Las cartas de Navidad.
Ubayashiki Kagaya, sabía que ser él líder del cuerpo de exterminio de demonios no era una tarea fácil, y ahí estaba él. Sentado en su oficina acompañado de una tacita de café, observando con cierta cautela el montón de cartas que dejaron algunos cazadores y también los pilares debajo del árbol de navidad.
Todos lucían entusiasmados por la fecha. Desde que se levanto en la mañana descubrió a Rengoku repartiendo unas cuantas partituras musicales para cantar los villancicos navideños, Tanjiro e Inosuke lucían contentos con esa idea, a excepción de Zenitsu, quien fue llevado a rastras por Uzui a comprar un montón de regalos para sus esposas. Gyomei le comento que se iría al templo a rezar por las almas de los desafortunados. Tokito casualmente veía con cierta ilusión el árbol de navidad, y sin que nadie se diera cuenta, escondió la estrella del árbol, alegando que él seria quien la colocará. Mitsuri y Shinobu se encerraron en la cocina preparando un montón de comida junto a Aoi, Kanao, Nezuko y también con las trillizas. Giyuu decidió ir a visitar las tumbas de su mejor amigo y también la de su hermana. Sanemi buscaba la manera en la que su hermano de una vez por todas saliera de la asociación, cosa que no estaba funcionando muy bien que se diga, ya que algo en común que tenían, era que ambos hermanos eran igual de tercos cuando tenían una meta.
-Oyakata-sama-
-Iguro- saludo con voz cálida.
-¿Todos están dormidos?-
-Confirmado- asintió con la cabeza.
Ahí estaban ambos, vestidos con inusuales prendas que solo eran usadas para esas fechas.
-Ya es hora- afirmó utilizando un inusual traje rojo con una gran barba blanca, mientras y un leve jo-jo-jo, salía de sus labios.
-Si- apoyó Iguro, con un traje verde, un sombrero navideño, y unas orejas de duende.
En lo que los demás descasaban o ya estaban en su quinto sueño. Kagaya e Iguro se dividían las cartas que estaban sobre el escritorio, porque si de algo estaban seguros, era que cada quien estaba ilusionado con recibir su regalo.
*Con algo de curiosidad Ubayashiki fue él primero en leer la carta*
Por ti, odio la Navidad, maldito viejo gordo y barbón. No olvido la vez que apareciste en la montaña preguntándome: ¿Qué quieres de regalo, niñita? ¡Insinuaste que era niña cuando yo sólo quería ver esas bestias gigantes que volaban en el cielo!. Ahora, lo único que quiero son conseguir unas granadas para hacerte explotar a ti y quedarme con esos renos, porque Gonpachiro, dijo que así se llamaban. Ya no seré el rey de las bestias que domina la tierra, todos conocerán al Dios que vuela por los cielos.
Kagaya se preguntó, si Inosuke se cayo de la cuna cuando era pequeño.
*Iguro reconoció la letra de esa segunda carta*
Tres son las peticiones que tengo, la primera: que él patrón me aumente el sueldo de las misiones, por favor, tengo tres esposas. Dos: que a Giyuu le salga un grande y asqueroso grano en la cara para que mis fans dejen de perseguirlo. Y tres: que de una vez Tanjiro me de la mano de su hermana, incluso con mis esposas ya le hemos decorado su habitación y todo.
Iguro rié interesado, si a Giyuu le salía ese bendito grano, tal vez su hermosa Mitsuri se alejaría de esa cosa horrorosa.
*La tercera carta provenía de shinobu, como lo sabía, pues su caligrafía era perfecta*
Navidad es una de las fechas donde hace mas frio, por eso con las chicas hemos tomado la decisión de preparar algunas comidas con bebidas calientes. Kanao sospecha que le puse algo de veneno al de Tomioka, cosa que relativamente es cierta, a decir verdad es un somnífero que cree yo misma, así que necesito que me ayudes a ocultar el cuerpo para no levantar sospechas.
Kagaya se molestó.
Shinobu no podía ir envenenado o haciendo dormir a la gente que no le caía bien o la ignoraban, suficiente fue una vez, cuando Uzui la llamo débil en una de las reuniones y ella se vengo envenenándolo por dos semanas.
*Apenas leyó las primera líneas, y ya sabia de quien era la cuarta carta *
Miserable gordo de mierda, a mí no me ves la cara, ni caeré en otra de tus jodidas mentiras. ¿Cuántas veces te pedí que convencieras de que mi hermanito dejara la asociación, quiero protegerlo de esos asquerosos demonios?, pero nada, ese ingrato no valora mi esfuerzo. Juro que cuando te vea te rebanare la cabeza, porque agradezco que el código de conducta prohíba pelear entre cazadores, pero. ¿Qué crees?. Tú no eres un jodido cazador. Así que apenas vea tu enorme trasero asomándose, te sacrificaré en la chimenea hasta asarte. Jo-Jo-Jo puto maricón.
Pdta. Los consejos para ligar están funcionando, no falta mucho para que Nezuko acceda a convertirse en mi esposa.
Iguro quedo confundido le iban a rebanar primero la cabeza o lo iban a sacrificar en la chimenea. Soltó un suspiro, iba a ser una larga noche.
N/A.
Si, ni siquiera les he sacado una risa con este mini shot, les he fallado.
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