06




Estaba soñando. Con una cara palida, ojos verdes claros, una boca con labios pequeños, cabello castaño claro, casi llegaba a rubio, su rostro con facciones delicadas pero que arrugaba el ceño cada vez que alguien lo molestaba...

Esperen. Esto estaba siendo muy específico. Demasiado, específico, el único chico con ojos tan hermosamente verdes que conocía era...

— ¡San!.— grito despertando de golpe. Se sentó en la cama asustado ya que el sueño era muy real.

— Por favor, ¿dime qué no estabas soñando con ese San?.— pregunto Jimin desde la puerta.

— ¿Que haces aquí?.— pregunto confundido.

— Venía a despertarte, se hace tarde para ir a la escuela.— le dijo.— ¿Te gusta San?.— sonrió un poco.

— ¿San su amigo?.— Jun entro como perro por su casa caminando hacia su armario mientras buscaba en el interior.

— ¿Ninguno de ustedes sabe lo que es la privacidad?.— pregunto acostándose nuevamente ya que se encontraba un poco avergonzado.

— Lo dice el que siguió a su hermano menor a escondidas.— le dijo Jun sin mirarlo.

Jimin solo hizo una seña dándole a entender que estaba en acuerdo con su hermanita.

— Me llevo este suéter.— le dijo Jun saliendo de su habitación sin si quiera dejar que Wooyoung reclamará o algo.

— Levántate que se hace tarde.— le dijo Jimin dispuesto a irse.— Otro día sigues soñando con San.— le sonrió para luego salir corriendo sin dejar que reclamará.

Suspiró mirando el techo. ¿Que carajos le pasaba? ¿Que estaba pasando en su subconsciente? El sueño era tan detallista, no era nublado, no era borroso, cada una de las facciones de San se destacaban perfectamente. Ese era el verde exacto de su ojos, no había otro verde como el de sus ojos y el había soñado con ellos como si fuera verdad.

Este era el primer sueño que no era tan raro como Bob esponja siendo un dictador apoderándose del mundo y el era un Avengers junto a los jóvenes Titanes. Bien. Si veía mucha caricatura pero al menos lo consideraba mejor que los doramas que sus hermanos y mamá gustaba ver, incluso Jungkook lloraba con ellos. Eran horribles.

Tomo aire e intento no pensar en su sueño mientras comenzaba a alistarse para su día. Cuando se encontró listo bajo encontrándose con su familia desayunando.

— ¿Por qué gritaste "San"?.— pregunto su madre.

Mierda. Había gritado muy fuerte.

— Primero que nada, buenos días.— dijo intentando desviar el tema.— ¿Dónde está la educación en esta casa?.

— Si, grito "San" yo estaba en su puerta, lo escuché claramente.— afirmó Jimin recibiendo una mirada acusadora de parte de su hermano mayor.

— Mamá, Jun y Jimin no respetan mi privacidad.— reclamó haciendo un puchero, Taehyung lo miro.

— Tu no conoces la palabra privacidad. Si la conocieras no hubieras espiado a Jimin.— le dijo volviendo su atención hacia su desayuno.

— ¿Cuando van a superar eso?.— pregunto su papá aburrido del tema.

— Cuando esté seguro de que no lo volverán hacer.— le respondió su esposo.

— Por mi parte puedes estar seguro, mientras sea Yoongi, porque si es otro chico puede que lo vuelva hacer.— le respondió Woo comenzando a comer.

— ¿Desde cuándo eres tan traicionero?.— le pregunto el rubio ofendido con su hijo.

— Se supone que están en un tregua.— dijo Jimin comiendo cereal.

— Tregua mis pelotas.— murmuró Jungkook recibiendo una palmadita de parte de su esposo.

— Además dije que no lo espiare más, no afirme que estoy conforme con su cercanía, aún puedo golpearlo.— habló.

Jimin lo miro mal por sus palabras.— Yoongi no es una mala persona.

Wooyoung sabía eso. Aunque aún sintiera un odio por las veces que tuvieron peleas en el colegio sabía que el chico no era mala persona, menos cuando se trataba de Jimin, siempre lo había defendido y cuidado de muchas maneras. Por eso su desconfianza aún se mantenía, si trataba de manera especial a Jimin era porque algo había. El desconfiaba mucho de las personas que rodeaban a su hermano, sabía que había muchos chicos de su colegio, incluso mayores, que gustaban de el haciendo comentarios para nada adecuados sobre un menor de edad. Sabía que había muchos acosandolo o haciendo apuesta de quién lograba darle un beso o incluso tener relaciones con el. El sabía lo asqueroso que podían llegar a ser esos chicos, por eso protegía y desconfiaba de cada chico que se le acercaba. Yoongi no era la excepción, aunque él no haya hecho ninguna de sus cosas no conocía sus verdaderas intenciones y podía hacerle algo a sus espaldas.

