Parte cuatro.
ㅡ Ken. ㅡ Llamó Barbie. ㅡ Deberías dejar de mirarme asi, estamos en medio del set.
ㅡ Oh, ¿Acaso no lo sabes cariño?. ㅡ Él rubio la observó con una pequeña sonrisa coqueta. ㅡ La actuación se hace más creíble fuera de las cámaras.
ㅡ Y eso ayudaría la película en...
ㅡ En que nuestras actuaciones serán increíbles, tesoro. ㅡ Barbie lo miró un poco incrédula alejándose, sin entender del todo a qué se refería su compañero.
Las cosas siguieron su curso por los siguientes meses restantes, Barbie y Ken estaban en la Gran Ciudad grabando una película que prometía ser el próximo éxito en taquillas para el verano del próximo año, mientras que su productora los esclavizaba y la rubia estaba en uno de sus mejores momentos de fama en su carrera. Su gran espectáculo entre la gente ricachona hace tiempo dió sus frutos hasta entonces, algunas influencias se movían por la mano de Richard después de ese show. Otras veces hubiera dicho que solo sería un show más, sin vida y al lado de Ken nada más le preocuparía más que regresar a casa con el primer vuelo que saliera a su hogar.
Pero aún lo recuerda.
Robert Oppenheimer era quién la despertaba por las noches y le quitaba el sueño, él mismo que leía en los diarios una y otra vez, y que parecía ser cada vez menos capaz de guardarse comentarios propios en contra del ideal político de la época. Él hombre más misterioso que conoció que sin dirigirle palabra, despertó su curiosidad desde lo más de su profundo interior, preguntándose inumerables veces si todo lo que aconteció esa noche fue solo un sueño, uno del dónde no querría despertar nunca.
Meses anteriores al evento, un pequeño paseo se dió en las instalaciones de su productora Mattel, dónde Allan junto a su pareja asistieron. Daba la casualidad de qué Allan estaba por casarse, asi qué después de charlar un rato en la sala principal, Barbie pudo sacar un dato muy interesante.
La novia de Allan se llamaba Emma Mackey, era una física muy conocida en su campo y acababa de ganar un Nobel.
Unas risas se hicieron presentes cuando Bárbara abrió exageradamente su boca ante los presentes, visiblemente sorprendida por no haberse dado cuenta antes que Allan salía con alguien tan importante. Probablemente Ken se lo habría mencionado y no prestó atención, como normalmente hacía las veces que él establecía una conversación con ella, pero Ken y Allan eran mejores amigos y no podía faltar que él rubio le hablara sobre él, junto a sus interminables peleas con Simon Liu. Más nunca imaginó que cuándo Ken nombró que Allan estaba conociendo a alguien, se refería a una física de renombre en su campo.
Emma la observó con total pureza y ternura, Allan le había hablado en algunas ocasiones sobre la famosa Barbie antes de reunirse, pero para que mentirse a si misma, ¿quién llegados a éste punto no conocía a la dulce Bárbara Robbie?. Su paso por la industria del entretenimiento era toda una revolución, asi como la forma en la que ella rechazaba a cada hombre que se interponia en su camino, o las veces que Richard quería dejarla en ridículo frente a los inversionistas y lograba dar vuelta por completo la situación rápidamente.
La física supo en ese momento que no equivocaba sobre que Barbie era diferente ante lo que veían sus ojos en la televisión, Allan le hablaba sobre que era una mujer muy hermosa y especial para Ken, pero que ella no parecía prestarle mucha atención a su mejor amigo, por eso él rubio recurría a él con frecuencia para derramar lágrimas amargas cada vez que sentía que Bárbara era miserable a su lado, lo cuál era casi todo el tiempo. Quizás su novio veía como una mala mujer a Barbie, pero ella veía otra cosa en frente suyo.
ㅡ Bar-bie... ㅡ Remarcó su nombre lentamente en sílabas, sobresaltado a la rubia. ㅡ Es un lindo nombre.
ㅡ Gracias. ㅡ Barbie sonrió apenada dándose la vuelta para observarle. ㅡ Ken me contó que Allan estaba conociendo a alguien, pero nunca me imaginé qué... ㅡ La mujer entrecorto un poco la voz al instante, al darse cuenta que había hablado por demás.
La física solo se limitó a reír enternecida negando con su cabeza, provocando que Bárbara se sonroje levemente por la vergüenza que le producía darse cuenta que quizás era el peor momento para decir algo más de su parte.
ㅡ Te entiendo, yo tampoco esperaba enamorarme de Allan si me lo preguntas. ㅡ Bromeó risueña la castaña. ㅡ Pero creo que era inevitable.
ㅡ Es raro oír la palabra "creo" de alguien que sabe mucho más que yo. ㅡ La miró con una gran sonrisa brillante, la física no pudo contener las risas al escucharle.
ㅡ El amor es inexplicable Bárbara. ㅡ Puntuó la mayor antes de volver su mirada al frente. ㅡ No soy la mejor para explicar este sentimiento, quizás porqué nunca lo experimente antes.
ㅡ Yo tampoco. ㅡ Susurro con tristeza la rubia, ganándose una mirada de curiosidad por parte de la castaña.
ㅡ ¿Pero no tienes a ese chico rubio detrás de tí?. ㅡ Indagó dudosa.
