50. Invierno. [Cap. 2].
✨Darliet✨
Mis manos temblaban, al mismo tiempo que miraba de reojo a aquel chico de cabello azul. Saqué una pluma negra y se la di.
—Gracias, Daryl. —me alborotó el cabello. —Me salvaste la vida una vez más.
Sonreí como idiota.
Wirt aún no llegaba y creo que Star tampoco había llegado, pues si fuera así, Lawliet estaría con ella.
Me sobresalté cuando se sentó frente a mí.
— ¿Te molesta si te hago compañía?
—Eh... no, no. —por Dios, parezco una adolescente enamorada.
—Genial. —me sonrió.
Debo ser sincero, es la primera vez que lo veo sonreír. O al menos, así de cerca.
—Genial... —lo imité.
Él me miró, por unos segundos.
— ¿Piensas que me aprovecho de ti, chico? —arqueó una ceja.
Lo miré confundido, ¿Qué quiere decir con eso?
— ¿Eh?
—Sí, ya sabes. —rodó los ojos y mordió el tapón de la pluma. —No nos hablamos, ni somos amigos, pero siempre vengo y te pido cosas. —me miró fijamente. — ¿Piensas que me aprovecho de ti?
— ¡No, no! ¡Para nada!
Me volvió a sonreír.
—Perfecto. —soltó una pequeña risa. —Entonces, ¿Puedo pedirte un pequeñísimo favor?
—Claro, lo que quieras...
— ¿Puedes ser mi tutor?
Y creo que me sonrojé.
— ¿Tutor?
—De biología. La reprobé en segundo y cuarto semestre. Me dijeron que si la volvía a reprobar, ¡Me darían de baja! —suspiró con pesar. —Me dijeron que tú eres el mejor del salón en Biología.
—Bue-bueno... siempre sacó 10, pero... —me interrumpió.
—Tú me enseñas biología y yo te enseñó Geometría analítica, ¿De acuerdo?
Asentí un par de veces, ni siquiera podía articular una palabra.
—Bien. —anotó una dirección en mi cuaderno. —Ve a mi casa, hoy a las tres. —pensó. —Sí, mi familia no estará.
Antes de poderle responder, su novia lo había llamado, así que se retiró.
Solté un suspiró. Cerré los ojos y sonreí, tratando de convencerme de que en verdad había pasado.
—No confió mucho en ese Lawliet. —me sobresalté y abrí los ojos, encontrándome con mi amigo, el cual, se sentó en el lugar de donde el peli-azul se había quitado. Me miró e hizo una mueca. —No creo que debas ir.
— ¿Bromeas? —le dirigí una media sonrisa. — ¿Sabes cuánto tiempo esperé para esto?
—Demasiado, diría yo. —asintió. —Pero, en serio, ¿No crees que solo te está utilizando?
Pensé un poco.
Lawliet solía ignorarme por completo y solo cuando quería algo, me hablaba desde un día antes, "para disimular".
Como el Joker a Harley (arlequín).
Suspiré con pesar. Me negaba a creer que eso estuviese pasando.
Solo le dirigí una mirada fugaz a mi amigo.
[...]
Fue realmente difícil convencer a mi padre, ya que... bueno, no tengo ni idea del porque se opuso, si también seria para mi beneficio: Lawliet es muy bueno con la Geometría.
El peli-azul abrió la puerta y no tardó mucho en dejarme pasar hasta su cuarto, en donde mi sonrisa se esfumó.
Toda su habitación estaba "inundada" de fotos suyas con Star, regalos (ya sean de navidad, san Valentín, cumpleaños o aniversario de su relación) que aquella rubia le daba, etc.
Torcí la boca.
—Lamento el desorden, pero no acostumbro limpiar. —suspiró.
—Mi habitación está peor. —es mejor, de hecho.
Di un último vistazo, antes de que se me escapara de los labios un: —La quieres mucho, ¿Verdad?
Fruncí levemente el ceño, odiándome internamente por haberle hecho esa pregunta tan estúpida.
—Demasiado. —tomó una foto y la examinó con la vista. —Star es todo para mí. Es mi pasado, mi presente y estoy dispuesto a hacer lo que sea, para que también sea mi futuro.
Me crucé de brazos.
No voy a mentir, soy un chico celoso y sobre-protector. Inclusive con alguien que ni siquiera sabe de lo que siento por él.
— ¿No has pensado en salir con alguien más?
—No, con Star tengo todo, ¿Por qué querría a alguien más?
—Uhm... no lo sé, ¿Experimentar? —que excusa tan más, más ESTÚPIDA.
— ¿Qué? —rio. —No dejaré al amor de mi vida, solo por "experimentar". —parece que se enojó... —En fin, pongámonos a trabajar.
Y sin protestar, obedecí.
Lawliet era alguien magnifico. No era el chico que dejaría a su novia por pasarla "bien" con otra.
Él amaba a Star. Se veía en sus ojos, cada vez que pensaba o escuchaba el nombre de la rubia.
Mis ilusiones bajaron de las nubes, al suelo.
Lawliet respetaba a su novia y nada lo haría cambiar de opinión.
Tal vez Wirt tenía razón. Tal vez debía dejar de fijarme tanto en Lawliet, pero, ¿Cómo dejas de amar a alguien a quien has estado aferrado desde hace dos años?
No podía. No quería.
Él daría todo por Star, bien.
Star, solo quiero decirte que lo cuides. Que lo valores y respetes, así como él lo hace contigo.
Que no dejes que cambie el color de su cabello, porque es lo que más nos encanta de él. Es lo que lo caracteriza.
Lawliet contestó su celular. Me hizo una seña con su dedo índice, dando entender un "Espera". Esperé por dos años, puedo con unos minutos.
"Te amo", le dije sin voz.
¿Cómo es eso? Solo articulas la palabra, pero no la dices en sí.
Y ese fue mi peor error.
Decirle el "Te amo", no. No me arrepiento de eso, me arrepiento de habérselo dicho sin voz. Me arrepiento de haber sido cobarde y de no haberlo enfrentado.
Mis ojos se abrieron como platos y mi sangre se heló, cuando noté que él no apartó su mirada de mí, en ningún momento.
Él escuchó mi "Te amo" sin voz.
Leyó mis labios, quedando como piedra y yo como un tomate.
Y ese, fue el peor día de la primavera.
Si, a tres estaciones del invierno.
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