Salir a la luz.
Renuncia de derechos, los personajes que aparezcan aquí les pertenecen a sus respectivos dueños y autores.
El trío de amigas llegó al hospital de la Isla Papaya en cuestión de minutos, el pequeño avión de Bulma voló a una velocidad supersónica para llegar cuanto antes a su destino.
-Ugh… ha sido el viaje más rápido que he hecho en mi vida -Ayame comentó aquello mientras se sobaba la cabeza con una pequeña mueca en su rostro.
-¡Ja, novata! -Bulma y su hermana mayor comentaron al unísono, pues ambas estaban acostumbradas a viajes así.
Ayame hizo un lindo puchero en su rostro mientras murmuraba: “claro, el rico siempre humillando al pobre”, las dos hermanas no pudieron evitar reírse ante aquel comentario lleno de sarcasmo.
Entraron a la vez en la sala principal de aquel hospital, iban a preguntar en la recepción del lugar la habitación en la que se encontraba Goku recuperándose de las heridas que surgieron en su sangriento combate contra el hijo de Piccolo.
Bulma se adelantó a las otras dos y llegó al despacho principal de la recepción, donde estaba un chico joven sentado mientras revisaba unos datos en el ordenador que tenía en frente.
-Buenas tardes, mi nombre es Bulma Briefs y me gustaría saber en qué habitación se encuentra el chico de nombre Son Goku si no es ninguna molestia -se explicó Bulma con una sonrisa.
“...........”
El chico pelirrojo se quedó en silencio mientras seguía revisando aquel ordenador, Bulma carraspeó forzando una sonrisa mientras que Tights le indicaba con un gesto que insistiese de nuevo.
-*Tos* como decía, me gustaría saber en qué habitación está en estos momentos un chico llamado Son Goku -habló Bulma sonriendo forzadamente.
-Lo siento señora, pero el horario de visitas ya ha terminado -sentenció el chico sin mirar directamente a Bulma, sin saberlo firmó su sentencia de muerte.
Tights y Ayame se miraron la una a la otra presintiendo lo que iba a pasar. La vena que comenzaba a formarse en la sien de Bulma ya era el primer indicio del tropiezo cometido por el chico.
-¡¿A QUIÉN LE LLAMAS SEÑORA?! ¡YA DIME DE UNA VEZ EN QUÉ CUARTO ESTÁ GOKU! -gritó Bulma estallando de una vez y el chico se cayó de su asiento, sumamente asustado desde luego.
Su primer error fue no prestarle atención y el segundo y más grande de todos fue llamarle señora en sus narices. Ofender a una mujer embarazada no era algo que muchos tenían la osadía de hacer.
Goku lo sabía muy bien, a lo largo de estos nueve meses que pasó junto a Bulma había visto varias veces las consecuencias que traían consigo el enojar a Bulma: varios chichones y moretones.
El pelinegro lo malo que era enfadarla pero aun así seguía sin aprender la lección, siempre acababa haciéndole gritar, aunque era una buena dinámica la que mantenían ambos como pareja.
-E-esta b-bi-bien -el pelirrojo tartamudeó mientras gateaba hacia el ordenador y empezaba a teclear para satisfacer a aquella chica iracunda.
-Realmente nunca va a cambiar -Tights y Ayame coincidieron con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos, era bueno ver que Bulma seguía siendo Bulma, estando o no embarazada.
-E-está en la habitación doscientos tres, s-solo tiene que de-detenerse en la t-tercera planta y c-caminar hasta la quinta pu-puerta a la i-izquierda -el pelirrojo indicó mientras Bulma tomaba nota.
-¡Muchas gracias! -Bulma sonrió mientras se daba la vuelta, por lo que el chico soltó un suspiro de alivio.
-Pobre chico, casi se muere de miedo -Tights comentó aquello con un tono de pena pero aquellas palabras contenían un trasfondo bastante burlesco.
Ayame sonrió mientras las tres caminaban hacia el ascensor en dirección a la habitación doscientos tres.
Más tarde.
Bulma nunca se había imaginado que su corazón podía latir tan rápido, en estos momentos estaba frente a la puerta del cuarto que le indicó el recepcionista del hospital de la isla Papaya.
Ayame y Tights estaban detrás de ella susurrándole mensajes de ánimo, en estos momentos era lo que más necesitaba para llevar a cabo su acometida.
