Cap17: Adiós mi amor
Izuku con el tiempo se volvió más ausente, más distraído y sobre todo más impuntual, durante dos largas semanas Melissa se había dado cuenta del extraño comportamiento de su prometido, el cual llegaba tarde a casa exceptuado los días en los que tenían que recibir al padre Todoroki en su departamento, pero aunque el pecoso hiciera acto de presencia su mente estaba perdida en otras cosas, Melissa quería saber exactamente en que la mente de Izuku podía estar tan concentrada.
Faltaba muy poco para su boda, un plazo de tan solo una semana mas de tiempo, pero cada vez sentía que Izuku era más cortante con ella, más alejado, evitando sus besos y cariños, ¿Si así era ahora?..¿Cómo sería su relación una vez estuvieran casados?
- Ya llegue..- dijo el pecoso entrando al departamento cerrando la puerta detrás de él.
- ¡Bienvenido cariño!.. Llegaste temprano esta vez- ella se le acercó para darle un ligero beso en la mejilla.
- Si .. Los últimos alumnos que les tenía que dar clases fueron a un evento deportivo con... con el profesor de deportes - Izuku se apartó de ella para quitarse los zapatos e ir en dirección a la sala.
Era verdad o al menos la mitad de la verdad pues las clases se habían suspendido desde hace horas y lo que hizo fue ir con Shoto para que este abusara de su cuerpo otra vez. Se sentía tan asqueroso, una completa basura cobarde que no quería ser tocado por nadie; mucho menos por Melissa, que al verla le dolía saber lo débil que era y que jamás podría defenderla como un verdadero hombre. Tan poca cosa, eso es lo que era.
Estaba cansado, adolorido, manchado y sobre todo asqueado de sí mismo pues cada envestida que esa bestia le daba lo lubricaba cada vez más y le provocaba soltar gemidos entre el dolor y la excitación.
- M-me daré un baño.. Estoy muy cansado- dejo sus cosas en la mesa de centro y fue en dirección a la habitación y tomar su ropa para cambiarse en el baño.
Una vez dentro se desvistió poco a poco dejando caer su ropa al piso y limpiar su cuerpo con el agua de la regadera que se resbalaba por toda su anatomía, aprovecho el sonido del agua cayendo para comenzar a llorar otra vez dejando que sus lágrimas se mezclarán con el líquido cristalino, cuido de que su llanto no fuera escuchado callando sus lloriqueos con la palma de su mano izquierda.
Se dejó caer de rodillas contra el mármol de la bañera para sentir como ese líquido blanquecino salía de su orificio y se alejaba con la corriente del agua hasta el drenaje
" ¡Te gusta Izuku! .. Tus gemidos lascivos lo demuestran.. ¡Vamos gime más!.. Gime para mi"
Se cubrió la boca con ambas manos dejando escapar más lágrimas al recordar esa horrible escena, mirando el rostro del mayor tan cerca de su rostro lamiendo sus lágrimas mientras él no paraba de gemir, eran gemidos que no podía controlar, eran naturales ante el repentino placer que le recorría pero una vez reacciono se arrepintió por completo pues jamás, en su maldita vida, disfrutaría por cuenta propia estar con ese demonio.
Salió del baño con las prendas que cubrían por completo su piel con una playera negra manga larga y un holgado pants azul marino, revolvió sus cabellos con su toalla de baño para secarlo, camino de vuelta en dirección a la sala para sentarse y ver algo de televisión aunque su mente no estaría concentrada en la programación.
Melissa vio las acciones del peliverde una vez salió de la cocina mirando como este secaba su cabello con la toalla sentado en el sofá frete al televisor, camino un poco sigilosa detrás de él y rodeo sus hombros con un cálido abrazo.
- ¿Estas bien cariño?- El pecoso se erizo un poco ante el contacto repentino, pero sabía que era Melissa, su dulce y tierna Melissa. No tenía por qué temer.
Retiro su toalla para dejarla en su regazo y voltear a su lado izquierdo donde esteba su pareja, había actuado muy distante con ella, muy insensible al levantarle la voz en más de una ocasión, no quería preocuparla pero era lo primero que estaba ocasionando con sus acciones, debía mantenerla a salvo pero también debía mantenerla ignorante ante sus acciones.
- S-si amor.. l-lo lamento si he actuado como un tonto estas semanas... es solo que ..- se quedó callado por un breve segundo- es solo que con todo esto.. El trabajo, los arreglos.. l-la boda.. Me he sentido muy nervioso...p-pero jamás dudes que te amo.. Todo lo que hago.. Lo hago por ti...¿M-me perdonas?
Esa triste y arrepentida mirada teñida de verde conmovió mucho a la ingenua chica que no entendía el verdadero significado de esas últimas palabras, abrazo con más ternura a su novio para robarle un pequeño y corto beso, se miraron mutuamente sonriéndose y juntando sus labios otra vez, ahora con un beso más adulto, Izuku acaricio su mejilla con carillo haciendo ese beso más intenso entre ellos.
"Quiero olvidarlo, ayúdame a olvidarlo Melissa"
Se separaron dejando escapar un pequeño hilo de saliva de sus bocas ,con sus mejillas ruborizados, el pecoso ante la desesperación de olvidar tal asqueroso recuerdo tomo esta vez a su novia de la nuca cerrando sus ojos para volver a besarla, jadeando entre ese beso Melissa se removió de su posición sin soltar sus labios y colocarse en el regazo de su pareja con las piernas entre los muslos del pecoso, solo soltaron sus labios un momento para recuperar el aire teniendo pegados sus labios superiores jadeando por la necesidad de oxígeno , ella se acomodó más sobre él, pegando sus senos al pecho del contrario y entrelazar sus dedos con ese verdoso cabello que siempre adoro, en cambio Izuku se concentraba en sentir el esbelto cuerpo de su novia sobre él, rosando sus féminas curvas con sus manos hasta posarlas en sus glúteos sobre la tela de su vestido azul sin apretarla.
