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— ¿Y nuestros papás saben sobre esto? — pregunto Soobin aún sorprendido por lo que Woo le había contado.

Aún seguía algo molesto con su hermano mayor, no creía posible lo que había hecho con San en la sala de música, de solo pensar en eso le daba asco. Pero tampoco lo culpaba mucho, eran adolescentes y el si había puesto atención a la clase de biología dónde explicaban todo lo que se vivía en esa etapa. Sabia que Woo había quedado con juntarse con Soobin por lo que se había pegado a su junta, en primer lugar porque esos dos juntos eran como una bomba nuclear y segundo porque extrañaba a Soobin, quería tener su atención aunque sea solo por una tarde. Así que se encontraban comiendo dónde su hermano mayor los había invitado a comer.

— ¿Saber sobre que se le alteraron las hormonas en la escuela con su mejor amigo? — pregunto Jimin frunciendo el ceño.

Sus dos hermanos mayores le quedaron mirando y luego pensaron unos segundos — Si, mejor no les cuentes nada — le aconsejo el mayor, Woo asintió obediente — Además, el que come callado come dos veces — le guiño un ojo.

— Ustedes dos son iguales — se quejo Jimin rodando sus ojos, los otros dos solo se rieron mirándose cómplices.

— Pero no lo vuelvas hacer en la escuela, es bastante bueno pero después quedas muy incómodo — murmuró Soobin. Los dos menores se miraron entre sí y luego miraron a su hermano en busca de respuestas. — Yo también fue adolescente y tenía a mi chiquito en la escuela, no pregunten.

Woo solo sonrió y Jimin quiso ignorar sus palabras, era mejor así.

— No te enojes, Jimin, algún día nos comprenderás — se burló Soobin. El menor miro a sus dos hermanos levantando una ceja para que procesarán lo que el mayor acababa de decir. Woo que logro entender más rápido que Soobin le lanzó un golpe en la nuca al mayor.

— Mejor cállate — le gruño bajo.

— Olvida esas palabras, nunca dije eso, tu nunca sabrás que es eso — le amenazo con su dedo.

— Ustedes no son muy buen ejemplo que digamos, así que no me pueden regañar si algún día hago lo mismo — se burló. En realidad el no creía capaz de hacer esas cosas en un lugar como la escuela, pero le gustaba molestar a sus hermanos.

— Yo antes mato a Yoongi — gruño Woo. Jimin quiso reclamarle por nombrarlo, pero no pudo hacer nada por la mirada intimidante que su hermano mayor le dedicó.

— ¿Quien mierdas es Yoongi, Jimin? — le pregunto Soobin mirándolo atentamente. Woo se cruzó de brazos esperando la respuesta aunque el la conocía muy bien.

— Un amigo — respondió cruzándose de brazos de igual manera. No podía dejar que sus hermanos controlarán su vida por más que los amará.

— ¿Que clase de amigo? — insistió el mayor. Jimin levanto una ceja dudando en que responder unos minutos, además de que tampoco sabía muy bien que clase de amigo era. ¿Era su mejor amigo? ¿Su compañero de escuela? ¿Su amigo más cercano? O...

— La clase de amigo que quieres que sea más que tu amigo — respondió sin dudar en sus palabras. Tirando la bomba, esperando la reacción de sus hermanos.

Ambos lo miraron, totalmente sorprendidos por la seguridad de sus palabras. Su corazón se aceleró al darse cuenta de la realidad. A el nunca le había gustado alguien de forma amorosa, tenía algunos crush con personajes ficticios y podía llamar lindas a algunas personas. Pero llegar a sentir una real atracción, nunca le había pasado, nunca había tenido ganas de tomar la mano de alguien o estar a su lado. Nunca se había quedado pensando en alguien por horas, nunca se había preocupado o convivido de manera íntima con nadie más que no fuera su propia familia.

Le gustaba Yoongi.

Le gustaba enseñarle biólogia, le gustaba como su nariz se arrugaba cada vez que se concentraba en algo, le gustaba su cara de atención cada vez que le explicaba algo. Se sentía escuchado, nadie le ponía la atención que Yoongi le daba, ni siquiera sus protectores hermanos.