Sí, ahora se iba a confesar a Goku, necesitaba dejarle claro sus sentimientos y para ello tendría que expresarse de la forma más correcta posible.
Sentimientos que se habían originado durante estos nueve meses junto a Goku, su mejor amigo y el padre de su hija. ¿Quién diría que ese pequeño niño que encontró en medio de un bosque sería ahora el amor de su vida y dueño total de su corazón? Nadie..
Bulma jamás se imaginó que el amor de su vida fuese alguien como Goku. Siempre pensó que “su príncipe azul” sería un chico de los que aparecía en las películas que ella veía por televisión: alto, rubio, ojos azules e innegable atractivo, un chico dispuesto a darlo todo por rescatar a su princesa de la torre en que vivía custodiada por un enorme dragón…
Sin embargo, ese estereotipo no se alejaba de lo que era Goku. Sí, a los ojos de Bulma Goku era bastante atractivo aunque su cabello fuera extraño, tenía un físico divino, era alto, fuerte y valiente, dispuesto a sacrificar su vida por sus amigos… Goku era una versión más simplificada del “príncipe azul” que se imaginó Bulma en el pasado.
Pese a eso Bulma no pudo evitar enamorarse de él, enamorarse de su torpeza, enamorarse de su sonrisa, enamorarse de su valentía, carisma, optimismo y sentido del humor, enamorarse de ese lado romántico que el mismo Goku desconocía.
En definitiva, Bulma le amaba y no se imaginaba una vida sin Goku estando a su lado, junto a ella. Eso sin contar el hecho de que los dos serían padres.
Bulma esperaba que tarde o temprano sus sentimientos fuesen correspondidos, no quería forzar a Goku ni hacer que él se enamorase de ella por un método no natural. Quería que todo fuese a su tiempo, sin prisas ni complicaciones…
“Antes veía un futuro en que peleaba contra seres poderosos… ahora también sigo viéndolo, pero en ese futuro está mi hija… y también estás tú Bulma”
Bulma no pudo evitar recordar las sinceras palabras que profirió Goku mientras que ambos estaban en la noria del parque de diversiones. Goku expresó lo que sentía en lo más profundo de su ser, algo que Bulma admiró en su momento y seguía admirando, pues Goku, a pesar de ser alguien que dice lo que piensa con franqueza, no sabe expresar de la forma más correcta sus sentimientos, pero en estos meses había evolucionando sumamente.
“Sigh… supongo que ya es hora”- indagó Bulma cerrando sus ojos al mismo tiempo que suspiraba.
Flush.
Bulma abrió la puerta y recibió una corriente de aire proviniendo del interior de aquella habitación.
Ahí estaban reunidos sus amigos, todos en torno a una cama, cual era ocupada por un chico pelinegro: Goku, quien estaba sonriendo hasta que se percató de la presencia de tres chicas y parpadeó sus ojos.
Bulma, a parte de haber advertido la presencia de sus amigos habituales como Oolong, Yamcha, Puar, Krilin, Roshi, Ten y Launch, vio que también estaban presentes dos chicas que conocía: a una la había visto en una heladería meses atrás y a otra la vio horas antes en la televisión, era la chica que salió corriendo del tatami mientras soltaba lágrimas.
“Me pregunto que hará ella por aquí”- se cuestionó Bulma con el ceño ligeramente fruncido mientras veía a la chica sonreír estando al lado de SU Goku.
No pasó ni una centésima de segundo cuando los ojos azules de Bulma se encontraron con los orbes ónices de Goku en un choque de miradas.
Bulma sintió su corazón latir con mayor velocidad y Goku sintió una sensación parecida, ambos habían experimentado pequeños cambios en las últimas horas, sobretodo en lo concerniente a su futuro.
Los amigos de Goku sólo podían parpadear por la incredulidad mientras que Tights y Ayame estaban detrás de la peliazul, sin hacer ningún gesto.
“¡¿Qué haces aquí Bulma?!”
Tras un largo silencio todos reaccionaron soltando un grito, pues la mayoría, salvo Goku, creían que Bulma estaba enferma y por eso faltó al torneo.
-V-venía a visitarles y a darles mi enhorabuena a todos -respondió Bulma con una sonrisa nerviosa.
“.........”
Con esa respuesta, la mirada de todos se concentró en el bulto que destacaba en el vientre de Bulma. Ante eso la peliazul le dio a Goku una mirada de complicidad que traducida sería “nos pillaron compañero”. Goku quien sonrió nerviosamente mientras se rascaba la nuca desde su cama.
