diez


Su mente quedó en blanco. Jungkook había soltado una bomba y ni siquiera le había dado tiempo para estar listo, solo lo había dicho, así sin más. Se quedó mirando a la nada mientras las palabras daban vuelta en su mente;
Me gustas.
¿Había escuchado bien? ¿Estaba acaso aun soñando? ¿Era una broma? Que estaba pasando en la cabeza de jungkook como para confesarle eso así sin más, pero bueno, entre los dos el pelinegro siempre había sido el más directo, no se andaba con rodeos.

— Si me vas a rechazar hazlo amablemente, porque tengo corazón de pollo — jeon escondió su cabeza entre sus manos avergonzado.

—  No te voy a rechazar— dijo rápidamente kim. El pelinegro levanto su cabeza rápidamente y lo miro ilusionado.

—¿Entonces...?

— Aún lo estoy procesando ¡Cómo me dices esas cosas así nada más!

—¿Y cómo quieres que te lo diga? —  cuestionó.

—  Que se yo, con indirectas quizás— se encogió de hombros avergonzado.

— ¡Pero si me la paso diciéndote indirectas! Y tú nunca las entiendes — los dos se miraron.

—  No es que no las entienda, solo las ignoro. Nunca se si me estás jugando una broma— bufo Taehyung desviando su vista. No podía creer que estaba teniendo una conversación así con el chico del que está, secretamente, enamorado.

—  No estoy jugando, ya te dije, esto que siento es de verdad— kim sabía que era así, el conocía muy bien al pelinegro y este era muy notorio con sus sentimientos, era muy transparente. Sabía que lo que estaba diciendo no era una broma, pero quería que así fuera.

Aunque él también sintiera cosas por jungkook, no sabía cómo manejar la situación, para él era mejor sentir el amor unilateral.

— ¿Me vas a rechazar? Digo para empezar a llorar— Taehyung lo miro mal. Como podía bromear con cosas así, aunque en su voz se podía notar el temor.

— Ya te dije que no lo haré.

Jeon dejo escapar un suspiro demasiado exagerado. Así era el pelinegro y esas pequeñas cosas eran las que volvían loco a kim, no sabía si estaba loco de amor o loco de fastidio, quizás era una mezcla de las dos. El chico siempre sabía cómo hacer que una situación dejara de ser incómoda, hacía comentarios que podían interpretarse de mil maneras. Si, le volvía loco su sarcasmo, sus bromas, su comportamiento, sus risas, sus gestos exagerados, sus imitaciones, sus comentarios, todo Jungkook lo volvía loco, pero estaba comenzando aceptar que todo eso que lo volvía loco también lo tenía profundamente enamorado.

— Te odio tanto— murmuró tirando su cabeza hacia atrás mirando hacia el cielo.

— ¡Oye! Dijiste que me aceptabas como novio, y ahora me dices que me odias. ¡Que tóxico! — se quejó jungkook alzando un poco la voz.

—¡Hey! Tu nunca me pediste ser tu novio así que no me salgas con esas cosas— le reprochó kim— Además no te odio en ese sentido, odio que me gustes también. Odio que tú gustes de mí. ¿Sabes? Yo estaba bien teniendo solo un crush contigo, esto me complica.

Jungkook lo miro sorprendido por lo que acababa de decir, Taehyung sin levantar su cabeza también lo miró.

— Si somos novios, acabas de decir que te gustó— El pelinegro sonrió victorioso.

—¡Que no! — se quejó nuevamente Taehyung. Iba a volverse loco, un loco enamorado.

— Taehyung y Jungkook novios— canturreo el chico sin prestarle atención.

— ¡Jungkook! Si no me lo pides formalmente no te dejare decir que somos novios— el pelicastaño se cruzó de brazos. Iba hacerse el difícil por unos minutos, este era su papel.

— Pero no quiero pedírtelo así, quiero hacerlo más romántico— murmuró— Pero por mientras tienes que decir igual que somos novios, no quiero que alguien me intenté hacer competencia.

— Nadie es tu competencia— le aseguro sincero.

Jeon sonrió feliz—¿Ósea que no te gusta nadie más?

