01


Dedicado a todas las lectoras que le encanta esta adaptación espero y lo disfruten. <3

♡♡

— Woo, te doy dos segundos para que te levantes o haré que Perséfone te orine la cabeza.

Maldita escuela. No importa quien haya sido el de la brillante idea de crear la escuela, es un ser miserable y esperaba que se estuviera retorciendo en el infierno.

— ¡Woo! Estoy hablando en serio.— claro que hablaba en serio. Usaba el mismo tono de voz que cuando su padre se intentaba pasar de listo.

— Cinco minutos más...— se quejo volviéndose para quedar boca a bajo.

— ¡Perséfone! Gatita, venga acá.— grito su madre llamando al animal.

Maldita gata. Maldito Yeonjun por regalarle ese animal a su hermano. Y maldigo Jimin por ponerle un nombre raro a su gata.

Intento volver a dormir hasta que sintió como le lanzaban agua fría que lo hizo ponerse de pie inmediatamente mientras miraba asustado. En el marco de la puerta se encontraba su mamá mirándolo con una sonrisa malvada, y también su hermana menor que tenía un balde en sus manos.

Maldita Jun.

— Hacele caso a mamá o la próxima vez te inundó la habitación.— dijo su hermana para luego retirarse.

— Esa es mi niña.— hablo orgulloso el pelinegro, por el cual al parecer no pasaban los años ya que mantenía su belleza. Luego lo miro.— Aprende a dormir con pijama, por favor.

Dicho eso se retiró dejándolo aún atontado por el agua. El mínimo necesitaba unos treinta minutos para despertar completamente. Se miro viendo sus boxer empapados. Si Jun lo iba a despertar de esa manera siempre, iba tener que ponerse algún pijama como su madre le había indicado.

No le encontraba el caso de usar pijama, el dormía solo, hacia calor y nadie lo iba ver así y si lo hacía alguien, ese alguien sería su familia ¿Dónde estaba el problema?. Tembló un poco por el frío que sentía y camino hacia la ducha para alistarse.

Wooyoung ya no era tan energético como antes, tampoco hablaba mucho y hacia preguntas por todo, había crecido bastante, medía casi lo mismo que su hermano mayor. En la escuela era un alumno promedio, no resaltaba ni tampoco le iba tan mal, aunque quisiera tener mejores notas. Había salido con un par de chicas y chicos pero nunca había llegado a tener una relación formal o enamorarse de verdad. Su padre hacia bromas sobre que cuando sintiera abejas en su estómago por una persona, esa era la persona indicada. Aunque al le pareciera ridículo y poco romántico ¿No sé suponían que eran mariposas?.

Soobin le seguía el juego sobre las abejas, aunque estaba seguro que su hermano si estaba enamorado. Había conocido a Yeonjun en su adolescencia y ahora siendo adultos jóvenes aún permanecían juntos, no sabía como el pelirrojo soportaba el carácter de su hermano mayor. Para el, ambos eran el uno para el otro, no sé imaginaba a Soobin sin Yeonjun o a Yeonjun sin Soobin. ¿El podría encontrar un amor así? Solía aburrirse rápido de sus amores pasajeros, no creía que podría perdurar tanto como sus padres.

Cuando estuvo listo y con el uniforme de la escuela puesto, bajo a desayunar. Era su último año de escuela para luego continuar la universidad, aunque no decidiera que es lo que quería estudiar, sus padres no lo presionaban respecto a eso. Ellos habían dicho que podía tomar la decisión que quisiera y en el tiempo que estuviera listo, no tenía que hacerlo todo como la sociedad esperaba que lo hiciera.

En el comedor se encontraba toda su familia. Sus padres habían decidido no tener más hijos después de Jun y aunque le gustaba tener una bebé en la casa, agradecía que fuera la última. Jun había terminado con todas las energías de su familia, desde pequeña había sido un torbellino y no había cambiado en nada. Se sentó frente a Jimin y lo miro, su pequeño hermano vestía su uniforme, su cabello peinado y sus anteojos. Jimin era su bebé, a pesar de que ya tuviera 15 años, para el y su familia siempre seguiría siendo su bebé. Nadie nunca podría ponerle un dedo encima, porque tenía tres grandes hombre dispuestos a pelear por el.