— Lo voy a matar. Yo lo desaparezco de este mundo antes de que ustedes dos vuelvan a respirar el mismo aire — susurro Woo para si mismo. Soobin aún no decía ni una palabra, pero sabía muy bien por su cara de bulldog que no estaba para nada feliz.

— ¿Cuántos años tiene? ¿De dónde es? ¿Que hace su familia? ¿De dónde lo conoces? ¿La salieron? ¿Que intenciones tiene el contigo? — exigió saber el pelinegro mayor.

— Es mi compañero de escuela, tiene dieciséis años, su mamá es doctora, nunca hemos salido en plan amoroso y supongo que me quiere como amigo — respondió pacientemente, pero apenas terminaba la oración Woo soltó una fuerte carcajada, demasiado sarcástica para ser verdad y demasiado fuerte como para llamar la atención de todos en el local.

— ¿¡Como amigo!? Eres tan inteligente para unas cosas, pero para otras sigues siendo un bebé — le gruño Woo, dejándolo confundido con sus palabras. El chico no le dijo nada y solo tomo a su hermano mayor de los hombros para que lo mirara — Aquí está la real amenaza, Soobin, nunca nos habíamos encontrado tan en peligro como lo estamos en este momento — los otros estaban confundidos, pero para nada sorprendidos. Woo había heredado el dramatismo de su padre — Yoongi está perdida, loca y desesperadamente enamorado de Jimin — dijo con tanta seguridad como si leyera la mente de su amigo.

— ¿Estás muy seguro de esto? — pregunto Soobin tomando los hombros de Woo como el lo hacía con los suyos.

— Nunca estuve tan seguro en mi vida. Yo creo que le gusta Jimin hace ya bastante tiempo. Si tú vieras como lo mira — le respondió — Es aquí cuando realmente siento el miedo.

— Yo también, hermano, yo también...

Jimin no estaba tan seguro de las palabras de Woo. Era verdad que Yoongi siempre había sido amable con el y era el que mejor lo trataba entre los chicos de la escuela, pero de ahí a estar enamorado de el, era una cosa muy diferente. Además, no quería ilusionarse con las palabras de su hermano, su corazoncito no soportaría ilusionarse para que todo terminara siendo una idea loca de Woo.

— No digas eso como si estuvieras muy seguro — murmuró Jimin, aunque ninguno de los dos le puso atención, así que se puso de pie — Voy al baño, para que puedan vivir su duelo en paz — les dijo en tono de burla.

Camino hacia el baño del local para poder darles tiempo de procesar que finalmente su hermanito había conocido el amor. Al entrar al baño camino hacia los lavados para mojarse un poco las manos mientras pensaba en lo que había ocurrido. Si así se habían puesto ellos, no quería ni imaginar cómo se pondría su papá. Una sonrisa apareció en su cara, imaginando la escena, probablemente fingiría un desmayo.

Jimin, perdido en sus propios pensamientos, no había notado que alguien a su lado lo miraba atentamente. Cuando pudo darse cuenta, su cara se enrojeció por la vergüenza de que alguien lo mirara con la detención que el chico lo hacía.

— Hola —  saludo el muchacho, sonriendo amablemente — Perdón por mirarte por tanto tiempo, pero no pude evitar fijarme en tu uniforme — hablo con calma. Su voz le inspiraba confianza, aunque no demasiada — Soy nuevo en la ciudad y logré darme cuenta que estás usando el mismo uniforme de mi nueva escuela — y ahí fue cuando Jimin logro darse cuenta que era cierto, el muchacho no se fijaba totalmente en el, estaba más pendiente de su atuendo.

— Hola — saludo, sin saber muy bien que decir. El no era bueno interactuando con desconocidos, menos con adolescentes.

— Mi nombre es Han, me mudé hace poco — se presentó. Nada en el chico le daba señales de algo extraño, por lo que quiso también ser amable.

— Yo soy Jimin — murmuro — ¿Eres alumno de intercambió o algo por el estilo? Tengo entendido que mi escuela no acepta alumnos a mitad del año escolar — pregunto curioso, además porque no sabía que más decir.

