Vayamos de compras.
Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.
Los futuros padres estaban sentados en el banco de un gran parque ubicado en el centro de Ciudad Este.
Goku se encontraba dando de comer un poco de pan a unas palomas que se encontraban allí, aunque él mismo también aprovechaba en comer aquella comida.
Bulma estaba pensativa observando el cielo, pues hace unos minutos había abandonado la universidad.
No es que le importase demasiado, pero fueron 3 largos años en aquella universidad. Ahora, todo estaba perdido.
Shizune le había dicho que podría retomar el curso cuando este preparada, pero ya no sería lo mismo.
Empezaría de nuevo el tercer curso, claro, pero sus amigos y compañeros estarían ya en su último año.
"Voy a tomármelo como un reto, y como dijo Goku, saldré adelante"-. Discurrió Bulma esbozando una sonrisa en sus labios mientras se quedaba observando al pelinegro, quien al notar la mirada de su amiga, sonrió.
-¿Me puedes dar un poco de pan? También quiero dar de comer a estas palomas -Bulma habló sonriendo mientras el azabache le extendía un poco de pan.
Cuando Bulma partió aquel pan en pedazos para darle de comer a los pájaros, éstos últimos salieron volando.
La peliazul se quedó con una gota de sudor en la cabeza ante aquel acto y Goku se rascó la nuca con nerviosismo.
-Parece que no le caes bien a los pájaros -dijo el muchacho de ojos ónices con una sonrisa nerviosa.
Ante aquel comentario un aura oscura rodeó a Bulma mientras sus ojos se convertían en llamas de fuego.
-¡¿Qué estás insinuando Goku?! -inquirió Bulma levantándose del banco con cara de pocos amigos.
-N-nada por supuesto -respondió el muchacho moviendo rápidamente sus manos mientras intentaba escapar.
-¿Ah, si...? -Bulma se acercó a su rostro con un aura tenebrosa y los pájaros restantes se alzaron al vuelo.
Más tarde.
Bulma pov.
Íbamos por la calle de la ciudad caminando con sosiego, aunque Goku tenía pequeñas lágrimas en los ojos.
Tuve que darle un buen escarmiento, a veces Goku no mide sus palabras, supongo que es por su inocencia.
La mayoría de chicos me saludaban con rostros embobados, aunque cuando se giraban hacia Goku lo hacían con rostros hostiles llenos de envidia y rabia.
Estarán bastante celosos de él, después de todo está caminando con una belleza como lo soy yo, aunque Goku no parece haberse dado cuenta de ello.
A quién le engaño, creo si tuviera un aparato para leer mentes lo único que vería en la cabeza de Goku es comida y peleas, incluso apostaría mi alma por eso.
Pero Goku estaba cambiando, lentamente pero algo es algo. Venía a visitarme todos los días, hablábamos, nos reíamos bastante, comíamos, etc... aunque siempre acababa preguntando "cuando saldría el bebé".
No sé que pasará con él cuando tengamos a nuestro hijo, ni siquiera sé qué pasará conmigo pero estoy segura de que ambos nos esforzaremos y saldremos adelante.
Mientras caminábamos varias chicas también se pararon para saludar a Goku sonriendo tontamente y en este caso las miradas enormemente hostiles iban hacia mí.
Un instinto se apoderó de mí y me aferré con fuerza al brazo de Goku y les dediqué una mirada pugnaz, por lo que todas acabaron corriendo, alejándose de nosotros.
Seguimos caminando unos metros y yo seguí sin desprenderme del brazo de Goku, ya parecíamos una pareja sin serlo, aunque a Goku le resultaba extraño.
-Oye Bulma, ¿por qué sigues asiendo mi brazo? -preguntó él mientras yo buscaba una rápida excusa, pues no recordaba porqué seguía afianzándome a su brazo.
-Etto... ¿adónde quieres ir? ¿quieres ir a comer algo? -inteligentemente cambié de tema, sabiendo que Goku no podría eludir mi pregunta. Había tocado su tema favorito.
-Claro, vayamos a un buen lugar y comamos, tengo bastante hambre -dijo Goku con su usual sonrisa y di un asentimiento, todavía sin soltar su brazo.
