Capítulo 13
Declaración
[Pasado...]
*Edades:
Iruka diecisiete
Kakashi veintiuno
Naruto cinco
Sasuke cinco
La noche caía para cuando los infantes salían de la casa del mayor en una despedida animada, esa tarde la cena había transcurrido en la casa del Hatake y a pesar del buen rato ocurrido y las sonrisas que ambos mayores mantenían en cara al despedirse de los niños, solo bastó perderlos de vista para que la sonrisa del Umino fuera borrada por una inhalación profunda, el joven exhaló girando con un firme movimiento para enfrentar al mayor.
— ¿Podemos hablar ahora?
Kakashi admira el rostro molesto de aquel hombre y enseguida encoge los hombros tendiendo los brazos hacia el interior de la casa para pedirle entrar, Iruka ni siquiera lo duda y se pone en dirección a la sala dispuesto a tomar asiento en el sofá.
—Aquella noche no me dijiste nada... —menciona el moreno — ¿Dirás algo hoy? —cuestiona sin mirarlo.
Al verlo tan firme y enfadado Kakashi simplemente inhala profundamente desviando la mirada con algo de culpa para después tomar asiento en el sofá.
—Pero... no me he propasado como para que deba decírtelo ¿No?
Frunce el ceño con molestia —Me has besado a lo largo de los días casi llegando a...
—Pero no lo he hecho —une sus manos agachando el rostro.
— ¿¡Estás jugando, Kakashi!?
En un movimiento rápido Iruka se levantó posando una rodilla sobre el sofá para poder tomar al Hatake por el cuello de su camisa y mirarlo de frente dejando claro lo enfadado que estaba.
—Dijiste... —expresa con gracia y tranquilidad —que no lo haríamos, el sexo... Y sí yo quería más debía decirte mi razón para hacerlo. Pero no he propasado la línea.
—Sinceramente... —resopla — ¿¡Estás jugando Hatake!?
— ¿Qué? —ríe nerviosamente tratando de cubrir su boca —Lo siento, quizá no lo comprendí correctamente... ¿A qué te referías?
—Bueno... —desvía la mirada soltando levemente la ropa contraria ante su vergüenza —si, a eso, pero... No solo eso... Los besos también.
—Estas mintiendo —comenta más relajado al ver la vergüenza ajena —acabas de inventarlo ahora Iruka, no te referías a eso en absoluto. —admira el agarre sobre su ropa — ¿Seguirás jalando de ese modo mi ropa?
— ¿He? —observa el agarre —No... Es que... —abriendo las palmas se deja caer en el sofá —tú me haces enfadar tanto que ni siquiera me percató de lo que... Hago.
—Oye... —inclina el cuerpo hacia el moreno posando su mano sobre la contraria —Quiero hacerlo.
Iruka gruñe levemente enfadado y sin bajar la pierna del sofá da un asentimiento que causa la sonrisa del contrario, Kakashi baja su máscara y admirando los ojos marrones de aquel chico sigue avanzando en busca de poseer la boca ajena. El menor cierra los ojos con fuerza para entre abrir un poco los labios, acción que complace al Hatake quién simplemente inicia la unión... Sus labios se deslizan entre los contrarios mientras sujeta suavemente el rostro ajeno, y de pronto, el Hatake lame los labios contrarios causando un suspiro de Iruka mientras una lengua intrusa se introduce en su boca para danzar en el interior. Un gemido es resultado de tal acto, y Kakashi jadea al separarse del cuerpo ajeno.
—Iruka... —susurra deseoso.
—Mngh...
Sus palabras fueron cortadas cuando sintió las manos del Hatake presionando su cintura con fuerza y necesidad; solo había bastado mirar los ojos de Kakashi para dejarse hacer a su gusto y poco a poco terminar completamente recostado en aquel sofá... Las manos de Kakashi palpaban cada rincón del cuerpo ajeno causando la excitación del moreno qué simplemente se contraria aferrándose a aquel hombre. Era una locura, pero aquel hombre de verdad sabía tocarlo, y parecía hasta un poco desesperado acaparando sus labios. Entre un jadeo cubre sus labios con el dorso de la mano apartándose del beso de Kakashi quién gruñía ante la maravillosa vista que se vislumbraba frente a él, un joven moreno sonrojado con la ropa desarreglada y el pecho agitado mientras sus labios escupían jadeos extasiados en placer.
—Ne... —traga grueso desviando la mirada —Necesito ir al baño... Solo dame un segundo Iruka.
— ¡No! —detiene su mano.
— ¿Qué...? —rie nervioso — ¿qué pasa?
—Solo... —atrae la mano ajena sobre su pecho —sigue...
Kakashi eleva la ceja entre su aún acelerada respiración, aquel hombre le dirigía una mirada lasciva que jamás había visto antes en esos ojos marrones.
