. 
Pasando otro rato mire por la ventana para ver de donde provenía exactamente el sonido, pues me destemplaba los dientes aquel chirrido en el techo, y con la esperanza de poder asustar los gatos para poder dormir finalmente.
Tal fue mi sorpresa al ver que no había nada. Luego imaginé que podían ser los ladrones que se habían metido a ese lugar y estaban tratando de arrastrar algo... ¡pero era imposible! Pues esa casa estaba vacía y nada podrían robar.
Dejé la cortina entre abierta para que desde mi cama pudiera ver algo y luego me tumbe en ella... No habían pasado unos segundos cuando observé una forma que aparentaba la silueta como de una persona pequeña.
Ahí sí me atemorice un poco, pues mi mente confirmó la teoría de los ladrones en esa casa. Afortunadamente mi casa tenía rejas, y no podrían entrar así lo quisieran... Estaba en esos cuestionamientos mentales cuando de repente la imagen pasó justo al lado de mi ventana. Era un adefesio con forma de gárgola,  que al caminar arrastraba contra el techo sus horribles pezuñas y hacía ese sonido demoniaco.
Cuando mis ojos vieron esa terrible imagen... Grite con fuerza para que mis padres escucharan. Mi padre corrió hacia mi cuarto y detrás llego mi madre haciendo preguntas sobre que me había pasado. Cuando por el terror no pude hablar mi madre buscó en todo el cuarto,  luego miró por la ventana...El horrible ser estaba a la orilla del tejado y saltó hacia el suelo. Mi madre le dijo a mi papá lo que vio, pero él dijo que tenía que ser una persona bajita... Bajó corriendo las escaleras hacia la salida de la casa y al salir agarró un palo, pero al salir no vio nada. Excepto a otros vecinos que estaban parados a las puertas de sus casas; pues el sonido demoniaco en el techo de esa casa no los dejaba dormir tampoco.