Fin del pov.
Minutos después.
Habían llegado a un local de comida rápida llamado 'Ichiraku Ramen' ubicado a unos metros, en el centro.
Entraron abriendo la puerta y vieron en el mostrador a un anciano junto a una pelicafé que llevaba un delantal.
-¡¡Ayame!! -gritó Bulma corriendo hacia la muchacha pelicafé, quien hizo la mismo saliendo del mostrador.
Las dos chicas se abrazaron con una sonrisa mientras el ojinegro observaba lleno de confusión aquella escena.
-Vaya Bulma, hacía unos meses que no venías a verme -entonces Ayame se giró hacia Goku- por lo que veo has estado bastante ocupada estos tiempos ¿verdad que sí? ¿ese es el chico del que me hablaste? -preguntó-
-Así es Ayame -Bulma le hizo un gesto a Goku para que se acercase- Goku, ella es Ayame, una amiga que conocí hace bastante tiempo. Y Ayame, este es Son Goku, mi... amigo -indicó sin demasiada certeza y seguridad.
-Un gusto Goku, ven cuando quieras a nuestro local, serás bien atendido -dijo Ayame guiñándole un ojo al pelinegro.
"¿Será que le pica el ojo?"-. Inquirió el muchacho sin entender muy bien el motivo de aquel gesto.
-*Cof* ay esta tos *cof* -habló Bulma llamando la atención de Ayame y de Goku- ¿cómo está el viejo Teuchi? -dijo mientras caminaban hacia una mesa.
-Está bien como siempre -respondió Ayame tranquilamente mientras sacaba una libreta para tomar nota del pedido de Bulma y Goku- ¿que van a pedir?
-Yo un miso ramen como siempre, y a Goku... Bueno, será mejor que estéis preparados porque os dolerán los músculos de tanto cocinar -habló Bulma nerviosamente.
-Bueno yo quiero pedir... -habló Goku con una mano en la barbilla, pensativo. Sin duda Ayame no se imaginaba lo que sucedería a continuación en su local de comida.
Más tarde.
Ayame estaba molida en el suelo de la cocina añorando anhídrido carbónico en sus pulmones sin aire.
El viejo Teuchi respirada agitadamente mientras estaba sentado en una silla, intentando recuperar fuerzas.
-T-tu amigo es una maquina sin duda *cof* ha batido el récord de tu novio Iruka -habló Teuchi viendo a Ayame.
-T-tienes razón, espera... ¡¡Iruka no es mi novio!! S-solo es un buen amigo, y nada más -habló la chica pelicafé.
Mientras tanto, decenas de platos vacíos adornaban la mesa en la que se encontraban Goku y Bulma.
Los clientes del sitio se preguntaban si aquel muchacho no tenía un agujero negro en su estómago.
Bulma ya estaba acostumbrada, aunque de cierta forma el metabolismo de Goku era una caja de sorpresas.
De pronto vino Ayame con una larga lista, seguramente se trataba de todo lo que había consumido Goku, pues Bulma apenas tocó lo que había pedido.
-E-esta es la cuenta Bulma -Ayame habló derrengada por el esfuerzo sobrehumano que había realizado cocinando.
-D-de cierta forma me lo esperaba, pero no hay problema. Goku ¿puedes esperarnos afuera? -preguntó Bulma-
El muchacho salió con una sonrisa impregnada en sus labios, pues él y su estómago ya estaban satisfechos.
Minutos después.
Bulma y su amiga Ayame se encontraban conversando en la cocina del local mientras el viejo Teuchi descansaba.
-Entonces has decidido que vas a tener al bebé ¿verdad Bulma? -preguntó Ayame lavando los platos-
Bulma estaba ayudando con los platos, después de todo es lo mínimo que podía hacer dado el festín de Goku.