El chico sonrió — Me aceptaron por mis notas — dijo, a su parecer no quería alardear sobre eso, pero si Woo lo hubiera escuchado probablemente se habria burlado de el — Fue muy difícil, pero terminaron aceptando con la condición de que mis calificaciones deben mantenerse de igual manera — le contó con total confianza. Podía notar, con lo poco que llevaban hablando, de que el chico era muy amable y extrovertido, para Jimin era el tipo chico que luego terminaba siendo presidente de clase o algo por el estilo.

Asintió. No sabía que más decir y en realidad ya quería salir del baño — Me tengo que ir — murmuró caminando hacia la salida.

— Espero seamos compañeros — le dijo el chico despidiéndose con su mano. Jimin solo le sonrió levemente para luego salir del baño hacia donde sus hermanos se encontraban.

Aunque intento no pensar mucho en ese raro encuentro, estaba sorprendido por como había manejado la situación. Si eso le hubiera pasado hace un tiempo atrás probablemente solo se habría quedado callado. Eso le hacía saber que había cambiado y le gustaba, ya no quería ser el Jimin tímido que no hablaba con nadie. Más porque al fin había aceptado con seguridad sus sentimientos hacia Yoongi y no creía capaz poder intentar algo con el chico si el no daba el primer paso. Yoongi, cuando se trataba de el, era incluso más tímido que su persona.

Además Shin era tímido y reservado, pero también era seguro de si mismo y decidido, por lo que si se ponía algo en mente, lo lograría sin importar que.

— Hemos tomado una decisión — informó Woo cuando estuvo de nuevo en la mesa junto a ellos.

— ¿Sobre que? — pregunto confundido.

— ¿Cómo que sobre que? Sobre Yoongi y tú — respondió el chico como si fuera lo más obvio.

Se había hasta olvidado de lo que había ocurrido.

— ¿Y por qué ustedes están decidiendo por mi? — pregunto algo molesto.

— Porque somos tus hermanos, además primero escúchanos antes de poner cara de cocodrilo atragantado — le regaño Woo, ganándose una patada por debajo de la mesa.

— No me molestes — se quejó.

— Jimin — el mayor llamo atención. Mira con atención a Soobin, no pudo negar que la reacción de su hermano le daba más miedo que la reacción de su papá. En realidad Jungkook siempre terminaba cediendo a todo lo que le pidiera y nunca se enojaba con su persona, en cambio Soobin solía ser más estricto y no le daba las cosas tan fácilmente como lo hacia su papá — Como hermano mayor y como un adulto responsable, que se supone que soy, quiero decirte que tienes razón. Ninguno de los dos tenemos porque tomar decisiones por ti, pero para ambos eres nuestro chiquito — hizo enfasis en nuestro — por lo cual nos preocupa que alguien te haga daño...

— Así que ahora tienes prohibido ver a Yoongi. Nos cambiaremos de país y te cambiaremos el nombre, desde ahora eres Teodoro Segundo— le interrumpió Woo, que estaba aburrido de las muchas palabras que Soobin estaba dedicando — ¡Auch! — se quejo al recibir dos patadas.

— A lo que voy es que, no somos exagerados por nada, es solo porqué te queremos mucho y no queremos que nadie te dañe.

— Yo sé, y aunque a veces me aburren con su protección, yo los comprendo — respondió Jimin — Pero ustedes tienen que entender que ya no soy un niño y soy más maduro que Woo — Soobin asintió dándole la razón — Puedo cuidarme solo, puedo decidir cosas por mi mismo y puedo decidir tener pareja — hablo calmadamente — Los quiero mucho y yo sé que muchas veces me comportó como un bebé, incluso peor que Jun. Pero ya estoy grande. Y me gusta Yoongi y si el me lo permite yo quiero estar a su lado...

— A su lado de la tumba — murmuró Woo ganándose otra patada — ¡Deja de hacer eso! ¡Mis pobres canillas! — se quejo.

— Así que, tienen que dejar de sobre protegerme. Además, si algún día alguien me llega hacer daño, ustedes serán los primeros en saber — concluyó.

— Me da tanto miedo que con quince años se comporté mejor que yo con dieciocho — susurro Woo para si mismo.