Milk frunció ligeramente el entrrcejo ante la mirada que se dieron ambos padres, se contentó con ser la amiga de Goku eso no quería decir que ella sería también la amiga de “la chica que robó a su marido”.
Akemi sólo mantenía sus brazos cruzados mientras estaba a un lado, le hubiera gustado tener una foto con su ídolo de la infancia pero Bulma le detuvo de hacer eso, por eso no le caía para nada bien.
Todos al ver la mirada que Bulma le dio a Goku abrieron sus ojos con más sorpresa. Primero miraron a Bulma y luego posaron sus ojos en Goku.
“¡¿Ustedes dos van a ser padres?!”
Ese grito fue dado por Yamcha, Krilin y Oolong. Tenshinhan y Chaos estaban estupefactos al igual que Launch y Puar mientras que Milk y Akemi se mantenían indiferentes ante la noticia.
“Ahora todo tiene sentido”- indagó el maestro Roshi mientras observaba a su discípulo, al futuro padre.
-Emm… ¡hola Tights y Ayame! -saludó Goku nerviosamente y las mencionadas sonrieron y devolvieron aquel saludo alzando sus manos.
-Sigh… ya no tiene sentido seguir ocultándolo, les diré lo que pasó… -Bulma se frotó la sien mientras suspiraba, tras nueve meses la verdad saldría a la luz, seguir guardándola era innecesario.
Tiempo después.
-Eso es lo que ha sucedido -concluyó Bulma el relato mientras bajaba sus hombros y soltaba un suspiro.
“.........”
Otro silencio cayó en la sala, nunca se imaginaron que de aquella alegre fiesta que tuvieron hace casi un año derivara en un embarazo que supondría la paternidad tanto para Goku conm para Bulma.
Yamcha sólo podía llorar en su interior, pues Goku además de ser un mujeriego “se había estrenado a Bulma” antes que lo hiciera él.
Krilin estaba más que sorprendido, nunca se esperó que su viejo compañero de peleas se convirtiera en padre y mucho menos con Bulma, aunque había sido involuntario. ¡Él también tendría que tener novia!
Tenshinhan estaba sumamente estupefacto, pues a pesar de que Goku iba a ser padre no había bajado el nivel, seguía siendo igual de fuerte pese a tener menos horas de entrenamiento, sin duda tendría que alcanzarle para no quedarse atrás.
Akemi se sorprendió al por la forma en que Goku y esa chica concibieron a su bebé. Aunque Bulma no había sido nada explícita ella podía imaginarse la escena sexual de un Goku inocente y una Bulma borracha en su mente disfrutando del placer.
Pero sin duda, quien no se tomó bien la noticia fue Milk, no estaba ni sorprendida ni estupefacta… No.
-¡Realmente abusaste de Goku! ¡Tú lo ataste a ti para que no pudiera estar con otra persona que no seas tú! ¡Has sido bastante egoísta al darle una responsabilidad que no es suya! -gritó Milk con enfado mientras señalaba con su dedo a Bulma.
-¡¿De qué demonios estás hablando?! ¡Yo nunca le haría algo así a Goku! ¡Además, ni siquiera sé quién eres y qué haces aquí! -replicó Bulma, iracunda.
Bulma trató de reprimir aquellos sentimientos que hace meses guardó. Sí, sabía que Milk tenía razón, lo que hizo ella con su borrachera fue darle a Goku una carga, un deber y una responsabilidad que no se merecía. Sabiendo que Goku era ingenuo e inocente, podría decirse que Bulma sí se aprovechó de él, algo que ella perfectamente sabía.
“Prométeme que dejarás de culparte Bulma, no también jugué a ese juego contigo así que ahora debo hacerme responsable en consecuencia”
En un instante Bulma recordó la promesa que le hizo a Goku hace unos meses y refrenó las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos. ¡No! Desde luego que Ella no abusó de su mejor amigo, sólo fue un accidente. Un fortuito y casual accidente.
-¡¿Entonces cómo explicas que Goku vaya a ser padre ahora, eh?! ¡Estoy segura de que él no quiere serlo…! -arremetió Milk con bastante furia.
Los presentes escuchaban absortos aquella discusión y Ayame estuvo tentada a buscar unas palomitas en la maquina expendedora del pasillo.