-Sí amiga, esta misma mañana he abandonado la universidad -contestó Bulma soltando un suspiro-
-Lo siento, sé lo mucho que te importaba y todo eso, pero estás haciendo lo correcto, no lo dudes -habló Ayame dedicándole una sonrisa a su amiga-
-Gracias Ayame, por suerte cuento con el apoyo de Goku en esta travesía -Bulma habló tocando su vientre-
-Bueno, después de todo él es el padre, es lógico que se haga responsable -indicó Ayame y la ojiazul asintió-
-Sí, pero él no es un chico corriente. Se crió en unas montañas alejadas de la civilización, incluso perdió a su abuelo cuando tenía siete años -habló Bulma y la pelicafé abrió los ojos como platos ante aquellas palabras-
-Qué valiente es Goku-kun, criarse sólo es algo bastante triste -mencionó Ayame bastante sorprendida-
Ayame sabía el motivo del embarazo de Bulma, pero lo que no sabía es qué clase de persona era el padre.
-Así es, pero Goku nunca dejó de sonreír, incluso cuando todo parece perdido nunca pierde la esperanza -habló la peliazul con una sonrisa en sus labios-
-Reconozco esa mirada Bulma ¿te estás enamorando de él? -preguntó Ayame con una sonrisa bastante pícara-
-¡N-no! Qué cosas dices, él es mi mejor amigo, nos conocimos hace bastante tiempo, de hecho yo fui la primera chica que vio Goku en su vida -replicó Bulma recordando con suma nostalgia aquella escena-
-Owss ¡Qué romántico! La primera chica que vio será la madre de su primer hijo -arguyó Ayame con corazones en los ojos y Bulma se sonrojó, nunca había pensado en aquella casualidad- te deseo suerte amiga, siempre contarás con mi apoyo, y cuando quieras declararte a Goku, avísame -habló golpeándola con el codo-
-Nunca cambiarás ¿verdad, Ayame? -inquirió Bulma sonrojada furiosamente y la muchacha mencionada se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa- en fin ¿a ti como te va con Iruka? ¿habéis decidido dar el paso?
Entonces, llegó el turno de Ayame y se sonrojó mientras comenzaba a jugar con sus dedos tímidamente.
-¿O ya son novios? -preguntó Bulma con picardía y Ayame negó aquello en modo chibi- vamos, cuéntamelo.
-Iruka es bastante tímido en ese aspecto, ahora que trabaja como profesor nos vemos menos que antes -contestó Ayame bajando la cabeza-
-No te preocupes, algún día series pareja -habló Bulma guiñándole un ojo y enseñándole el pulgar a la vez-
Ambas siguieron hablando acerca de sus respectivas vidas mientras cierto pelinegro se aburría afuera.
Con Goku.
El pelinegro bastante aburrido se encontraba picando con un palo a un gato que llevaba media hora sin moverse.
"¿Estará vivo?"-. Inquirió con una gota de sudor. Entonces oyó el sonido de varias patrullas policiacas yendo hacia una determinada zona y decidió curiosear.
Al llegar vio que varios coches circundaban el perímetro de un banco, parecía que se trataba de un atraco.
-Oigan ¿qué es lo que ocurre ahí adentro? -preguntó el muchacho de ojos ónices viendo a los policías-
-Es un atraco y los ladrones van armados, como tienen rehenes no podemos actuar directamente -contestó un policía sin mirarle directamente-
Goku frunció el ceño, pues sabía perfectamente qué es lo que era un atraco, así que decidió ayudar aquellos policías. Atravesó el precinto que habían puesto ellos y entró en el banco, ante la mirada atónita de los policías.
-Esto es un atraco capullo de mierda, danos todo el dinero que tienes y ponte con el resto ahí -habló un hombre pelinegro regordete sosteniendo un AK-47 en versión reducida- ¿acaso no estás sordo mocoso?
-Dejen de hacer todo esto y váyanse de este lugar, ¿no ven que estas personas están sufriendo? -preguntó Goku girándose hacia los atemorizados rehenes-
Los dos atracadores se miraron mutuamente antes de soltar varias carcajadas como si Goku estuviera loco.
-JAJAJAJAJA -ambos se rieron desternillándose en el suelo ante la vista de todos los presentes en la zona.
Goku les observó, esperando que rectificaran a tiempo porque no quería hacerles ningún daño.
-Como me has hecho reír bastante te perdonaré la vida niño, no hagas esto todavía más difícil y dame todas tus pertenencias -habló el otro atracador, rubio y ojos azules.