— ¿Miedo? Debería darte vergüenza — le regaño Soobin — Vamos hacer un trato — hablo, tomando su papel de hermano mayor — Ni Woo, ni yo, nos meteremos en tus asuntos con este chico, pero si el se llega a pasar de listo o te hace algo cuestionable nosotros estamos en todo nuestro derecho de romperle cada uno de los huesos.

— Está bien, lo prometo — dijo algo inseguro de involucrar la salud de Yoongi en sus temas.

— ¿Es cuestionable que respiren en el mismo aire? — pregunto Woo. Jimin nego, sabiendo que para este seria aún más difícil aceptar su atracción hacia su amigo. Porque ambos eran como uña y mugre, pero Woo no tenía nada de que quejarse porque el tenía San y Jimin nunca le había reclamado nada.

— Luego haremos una lista de lo que es cuestionable y de lo que no — dijo Soobin mientras tomaba un poco de su bebida.

— Número uno; tomarse la mano — comenzó Woo.

— Número dos; estar solos en una habitación — continuo Soobin.

Quiso enterrarse el tenedor en los oídos para dejar de escuchar las tonterías de sus hermanos.

(...)

Para su no sorpresa, Yoongi aún no llegaba a clases. Sabía que la noche anterior se había quedado hasta altas horas de la madrugada jugando y aunque le había dicho mediante mensajes que se durmiera, probablemente no le hizo caso. Así que no le extrañaba que llegara atrasado, además que no era la primera vez que lo hacía.

Al toque del timbre se preocupo un poco al no verlo llegar, más porque la primera clase era con su odioso y archienemigo señor de biología. Sabía que no se le haría fácil entrar a clases y que se llevaría un buen sermón antes que lo dejara entrar. Pero Jimin ya estaba preparando algunas palabras por si el profesor se pasaba de lenguas y le decía algo hiriente a Yoongi.

— Buenos días — saludo el maestro. Jimin le puso atención para notar que a su lado venía el mismo chico que había conocido en el local de comida, el día anterior. El chico venía acompaño de otro chico y una chica, los tres eran muy parecidos, pero el chico llamado Han traía el uniforme correctamente utilizado, el otro chico en vez de la chaqueta de la escuela traía un poleron cualquiera y la chica vestía de igual manera, solo que utilizando la falda. — El día de hoy les quería presentar a sus nuevos compañeros de clase. Es un agrado para mí tener de alumno a alguien tan ejemplar como el joven Han — sonrió con orgullo, aunque eso le daba mucha desconfianza. Todo en su profesor le daba desconfianza, quizás y solo quizás, era como porque siempre se empecinaba contra Yoongi.

— Muchas gracias, profesor — dijo, sonriendo. Jimin se preguntaba si no le dolían las mejillas de sonreír tanto — Mi nombre es Han y junto a mis hermanos somos nuevos, nos mudamos hace poco — comenzó presentándose — espero tener una buena convivencia con todos — terminada la frase hizo una seña para que sus hermanos se presentarán también.

— Hannie — hablo la chica, sin ningún interés de presentarse — Y antes que pregunten cualquier tontera, somos trillizos — aclaró.

— Mi nombre es Hansel, no tengo ninguna intención de preséntarme, pero tengo que hacerlo igual — hablo el otro chico, recibiendo una mala mirada de su hermano.

— Muy bien, pueden tomar asiento — dijo el profesor.

Han, que al parecer había notado su presencia desde su entrada al salón, comenzó a caminar directamente hacia el. El primer pensamiento en su cabeza era colocar su mochila en el asiento de al lado, para hacerle saber que no estaba disponible, pero eso habría sido muy grosero. Por lo que no hizo nada hasta que el chico ya se encontraba sentado a su lado.

— Hola — saludo alegremente — El destino hizo de las suyas y terminamos siendo compañeros. Jimin sonrió, aunque incómodo, ya que en su garganta se encontraban atoradas las palabras. Quería decirle que el asiento ya estaba ocupado, pero no podía.

— ¡Disculpe la tardanza! — la voz, que reconocía perfectamente, de Yoongi lo hizo prestar atención hacia la entrada, dónde se encontraba el chico totalmente agitado y desordenado.

