Capítulo 4: El viento del desierto.
Era una tarde calurosa en el reino, la gente caminaba de aquí para allá haciendo sus actividades diarias, en una pequeña taberna había un hombre, estaba sentado con una capucha en la cabeza, bebiendo un tarro de agua,-no te reconozco hombre
-¿eres nuevo por aquí?- le dijo el dependiente de la taberna, el joven con la capucha no levanto la vista, simplemente dijo,
-Solo soy un viajero en busca de respuestas- el tabernero lo miro una vez mas y luego vio su equipaje,
-parece que vienes de un sitio lejano, por tu aspecto juraría por mi único ojo que vienes del desierto, tu ropa lo dice, el hecho de que no tomes cerveza y tomes agua también te delata, lo único que no encaja aquí es tu arma ¿porque un viajero usaría un arco en el desierto, donde no hay nada para cazar, ¿y que son esas gemas?- el hombre aproximo su mano al brazalete del joven a lo que este se levanto y dejo 4 monedas de oro en la mes
- que pase buena tarde señor- el chico levanto su equipaje y salio por la puerta, -agg ahora debo buscar una posada o algo así, y mejor me apuro porque ya esta anocheciendo,- el joven camino entre las calles en busca de un sitio donde dormir, lo que no sabía es que alguien lo estaba siguiendo,
-uuuh, bonitos pantalones, jeje parece que tiene dinero, un tarro de agua no cuesta 4 monedas de oro, apenas y vale una pepita,mmm sera mi siguiente victima, esperare a la noche, los gatos nos movemos mejor en la oscuridad.-
El ocaso cayo sobre el reino y el joven no encontraba ninguna posada, así que decidió meterse en un callejón y descansar allí, -ahh me dijeron que el reino era mejor que el desierto, y ahora dormiré en la dura piedra, al menos allá dormía en una hamaca, ya ni modo, ahora tengo que descansar,- el joven bajo su equipaje y se sentó en una cobija que traía consigo y se puso a meditar,
-jeje, es mi momento- dijo la voz que lo había seguido, rápidamente salto del tejado de la casa y se dispuso a caer encima del joven, pero su presencia era muy notoria y el joven dio una voltereta y se volteo rápidamente a ver al asaltante -uuuh nadie había podido esquivar mi embate, dime Voyageur (viajero) ¿estas perdido?- el joven se puso en pose de combate y soltó una sonrisa burlona
- jaja, ¿tampoco eres de aquí niña?- el ladrón se quedo en silencio unos minutos y luego se quito la capucha,
-tch... me harta que me traten como a una niña a cambio de eso te dejare como un queso gruyer- el joven le miro la cara y empezó a reírse
- jajajajajajaja, ¿enserio crees que una niñita va a poder contra mi? jajajaja vaya que eres patética, ahora vete a casa, tus padres te han de estar buscando- la chica se enojo y se abalanzo contra el joven, lanzo 4 cuchilladas pero todas dieron al aire y sin darse cuenta el joven la empujo y choco contra una pared, esto la hizo enojar aun mas
-tch maldito fils de pute es mejor de lo que pensé, aghh tendré que usar mi habilidad especial, , ejem... escucha baboso, has echo enojar a la peor persona así que ahora no solo te matare, te sacare las entrañas,- la chica puso cara de psicópata y paso su lengua por uno de sus cuchillos, -pero antes, como eres un rival tan digno te diré mi nombre, yo soy Maeve en mis calles me llaman "Maeve de cuchillos" nadie se atreve a retarme y ahora yo acabare contigo Voyageur - rápidamente saco unos cuchillos con unas gemas y los giro en el aire, -buenas noches beau garçon (chico guapo) - la vista del joven se nublo y no veía a mas allá de su nariz, sin embargo no perdió la compostura, se quedo quieto mientras la ladrona corría alrededor de el, y en un momento exacto, la ladrona ataco con ambos cuchillos, cuando pensó que había acertado en su blanco se percato que el chico ya no estaba, había atravesado una especie de cuerpo de arena, esto la hizo quedar intrigada y bajo la guardia, y sin percatarse de todo, una flecha atravesó la manga de su gabardina y la dejo empalada en una pared -¡¿qué demonios?! a que hora paso esto, no puedo perder- empezó a gritar la ladrona, y de nuevo el chico rió
-jajajaja ¿así que tu también usas gemas eh? déjame presentarme- el chico se quito la capucha y dejo ver su cara, era un joven de no mas de 25 años con ojos verdes y rasgos orientales- mi nombre es Sha Lin, soy un moje de la antigua orden de los desérticos, por favor acepta esta bolsa, tiene suficiente oro como para que consigas un empleo y dejes de robar, estas haciendo mal a la gente- la ladrona se sintió conmovida y a la vez impotente antes el chico que levanto sus cosas y se dispuso a marcharse,
-hey... espera ¡Sha Lin!- el chico volteo a verla y ella casi entre sollozos dijo -¡Llévame contigo! déjame ser tu aprendiz ¡enséñame todo lo que sabes! por favor- -el chico sonrió y se le acerco,
-¿entiendes lo que estas pidiendo? esta es una empresa peligrosa de la cual puede que ni yo salga con vida, y aun así ¿deseas acompañarme? cruzare por el infierno mismo y no habrá vuelta atrás- la chica se estremeció y lo miro a la cara llorando
-¡Yo ya eh visto el infierno!- esas palabras tocaron el corazón de Sha Lin, quien tomo la flecha que la mantenía enganchada a la pared y la tomo de la mano,
-entonces sígueme, pero antes déjame preguntarte algo...- Maeve se le quedo viendo intrigada
-ehhh ¿okay?-
el chico tomo una foto de su bolso y se la enseño a Maeve -¿no sabes algo sobre "El oráculo del abismo"?-
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