•|Capitulo 5|• 🔞

Natsuki no entendía porque tenía tanto frío. Observaba sus guantes, también el pesado abrigo sobre el y su hermanito.



—¡Esto es el colmo!, ¡Si tienes algún problema dímelo en la cara!



Los gritos siguen, casi desastrosos.



—¿¡Que te lo diga en la cara!?, ¡Te lo diré miles de veces!, ¡Ojalá nunca hubiese salido con un Prostituto como tu!


El sonido de las cosas rompiéndose, Natsuki tiembla sin querer.


— ¿¡Tienes algún problema con eso!?, ¡Si mal no recuerdo te metiste hasta con la hijastra de tu padre y aún así me reclamas!



La voz de Tanjiro se escucha casi desgarrada, antes de un sollozo.



—¡Claro que lo haré!, ¡Te lo reclamaré todos los días de mí vida!, ¡Es lo que te mereces por haberte embarazado de mí!


Ah, Un fuerte estornudo se escuchó y luego el silencio inundó el lugar. Que frío es la vida.



—Si tanto te molesta el haber tenido a Natsuki, ¿Porque te casaste conmigo?, ¿Porque quisiste que viviera contigo?, ¿Porque sigues aquí...?



Tomioka no sabe que decir realmente. Ahora que se han encerrado en su habitación y solo estaban ellos dos, no podía pensar las cosas con claridad. Sabe lo que le ha dicho a su pareja, Sabe que lo ha humillado pero es que...



—Giyuu... porfavor, Respondem-



Pero Tanjiro no pudo terminar de hablar, aquel de melena azabache se había abalanzado sobre su cuerpo y ahora no hacía más que besar y lamer su cuello, desesperadamente.



—¡Es-pera!, ¡G-iyuu!

Tomioka solo le miro de reojo, tocando con descaro el cuerpo contrario, colocando su la palma de su mano derecho sobre los pantalones contrarios.



—Tu no quieres esperar y yo tampoco— Giyuu siguió besando el cuello contrario, sabiendo bien el punto débil del menor— Se que te gusta, y aún más cuando te niegas así.



Tanjiro quiso sacarse lo de encima, entre jadeos y gemidos reprimidos, por más caliente que esté, de antemano estaba enojado y dolido.


—Lo recuerdas, ¿No?— Entonces tanjiro dejo de prostetar y dejo que su esposo desabrochara su pantalón, casi de un tiron— Lo hiciste a propósito, Viniste a mí casa precisamente a que te llenará con mí semilla, No lo niegues.



Kamado solamente se dejó hacer, entre lágrimas mas bien por las palabras que por las acciones de su amado. Fue entonces que entre cada movimiento brusco Tanjiro recordó como se había embarazado de Natsuki.




—Pense que ibas a matarte— Susurro quedito, sintiendo como su Esposo le daba la vuelta y levantaba su trasero— No soporte la idea de que murieras, No podía, simplemente no puedo.





Ante aquello Giyuu sonrió, colocando su pene entre las nalgas del menor.



—Tranquilo, Tanjiro— Tomioka sonríe suavemente, está vez introduciendose lentamente— Te odio lo suficientemente como para no dejarte nunca.





Continuará


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