Sonrió disimuladamente. Ese el Yoongi, su Yoongi.

— No me sorprende para nada — murmuró él docente, mirando sin ánimos al chico — Adelante, señor Yoongi, busque un asiento — para su sorpresa el chico no había recibido ningún regaño.

El pelinegro también se encontraba sorprendido pero no había dicho ningún palabra, para no despertar el enano gruño que su profesor llevaba dentro. Cuando su vista se fijó en el, no pudo hacer nada más que sonreír triste, no sabía que decir. Y aunque había querido pedirle a Han que se cambiara de asiento, no contado con el valor para hacerlo.

Yoongi correspondió la sonrisa, caminando hacia el asiento que se encontraba frente a el. A su lado Hannie ocupaba el asiento compañero, no sabía porque Hansel no había ocupado el asiento a un lado de su hermana pero tampoco iba a preguntar.

— Hola — susurro mientras tomaba asiento.

— Hola — respondió Jimin emocionado. Se sentía como saludarlo por primera vez. Aceptar sus sentimientos había hecho que los nervios de estar junto a él aumentarán. Ya no era Yoongi, su compañero amable y divertido a quien ayudaba con tareas. Ahora era el chico que le gustaba, era un Juwon al que quería conquistar — ¿Por qué llegas tan tarde? — pregunto bajito, aunque el sabía muy bien la respuesta.

— Me quedé dormido, mi mamá tenía turno temprano por lo que no pudo despertarme — susurro avergonzado. Jimin sonrió comprensivo — Además San me pidió que le comprará cartulinas porque se le habían olvidado ¿Sabes la travesía que tuve que hacer para conseguirlas? — se quejo. Jimin se rio bajito.

— Yoongi ¿Algo que compartir con la clase? — la voz de su profesor los hizo dejar de hablar de golpe. Además ya tendrían tiempo en el recreo para hablar.

— La conversación sobre cartulinas, al parecer — respondió Hannie, su cara le decía que se encontraba molesta y Jimin no lograba descifrar el porque.

Durante la clase no pudo volver hablar con Yoongi, pero si con Han, que ocupaba cualquier momento para sacar algún tema de conversación con su persona. Jimin no era muy hablador y si lo era, solo lo llegaba a ser con personas de confianza como Woo, Yoongi y San. El otro dato extraño, era que el profesor ocupo cualquier oportunidad que tuvo para halagar de cualquier manera a su nuevo compañero. No sabía si era la reencarnación de Aristóteles o porque mierdas le daba tanta importancia.

Al terminar la clase guardo sus cosas, tenía un poco de hambre por lo que quería ir a la cafetería. Espero que Yoongi guardara sus cosas para poder salir del salón.

— Quiero ir a comprar algo para comer, Woo en la mañana se comió mi pan favorito — se quejo, contándole sus desgracias al amor de su vida.

Yoongi rio, al parecer le daba ternura cuando se comportaba de esa manera. Pero el no sabía si era algo malo o bueno — ¿Quieres ir a la cafetería? — pregunto, Jimin asintió, feliz y emocionado. Debería empezar a calmar sus pensamientos o si no terminaría emocionado por respirar su mismo aire.

— ¿Podemos acompañarlos? — no había notado que Han y sus hermanos aún se encontraban en el salón. Yoongi miro al chico, confundido, ya que no lo conocía.

— Yoongi, el es Han, se acaba de mudar — lo presento.

— Un gusto — saludo sonriendo, el pelinegro saludo con su mano, un poco inseguro — Ellos son mis hermanos, Hannie y Hansel — le dijo a Yoongi, que solo asintió.

— ¿Vamos a ir o no? — pregunto la chica, algo cabreada.

Jimin asintió. Comenzando a caminar junto a Yoongi, como le era de costumbre, pero se sentía muy extraño caminar con otra persona acompañándoles y también que es persona hablara por todo. O más bien le hablara a el.

Al llegar a la cafetería se repartieron para comprar algo para comer. El fue el primero en terminar, indicándole a Yoongi dónde se encontraría sentado.

