Capitulo 6.

–––––-–🍰–––––––

Ya habían pasados tres días desde aquel incidente inoportuno que ambos dúos imparables habían sufrido, tres días en los que la casa de Chuuya se hizo un desastre total.

Atsushi volaba alegremente al aire acompañado de una risa de emoción, pero con temor a la vez, mientras que Akutagawa chillaba en el suelo con vomito en sus regordetas mejillas. Dazai era el autor de este acto que hacía enfurecer a Chuuya, simplemente no se explicaba como con tan solo un par de minutos de dejarlo solo con los niños podía ocasionar un desastre.

- ¡Dazai, ¿pero qué mierda haces, imbécil?!-Hubo un silencio pasajero el cual Dazai pudo cortar sin dificultad.

- ¿Acaso el cerebro de Chuuya se oxido tanto que no es capaz de deducir mis acciones? ¡Estoy jugando con ellos Chuuya, ¿no es adorable?!

- Nunca jugaron contigo de pequeño, ¿verdad? - Ahora una mirada de lastima estaba encima del vendado.

- ¿Eh? ¡¿Qué estas insinuando?! ¡Ellos se están divirtiendo mucho, ¿no lo ves?!

- Sí joder, están tan felices que Akutagawa se ha vomitada encima suyo y Atsushi está por cagarse encima, eres excelente con los niños.

- Awww, ¡Chuuya al fin aprecia mi talento con los niños!

- ¿Por qué no te callas y mueves ese culo asquerosamente plano?, debemos ir de compras.

Dazai se quedó en silencio por el reciente insulto recibido, ¿de verdad su trasero era tan plano?

- ¿De compras? ¿Por qué? Tenemos todo lo que necesitamos aquí.

- Se acabaron los pañales de los niños porque un imbécil no sabía cómo ponérselos y los termino echando todos a la basura.

- Que pena por ese imbécil...

- Y también necesitamos leche en polvo, biberones y....ropa.

Dazai soltó una risa burlona al escuchar la lista de Chuuya.

- Te estas tomando demasiado enserio todo esto.

El rostro de Chuuya enrojeció, quizás Dazai tenía razón, Chuuya estaba muy atento a esta "misión"

- A diferencia de ti a mi si me importa la salud de estos niños, ¡si ellos se mueren nosotros nos morimos, además, mi sueldo también está en juego!, ahora limpia el desastre que has hecho y vámonos.

Dazai soltó un largo suspiro y sin poder rechistar obedeció a Chuuya, lavo las pequeñas mejillas de Akutagawa y calmo a Atsushi a su forma. Después de un par de minutos Osamu salió de la habitación para buscar a Chuuya y emprender su viaje al supermercado.

Chuuya estaba recostado en uno de los sillones de la sala, su cuerpo estaba siendo iluminado por la luz que el sol ofrecía en su pequeño atardecer, Dazai decidió no interrumpir la pequeña siesta que Chuuya se estaba otorgando, decidió que lo mejor sería admirar algo que hace mucho había perdido.

El rizado cabello de Chuuya hacia juego con la tela de los sillones elegantes, su piel se veía tan suave y fina, alguno de los rizos de Chuuya cubrían pequeñas partes de su rostro, pero eso solo lo hacía ver más lindo.

Dazai se dejó guiar por sí mismo, quería admirar más, quería presenciar más, quería descubrir más, puso en marcha sus pies hasta estar mucho más cerca de lo que Chuuya podría permitirle estando en ese estado. Dazai simplemente se dedicó a contemplar al pelirrojo por debajo suyo, inconscientemente las manos de Dazai comenzaron a subir hasta chocar contra aquel fino rostro que tanto derretía su ser, acerco cada vez más y más a su rostro, no fue hasta cuando sus dedos chocaron contra el cálido aliento de Chuuya que pudo lograr percatarse de sus acciones vergonzosas; sus bocas estaban a centímetros de separación, Dazai podía, pero no debía, sabía que no, pero mierda, que Chuuya era capaz de volver loco a quien fuese. Un impulso repentino se apodero de Dazai, cerro sus ojos e hizo su cabeza hacia adelante para poder plantarle un beso a Nakahara, pero todos sus deseos se desboronaron al sentir la mano de Nakahara en sus labios negándole aquel beso que tanto estaba siendo necesitado.