Bulma estuvo a punto de intervenir pero Goku alzó su cabeza, haciendo un ademán de hablar.
-Escucha Milk… realmente sí quiero ser padre de nuestra hija y por ese motivo debo permanecer al lado de Bulma, como te expliqué antes… -farfulló Goku mientras que Milk, Bulma y los demás en la sala se centraban en oírle- no es culpa de Bulma, también tengo parte de responsabilidad y debo responder ante eso, así que no hace falta discutir…
-P-pero… -Milk buscó refutar las palabras de Goku pero no pudo, asi que bajó sus hombros con derrota y suspiró, sabiendo que ya no podía hacer nada para persuadir a Goku- l-lamento lo que dije Bulma…
-Sí… también lamento haberte gritado -Bulma se disculpó a su vez y estrechó la mano de Milk.
Goku sonrió al ver que “hacían las paces”, desconocía que en un futuro cercano ambas se volverían mejor amigas… ¿verdad?
-¿E-entonces us-ustedes d-dos son pareja? -preguntó Yamcha saliendo de su anonadamiento.
Goku y una ruborizada Bulma se miraron por un instante, y de forma inconsciente ambos sonrieron.
Tights y Ayame sonrieron sabiendo que ya había llegado el momento, pronto todos desalojarían la sala para darle intimidad a Goku y a Bulma.
-Sobre eso… hay algo de lo que me gustaría hablar con Goku… en privado por favor -enfatizó Bulma con una sonrisa y Yamcha se derritió interiormente.
-¡Acéptalo perdedor! Goku es mucho mejor que tú y pronto se casará con Bulma -gritó una animada Tights mirando con burla al pobre Yamcha.
Goku sonrió nerviosamente mientras que Bulma gritaba “deja de decir tonterías” con un sonrojo en su rostro. Sin duda su hermana era provocadora.
-Qué suerte tienes Goku -habló Krilin golpeando con ligereza el hombro de su amigo al salir de la sala.
Uno a uno todos los presentes fueron saliendo.
-Creo que debería irme Goku, llevo mucho tiempo fuera y seguramente mi madre esté preocupada -pronunció Akemi ya que su madre se preocupaba inclusio cuando iba a pedir sal en casa de la vecina de al lado y le decía que llevara un walkie-talkie.
-¡Espero que nos veamos pronto Akemi! -se despidió Goku con una sonrisa impregnada en su rostro.
Todos fueron saliendo a su turno, Tights le guiñó un ojo a Goku y el pelinegro asintió algo confundido por eso, ¿acaso le picaba un ojo? Ayame le dijo a Goku que llamaría a su padre Teuchi para que preparase varios platos de comida en honor a la victoria en el torneo, más tarde pasarían a comer en Ichiraku.
Milk se despidió silenciosamente ya que esperaría en el pasillo del hospital con los demás. Sabía lo que iba a suceder a continuación entre Goku y Bulma, ya no podía remediarlo así que sólo queda contemplar.
Finalmente Goku y Bulma se quedaron solos, ambos sentados en la cama del hospital, en silencio.
-Jejeje pensé que no ibas a venir, me sorprendió verte por aquí… -comentó Goku sonriendo hasta que…
Plaf.
Bulma le dio una bofetada en la mejilla izquierda y el pelinegro abrió sus ojos sumamente desconcertado.
-¡Eres un idiota Goku! ¡No te imaginas lo preocupada que estuve mientras veía tu último combate! ¡¿Acaso no puedes pensar en alguien que no sea en ti mismo?! Ahora los tres vamos a formar una familia, no soportaría perderte… justo ahora -habló Bulma susurrando lo último mientras apoyaba su cabeza en el pecho de su mejor amigo.
Goku ante eso rodeó el cuerpo de Bulma con su brazo, atrayéndola hacia sí mismo a su vez.
-Hey hey, dije que nunca te abandonaría, admito que fue un combate bastante duro pero aun así jamás lo habría perdido -espetó el pelinegro sonriendo.
-Si estabas a punto de perder Goku… -murmuró Bulma alzando la vista y topándose con la sonrisa de Goku.
-Nunca me atrevería a perder sabiendo que otros confían en mi victoria. Además, si perdía la pelea no podría cumplir mi promesa de estar siempre contigo así que me dije “vamos Son, levántate, hazlo por tus amigos y por Bulma”, esa fue mi motivación -señaló Goku sonriendo y los ojos de Bulma brillaron.