Después del desayuno fueron llevados al colegio por su padre ya que quedaba cerca de su trabajo y así su mamá no debía conducir demás.

Al llegar al establecimiento se separaron para que cada uno pudiera ir a su clase. Camino con la cabeza alta sabiendo que a su paso muchas personas lo miraban. No negaba que recibía varías propuestas de salida pero las rechazaba todas, no estaba interesado en salir con el alguien en ese momento. Había salido con un par de chicas y uno que otro chico, pero nunca había generado un lazo afectivo que le provocará tener pareja. Las chicas que había salido eran bonitas, no negaba que las mujeres eran hermosas pero ¿Alguna de ellas tenía ojos verdes como el bosque? No, ninguna.

Al llegar a su clase lo primero que hizo fue buscar su asiento, que sin hablarlo, compartía con San desde que se había conocido. Camino hacia su lado tomando asiento.

— Hola.— saludo. El castaño lo miro unos segundos y luego le sonrió levemente.

— Hola, Woo.— respondió fijando su verde mirada con la de Wooyoung.

Verde, verde, verde. El verde era el mejor color del mundo. El verde era naturaleza, árboles, aire limpio, amazonas, césped, musgo, pinos, sauces, el verde era profundo y maravilloso. Pero aunque juntaran todos los verdes del mundo ninguno podría llegarse a comparar con los ojos de San. Todo el color verde, la vida que contenía ese color había sido puesta en sus rasgados ojos. Wooyoung nunca se había puesto a pensar cuál era su color favorito, ya que todos los colores estaban bien por el. Pero ahora, justo en ese instante supo que su color favorito era el verde, pero no cualquier verde, tenía que ser el de sus ojos.

Mierda. ¿Que era esa extraña sensación que se sentía en su estómago? ¿Que mierda era eso? ¿Estaba enfermo?.

— Saquen sus cuadernos para anotar las instrucciones del trabajo.— el profesor hizo que su atención volviera al mundo real. Se sintió avergonzando por haberlo mirado durante tanto tiempo o quizás solo fueron unos segundos, pero para el se sintió como la eternidad.— El trabajo valdrá el 40% de la calificación final así que deben hacer su mayor esfuerzo.

Escucho algunas quejas que poco le importaron ya que en su cabeza solo se repetía la imagen de la infinidad de sus ojos y la extraña sensación como si alguien se estuviera comiendo su páncreas o cualquier órgano que estuviera en cerca de su estómago.

— Dejen de quejarse, se les permitirá hacerlo en parejas.— les dijo el profesor comenzando anotar instrucciones en la pizarra. El bullicio se hizo más fuerte mientras conversaban sobre las parejas que formarían para realizar el trabajo.

Bien. Tenía que hacerlo. Debía pedirle que fuera su compañero ¿Pero como lo hacía? Estaba nervioso con su cercanía y ni siquiera sabía porque.

— San...— llamo su atención. El castaño se giró a mirarlo inmediatamente, sus ojos parecían más brillantes en ese momento.

Bueno. Concéntrate que no todo en esta vida son sus hermosos ojos verdes. Podría, pero no.

— ¿Quieres hacer el trabajo conmigo?.— pregunto sonando tímido.

Tímido. Cuando en sus dieciocho años se le había pasado por la mente que estaba actuando tímido. El no era así, el no se avergonzaba fácilmente, el no se sentía nervioso por cosas tan mínimos, el nunca se había sentido atraído por unos ojos.

— Si, claro.— respondió rápidamente, sin darse cuenta que los nervios dentro de Wooyoung estaban a flor de piel.

Wooyoung estúpido, comportate.

Ambos fijaron sus miradas en la pizarra dejando escapar un bufido. Era un trabaja terriblemente largo y pesado, y Wooyoung no sabía cómo podría concentrarse con los ojos de San para distraerlo ¿Que iba hacer? ?Pedirle que usará lentes oscuros?.

— Odio literatura.— se quejo San dejando caer su cabeza sobre la mesa.

— Somos dos, no sé cómo vamos a terminar ese maldito trabajo.— se quejo también haciendo lo mismo con su cabeza.

— Wooyoung y San ¿Tienen algo que compartir con la clase?.— la voz del profesor los hizo retomar la postura.

— ¿Quieren compartir la noticia de su relación?.— escucho como uno de sus compañeros se burlaban.

— Si, pero les informo que ninguna está invitado a la celebración. Solo entra gente que tenga más de dos neuronas, espero puedan comprender.— respondió Woo sonando falsamente amable.