Sentado ya, tomo el pan que deseaba comer y una leche de plátano para tomar su desayuno. Cuando sintió que alguien se sentaba a su lado, ya estaba listo para comenzar hablar, pero se dió cuenta que esa persona no era Yoongi, por lo que se callo de inmediato.

— ¿Cuánto tiempo llevas en la escuela? — pregunto Han. El pelinegro llegó unos segundos después, no dijo ni una palabra y se sentó frente a ellos.

— Cuatro años — respondió.

— ¿Y tú, Yoongi? — pregunto está vez dirigiéndose al pelinegro. Al que pudo notar algo desanimado, pero no sabía el porque.

— Lo mismo — respondió.

— Entonces deben ser amigos desde hace mucho tiempo — supuso.

— En realidad solo somos amigos desde este año, antes no habíamos hablado mucho — respondió Jimin sincero. Han asintió sonriendo. Ya le estaba cabreando un poco que sonriera para todo, Woo le bajaría la sonrisa de una patada.

Y como si de invocar al diablo se tratara, Woo había llegado, logrando apartar a Han de su lado para tomar su lugar. Ni siquiera había pedido permiso o sido amable.

— ¿Quien es el cara de Barbie? — pregunto, claramente refiriéndose al desconocido chico. Le dió una disimulada patada por debajo de la mesa para que se callara — ¡Auch! Esto se está volviendo costumbre.

— Es mi nuevo compañero, se llama Han — lo presento. El chico, al parecer incómodo con la presencia de Woo o quizás intimidado, sonrió débilmente.

— ¿Y que? ¿Tus papás son fotocopiadoras? — pregunto está vez San, que ni siquiera había notado cuando se había sentado a un lado de Yoongi. Al chico se le estaban pegando la mañas de Woo — Porque acabo de ver dos personas con tu misma cara — le dijo.

Han se rio un poco por las palabras del castaño — Son mis hermanos, somos trillizos — respondió algo avergonzado — ¿Y tú eres? — pregunto está vez dirigiéndose a Woo.

Antes de que su hermano pudiera responder, los dos hermanos de Han llegaron a la mesa sentandose a un lado de San y Yoongi, no sabía cómo habían caído los cuatro en una sola banca, pero al conversación entre Han y Woo le tenía más preocupado que eso.

— Yo soy Woo, el hermano mayor de Jimin — sonrió, pero el conocía muy bien lo falsa que era su sonrisa — El castaño bonito es San, mi novio — presento al chico, haciendo que solo se riera con vergüenza — Y el cara de que le quieren quitar su pancito, es Yoongi, el novio de Jimin.

Su cara se enrojeció ante las palabras de su hermano, al igual que Yoongi que solo pudo agachar la cabeza avergonzado. Le había tomado muy por sorpresa las palabras de Woo, el mismo que ayer decía querer matar al chico, ahora lo presentaba como su novio. Nunca iba a comprender la cabeza de su hermano.

— No sabía que eran novios — murmuró Han — Jimin nunca me lo dijo.

— Es que ellos son muy reservados y tímidos, ya sabes, primer amor — contesto Woo con total simpatía.

— ¿Podemos cambiarnos de mesa? Estar así se me hace muy incómodo — le pidió Hannie a sus hermanos.

— Si, está bien — respondió Han, tomando sus cosas — Luego nos vemos, Jimin — dicho esto se retiró junto a sus hermanos.

— Luego nos vemos, Jimin — Woo imitó sus palabras con un claro tono de burla en su voz — Luego nos vemos en el infierno, maldito — murmuró enojado.

Jimin le soltó el manotazo que había estado conteniendo — Eres tan insoportable Woo — le gruño — ¡Ayer me dijiste tantas cosas! Y ahora me sales con esto — no estaba complemente enojado, más bien avergonzado. Porque por el no había ningún problema de presentar a Yoongi como su novio, el problema era que si el chico se llegaba a sentir incómodo.

— Recuerdas mis sabías palabras; Mejor diablo conocido, que diablo por conocer.

Espero les guste.

Quiero decirles que si podrían darle oportunidad a mis demás historias se los agradecería mucho, tal vez alguna sea de su agrado.

No olviden votar o seguirme (aunque no es muy necesario seguirme pero se lo agradecería igualmente)

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