- ¿Qué estás haciendo?

La vergüenza se hizo presente en Dazai, un rubor se expandió en su rostro, no era un sentimiento que solía sentir, pero había olvidado que con Chuuya él podía sentir lo que fuese, así sea bueno o malo.

- Yo...bueno, tú...-Piensa, piensa, las veloces respuestas de Dazai se habían esfumado, no tenía con que defenderse ante aquella mirada intensa que tenía Nakahara encima suyo, no podía decirle que estaba extasiado por besar sus labios, no, no podría, pero lo desearía. -Tú...tenías algo en tu rostro, así que me acerque a quitártelo porque...se lo mucho que te gusta lucir bien. -Esa fue la tonta respuesta de Osamu acompañada de una sonrisa boba, una tonta respuesta que hizo que el pelirrojo sintiera una gran decepción y molestia en su pecho.

- Pues quítate entonces. -El rostro de Dazai fue empujado lejos de la vista de Chuuya.

Dazai quiso alcanzar la mano de su compañero, pero sus emociones no estaban lo suficientemente cuerdas como para tener una buena respuesta o accion ante aquello.

- ¡Mierda, el centro comercial cerrara en una hora!, levántate y lleva a los niños al auto.

Dazai agradeció las despistadas acciones de su compañero, esta conversación podría tenerse más tarde, aunque realmente desearía que no fuese así.

–––––-–🍼–––––––

-Chuuya~, el centro comercial cerrara dentro de diez minutos, vámonos, incluso los niños están cansados~.

- ¡No!, No voy a irme de aquí hasta tener la ropa perfecta para Akutagawa.

- Si sabes que ellos no serán siempre bebes, ¿verdad? La agencia me comunico que quizás mañana Ranpo se encargue de todo esto..., ambas organizaciones están a punto de encontrar al responsable, ¿no es genial?

- Si, de hecho, es genial que de esa forma ya no tenga que soportar tu horrible presencia.

- Pero-

- ¡Oh, este es hermoso!

Dazai observo el diminuto overol de granjero junto a un sombrerito de paja que daba una adorable vista; al parecer a Chuuya le estaba fascinando todo esto de la ropa pequeña de bebe.

- Solo tómalo y vámonos, los trabajadores están a punto de echarnos.

- ¡Espera!, repasemos la lista por última vez. -Dazai soltó un suspiro agotador, de la bolsa de su abrigo café saco una pequeña hoja con múltiples encargos que Nakahara había ordenado apuntar.

- Bien, última vez...

- ¿Pañales extra suaves y resistentes con cero irritaciones?

- Listo.

- ¿Biberones resistentes y lindos?

- Listo.

- ¿Si llevamos el de tigre?, Atsushi deseaba ese.

- Que sí, hombre, me hiciste revisarlo tres veces.

- Bien, ¿Ropa ajustable, suave, segura y linda?

- Si.

- ¿llevamos 10 pares, cierto?

- Cierto...

- Bien, ¿calcetines y zapatitos igual?

- Si...

- ¿La comida suficiente y nutritiva?

- También la tenemos.

- ¿El shampoo y talco adecuado para su edad?

- Si, llevamos también los de patito que tanto querías.

- ¿Juguetes y chupones?

- Tienes un carrito lleno de eso, creo que está de más confirmarlo.

- ¿Cunas?

- Solamente una.

- ¡¿Por qué?!

- Chuuya ya discutimos eso, ellos no duraran otro día así, ¡ni siquiera le veo el sentido a esto!

- ¡¿Si no le ves sentido por qué sigues aquí, imbécil?!, puedo ocuparme yo mismo de esto.

- ¡Bueno eso es porqu-

- Disculpa...-Una tercera voz se unió a la conversación del doble negro interrumpiendo al más alto de ellos. - lamento interrumpir su conversación, pero la tienda prácticamente ya cerro... ¿podrían pasar por favor a pagar?

- ¡Oh, claro, solo una cosa más y nos vamos!

- ¿Qué? -Ambas voces se unieron al escuchar al pelirrojo, es obvio que nadie estaba de acuerdo en eso, Dazai sabia cuanto tiempo le tomaría a Chuuya escoger cualquier cosa y la pequeña trabajadora simplemente no podía mantenerse despierta por un par de segundos más.