— ¡Que elegancia la de Francia!.— bromeó su papá mirando a Jimin.

— Me visto siempre así para la escuela ¿Por qué estás bromeando ahora?.— le pregunto Jimin sonriendo.

— Porqué todos los días me preguntó si te crié yo o no. ¡Pareces un príncipe!.— no sabía si le estaba haciendo un cumplido o una broma.

— Tu no lo habrás criado, pero yo si, obviamente es hijo mío.— le sonrió Taehyung.

— Claramente...yo no podría haber criado un ser tan maravilloso.— Jimin le sonrió.

— ¿Y nosotros que?.— pregunto Woo refiriéndose a su hermana y a él.

— Ustedes claramente son hijos míos. De tal palo, tal astilla.— no iba a preguntar en qué sentido estaba diciéndoles eso.— ¿Y el ingrato? ¿Cuando nos visitará?.

— Deja de hablar así de Soobin. Y supongo que pronto, el trabajo lo mantiene ocupado.— respondió Taehyung y se encogió de hombros.

— ¿Y la garrapata que? ¿No puede venir solo? Se supone que soy su suegro favorito.— reclamó.

— También está ocupado. Deja de molestar, pareces un anciano.— le regaño su esposo.

— Cuando me den nietos, ahí sí seré anciano, antes no, mi vida.

Wooyoung río. Su padre no había cambiado para nada, creía que Taehyung había tenido que criar cinco niños en vez de cuatro.

— Antes ni quería a Yeonjun y ahora hasta nietos quieres.— le dijo Taehyung.

— Sería cool tener un sobrino.— murmuró Jun.— Pero cómo van las cosas yo creo que Wooyoung va tener hijos antes que Soobin.

— ¡Ni de loco!.— le dijo. El no podía ni cuidar bien de el como para hacerse cargo de alguien más ¿Quien carajos lo despertaría para llevar a sus hijos al colegio?.

— Entonces Jimin...— respondió Jun. Jimin la miro sorprendida.

— ¡Primero tendrá que pasar sobre mi cadáver!.— le dijo Jungkook.

— Y sobre el mío.— agrego Woo mirando a su hermano para que se retractara con sus palabras.

— ¡Que alguien me de paciencia!.— bufo Taehyung.

Jimin y el iban a la misma escuela, cosa que agradecía ya que así podía mantenerlo vigilado, y vigilar a los idiotas que le rondaban. No mentía cuando decía que su hermano era un imán de imbéciles, la mitad de la escuela gustaba de el. Pero Jimin siempre había rechazado a cada tipo que se le acercaba, cosa que lo hacía sentir orgulloso, y si alguien insistía más de la cuenta recibía una no muy tranquila amenaza de su parte.

Por su parte también tenía bastante personas detrás de él, pero como ya había mencionada nunca había podía durar mucho con alguien o tener una relación más formal.

Se separó de su hermano para caminar hacia su salón. Hablaba con algunos de sus compañeros y solo a pocos consideraba amigos, ya que más de un imbécil se había querido hacer el amistoso para conseguir acercase a su hermano. Se sentó en una asiento vacío, ya que no tenía con quién más sentarse. Se acomodo en su asiento, esperando la llegada de algún profesor, ni siquiera recordaba que clase le tocaba.

El profesor no tardo en llegar, pero esta vez venía una persona a su lado. Wooyoung no le dió mucha importancia y se puso de pie para saludar.

— Buenos días, alumnos.— saludo el profesor. Los presentes no tardaron en responder el saludo.— Tenemos una nueva alumna.— hablo logrando que toda la atención se posara sobre la nueva persona.— Preséntate por ti misma.

— Hola, mi nombre es San, y no soy mujer.— hablo suave. Todos comenzaron a murmurar, cosa que le parecía de muy mal gusto.

— Lo siento pero en tu ficha salías como sexo femenino.— dijo el profesor sin ganas de discutir, ni de pedir disculpas.— Toma asiento.

Su pelo era de color castaña oscuro, su cara daba un aspecto delicado, sus ojos eran verdes. Sus compañeros no dejaban de murmurar cosas, mientras el caminaba hacia su lado ya que el asiento se encontraba vacío.