—¿Si me gustará alguien más te aceptaría? — pregunto obvio el pelicastaño.

El pelinegro negó. Ambos se quedaron mirando fijamente, se sentía como si el tiempo se detuviera y en el mundo solo existieran ellos dos. Las abejas comenzaron a danzar como ya estaban acostumbradas, pinchando por aquí y por allá, dándoles cosquillas que mandaban corrientes por todo su cuerpo. ¿Estaba bien la decisión que estaban tomando? ¿Era acaso lo que siempre debieron hacer? Porque ahora que lo miraba fijamente se olvida completamente porque lo fastidiaba, se olvidaba el porqué de sus peleas, se olvidaba de porque a veces quería estrangularlo.

—¿Me vas a dejar darte besos? — pregunto el pelinegro sin dejar de mirarlo.

— Nop. Esos son exclusivos, si me pides ser tu novio te los daré— sonrió.

— Malditos requisitos— murmuró.

—¡Mierda! —  kim se puso rápidamente de pie recordando algo importante.

—¿Qué pasa? — jeon se puso de pie igualmente. Kim le tomo la mano y comenzó a correr por el parque sin importar que la gente se les quedará mirando.

—¡Les prometí a los niños que celebraríamos este día! ¡Tenemos que conseguir un pastel! — casi grito. Jungkook abrió los ojos recordando el suceso importante, además él quería comprar decoración de esos dibujos horribles que a jimin le gustaban.

Entrelazados sus dedos tomando fuertemente sus manos mientras seguían corriendo.


—¡Te extrañe mucho! — Taehyung abrazo fuertemente al bebé que sostenía en sus brazos.

Jimin sonrió y dejo que sus padres le besaran la mejilla. Había superado exitosamente su primer día de jardín, ambos se sentían inmensamente orgullosos por los avances del pequeño.

— Nos vemos mañana, jimin— se despidió su maestra sonriendo. Jimin se dejó cargar por Jungkook mientras caminaban al auto para ir por Wooyoung y Soobin.

El pelinegro lo dejo en su asiento y le coloco el cinturón para luego ponerse en marcha para buscar sus otros dos bebés. Había sido un milagro lograr que sus escuelas estuvieran cerca.

Wooyoung entro al auto sonriente como siempre, inmediatamente les comenzó a contar todo lo que había hecho, sus tareas, sus compañeros, les comento que matemáticas se había vuelto su materia favorita. Los mayores estaban felices de ver lo ilusionado que estaba Wooyoung con su vida escolar, Taehyung rezo para que tuviera esa misma motivación toda su vida, porque él había sido muy flojo siendo escolar, le había hecho pasar bastante malos ratos a sus padres.

Al final llegaron por Soobin que estaba esperando en la salido, sorprendentemente había un chico a su lado. El chico tenía el cabello negro y era un poco más alto que Soobin, este le hablaba animadamente y aunque Soobin no le respondía no se notaba incómodo.

—¿Debería bajarme y decirle que tenga cuidado con mi hijo? — pregunto jungkook tocando la bocina para que Soobin se diera cuenta que estaban ahí. El adolescente los miro, se despidió rápidamente de su "amigo" y camino hacia el auto.

— No le digas nada, lo puedes espantar— le dijo taehyung sonriendo hacía Soobin.

—¿Y ese quién era? — pregunto Jungkook inmediatamente después de Soobin entro en el auto.

— Se llama Robin— respondió escogiendo sus hombros restándole importancia.

—¿Es tu amigo?

— Déjalo en paz, sea lo que sea no debes meterte— le regaño Taehyung.

—¿Cómo qué no? ¿Y si el mocoso este tiene otras intenciones con nuestro Soobin? — dijo frunciendo el ceño.

Kim rodó los ojos— Ustedes cuatro son iguales de celosos.

— No creo que tenga otras intenciones— respondió Soobin sonriendo.

— Estate atento— le advirtió Jungkook—¿Debería comprarme un arma para amenazar a futuros pretendientes?

— Jungkook no seas idiota. Además, no asegures que serán hombres ¿Qué pasa si son mujeres? — pregunto Taehyung.

— Ah, sí son mujeres no hay problema. No confío en los hombres.

— Tu eres hombre— le recordó Soobin.