San soltó una risita intentando disimular su diversión por la respuesta del pelinegro.

— Continuemos con la clase.— ordenó el profesor.


Después de terminar las clases Jimin decidió acompañar a Jun a comprar alguna cosa rara que su hermana siempre quería sin razón alguna. Así que estaba caminando hacia la salida junto a San, ambos estaban un poco cansados ya que aunque los adultos creyeran que por ser adolecentes no debían cansarse no era así. Estar todo el día prácticamente encerrados, conviviendo con gente que muchas veces no es de tu agrado, quemando tu cabeza por entender porque si no entiendes te sientes insuficientes. Teniendo que aguantar el bullicio, el mal humor de algunos profesores, tener que aguantar competir cada día por quién tiene las mejores notas. Tener que estudiar no por el deseo de saber, si no que por el miedo a fracasar. No sé estudia para aprender se estudia para rendir una prueba que supuestamente mide tus capacidades ¿Pero dónde queda el arte, la música, la salud mental, el ahorro, la educación sexual, la prevención de las drogas? ¿Dónde quedaban los pasatiempos? ¿Dónde quedaba el autoestima?.

— ¿Podemos comenzar el trabajo hoy?.— pregunto San sacándolo de su burbuja.

— Umm, creo que si, solo tengo que avisarle a mis padres.— Dijo intentando sonar calmado.

¿Cómo podia una persona que conocía hace poco tiempo ponerlo tan nervioso como nunca había estado en su vida? Ni cuando se metía en peleas y sabía que su madre lo regañaria se sentía así.

Sintió su celular sonar así que lo tomo para darse cuenta que Yeonjun lo estaba llamando. Demasiado raro, al menos que quiera usarlo como repartidor otra vez.

— ¿Que quieres?.— pregunto contestando.

— ¿Estás ocupado?.— escucho como preguntaban al otro lado de la línea.

— Si es para que te lleve algo porque estás tan concentrado viendo doramas, si, estoy ocupado.— le respondió. Vio como San sonreía a su lado.

— Woo, cuñado idiota, necesito que me acompañes, por favor.

Bien. Ahora se sentía preocupado, la voz de Yeonjun sonaba nerviosa o quizás un poco temerosa.

— ¿Que paso? ¿Estás bien?.— pregunto rápidamente.

— Te cuento todo, pero por favor ven. Te mando la dirección por mensaje.

Dicho esto corto dejandolo más preocupado de lo que estaba.

— ¿Paso algo?.— pregunto San ya que seguramente su cara demostraba preocupación.

Su celular vibró por el mensaje que llegaba. Su preocupado aumento mucho más cuando al apretar la dirección el GPS le indicaba que era un hospital.

Mierda.

— Ven, Yeonjun me necesita.— tomo la mano de San y comenzó a caminar rápidamente sin detenerse a pensar mucho.

Luego pensaría en lo pequeña que eran sus manos y en lo bien que encajaban con las suyas. Ahora no era momento para esas cosas.

Tuvieron que prácticamente correr algunas cuadras para llegar al hospital que Yeonjun le había mandado la dirección. Entraron buscando con la mirada al pelirrojo y lo encontraron sentado en una de las sillas en la sala de espera. Se veía nervioso ya que sus pies se movían y mordía levemente sus dedos.

— Yeonjun ¿Que paso?.— le hablo caminando hacia el. El pelirrojo levantó su mirada dejando ver su cara de completa preocupación y miedo. Wooyoung no dudo en caminar hacia el para abrazarlo, el mayor tampoco dudo en devolverle el abrazo sintiéndose reconfortado.

— Wooyoung, tengo miedo.— respondió escondiéndose en sus brazos.

— ¿Que paso? ¿Estás bien? ¿Soobin está bien?.— pregunto sin comprender.

Yeonjun se separó de el para mirarlo a los ojos, luego le entrego un papel que no había notado que tenía en sus manos. Lo recibió extrañado, lo abrió comenzando a leer lo que el papel decía. Sus ojos se abrieron grande mientras comenzaba a reeleer lo que ahí decía, lo hizo una y otra vez sin poder creecerlo.

— ¿¡Estás embarazado!?.— grito llamando la atención de las demás personas que ahí se encontraban.

San le pegó un codazo para que bajara la voz.

— ¡Voy hacer abuelo!.— susurro como si gritara.— ¡No! ¡Voy a ser tío!.— se corrijo.

— ¡Estoy asustado! Y tú lo único que piensas es en ti mismo ¡Piensa en mi! Yo no sé cuidar niños, solo se criar gatos.— se quejo haciendo un puchero.— ¿Que va pensar Soobin? Nosotros nunca hemos hablado de tener hijos, ni siquiera sé si él quiere tener hijos conmigo.— parecía que en cualquier momento iba a llorar.— ¿¡Que vamos hacer con un bebé!?.— siguió quejándose.