Melissa gimió ante esa casta invasión cerrando sus ojos con fuerza e intensificando el rojo de sus mejillas, soltó los deliciosos labios de su novio para esta vez jadear frete a él, rogándole que la tocara más. Izuku abrió un poco sus ojos para ver como una de sus manos era tomada por su amada y ahora le apretaba su seno derecho mientras ella le comenzar a besar y lamer el cuello comenzándolo a excitar, inconsciente apretó su pecho haciéndola gemir de nuevo contra su oído.
"Mas.. Por favor Melissa más... ayúdame a olvidar"
hizo su cabeza hacia atrás estirando el cuello para dejarse tocar por ella, sentía como los delicados labio de Melissa le acariciaban la piel y como su mano era manejada por ella misma para estimularla, comenzó a sentir sus roces sobre sus regazo y como la otra mano de ella comenzaba a invadirlo dentro de su playera, por un momento se sintió un poco incómodo, imaginando la invasión de aquel hombre, pero no, no era él, era Melissa, era la persona a la que amaba la que lo estaba tocando.
La lengua de la chica paso por todo su cuello hasta llegar por fin contra su oído jadeando sobre él, estimulándolo provocándole gemir bajo.
- Aah..aah.. Izuku - Él escucho a la perfección la voz de Todoroki contra su tímpano.
- ¡Déjame!- la separo de el botándola a un lado del sofá.
- ¡Aah!- gimió por el dolor repentino.
- ¡P-perdón!.. ¡N-no me siento bien! ¡N-necesito aire!- se levantó de golpe para salir de la casa tomando únicamente una sudadera y ponerse torpemente un par de tenis.
- ¡Izuku! - ella grito viendo al pecoso huir dejándola sola.
Completamente herida y rechazada Melissa había descubierto que Izuku ya no sentía nada por ella y comenzando a llorar desconsolada.
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Necesitaba apoyo, necesitaba a alguien que le diera un poco de compasión pero que también le digiera lo que tenía que oír y no lo que quería escuchar, si ida con su tío o con su padre sabría que ellos harían lo imposible por darle alguna explicación como antes lo habían hecho, eso no le serviría pues sabía muy bien que Izuku ya no la quería , o eso era lo que ella pensaba.
Se adentró a la iglesia sin dejar de llorar tallando sus ojos cambiando al pie del altar viendo la imagen de cristo crucificado ante ella.
-No puedo obligarlo a estar conmigo si ya no me ama.. No quiero que este atado a mi si ya no me quiere..- comenzó a llorar con más fuerza cubriendo su rostro con sus manos.
- ¿Hija?.. ¿Qué te ocurre?- Shoto una vez la visualizo se acercó a ella desinteresado por su dolor pero si por sus hechos.
- ¡Padre!- ella una vez lo vio corrió hacia el para abrazarlo buscando consuelo.
"¡Suéltame perra!"
Shoto aparto sus brazos de ella mirándola con odio y asco, la separo de él, tomándola de los hombros conteniendo las ganas de querer empujarla.
- ¿Qué fue lo que paso?.. Vamos dime- ella comenzó a gimotear.
- L-lo podemos discutir en su oficina ¿por favor?- Shoto asintió con pesar.
Una vez dentro la invito a tomar haciendo ofreciéndole un pañuelo desechable y por fin sentarse frete a ella postrado detrás de su escritorio mirando como esta tenía la cabeza agachada mirando sus propios pies.
- ¿Y bien?.. ¿Que fue lo que paso?- pregunto desinteresado en verdad, recargándose sobre su asiento.
- Cancelare la boda Padre..- una vez escucho eso no pudo contener una sonrisa de sus labios.
- ¿P-porque hija?- Tapo su boca tratando de contener la felicidad que lo invadía.
- Izuku .. Él ha estado muy distante conmigo últimamente.. y-y hoy.. c-cuando me rechazo .. Comprendí que ya no me ama- dijo ella llorando limpiándose la nariz con el pañuelo.
- ¿Q-que?- abrió los ojos exaltado.
- S-sé que no es correcto intimar fuera del matrimonio pero...e-estábamos a punto de hacerlo y .. d-de un momento a otro m-me rechazo- Melissa cubrió su cara llorando con más intensidad.
Esa arpía maldita se enredó cual serpiente del edén a su pecoso, a su ángel puro, a su Izuku, no lo permitiría, no lo dejaría, Izuku no sería de nadie más que de él, solo de él, su locura llego al extremo que no se contendría en acabar con esa bruja.
-Tú... ¡tú! ¡Maldita perra!!- se levantó de golpe de su asiento tomándola con fuerza de los cabellos y arrastrándola hasta tirarla al piso.
-¡¡AAh!!- Melissa grito ante el profundo dolor de su cabellera y de su brazo derecho al chocar contra el suelo.
Viendo como es imponente hombre se acercaba a ella inclinándose apretándole el cuello con una de sus grandes manos.
- ¡¿Te atreviste a engatusarlo?! ..¡¿te atreviste a tocar lo que me pertenece?!- ella no entendía solo pataleaba y apretaba el agarre de ese hombre para que la soltara.
- ¡Déjeme! - gritaba entre el llanto y el pánico.
- ¡¡No dejare que izuku sea engatusado por una bruja como tú!! ¡¡Te matare!!.. ¡¡te matare como el Demonio que eres!!
Exclamo colérico, apretando con fuerza su agarre. No la dejaría. No iba a permitir que su amado ángel fiera corrompido. Nadie podía tenerlo mas que él.
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