- Chuuya, por favor, no siento las piernas.

- ¡Son solo un par de latas más!

- ¡¿Para qué queremos latas?!

- ¡Solo cállate y espera en la caja registradora, vuelvo en unos segundos!

Dazai no pudo reprochar ante nada, sin parar de bostezar dirigió sus pasos a la caja donde se encontraban más empleados agotados y apenas vivos esperando con ansias su ultimo cliente para desalojarse.

- Hey..., ¿podrían cobrarme todo esto de una vez?

Varias miradas de odio chocaron contra la presencia de Dazai cuando los trabajadores se dieron cuenta de los 5 carritos llenos de productos a más no poder detrás suyo.

- Maldito imbécil...

–––––-–🍼–––––––

- ¡¿Chuuya dónde diablos estabas?!

- ¿Tan rápido te atendieron?, ¡genial!, bueno, resulta que las latas de cangrejo estaban más alto de lo que esperaba.

- ¡Comprando otra cosa ridicu-! ... ¿Dijiste latas de cangrejo?

- Bueno, sí, es que, supuse que podía prepararlo para la cena de hoy...

- Oh...si, ¡supongo que sí! - El aura de Dazai cambio a un aura desbordante de positividad que incluso el mismo Nakahara se impresiono de ver, ignorando a su compañero paso por delante suyo para colocar las latas frente al cajero.

- ¿Podría cobrar las latas, por último, por favor?

- ¡Claro!..., ¿saben?, -Una pausa repentina llamo la atención de ambos hombres quienes estaban esperando pacientemente el recibo final.- no los juzgo, es normal ver estas peleas entre las parejas primerizas, cuidar un bebe no es fácil, lo digo por experiencia, ¡ahora teniendo dos incluso yo me volvería loco!, pero no creo que lo estén haciendo mal, solo no dejen que la chispa se apague, saben a lo que me refiero ¿bien?, ¿Cuánto tiempo llevan juntos exactamente?, parecen un matrimonio bastante joven.

Hubo un silencio feroz que arrasó por todo el lugar, no había ningún movimiento o sonido a excepción del pase de las latas de cangrejo siendo contadas una por una.

- Supongo que tienen vergüenza de hablarlo... ¡pero está bien!, ¡se ve que tienen el suficiente dinero para tener dos hijos más! -Una carcajada salió del empleado que estaba retirando el ticket del total de pago. - Muy bien, seria exactamente esto, ¿pagara en efectivo o tarjeta? -El silencio seguía sin romperse, pareciera que ambos hombres frente suyo estaban en completo shock ante sus comentarios. - ¿Señor?...

El momento los persiguió un par de segundos más hasta que el de más baja estatura exploto en un terremoto de gritos y amenazas.

- ¡ESCUCHEME BIEN, YO, JAMAS, NUNCA, NUNCA ENTRELAZARIA MI VIDA CON ESTE IMBECIL VENDADO, JAMAS, TOME SU MALDITO DINERO, Y NO ME IMPORTA EL CAMBIO, ¿ES QUE ACASO NUNCA LE ENSEÑARON A CERRAR LA BOCA?, DEBERIAN DESPEDIRLO, ¡HARE QUE LO DESPIDAN! -Dazai acompañaba a Nakahara con múltiples réplicas de fondo.

- ¿Q-qué?

- ¡JODASE, USTED NO SABE NADA!

- Pero yo-

- ¡NI UNA MIERDA!

Nakahara cargo todas las cosas gracias a gravedad y dirigió su paso veloz hacia el elegante auto.

- ¡Dazai, los niños! - Cuando Chuuya se percató que Osamu aún seguía inmóvil frente al cajero su paciencia se iba agotando aún más. - ¡DAZAI!

- Bien...-Finalmente una reacción por parte del mayor.

Quizás el regreso a casa y la cena no serían tan cómodas y cálidas después de todo, e inclusive ambos bebes lo sabían.

–––––-–🍰–––––––

Actualización tarde pero segura. 

En el capitulo de hoy el Soukoku se convirtieron en karens. ¯\_( ❛ ▿ ❛ )_/¯





Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top