— ¿Cómo que van a hacer? ¡Es Soobin! Es la persona sin hijos con más experiencia en criar bebés ¿Recuerdas? El me crió a mi y a Jimin cuando solo era un niño, el nos mantuvo con vida y aprendió a cuidar dos bebés sin ayuda de nadie, sabe cantar canciones de cuna, preparar biberones, sabe cambiar pañales, sabe cómo bañarlos, sabe absolutamente todo sobre bebés. Estoy aquí, vivo, gracias a Soobin.— intento convencerlo.

Pero sus palabras lograron todo lo contrario al parecer ya que Yeonjun comenzó a llorar.

— ¡Tienes razón!.— lloro fuertemente.— Soobin va ser el papá más genial del mundo.

— ¿Ves?.— se acercó a abrazarlo para calmarlo.— Van a ser muy buenos papás, además tienen a los míos para apoyarse. Y me tienen a mi como el tío más guapo del mundo, y a Jimin como el tío más inteligente del mundo. Incluso tienen a Jun...y ojalá no sea como Jun, pobrecitos de ustedes.— le dijo recordando las veces que tuvo que corretear detrás de su hermana.

— Ojalá tengo el cabello de Soobin.— le dijo riendo.— Y mis ojos.

— Seguro se parecerá a mi, los niños siempre se parecen al tío más guapo.— intento bromear.

— Entonces se va parecer a Jimin.— se burló Yeonjun secando sus lágrimas.

— ¿Quieres que te acompañe para contarle a Soobin?.— le pregunto sonriendo.

— Nop. En realidad le mandé un mensaje diciendole.— dijo con una mueca.

— ¿Le contaste por mensaje que iba ser papá?.— pregunto incrédulo. El pelirrojo asintió.

— Y luego apague mi celular.— murmuró avergonzado.

— ¿Y le dijiste al menos dónde estabas?.— pregunto recibiendo una negación de parte del mayor.

No podía creer que se estaba comportando tan maduro como Jimin, manejando completamente la situación.

Tomo su celular para marcarle a su hermano, debía estar vuelto loco.

— Hol...— alcanzo a decir antes de que Soobin gritara.

— ¡Woo! Ayúdame a buscar Yeonjun. Dios mío ¡Woo! Yeonjun está perdido y tiene un bebé ¿Me entiendes? Yo puse un bebé dentro de el ¡Y no sé dónde está! ¡Wooyoung tienes que llamar a la CIA!.

Iba a reírse. Lo hubiera hecho si no tuviera que mantenerse serio por el bien de la mente de su hermano.

— ¡Soobin! Yeonjun está conmigo.— escucho un gran grito al otro lado que incluso tuvo que apartar el aparato de su oído por miedo a quedarse sordo.

— ¿¡Está bien!? ¿¡Mis dos bebés están bien!? ¿¡Dónde están!?.

Continuo gritando que incluso se podía escuchar alrededor.

— ¡Están bien! Cálmate un poco, te mando la dirección por mensaje.— como Yeonjun había hecho con el, simplemente corto y le mando el mensaje para que Soobin pudiera encontrarlos.

— Wooyoung, estoy orgulloso de ti. Mi bebé tendrá un tío inteligente y otro medianamente inteligente.— dijo acariciando levemente su pancita.

Esperaron sentados unos minutos porque Soobin no tardo en llegar corriendo. En cuanto el pelirrojo lo vio salió corriendo hacia sus brazos, dejando que el pelinegro lo abrazara y protegiera.

Woo sonrió feliz. Iba ser el tío más cool del mundo.

— Eres un buen cuñado y buen hermano.— le dijo San sonriendole. Wooyoung miro sus labios unos segundos y luego concentró sus ojos en el verde que tanto adoraba.— He notado que eres un soporte para tu familia, un apoyo, una contención.— hablo sin apartar la mirada.— Pero me preocupa saber si tú tienes una persona que te contenga, a tí.

— Mi mami.— le respondió sin pensarlo dos veces.

San rio cerrando sus ojos bonitos.

¿Otra vez esas malditas cosas en comiéndose su páncreas? ¿O que pasaba? ¿El también estaba embarazado?.

¡Maldito Espíritu Santo!.

Hola, espero y les guste el capítulo.

Quiero decir que
yo había dejado en un inicio
que iba a hablar más de los hijos
que del kookv, pero si iba a ver leves
menciones de ellos, si no te gusta
los demás shipp que serán mencionados te puedes retirar.

No tenía luz y de paso el internet y el capítulo ya lo tenia ese mismo día pero no lo pude publicar.

♡♡

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