-Realmente eres increíble… Goku -musitó Bulma con bastante admiración, sintiendo la calidez que emanaba el pecho de Goku.
Siguieron así por varios minutos, Goku con sus brazos entrelazados alrededor de Bulma y la peliazul recostada en su pecho, sintiendo cada latido y cada respiro del chico de cabello azabache.
-La comida de hospital no me gusta… -habló Goku de repente mientras hacia una mueca de disgusto.
-Dijiste lo mismo hace unos meses, esperaba que al menos eso hubiera cambiado -dijo Bulma sonriendo.
-¿Recuerdas cuando pisaste caca de perro en tus zapatos nuevos? -preguntó Goku con una sonrisa burlona y la ojiazul frunció el ceño ante aquello.
-Cómo olvidar eso si tiré esos precisos zapatos… -Bulma se lamentó recordando aquel momento- ¿recuerdas cuando un segundo después un pájaro te hizo caca en la cabeza? -añadió, socarrona.
-Oye… eso no tuvo gracia fue triste -se quejó un chibi Goku recordando cómo corrió cómicamente en círculos ya que a ninguna persona le gustaría tener la sensación de “caca en su cabeza”.
-¡No, no! ¡sí que tuvo bastante gracia JAJAJA! -se rió Bulma soltando algunas lágrimas de alegría al acto- ¿recuerdas cuando fuimos al cine?
-La película fue aburrida aunque las palomitas estuvieron deliciosas, por cierto tú gritaste al ver a un dinosaurio en la pantalla -añadió Goku con burla.
-Hey, eso no tiene gracia… ¡me dio bastante miedo! -espetó Bulma sintiendo un escalofrío en su espalda, temiendo que pudiese aparecer un dinosaurio T-Rex en cualquier momento y la devorase.
-¿Recuerdas cuando fuimos a ese restaurante y…? -iba a añadir Goku pero Bulma interrumpió su oración.
-¡Sé dónde quieres ir a parar y la respuesta es un no rotundo Goku! Una vez que salgamos del hospital podremos ir a comer, ¿de acuerdo? -Goku sólo pudo asentir como un niño pequeño ante la pregunta de Bulma- ¿recuerdas cuando fuimos al karaoke?
-Sí, fue bastante divertido cantar contigo, el parque de diversiones también lo fue -aseveró Goku con una sonrisa, sin duda pasaron buenos momentos.
Eran muchos recuerdos los que vivieron a lo largo de estos meses, hablar de todos ellos requeriría más de un día y Bulma no quería perder ni un minuto más
Bulma se levantó, despegando su cabeza del cuerpo de Goku, y adoptó una postura normal. Ya sentada, tomó la mano de Goku y le miró profundamente a los ojos con la sonrisa más hermosa que jamás se había dibujado sobre sus facciones.
-¿Qué ocurre Bulma? -preguntó Goku con curiosidad al darse cuenta de que Bulma le miraba a los ojos y tenía enlazada su mano con la suya.
-¿Sabes? Hace tiempo conocí a un niño pequeño que vivía en el interior de un profundo bosque, me llevé una sorpresa al verle en una zona así y mi sorpresa se hizo más grande cuando me enteré de que el chico apenas sabía lo que era una chica… -dijo Bulma con una sonrisa dedicada a Goku.
El pelinegro solo escuchaba con atención cada una de las palabras que decía su mejor amiga.
-Junto a ese chico viví grandes aventuras, íbamos en busca de algo que nos unió a los dos y nos hizo amigos, aunque en nuestro camino conocimos a muchas personas, unas buenas y otras malas -añadió Bulma todavía con una sonrisa.
En realidad Bulma no sabía cómo empezar a confesar sus sentimientos, así que comenzó relatando un resumen de la relación que había cultivado con Goku a lo largo de estos años.
-Los años pasaron y mi amistad con ese chico fue haciéndose cada vez más fuerte, hasta que yo cometí un error y por culpa de eso nuestra amistad pendió de ese fallo mío, aunque gracias a él supe cómo salir adelante y nuestra amistad se volvió muchísimo más fuerte, gracias a ese fallo él y yo nos unimos más que en el pasado y descubrimos cosas nuevas uno del otro, pienso ahora que no es un fallo si no una bendición del destino -habló Bulma entrando finalmente en el meollo de la cuestión.