— Por eso te lo digo— el pelinegro le guiño un ojo ganándose un manotazo de parte de su copiloto—¡Más cuidado! Acuérdate que ahora no puedes maltratarme, los novios deben ser cariñosos.

—¿Novios? — preguntaron los tres menores mirándolos ilusionados.

—¡Esas son las buenas nuevas! Ahora somos novios de verdad— sonrió Jungkook orgulloso.

—¿Está diciendo la verdad? — le pregunto Soobin a Taehyung, ya que no le creía mucho al pelinegro.

— Algo así, digamos que estamos en proceso de serlo— le respondió el pelicastaño.

Los niños se miraron felices por la noticia.

— ¡Jungkook y Taehyung novios! —  grito emocionado jimin.

—¡Ese es mi bebé! — grito orgulloso Jeon.


—¡Está muy rico! — dijo Wooyoung emocionado por el pastel de chocolate y frutillas que los chicos habían comprado para ellos.

Estaban los cincos sentados comiendo pastel con gorros de vaqueros que Jungkook había insistido en comprar. Habían hablado de su primer día y todo lo que habían vivido, los mayores escuchan atentamente mientras sus corazones se hinchaban de orgullo. Sus niños, esos niños temerosos que habían conocido poco a poco quedaban atrás, estos eran sus hijos felices y dispuestos a vivir nuevas experiencias.

— Entonces... ¿El tal Robin es tu amigo? — pregunto Jungkook intentando no sonar interesado.

— Que no te entrometas— le reprendió su novio en proceso.

— Supongo que es un conocido— respondió Soobin—¿Por qué te interesa tanto?

— Tengo que estar preparado para mí papel de padre protector— le respondió.

— Si, si, padre celoso. Ya te quiero ver cuándo de verdad tengas a alguien llamándote suegro— se burló kim.

— ¡Primero muerto!

Taehyung rodó los ojos riendo. ¿Cómo se había llegado a enamorar tanto de ese tonto?

— Voy a ir comprando un arma— Hablo señalando a la nada con su cuchara sucia con pastel—¡Para los amigos abrazo, para los enemigos balazo!

Todos rieron por los comentarios de Jungkook.

Sip, estaba perdidamente enamorado de un tonto.
Después de limpiar y todos preparados para un nuevo día, dejaron a los niños en sus camas besando sus cabezas para irse a dormir.

Se acostaron mirándose, aunque la oscuridad no les permitiera hacerlo bien, lo único que podía escucharse en la habitación eran sus lentas respiraciones. Así era como quería estar por el resto de su vida, aunque le costará admitirlo, eso era lo que quería. Quería estar en una cama junto a Jungkook, descansando, sabiendo que en la otra habitación dormían sus niños y que nada les hacía daño, así quería estar para siempre.

— Taehyung...

— Duérmete.

Lo sintió moverse un poco en la cama y cuando menos se dio cuenta sintió su respiración demasiado cerca, tanto que su nariz tocaba levemente la del pelinegro. Contuvo la respiración y cerro sus ojos, aunque no pudiera ver nada con ellos abiertos. Jungkook acortó la distancia y está vez eran sus labios los que se rozaban sin llegar a tocarse plenamente. En un impulso Taehyung termino con la distancia sintiendo por completo los labios del pelinegro, este comenzó a mover sus labios lentamente. El beso se sentía irreal, se sentía como si flotarán, como si en realidad no fueran solo sus labios conectados, era mucho más, se sentía como si fuera mucho más. Se sentía como si sus almas hicieran clic, como si las abejas en su interior hubieran hecho un pacto y que hubieran jurado que solo bailarían cuando fuera por el otro.

Las abejas sabiamente habían decidido que se querían uno al otro y que no querían que nadie más fuera su miel.




Jajaja perdón yo sí se los iba subir ese día pero me dormí y quedé a la mitad y hasta ahora lo subí.

Siento que desde aquí viene lo chido.

Ojo con el Jungkook celoso.

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Saben estaba viendo un video y
que decía como descubrió que le
hacían brujería y que siempre en su ventana le tocaba un pájaro y no mames en mi casa también toca un pájaro todos los días jajajaja.

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