Asentí un par de veces.

Dipper: Un gusto, Will.

Will: ¿Cu-Cual es tu nombre? —Lo mire. —¡N-no tienes que responder si no quieres!

Dipper: Oye, tranquilo... —Me levanté de mi lugar.

Will: ¡Ah! —Se cubrió el rostro. —¡Lo siento, joven Dipper!

Lo mire extrañado.

Dipper: ¿Cómo sabes mi nombre?

El peli-azul se sonrojó y desvió la mirada.

Will: ¡Tu me lo dijiste! —Exclamó nervioso.

Mire al techo, ¿Se lo dije? Vaya, no lo recuerdo.

Dipper: Bien... —Suspiré.

Will: Bi-bien...

Lo mire curioso.

Dipper: ¿Y de dónde vienes?

Él se tensó.

Will: D-de un lu-lugar...

Dipper: Ya veo, ¿No quieres hablar de eso? —negó. —Bien, lo respetare.

Will: ¿En-en serio?

Asentí.

Dipper: Claro.

Will: Oh...

Dipper: ¿Por qué no lo haría?

Will: N-no lo sé...

Volví a asentir algo dudoso.

Fue cuestión de algunos segundos, para que un rubio se hiciera presente.

Bill: ¿Cómo esta mi pequeño Pino? —presionó mi mejilla.

Lo aparté.

Dipper: Basta.

El peli-azul se sobresaltó, llamando nuestra atención.

Will: ¡Bi-Bill!

Lo mire sorprendido.

Dipper: ¿Lo conoces?

Bill: ¿Qué haces aquí, Will?

Dipper: ¿¡Se conocen!?

Will: ¿Qué pasa? Acaso, ¿Will Cipher no puede venir a verte?

Dipper: ¿¡Qué!? ¿¡También te apellidas Cipher!?

Bill: ¿¡Qué esperabas, Pino!? ¡Él es mi hermano!

Dipper: ¿¡HERMANO!?