Quería decirle algo, pero no sabía que decir, ni tampoco sabía el porque su necesidad de hablarle. Se quedó callado mientras el profesor procedía a dar su clase, sabía que su compañero de asiento se encontraba nervioso. Era de esperarse, una nueva escuela, nuevos compañeros y además nuevos compañeros estúpidos que no dejaban de mirarle a cada instante.

— Ya sé que soy hermoso y que quieren mirarme siempre, pero dejen de hacerlo porque no es agradable.— les dijo en voz alta a sus compañeros para desviar la atención. Algunos se avergonzaron y retiraron la mirada.

— Joven Jeon, no tiene permitido hablar si no levanta la mano.— le regaño el profesor.

— Disculpe.— dijo falsamente. Al menos había logrado que desviarán su vista para que dejarán de hacer sentir mal a su compañero. No sabía de dónde había salido tanta preocupación por el chico, se excuso en su cabeza diciendo que sus padres le habían enseñado a ser amable con todo el mundo.

— Gracias...— le susurro el chico a su lado.

Wooyoung sonrió complacido.— De nada.— respondió.— ¿Cuántos años tienes?.— pregunto.

— Dieciocho.— respondió San.

— ¿Te mudaste de ciudad?.— siguió preguntando.

— Si, lo hice hace unas semanas, no conozco mucho de aquí.— le respondió avergonzando. Ambos susurraban para que el profesor no les escuchará.

— Te acostumbrarás rápido, es un buen lugar para vivir. Serás un chico feliz aquí.— le sonrió.

San lo miro sorprendido unos segundos para luego sonreírle sinceramente.

Usar los pronombres correctos podía cambiar completamente la vida de una persona. Hazlo, no te cuesta nada.

Jimin se encontraba sentado en los asientos finales. Aunque el tuviera buenas notas nunca se había considerado uno de los niños inteligentes que se sientan al frente, es más le gustaba estar atrás donde pasaba desapercibido. Lo único molesto de estar atrás era lo mucho que hablaba su compañero de la fila de al lado. Yoongi hablaba demasiado para su gusto, además de ser muy revoltoso, torpe y se concentraba poco en clases. A veces hablaba muchas tonterías y el tenía que aguantar una sonrisa porque algunas de ellas le hacían gracia.

— No entiendo una mierda.— escucho como se quejaba. Matemáticas no era su fuerte, aunque creía que ninguna materia era su fuerte.

— Cuide sus palabras, Yoongi.— la profesora tenía mucha paciencia con el,  Jimin quizás también le tenía paciencia.

— Para que nos enseñan matemáticas si existen las calculadoras.— se quejo. Jimin contuvo la risa mientras resolvía los ejercicios.— Además no es como si los fuera usar en la vida cotidiana. "Me da la raíz cuadrada, elevada y sacando X".

Díos. A veces quería pegarle un puñetazo para que se callara pero realmente le parecía gracioso todo lo que decía.

— Yoongi, nunca sabes para que la puedes necesitar, así que concentrate.— le regaño la profesora.

Aunque en cierto modo Yoongi tuviera razón. Para Jimin sería más importante que les enseñaran sobre economía o los ahorros, eso sería de más ayuda en su vida que la resolver ecuaciones. Además de que le daban demasiada importancia a las matemáticas ignorando todas las demás materias. Los que sabían de matemáticas o ciencias eran unos genios, pero los demás chicos se sentían inútiles o tontos. No sé valoraban todos los tipos de inteligencias.

Al toque del timbre de dirigió hacia el patio para sentarse cerca de la cancha de fútbol, pero tampoco tan cerca ya que una vez había recibido un balón en su cara. Había dolido bastante pero el problema había sido que Woo inicio una pelea por el golpe que recibió, prefería que su hermano no se metiera en problemas por una tontera.

— Hola, Jiminie.— escucho la voz de su amiga, al verla sonrió.

— ¿Cómo está el chico más codiciado de la escuela?.— pregunto burlándose.

— Deja de jugar con eso, que no me agrada.— le pidió.

— Yo solo digo la verdad, que a ti y a tu hermano no les guste, eso es otra cosa.— se burló. Jimin rodo los ojos aburrido con la situación.— ¿Cómo estuvo tu clase?.