Goku no hizo ningún gesto nervioso o confuso, simplemente se limitaba en escuchar tranquilamente.
-¿Sabes que ese chico es la persona más maravillosa que he conocido y que nunca conoceré? Ese chico me hace sonreír cuando estoy triste, ese chico me hace descubrir sensaciones nuevas y mágicas, ese chico me hace enojar a cada rato, ese chico ha robado mi corazón durante estos meses y ese chico es a quien amo, he descubierto que quiero pasar el resto de mi vida a su lado y ser su esposa, no quiero imagininarme una vida en la que él no esté presente… -habló Bulma con ojos llorosos mientras su sonrisa flaqueaba debido a su inmensa realidad.
-¿Quién es ese chico? -preguntó finalmente Goku sintiendo curiosidad mientras Bulma soltaba una carcajada con lágrimas bajando en sus mejillas.
-E-eres tú Goku, tu eres quien ha robado mi corazón… Te amo, aunque eso no es suficiente para expresar lo que siento por ti, una vida a tu lado es lo único que deseo… formar una familia y vivir juntos el resto de nuestra vida -se confesó Bulma apretando suavemente la mano de su amado Goku.
“........”
Goku se quedó callado ante aquella declaración mientras parpadeaba sus ojos con incredulidad. Aquello hizo que aun más lágrimas bajaran por las mejillas de Bulma, de todas formas se esperó esto.
-Entiendo si no sientes lo mismo, no te culpo… he sido una tonta al creer que algo como eso podría suceder -susurró Bulma mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia la salida del cuarto.
Goku se quedó quieto, sin saber qué hacer en un momento así. Él también quería pasar su vida junto a Bulma, ¡¿entonces por qué no se movía?! Él no entendía eso del amor, ¡¿qué perdía por intentarlo?!
¡¿Qué demonios hacía parado viendo cómo se iba Bulma, su mejor amiga y la madre de su futura hija,la persona que más tiempo había pasado con él tras su abuelo, la chica que le hacia mejor persona día tras día, la chica que le guiaba y le ilustraba con todo el cariño del mundo, la chica que le daba de comer cuantas veces fuese necesario sin pedir nada a cambio, la chica que le hacía sentir alegría y miedo al mismo tiempo, la chica que le hacía sentir sentimientos mágicos e indescriptibles, la chica que le había ofrecido su corazón hace tan sólo unos instantes y la chica que le hizo ver un futuro distinto. ¿Por qué rayos Goku no se movía e iba tras ella?
“La vida sólo se vive una vez hijo mío, si no sabes aprovechar las oportunidades que te ofrece la vida no tendrás tiempo para arrepentirte después. Así que vive el momento y disfrútalo Goku”
Goku recordó lo que le susurró la oído el maestro Roshi al salir de la habitación minutos antes. Alzó su vista viendo cómo Bulma estaba apretando el pomo de la puerta para salir, y entonces, decidió seguir sus instintos y se levantó de la cama apresuradamente.
-¡Espera, Bulma! -exclamó Goku tomándola del brazo, lo que hizo que Bulma se voltease con sus ojos llorosos, anhelantes de amor puro.
-¿Sí, Gok…? -Bulma no pudo terminar su frase debido a que sintió algo suave presionándose contra sus labios, lo que causó que su respiración se detuviera por unos breves instantes.
Cuando abrió sus ojos vio algo que nunca se esperó ver en la vida: Goku estaba besando sus labios con torpeza y al mismo tiempo con suma ternura.
Bulma afianzó el beso poniendo sus brazos alrededor del cuello de Goku y éste puso sus manos sobre la cintura de Bulma, dominado por su instinto.
La peliazul tuvo que alzar la planta de sus pies debido a la diferencia de altura que existía entre ella y Goku, cerró sus ojos mientras sonreía disfrutando de su sueño más anhelado… el amor.
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Fin del capítulo.
Escribí esto desde word así que notaran algunas diferencias en la estructura de este capítulo. Los siguientes serán muy difíciles dado que además de tenet que desarrollar el romance entre Goku y Bulma tendré que desarrollar su vida de padres, no soy bueno en el romance pero daré mi mejor esfuerzo, así que sean piadosos conmigo :/
Recuerden dejar sus votos así como sus comentarios, de esa manera actuaiizaré cuanto antes y la historia podrá ser terminada.
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