Nieve | TAO

22 de diciembre, 8 pm
Parque Central, Winterland

Zi Tao caminaba alegre rumbo a su hogar, pues por fin había terminado sus compras navideñas. Se consideraba con mucha suerte debido a que había encontrado buenos regalos: unos hermosos pendientes para su madre, y un reloj antiguo para su padre.

Para llegar a casa, Zi Tao siempre tenía que cruzar el Parque Central del pequeño pueblo en el que habitaba: Winterland. Esta población localizada en un punto indeterminado de la Tierra parecía la típica aldea navideña, pues siempre nevaba, los edificios eran rústicos y abundaban los pinos y cipreses.

Mientras hacia su camino hacia su casa, Zi Tao miraba a las personas que disfrutaban como él aquella noche. Entre la gente, reconoció al señor Zhuo, dueño de la única panadería de Winterland; también identificó a la señora Williams, buena amiga de su familia; vislumbró a Suri y Malik, los adorables hijos del señor Saeed, dueño de la miscelánea del pueblo. Y así, Zi Tao fue distinguiendo a sus varios de sus vecinos.

Después de saludar amablemente a la señora Moliner, Zi Tao por fin llegó a la Fuente Central, su lugar favorito del parque. Se detuvo un momento a admirar el monumento iluminado y a escuchar el gorgoteo del agua. Cuando estaba a punto de retomar su camino, él advirtió la presencia de una persona en el otro extremo de la fuente.

Zi Tao conocía a todos en Winterland, desde el dueño de la panadería hasta el jardinero que siempre podaba los pinos del Parque Central. No obstante, a ella no la identificaba. Estaba confundido, pero, sobre todo, embelesado. A pesar de que ella era una desconocida, era la muchacha más hermosa que había visto en sus 22 años de vida. Ella contemplaba la fuente como él lo hacía con ella.

La chica nunca lo miró, lo cual él agradeció, pues era muy tímido. Después de un tiempo, ella sonrío a la nada, cruzó los brazos y comenzó a caminar al lado contrario al que se dirigía Zi Tao.

Él, conmocionado y desesperado, deseaba admirarla un segundo más antes de ella desapareciera de su vista. Ese fue el momento en el que el tiempo se detuvo en Winterland, cuando Zi Tao usó su poder por primera vez.