— Bien.

— ¿Yoongi hablo muchas tonterías?.— Yoongi tenía la fama de ser muy divertido pero también muchos lo molestaban con que era muy tonto.

— Como siempre.— respondió intentando ocultar una sonrisa.

Su amiga se mantuvo en silencio hasta que la personas comenzaron a gritar y todos corrían hacia la cancha.— ¡Mierda! Creo que es tu hermano.

Jimin se puso de pie inmediatamente para correr hacia la cancha. Efectivamente era Wooyoung el que se encontraba envuelto en una pelea con Yoongi. Mierda.

— ¡Wooyoung! ¡Detente ahora!.— le grito. Su hermano empujó a Yoongi para alejarlo, el menor intento volver a golpearlo pero Jimin se interpuso. Apenas Yoongi vio al castaño detuvo su puño.

— ¡Tocale un pelo y te dejo sin cara, imbécil!.— le grito Woo enojado.

— ¡A tu hermano nunca le haría daño! ¡En cambio a ti, te destrozaría la cara, idiota!.— le grito furioso.

— ¡Paren los dos!.— les grito Jimin comenzando a cabrearse.

Cómo era de esperarse los profesores y el director llegaron rápidamente para ver qué pasaba, ambos fueron enviados a dirección seguidos por el castaño.

— Esperen aquí, y pobre de ustedes que se vuelvan a pelear.— les advirtieron dejándolos sentados en la dirección, con Jimin en medio de los dos.

— ¿Por qué te peleaste, Woo?.— pregunto a su hermano.

— Porque el idiota me pegó una patada mientras jugábamos.— gruño.

— El empezo, me pegó primero.— atacó  Yoongi.

— Sigue hablando que te vuelvo a golpear.— le advirtió el mayor.

— Inténtalo, imbécil.— le respondió enojado.

— Cállense, en serio no puedo creer que se pelearán por una tontera. Ambos ya son grandes, más tu Wooyoung, peleando con alguien menor que tú.— les regaño.— Y tu Yoongi, no te vuelvas a meter en peleas con mi hermano.

Ninguno de los dos dijo algo ya que cuando Jimin se enojaba llegaba a dar algo de miedo.

Sintieron unos pasos acercarse, los tres levantaron las vista y se encontraron con dos chicos que se acercaban, parecían que también habían estado peleando.

— ¿San?.— Woo se puso de pie mirando a uno de los chicos.— ¿Que paso?.

— Paso que este me comenzó a molestar y me defendí.— respondió el chico llamado San.

— Deja de hablar tonterías, naciste mujer, eres mujer y nunca vas a ser hombre.— se burló el otro.

— Y tu nunca vas a tener cerebro parece.— atacó Woo caminando hacia el chico siendo detenido por Jimin

— No te metas tu, Wooyoung. Mejor quédate callado como el bonito de tu hermano.— contesto sonriéndole a Jimin.

— Cállate tu, que te voy a meter una patada que no vas a poder ni caminar.— esta vez fue Yoongi el que atacó.

— No peleó con niños idiotas.

— Cállate, demuestra que tienes un poco de inteligencia y deja de hablar tonterías.— le reclamo Jimin para intentar calmar el ambiente.

— Al único que le haré caso es a este niño bonito.— le guiño un ojo.

— Ahora si ya valiste mierda.— gruño Woo. Jimin no pudo detener el puñetazo que su hermano le propinó al otro tipo logrando que se moviera hacia atrás.

— Permíteme.— le pidió Yoongi tocando la espalda de Woo, el mayor se corrió un poco dejando que Yoongi le propinara otro puñetazo logrando derribar al chico.

— A ver, sigue hablando, pedazo de mierda.— le grito Wooyoung al chico medio inconsciente.

— ¡Voy a llamar inmediatamente a sus padres!.— el grito del director hizo que el corazón dejara de latirles.

Hola, Díos, somos nosotros de nuevo.

Hola espero y les guste el capítulo.

Color de cabello del kookv: Taehyung (pelinegro) y Jungkook (peli rubio)

Vayan a darle amor a la persona que hizo la portada y banner de esta historia Lespao1206


Pregunteme algo sobre mi, para que me vayan conociendo.

♡♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top