59. Pines VS Noroeste. [Cap. 1].
*Narra Dipper*.
Reí y caí al suelo, mientras observaba como aquella chica, me miraba con todo el odio posible.
Admire su cabello, lleno de helado.
Han pasado 3 días, desde que la familia Pines y Noroeste, se hacen bromas.
_____: ¡Eres un idiota, Pines!
Me puse de pie rápidamente, al notar que su hermano se acercó.
Elliot: ¡Wow! ¿Qué te ocurrió?
_____: ¡Fue el idiota de allá! –Me señaló–.
El peli-negro frunció el ceño y tomó una roca.
Retrocedí.
Dipper: ¡O-Oye! Podrías lastimar a alguien con eso...
Él río.
Elliot: ¿Y a quién le importa?
[...]
Me apoyé en la puerta, evitando que aquellos idiotas entrarán.
Mabel: ¡Maldita sea, Dipper! –Me ayudó–. ¡Te dije que no te vengarás!
Dipper: ¡_____, me lanzó esa cosa rara en el cabello! ¡No me quedaría de brazos cruzados!
Stan: ¡Oigan! –Exclamó molesto–. ¡Abran esa puerta!
Dipper: ¡No!
Rodó los ojos.
Nos apartó y abrió la puerta, encontrándose con los Noroeste, los cuales, le mostraron una gran sonrisa & una imagen ejemplar.
Stan: Ustedes dos, ¡Paren de golpear la puerta! Ya la maltrataron, ¿Saben cuánto costo? 100... No, 300... ¡Me equivoco! 800 dólares, ¡& ustedes van a pagar!
Elliot: Lamento tanto esto, señor Pines. –Se mostró arrepentido–. Sólo veníamos a visitar a sus sobrinos.
Stan: ¿Pagarán la puerta?
_____: Claro que no, usted es el estafador del pueblo.
Elliot: ¿Nos cree idiotas?
Stan: Mejor ni respondo. –Se retiró–.
Los Noroeste nos miraron.
Elliot: ¡Escucha, Pines! No te vuelvas a meter con mi familia, ¡¿Escuchaste?! Tengo dinero y mucho. Si quiero, ¡Puedo destruir esta asquerosa trampa turística!
Reí por lo bajo.
Dipper: ¡Mi tío no te cedería la Cabaña tan fácil!
Mabel: ¡Si! Mi tío podrá ser torpe, pero no tanto como para vender este lugar.
_____: ¡Señor Pines! –Exclamó–.
Stan: ¡¿Qué quieren?! –Gritó desde la sala–.
_____: ¡¿Nos vendería la Cabaña?!
Fue cuestión de segundos, para que nuestro tío apareciera corriendo.
Stan: ¿De cuantos millones estamos hablando? –Cuestionó riendo–.
"¡TÍO STAN!" –Gritamos.
Stan: Si, ya entendí. –Se retiró molesto–.
Elliot: Allí lo tienen. –Chasqueó los dedos–. Podemos conseguir lo que queremos.
Fruncí el ceño, al igual que Mabel. Estos chicos son demasiado egocéntricos.
Mabel: Tendrán todo, ¡Menos a esta chica! –Se señala–.
El peli-negro sonrió y se le acercó.
Elliot: ¿Te gustaría que te obsequiara un pony?
Mabel: ¡Llévame contigo! –Dijo, al mismo tiempo que sus ojos brillaban–.
Dipper: ¡Mabel! –Exclamé–.
Mabel: Quiero decir... –Fingió toser–. ¡Ninguno!
Los millonarios negaron divertidos.
Elliot: Ahora es nuestro turno para hacerles una buena broma. –Dijo burlón–. Tenemos dinero, no esperen algo tan "ligero".
Pasamos saliva, cuando ellos se retiraron.
Me volví a ver a mi gemela, la cual, me gano la palabra.
Mabel: Ni lo pienses, Dipper. –Suspiré resignado–. Ya basta, ¿No puedes dejar de hacerles bromas?
Dipper: Ellos empezaron, Mabel.
Mabel: Pero alguien debe detenerlo.
Dipper: Ellos nos han humillado. –Aclaré–. ¿No lo recuerdas?
Mabel: Debo admitir que ese día en el centro comercial, en verdad fueron malos... –Dijo algo triste–. Mi cabello de maltrato por el helado...
Dipper: Allí esta...
Mabel: Pero no por eso debemos vengarnos, Dipper. –Me miro con comprensión–. Por favor, no quiero tener una rivalidad con otra familia. Con la Gleeful es suficiente.
Dipper: ¿Les cederás la victoria?
Mabel: ¡Esto no es una competencia, Dipper!
Rodé los ojos.
Dipper: ¿No lo entiendes? Ellos quieren que les tengamos miedo, sólo porque tienen demasiado dinero.
Mabel: El dinero no importa...
Dipper: Para ellos si.
Mabel: Sólo... No les sigas la corriente.
Asentí resignado y comencé a caminar hasta mi habitación, dándome cuenta que estábamos siendo espiados.
Dipper: ¿Tío Stan? –Saltó por el susto–. ¿Nos estaba espiando?
Fingió reír.
Stan: ¡Claro que no, muchacho! –Aclaro–.
Dipper: ¿Bien...?
Stan: Esos chicos... Los millonarios, se ven que son buenas personas.
Dipper: Ajá.
Stan: Los invitare a venir. Es bueno ser amigo de gente importante.
Dipper: ¡¿Qué?!
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