Lily.
El niño miró las florecillas, y el verde césped. Por un segundo, todo pareció fluctuar levemente, pero fue tan sutil, que él se preguntó si se lo había imaginado...
Observó arrobado a la niña a su lado que intentaba hacer volar como un pequeño pájaro a unos brotes de margaritas, sin lograrlo. Frustrada, miró al chico y le tendió la mano, con el pequeño brote, y resopló.
- "¿Cómo lo haces, Sev? No puedo! Muéstrame, por favor..."
El chico sonrió. No quiso tomar el brote, sólo puso su mano debajo de la de la niña, sosteniéndola, y sin apartar sus ojos negros de las verdes esmeraldas de ella, sin decir una palabra, se inclinó hacia ella, y acomodó un mechón pelirrojo detrás de su oreja.. Suspiró, lleno de adoración, y echó un vistazo a las pequeñas hojas sobre las manos de ambos, que comenzaron a estremecerse, y aletearon como si el brote fuera un ave.
- "Sólo debes desearlo, Lily... Deséalo con todo tu corazón"
El brote de margarita se fue volando, y la niña rió gozosa. Arrancó un tallo cualquiera, una hierba simple con dos hojitas, y lo observó con expresión concentrada, pero sin resultados. Enojada, arrojó el nuevo brote sobre las piernas de él, que sonrió sin decir una palabra.
El chico tomó el tallo, y al instante, el brote comenzó a aletear y se posó sobre el cabello de fuego de Lily... La chica suspiró, resignada, y apoyó su cabeza en el hombro de él, murmurando.
- " Tu magia es más fuerte que la mía, Sev... Tú serás un mago poderoso, y yo, una simple bruja que no puede hacer volar unas hojas... Empezaremos en ese nuevo colegio en dos semanas, y tú sabes tanto! Estoy segura que los demás se reirán de mí..."
Severus se apartó de ella, y arrodillándose frente a Lily, tomó su rostro, y la observó, tan serio como siempre, pero ahora, una pizca enojado.
- "¡No hables así..! Ya verás lo mucho que aprenderás en Hogwarts! Harás los hechizos que quieras, y estoy seguro que tendrás buenas calificaciones... Yo te cuidaré... Nadie podrá intentar hacerte daño, porque no lo permitiré!"
Lily le sonrió, y obedeciendo un impulso, le dio un rápido y casto beso en los labios, que dejó al chico helado y sin palabras...
- "Te quiero, Sev... Tú siempre me proteges! Sé que siempre estarás a mi lado, y juntos, podremos aprender todo lo que podemos hacer con magia.."
La chica fluctuó otra vez. Severus la observó, desconcertado, hasta que de pronto, ya no era la Lily de once años... Era una bella chica de catorce, la que tenía frente a él. Ella le sonrió, y tomó su mano...
- "No seas tonto, Sev! En el fondo él no es malo! Si trataras de acercarte, podrias ser su amigo.. James es un muchacho excelente, a veces exageras criticándolo... Intenta hacer las paces con él, Sev... ¿lo harías por mí..?"
Severus retrocedió, sin entender... Lily volvió a fluctuar, y volvió a ser aquella niña de once años.. que dio tres pasos y se acercó a él nuevamente, tomándole la mano.
- "¿Cuando seamos más grandes, serás mi novio, Sev..? ¡No quiero separarme nunca de ti..!"
Severus sufrió un dolor inmenso, que lo cruzó de lado a lado y lo hizo cerrar los ojos. No quería. No quería cerrar los ojos y dejar de verla, porque temía que Lily no estuviera frente a él cuando volviera a abrirlos. Pero no pudo evitar apretar los párpados mientras gruñía. El dolor era insoportable, pero si gritaba, sabía que Lily se asustaría, y no volvería a verla...
Abrió los ojos, y ahí estaba ella. Tan bonita, a sus once años, con un vestido blanco, y su cabello de fuego brillando suelto.
- "¿Tú también me quieres, Sev..?"
El chico gimió asustado, viendo que Lily fluctuaba otra vez, pero más fuerte que antes, y desaparecía.
El dolor cesó de pronto, y Severus inhaló una bocanada de aire, mientras temblaba. Una voz susurró cerca de su oído..
- "¿Y bien, Severus? Sigo preguntándome cómo es que tú y Lucius fallaron en secuestrar a una tonta familia muggle... Creería que fue adrede, si no pensara que me eres fiel, amigo mío... Lucius sigue retorciéndose como un gusano, por unos simples Crucios... Tú lo toleras mejor, pero no me das respuestas... Retírate, Severus, y llévate a tu amigo... No deseo verlos más tiempo, tirados frente a mí"
Severus se inclinó aún tembloroso, a besar el borde de la túnica del Señor Tenebroso, y luego hizo un gran esfuerzo por levantar a Malfoy, que estaba casi sin sentido, sacándolo de la presencia de su Señor...
Tiró a Lucius sobre un sofá, y se derrumbó a su lado, jadeando y cerró sus ojos...
Una Lily de catorce volvió a aparecer frente a él..
- "Te quiero, Sev... Estarás conmigo siempre, verdad?"
Snape suspiró. Sacó de su bolsillo un vial con una poción para disminuir los efectos del Cruciatus, y se la bebió de un trago. Abrió los ojos, y Lily no estaba... Sólo Lucius, gimoteando a su lado, presa de violentos espasmos. Sacó otro vial de su bolsillo, y obligó a Lucius a tragar la poción. Se levantó del sofá, acomodó mejor a su amigo, y salió de la Mansión Malfoy, sintiendo un poco de dolor remanente en su cuerpo... Le llevaría segundos aparecerse en Hogwarts, pero se sentía tan débil que no quiso arriesgarse a una partición. Caminó, rumbo al pueblo, mientras amanecía, para buscar una chimenea, para ir por flu al Colegio.. Lo esperaba un reporte a Dumbledore, y darle clases a los alcornoques de cuarto año, de Hufflepuff y Slytherin. Dos horas de tortura, hasta que pudiera meterse un rato en su cama para descansar un rato... Arrancó un brote del camino, y este comenzó a aletear, levantando vuelo y perdiéndose en la mañana... Suspiró, vencido, mientras se encaminaba hacia su desesperanzada rutina...
FIN.
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