Cap11: Mentiré para poder salvarte

Los pasos de unos tacones de cinco centímetros se escuchaban en todo el preocupante silencio de la sala de aquel decente departamento del piso veintitrés. Melissa; la futura esposa de Izuku yagi, moría de preocupación al ser ya las nueve y media de la noche y no tener ninguna respuesta de su amado novio.

Era un horario normal para cualquier persona, pero esa chica conocía a su pareja y aquel muchacho solo tenia de ocupación su trabajo el cual ya había terminado desde hace horas, no obtuvo ninguna respuesta a sus mensajes y llamadas y eso la mataba de preocupación, pues sabia que su novio no era capas de defenderse si es que algo extremo le había pasado, Izuku yagi era un hombre de paz y jamas alzaría su puño en defensa propia a menos que la situación sea defender a las personas que ama.

- ¿Donde podra estar? ¿Y si le paso algo malo?- Cuestiona preocupada, con su celular en mano.

Han pasado cuarenta minutos más y aun no hay señales de la parecencia del pecoso, melissa se muere de miedo y camina cada vez mas rápido provocando que el sonido de su tacones sea mas fuerte, llama a su novio por milésima vez, pero nada. Ahora quiere llama al padre de su futuro esposo; su querido tío. Pero lo piensa dos veces, no quiere preocuparlo; por ellos no le habia llamado anteriormente.

No entiende muy bien; más bien no recuerda las charlas de su padre con él, pero entiende que Toshinori es muy sobre protector y se preocupa al cien por su único hijo; que aunque adoptado lo ama como si fuera de su propia sangre. Sabe que si lo llama él correrá y usara las influencias que aún tiene en la policía para que lo ayuden a buscar a su hijo, esta preocupada, pero no quiere exagerar demasiado.

En el fondo siente que Izuku no se encuentra en un peligro extremo, pero no entiende porque tiene una fuerte presión en su pecho que aumenta más con el pasar de las horas.

Ya perdió la cuenta de cuantas veces vio la pantalla bloqueada de su celular para ver la hora, encontrándose con la sorpresa de que han pasado veinte minutos más, ya no puede con la angustia, estaba a punto de llamar a su tío, pero el leve sonido de una llave contra la perilla de la puerta la detiene, corriendo casi hasta la entrada.

- ¡Izuku! - Le recibe, pero se encuentra con la visión de uno de sus pensativos temores.

Su novio esta al pie de la puerta tratando de mantenerse en pie, sus piernas flaquean, su respiración es agitada, su camisa esta revuelta y manchada con ligeras gotas de sangre, su hermoso rostro estaba lastimado, tiene un gran moretón en su mejilla derecha y su perfecto cabello verdoso esta más revuelto de lo habitual, mira sus ojos y notas que estos están impregnados en un rojo pastel; señal de ser victimas de su propia anciedad.

Él no puede más y se desplomo siendo salvados de caer; como la basura que ahora piensa que es, por su amada y hermosa ángel guardiana.

-¡¿Izuku?! ¡¿Que te paso?! .. ¡¡Que fue lo que te han hecho?!- el pecoso no responde y solo cierra sus ojos, agradecido el llegar a su hogar y deseando el morir en los brazos de su amada.

" - ¡No! ¡Ya no más por favor ya no quiero esto! ¡déjeme ir! ¡Se lo suplico!-

- El que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta no se borrará. Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza-

- ¡¡Cayese!! ¡¡Es su culpa!! ¡¡Por su culpa le estoy mintiendo!! -

- Cuya boca habla falsedad y cuya diestra es diestra de mentira... Eres la encarnación del mal Izuku.. y por eso debes ser purificado por mi-

- ¡¡NO!! ¡¡NOO!! ¡¡BASTA POR FAVOR!!-"

- Noo.. no.. ¡NOO!- despertó con un profundo pánico en un mar de lagrimas, sudando frió y con el cuerpo en un terremoto de emociones.

- ¡Izuku tranquilo! ¡soy yo! ¡estoy aquí contigo! - Melissa lo tomaba con fuerza por los brazos tratando de calmarlo.

- ¿M-melissa? - Al verla no pudo evitar aferrarse a ella y fundirse en sus brazos, tratando de buscar consuelo y fuerzas en ellos.

Sentados juntos en su cama, Izuku solo se fusionaba con ella en un abrazo que no quería soltar nunca, su cuerpo aún temblaba y eso preocupaba mil veces más a esa chica, solo fueron unos simples minutos en los que el pecoso se quedo perdido en ese horrible sueño, pero se sentían como eternas horas de dolor y agonía. Horas que si vivio y su memoria le obligó a recordar.

- ¡Izuku! ¡¿Que fue lo que te paso?! ... ¿Que te han hecho?- melissa lo protegía con sus brazos mientras sentía el retumbante latido del corazón de su amado contra su pecho.

"Si fui capas de eliminarlos a esos pobre niños ... no tengas dudas de lo que le puedo hacer a tu querida melissa"

Izuku se separo de ella al momento que recordó las amenazas de ese monstruo, había reaccionado y se había dado cuenta que lo estropeo todo, ¿Ahora como le iba explicar lo que le a pasado?

Se reviso, encontrado que tenia aún su harapienta ropa puesta, miro a melissa y solo podía ver dolor y confusión.