— ¿Quieres hacerme perder? —ríe levemente, inclinado el cuerpo sobre él —Así lograrás hacerme hablar ¿No? Pero... —susurra sobre sus labios mirando atentamente sus ojos —No lo haré. —inhalando profundamente se pone de pie — ¿A caso así es como obtienes la información que...?
—Quizá...
La contracción en el estómago del Hatake fue solo el epicentro de toda la furia que emenaba hasta cada una de sus celulas. De un momento a otro el hombre avanzó con brusquedad hasta tomar a aquel joven sobre el sofá manteniendo sus manos cautivas sobre su cabeza, la cadera de Iruka había sido tomada por la mano libre del Hatake y su boca no había encontrado la salvación ante aquel ataque de celos desmedidos. Poco a poco las sensaciones comenzaban a inundarlos, las manos ahora libres del Umino viajaron bajo el suéter de su pareja y suavemente se introdujeron debajo de la prenda para comenzar a palpar el vientre ajeno mientras jadeaba extasiado sobre sus labios.
—Dime... —detiene el beso —que es una mentira.
— ¿Qué? —jadea dudoso.
—Dime que es una mentira. —exige frunciendo el ceño —Que no consigues... —besa suavemente los labios ajenos —información... De este modo.
Entre su sorpresa al ver aquella furia pintada en los ojos siempre tranquilos de su superior, Iruka sujeta las mejillas de aquel hombre para mantener su vista de frente a él. Era una completa locura, pero podía ver claramente el odio mezclado con preocupación y la necesidad excesiva de obtener una respuesta negativa a aquella pregunta.
—Lo es... —viaja sobre los ojos contrarios —claro que es una mentira.
El cuerpo del Hatake dejó de tensarse y de sus labios escapó un suspiro de alivio mientras agachaba la vista agradeciendo el que aquellas palabras fueran mentira; Iruka por su parte observaba lo aliviado que se encontraba aquel hombre con su declaración, de verdad ese hombre estaba... Celoso; incorporando su cuerpo en aquel sofá Iruka se inclinaba sobre los labios de Kakashi iniciando un suave beso por primera vez. El Anbu no se rehusaba a aquella unión y simplemente cerraba los ojos siguiendo los labios ajenos entre el acariciar suavemente el rostro de aquel moreno... El pulgar de Kakashi terminó sobre los labios ajenos y los ojos de ambos se abrieron por un momento para después cerrarse y dar inicio a un beso más profundo. La lengua del mayor se introducía en la boca ajena comenzando a palpar cada húmedo rincon de aquel hombre hasta obtener sus dulces gemidos.
— ¡Mngh! —gemía aferrándose al cuello de su pareja.
En un suspiro Kakashi dio por finalizado el beso y suavemente acercó el cuerpo ajeno hacia el suyo para comenzar a deslizar sus labios sobre el cuello moreno de su pareja, Iruka no se retenía y simplemente se sujetaba a aquel hombre deslizando sus dedos entre el plateado cabello del Hatake en un intento de hacerle comprender que estaba bien seguir. Era una locura, pero quería más de él, quería... Todo de él.
—Iruka... —musita volviendo la mirada sobre los ojos ajenos —quiero meterlo... Déjame meterlo...
El hombre se contraria ante aquella profunda voz qué llegaba hasta sus oídos mientras la mirada contraria se mantenía directa y llena de sinceridad hacia él. Ante un simple asentimiento Kakashi vio luz verde para su pedimento, en un segundo sus manos estaban bajo la ropa ajena invadiendo aquella piel morena mientras su propietario se estremecía sintiendo como aquellas manos viajan bajo su pantalón apretando su trasero.
—Mm... Un segundo Kakashi, —posa la palma en el pecho ajeno —veras... —mantiene la mirada directa —es mi primera vez haciendo algo así, por lo qué... —desvía la mirada avergonzado —yo no tengo idea de lo que debo hacer.
—Bueno... —analiza la habitación con calma —Tengo condones en mi habitación, y creo que podemos utilizar un poco de crema como lubricante ya que no pensé que ésto pasaría hoy y no compré...
Condones, crema lubricante, ya que no había comprado... ¿Con cuántas personas lo había hecho antes ese tipo? ¿Al menos Iruka era algo importante para él? Un poco desanimado con esa confesión el moreno se levantó en un suspiro y desviando la mirada expresó.
—Creo que será mejor no hacerlo, tengo que ir a casa...
Al ver el desanimado rostro de aquel hombre Kakashi se levantó con prisa hasta ser capaz de tomarlo de la mano y detener su escapada.
— ¿Qué ocurre?
—No es nada... —intenta sonreír manteniendo la mirada en otro sitio —Solamente no quiero hacerlo...
