Se encontraba afuera de la casa de su amigo, esperando que este saliera de su hogar para que por fin pudieran ir a au cita. ¿Cita?, sip, Palette había invitado a una cita a Goth para que pudieran pasar tiempo a solas, sin ninguna molestia.

Escuchó que la puerta principal de la casa de su amigo ser abría, y se sorprendió un poco, ya que el sólo había llegado hace falta unos segundos. Posó su mirada en su amigo, y vio que este llevaba la misma ropa de siempre. Atrás de él, estaban sus padres, Reaper y Geno, lo cuál le causó un pequeño escalofrío, no tanto por Reaper, ya que sabía que este incluso lo emparejaba con Goth, el pobre Palette temía de Geno, ya que este último no aprobaba completamente su amistad.

Goth caminó hacia Palette, con notoria emoción (aunque tratara de disimularla) y se abrazaron.

—¿listo?— Preguntó. Goth sólo asintió con una sonrisa imborrable. Tomó a Goth de la mano, y abrió un portal para entrar con su mejor amigo a este.

Lo que le había extrañado, era que Geno no les había dicho nada, pero no se preocupó por esto. Lo que Palette y Goth no sabían, era que Geno le había pedido ayuda a un guardián para que vigilara su cita.

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Ambos habían llegado al lugar que habían acordado, Waterfalls de Outertale. Miraron el paisaje por un momento, ya que este era hipnotizante debido a su hermosura, y a la gran gama de colores azules, —que estaban bien combinados—.

Se sentaron cerca de unas flores echo y comenzaron a charlar de sus vidas, a pesar de que se veían cada día, la vida del otro seguía pareciendo interesante. Hablaban con entusiasmo, y escuchaban con atención, y a entre las charlas reían, ya que a veces escuchaban a las flores Echo repetir lo que ellos decían.

El semi-dios le pidió a Palette que lo acompañará a un lugar cerca de allí, ya que si este lugar era igual al resto de AUs, el lugar que le quería mostrar a su amigo no estaba lejos.

Habían llegado, era un hermoso campo de flores púrpuras, violetas y azules. Palette quedó mirando asombrado el lugar, era bellísimo. Él nunca había notado este lugar en ningún AU, a pesar de que su lugar favorito era Waterfall. Sin que el mayor lo notara, el semi-dios cortó unas flores púrpuras, e hizo una pequeña corona de flores, para después quitarse su capucha, y colocarse la corona de flores en su cráneo y sonreír un poco.

Palette, por su parte, estaba distraído, mirando el paisaje que se presentaba ante sus ojos, olvidándose por completo de la cita. Volvió a la realidad cuando Goth le tiró un poco de la manga de su chaqueta. Volteó a verlo —Ya que estaba de espalda— y al observar aquella corona de flores, su expresión alegre, se transformó a una de sorpresa. La corona estaba cerca de sus cuencas, demasiado cerca de sus ojos, y el sonreía.

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El menor, teniendo algunas flores en su cabeza, sólo sonrió, sin intentar levantarse de nuevo, ya que esto le traería consecuencias. Su sonrisa era pura, era cómo si el estuviera feliz, pero al mismo tiempo, lloraba, y aquellas lágrimas caían a su ropa, e incluso a más flores que tenía en otras partes de su cuerpo.

—N-No te p-preo...cupes... T-Te p-perd... Perdono... P-Pal... P-palette— habló, su voz sonaba temblorosa y frágil, y no había mucha diferencia en su cuerpo, parecía que en cualquier momento, se quebraría a pedazos.

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Palette no entendía, ¿por qué había visto eso? ¿Acaso esa era la versión Fell de Goth y de sí mismo?

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—Goth... Q-Quédate a mi lado... P-por favor... — Escuchó una voz, bastante parecida a la de Fell!Palette. Este estaba abrazando a un Fell!Goth infestado de flores, el cual —era obvio— que había perdido la sensibilidad en sus extremidades.

—P-Palette... — Nadie podría explicar cómo pasó esto, ya que era imposible. Quizá era algo ilógico... Quizás era el poder del amor, del amor que Fell!Goth tenía a Fell!Palette, el menor levantó su brazo y movió uno de sus dedos, para limpiar las lágrimas de su amado y sonreír un poco, a pesar de que no podía verlo, ya que aquellas flores púrpuras que formaban una corona cubrían toda su visión, impidiéndole ver a su amado en su lecho de muerte. —¿P-Puedes... S-Son... sonreír p-para mi?—

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Aquellos recuerdos le ponían triste, en cierto modo, a pesar de que esto no le había pasado a él.

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—Lo lamento, lo lamento, lo lamento... — Iba a continuar, pero el joven del gorro rojo le interrumpió acariciandole el cráneo.

—Está bien, e-esta b-bien... N-No fue tu cul... Culpa— Su gorro cayó al suelo, dejando a ver una corona de flores que se había formado debido a que las flores caían de los árboles, aunque esta corona de flores era un poco más deforme, ya que le faltaban algunas flores, y sólo estaban flores en la parte del frente.

—¡N-No es cierto! ¡S-Si yo n-no...! — Hablaba entre sollozos, pero fue interrumpido por una expresión seria de su amado. Este le acarició el pómulo y habló.

—No fue tu culpa, y no quiero que lo digas, ¿v-vale?— Toció un poco dw sangre y ahora ya no le quedaba fuerza para hablar con firmeza. Pronto se transformaría en polvo. —T-Todo e-esto no f-fue... C-Culp...pa... D-de nadie... — Dicho esto, sonrió, y dijo sus últimas palabras, mientras su cuerpo se transformaba en polvo. —T-Te veo e-en G-Grillb-bys... P-Pibbidi.—

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Aún seguía en aquel trance, se sentía mal por aquellos alternos que tenían un final malo. Sacudió la cabeza, y volvió a la realidad, viendo aquella corona de flores.

Se acercó a su amigo, con una sonrisa que tenía aires de nostalgia y tristeza, y quitó aquella corona de flores de su cabeza, para después chocar sus dientes en el cráneo del semi-dios, provocando un fuerte sonrojo en este.

—Luces genial.—