Cargar.
– Amo DIO. . . No creo que así se carga un pequeño bebé. . .
Aquel vampiro sujetaba al bebé de cabeza ¿No se hacía así?
– ¿De que tonterías hablas? Claro que si, miralo, se ve absolutamente feliz.
– ¿No se va a caer?
– No, imbécil.
DIO aventó al bebé y cuando lo iba a agarrar, el niño cayó en el suelo en el que por suerte habían cuerpos que pudieron amortiguar la caída del pequeño.
– Amo DIO. . .
– El esta bien, pero en vez de cargarlo ahora vamos a dejarlo en el suelo. . .
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