—No es que no quieras.
Exhalando un suspiro algo casando Kakashi toma a aquel hombre por las mejillas y lo observa de frente. Iruka traga grueso sintiéndose algo inquieto de mirar a aquel hombre tan activo en el... Sexo.
— ¿Qué ocurre realmente Iruka?
El hombre moreno decidió bajar la mirada manteniendo el silencio de su voz que simplemente lograba enfadar a aquel hombre.
—Querías que fuera sincero sobre lo que ocurre entre nosotros... —traga grueso —Sinceramente me da miedo ser sincero sobre ésto, porque es la primera vez que me siento de este modo.
Las palabras tan sinceras de aquel hombre obtenían la atención deseada causando que Iruka elevará el rostro hasta ser capaz de notar la vergüenza que invadía el rostro ajeno. Kakashi... Mientras frotaba su nuca con vergüenza e intentaba por todos los medios mantener su mirada sobre los hermosos ojos marrones que amaba Parecía ser muy sincero sobre sus palabras.
—Tú me gustas. Yo no... —pasa la mano entre sus cabellos plateados mostrando su inquietud —no dejo de pensar en ti a cada hora del día hasta un punto en el qué... —toca suavemente los brazos ajenos —siento que... —observa los ojos ajenos y cada parte del rostro moreno de su amado —que has invadido mi mente por completo. Yo me vuelvo loco apenas te tengo entre mis brazos y solo puedo pensar en lo increíble que sería desnudarte y hacerte mío en cuerpo... —sujeta las mejillas ajenas —Para después solo buscar obtener tu bellísima alma. Iruka... —une sus frentes —sinceramente creo que te amo, pero me daba tanto miedo decírtelo en voz alta porque creo que lo único que nos une son...
Aún entre su transe, aún mientras solo intentaba comprender y acomodar cada palabra de aquella confesión en el lugar correcto de su mente... Aún así su boca emitió palabras.
— ¿Los niños?
—Mm... —asiente apenado para cubrir su boca —Si.
Iruka se toma su tiempo para admirar a aquel hombre, para acomodar las palabras de aquella confesión y luego para recordar desde su primer encuentro con él... Sus encuentros, sus charlas, sus miradas. Poco a poco se da cuenta de la sinceridad de aquel hombre y simplemente puede... Sonreír.
— ¿De verdad? —cuestiona con gracia.
— ¿Acaso no es... Así?
Él sonríe negando y sus morenas manos se elevan hasta tomar la palma de aquel hombre que buscaba ocultar su rostro. Aunque sorprendido por aquel movimiento Kakashi accede a apartar su mano.
—No lo creo. Ambos somos ninjas y nuestras charlas no siempre han sido sobre ellos, hemos hablado de cosas cotidianas... Creo qué... Al principio comencé a verte como un amigo, pero cuando comenzaste con los besos me vi obligado a pensarlo de más, la razón por la cuál lo hacías, y me vi... Pensando de más en ti.
— ¿Y eso qué significa?
—Qué me atraes Kakashi Hatake, que de verdad me atraes, me gustas, me pareces atractivo.
La sonrisa del Hatake crece de a poco y con un rápido movimiento rodea el cuerpo de aquel moreno entre una alegre risilla. Iruka niega divertido con la escena que aquel hombre montaba y simplemente devuelve el abrazo.
—Pero... Aunque tengo muchas ganas de probar... Con el cuerpo. —pega su rostro al pecho ajeno —Sinceramente preferiría que te encargarás de conseguir mi alma primero.
—Creo que puedo hacer eso.
Ambos se apartan del abrazo y simplemente ríen entre ellos. Kakashi toma la mano ajena y entre su leve vergüenza lo acerca.
—Veamos una película, quedate a dormir. A dormir. Conmigo está noche.
— ¿De verdad? —cuestiona emocionado.
—Si, claro. Iré lento si es lo que necesito para que te vuelvas mi pareja, pero... —camina hasta el sofá — ¿No crees que los besos no estarían mal?
Toma asiento —Prohibido si los niños están presentes, también si estamos en público... No sé cómo se lo vaya a tomar la gente de la aldea.
—Bien, estoy de acuerdo con esos términos. ¿Algo más?
Iruka sonríe mostrándose confiado y al ver cómo Kakashi se acomoda contra el descansa brazos del sofá simplemente se acerca hasta poder descansar su cuerpo contra el costado de aquel hombre subiendo las piernas al sofá, su rostro gira hacia el rostro ajeno mientras Kakashi lo abraza por los hombros.
—Simplemente... Me gustas.
La vergüenza invadía al hombre de mayor edad que con una sonrisa en cara miraba de reojo a aquel hombre que parecía burlarse de él.
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