El puerto del Bucanero, el lugar mas escondido del reino ya que poseía el mas grande tesoro de los mares, el teosoro maldito del Aldmirante Dredge. Un par de ladrones llegaron a aquel lugar buscando aquel codicioso tesoro, recogieron un par de bolsas con monedas de oro pero al llegar al centro vieron a una mujer y un hombre mirando el mar. Uno de los ladrones se acerco a ellos para que se largaran de allí y poder robar mas oro pero, sin medir palabra el hombre se volteo y le dio un disparo en la cabeza.

Entre las sombras se pudo ver un arma que parecía tener dientes y un un color verde en su escalofriante mirada, esa mirada hizo que el otro ladrón se fuera lo mas rápido posible abandonando el tesoro.

Ratas... -usando su pie para empujar el cuerpo del ladrón al agua y que este se hundiera-

Encantador... -riendo levemente ella- el llegara pronto... -susurro caminando hacia la gran escultura de la legendaria criatura marina que se encontraba allí, posando su pequeña mano en aquella escultura para despertar a la bestia-

Unos minutos después todo comenzó a temblar, las monedas chocaban unas contra otras provocando un molesto sonido agudo. Los ojos de la criatura mas temida de los mares se encendieron en un intenso color violeta ante el toque de la mano de Seris, las aguas se agitaron y el viento soplaba de forma favorable.

Desde lo mas profundo del océano surgió un gran barco con viejas velas destruidas que se aproximaba a toda velocidad, a lo alto de su barco su distintiva bandera pirata. El gran almirante Dredge regreso de las profundidades a reclamar su tesoro. Bajo de su barco al encuentro con aquellos que estaban en el puerto, su tono de piel azul demostraba el estado de muerte de un ahogado.

Mujer... -afirmo al verla cerca de su oro- sin dudas eres un tesoro para un pirata pero, toca mis doblones y te cortare la mano... -su tesoro era lo mas valioso para el-

Que tan profundo es el océano, almirante Dredge... -bajando la pequeña rampa que estaba a los pies de la escultura- Tu retorno es una nueva oportunidad... - mirando levemente a Androxus-

Condena es la palabra para definir tus oportunidades... -no le daba gracia que siempre lo usara de ejemplo-

Mujer... eres una diosa?... -caminando hacia Seris- Tu me regresaste los mares y mi tesoro... Que quieres de mi... - sabia que aquello no era gratis -

El abismo requiere tus servicios... cuando sea el momento,estarás a mi lado... -extiende su mano derecha hacia el-

Entiendo... -toma la mano de ella- Formaras parte de mi tesoro diosa? tener a alguien como tu seria tener el poder de los mares en mis manos... -se acerca ella-

Interesantes palabras... -sonríe levemente, ya que el no sabe quien es ella realmente-

No te lo recomiendo... -afirmo Androxus interviniendo de forma brusca en la conversación- Tenemos que irnos...

Tiene razón...-quitando su mano- Parley,almirante del abismo...

Una profunda y tenebrosa risa salio de la boca del pirata. Parley.... -agrego con una gran sonrisa en su rostro listo para la batalla-