"Tengo que mentirle... tengo que mentirle para protegerla"

- ¡Izuku dime! ¡¿Que fue lo que te paso?!- ella lo tomo con miedo de sus manos acercando su persona a él dejando ver sus preciosos ojos azules llenos de preocupación y lagrimas.

"Tengo que mentirle... ¡debo hacerlo!"

- M-me ... - Que podía hacer para explicar su apariencia y comportamiento, no tenia nada, no podía pensar en nada.

Melissa no podía más con la angustia, se estaba desesperando.

- ¡Llamare a tu padre! ¡El tiene que saber lo que te paso! - se levanto de golpe para ir por su teléfono pero la fuerte presión contra su muñeca la freno.

- ¡No!... L-lo que me paso fue que ... f-fue q-que me... que me asaltaron melissa...M-me amenazaron con un arma... E-estaban a ... M-me iban a matar si no les daba lo que tenia y-y ..¡comenzaron a golpearme!- El tartamudeo y las pausas no la hacían creer lo que había pasado.

- ¡¿Izuku es verdad lo que dices?!- No le creyó,como iba a creer semejante falsedad.

- ¡¡E-es verdad!! estaba a punto de ir contigo cuando me acorralaron- apretó su agarre lastimandola un poco -¡¡Mírame!! ¡me golpearon una vez les di todo lo que tenia y quede inconsciente! - la soltó para señalarse.

- ¡Izuku dime la verdad!- Reclamo, pues por una razon sentia que no podia creerle.

-¡¡Esa es la verdad maldita sea!! ¡me asaltaron! ¡y me dejaron tirado en ese maldito callejón!! ...¡¡E-estoy así porque estaba a punto de morir melissa!! ¡¡m-me apuntaron con un arma en la cabeza!! ¡¡¡tenia miedo!!! ... ¡¡tenia miedo de morir!!... d-de morir ...y-y dejarte...-

Se cubrió el rostro con sus manos para ocultar su mentira y llorar, le había mentido, había engañado y más aparte alzo la voz a la persona que quería, a la persona con la que quería unir su vida y ser feliz, ya no podría ser feliz nunca más, lo sabia, sabia que esa palabra ya no existiría mas para él. Otras vez.

"Perdóname melissa...Perdóname"

- I-Izuku...-Verlo caer en llanto la hizo creerce esa maldita mentira- ¡Perdóname! perdóname por no creerte..

Lo refujio de nuevo entre sus brazos y él se dejo cuidar por ella, pero ya no se sentia seguro, nunca iba a estar a salvo, pero queria sentirse asi por una vez aún que fuera mentira, aún que sabia que jamas volveria a sentirse en paz, queria sentirse asi... al menos por una pequeña vez más.

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- No quiero que papá se entere de esto... no quiero preocuparlo - más mentiras para proteger a los que ama.

Fue ayudado por su novia a caminar hasta el baño, este solo le pido guardar el secreto, ya verían como ocultar el golpe, pero Izuku no quería meter a más personas en peligro, no quería preocupar y engañar más a su padre, no quería mentirle nuevamente a la cara.

- ¿Pero Izuku? - Ella lo sortenia por la cadera hasta llegar a la puerta del baño.

-Por favor melissa... lo importante es que sigo vivo ... y contigo ... l-lo material es lo de menos- le regalo una falsa sonrisa por su pútrida mentira.

- E-esta bien... pero al menos déjame llevarte al hospital- el pecoso se soltó de ella para abrir la puerta del baño

- Iré yo mismo mañana ... ahora solo quiero darme un baño y descansar ...- entro sosteniéndose de la pared cerrando poco a poco la puerta frente a su ingenua prometida.

Pego la frente a la puerta apretando con la yema de sus dedos la madera blanca de ese baño, se sentía una maldita basura un maldito mentiroso, un cobarde.

Su cuerpo le dolía por todos esos asqueroso besos impregnados en su piel, su miembro le punzaba por el dolor, y el asco al sentirlo aún húmedo por esa ácida saliva, se sentía completamente manchado, aún sentía ese ardiente aire caliente contra su cuello, se sentía sucio y solo quería limpiar la mugre de piel.

Se desnudo a cada doloroso paso hasta la bañera llenando la tina con agua caliente, miro entre lagrimas al espejo, visualizando con asco el camino de besos morados en su torso, agacho la vista para ver su miembro notando que este aún soltaba algo de presemen y su uretra estaba roja, no sabia si era por el dulce o por una infección que había contraído por culpa de ese enfermo bastardo. Claro que iría a un medico al día siguiente pero uno lejos, donde nadie supiera de su existencia.

Se adentro a la caliente agua que le provocaba un ardor en la piel y apenas sentarce el dolor punzo en su interior; a pesar de que ese desgraciado no llego a más contra su entrada, su descuido le provocaba dolor en su interior. Miró su cuerpo visualizando solo lodo, asqueroso lodo que debía limpiar, tallo con fuerza cada parte de su anatomía con la esponja de baño volviéndola roja y provocando que el cristalino contacto del agua le ardiera más.

"¡Eres un asco! ¡estas sucio! ¡estas manchado de nuevo!"

-Asqueroso...asqueroso... eres un asco.. un asco- susurraba mientras tallaba con mas fuerza su piel

Llorando, conectando sus lagrimas con esas aguas que limpiaban el pecoso del adulterio forzado y las mentiras.

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