-Te conviene hacerle caso, o acabarás recibiendo un disparo en el lugar menos indicado -habló el regordete-
Los dos ladrones le amenazaban a Goku con sus respectivas armas. El pelinegro ya vivió situaciones así en el pasado, por lo que no le preocupaba.
-Parece que no quieren hacer caso. Bien, ustedes lo habrán querido -dijo Goku desapareciendo de la vista de todos- ahora me ves, y ahora no, ahora sí y ahora no.
-¿Dónde demonios está el mocoso? -demandó el atracador rubio mirando a todas partes, sin ver gran cosa.
-¡D-detrás de ti! -el regordete habló señalando el dorso del rubio. Cuando éste se giró, no vio a nadie ahí.
-¿Acaso me estás tomando del pelo, gordinflón de los cojones? -habló el rubio con una vena de enojo en la sien.
-¿A quién le llamas gordinflón, Johny Bravo con complejo de Anuel? -criticó el otro mirando hostilmente al rubio-
-Vas a pagar por eso -el rubio se acercó subiendo sus mangas y el regordete le imitó. Así, ambos se enzarzaron en una pelea mientras los rehenes aprovechaban en escaparse y la policía les cubría por si acaso.
-Oigan ustedes, ¿No eran amigos o algo así? -preguntó Goku con una gota de sudor, deteniendo la pelea-
-¡¡¿Y a ti quién te llamó?!! -gritaron ambos de manera pugnaz y enseguida el pelinegro comprendió que era mejor retirarse, ahora que iba a divertirse por fin.
"Yo sólo quería un poco de diversión"-. Se dijo el pelinegro mientras lágrimas cómicas surcaban sus mejillas.
La policía aprovechó la discusión entre los dos atracadores y les detuvo, requisando las armas y devolviendo el dinero que habían robado.
-¡¡Hasta que por fin te encuentro!! -habló Bulma soltando un suspiro de alivio y Goku se rascó la nuca- ¿¡DONDE DEMONIOS ESTABAS!? -ante el grito el chico sólo pudo tragar saliva y comenzar a explicar lo del atraco.
Centro comercial.
Bulma caminaba conduciendo un 'carrito' de la compra al igual que el ojinegro, quien veía asombrado el lugar.
-Mira Goku, ahí hay una cuna -habló Bulma señalando una caja- tendremos que montarla en casa ¿no crees?-
-C-claro, pero lo harás tú jejeje -al ver la mirada de Bulma decidió rectificar- entonces lo haré yo -añadió tomando aquella caja y guardándola en el carro que conducía, era grande pero había espacio para que cupiese-
-Eso suena mucho mejor -arguyó Bulma mostrando una sonrisa- Hum, veamos... biberones, chupetes y baberos.. están por esta zona -dijo tomando algunos elementos de los ya mencionbebé y guardándolos en el carro.
-¿Qué son chupetes? Suena delicioso -profirió el muchacho con una sonrisa y Bulma se golpeó la frente.
-Son objetos de goma que se ponen en la boca del bebé para que puedan chuparlos o también para evitar que lloren -respondió pacientemente- y en los biberones se guardan las bebidas del bebé, ya sea leche, agua, etc.
-Creo que lo entiendo jejeje ¿realmente el bebé necesita todo eso? -preguntó el azabache con curiosidad-
-Sí Goku, aún nos faltan muchas cosas por comprar -contestó Bulma enseñándole la larga lista-
-¿QUÉ? -gritó el pelinegro cayéndose al estilo del anime y Bulma soltó varias carcajadas en respuesta a su acto, sin duda pasaba buenos ratos con su amigo, atesorando momentos especiales en cada día que estaba a su lado.
Goki esperaba que fueran a comer después pero al parecer tardarían bastante en el centro comercial comprando lo necesario para el futuro bebé.
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Fin del capítulo.
Me tardé un chingo en subir capítulo a pesar de que lo tenía a la mitad, pero creo que ha merecido la pena ¿no?. He disfrutado escribiendo este capítulo y espero que ustedes también lo hagan y lleguemos a los 100 votos.
Sin más que decir que despide su vecino y amigo del alma Destroit-san. Cuídense y lávense bien las manos.
Gracias por leer y hasta la próxima (☆^O^☆)
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