ㅡ Él me ama, pero yo no lo amo. ㅡ Admitió con pena Bárbara, moviendo sus ojos a otra dirrección para evitar la mirada de la mujer. ㅡ Creo que mis padres ya lo saben, por eso me obligarán a casarme con él si yo no lo hago por mi cuenta.
ㅡ Entiendo. ㅡ La castaña se movió, acercándose a pasos lentos a la rubia. ㅡ Tienes todo mi apoyo si necesitas hablar en algún momento sobre eso. ㅡ Uno de los brazos de Emma se posicionó sobre sus hombros dándole un poco más de confianza para seguir hablando.
ㅡ Me alegra que Allan haya encontrado a una buena mujer como tú. ㅡ Confesó Bárbara con una pequeña sonrisa plasmandose en su rostro, abrazándo repentinamente a la mujer mayor y tomándola totalmente desprevenida.
Ambas se abrazaron por un cortó período de tiempo, pero que para Barbie fue un completo alivió hablar con ella por un rato a solas sin que nadie les molestase. Sin Ken o sus padres rondando por allí para atormentarla como de costumbre, era algo que siempre había anhelado desde el fondo de su corazón, su privacidad.
Sabía que Emma no pertenecía a ese mundo llenó de falsedad como lo era Hollywood, la fama y el dinero no eran primordiales para Barbie y Emma lo entendió perfectamente desde el primer momento que hablaron. La física pertenecía a otro mundo completamente diferente al de ella, la fama no significaba lo mismo y lo obtenían de formas diferentes. Barbie era un objeto para la masas, mientras que Emma era una científica brillante con mucho más para aportar al mundo que ella y se dedicaba a hacer grandes descubrimientos para la humanidad. La rubia mostró su dentadura sin poder evitar hacer una rara mueca en un raro intento por seguir sonriendo.
ㅡ Barbie. ㅡ Llamó dulcemente la mujer contraria. ㅡ Nunca dejes que resten tu valor, eres brillante. ㅡ Barbie vió como sus miradas se conectaban nuevamente notando una especie de brillo en los ojos de la mujer, sintiendo una especie de vacío en su estómago sin explicación. ㅡ Y lo mejor, es que lo haces a tu forma.
Las dos mujeres se vieron interrumpidas por un fuerte llamado, Allan se acercó con pasos erráticos a las dos mujeres qué se encontraban paradas mirándolo con curiosidad. Una vez al lado de la castaña, él hombre dió un pequeño saludo a la rubia antes de hablarle a su novia.
ㅡ Bueno... sé que no te gustan las llamadas de emergencia. ㅡ Aclaró su garganta un poco nervioso. ㅡ Pero tienes una en este momento.
Emma alzó una de sus cejas con evidente fastidio.
ㅡ Oh, no me digas qué...
ㅡ Si, ese científico loco. ㅡ Interrumpió con una pequeña risa nerviosa. ㅡ Tienen la llamada en espera, será mejor que vayas rápido. ㅡ Señaló mientras la castaña daba un suspiro agotada.
ㅡ Bien, bien. ㅡ Dijo en un tono de voz bajo un poco apenada por la inesperada interrupción. ㅡ Podemos posponer nuestra charla para otro día, Barbie.
El gesto de Emma provocó un gran torbellino de sentimientos y emociones encontrados en la rubia, que sé alegró internamente al escuchar la sugerencia de poder hablar más a fondo de sus problemas con la castaña en un futuro.
ㅡ No te preocupes, creo que fue suficiente por ahora. ㅡ Se mintió descaradamente a si misma en ese momento, sintiéndose un poco frustrada por ocultar sus propios sentimientos. ㅡ De todos modos gracias, es muy agradable hablar contigo Emma.
ㅡ Igualmente Barbie.
Él pelirrojo dió una gran sonrisa en señal de aprobación a la castaña, la manera en la que Barbie y Emma convivían era adorable frente a sus ojos, sintiéndose un intruso por haber interrumpido su pequeña pero importante charla personal.
La castaña procedió a despedirse de Bárbara con un beso en ambas mejillas para después brindarle un corto pero certero abrazo de despedida por última vez, indicando que querría saber más de ella a futuro y sobre todo de su persona. También antes de ponerse en marcha a responder el llamado, le guiño el ojo a Allan también como señal de despedida, sonrojando al hombre sin saber cómo reaccionar y causando un momento muy lindo admirado por los ojos de Bárbara, quién veía la pureza y el apoyo que ambos se tenían desde hace un buen rato.
Después de que Emma se fué, Allan y Barbie quedaron solos. Él pelirrojo se acercó al lado de la rubia, reduciendo el gran espacio que los separaba y admirando el pintoresco paisaje qoe ofrecía el ventanal que daba a la ciudad.
ㅡ Gracias por recibir tan bien a Emma. ㅡ Se quedaron mirando los dos un punto ciego del gran ventanal que tenían en frente.
ㅡ No es nada, ahora veo que Ken no exageraba con las cosas que me contaba. ㅡ Mencionó Barbie con diversión.
ㅡ Se qué él exagera muchas cosas, pero está vez no te mintió de ninguna manera. ㅡ Bromeó un poco él hombre, sin despegar su mirada de la vista que tenía de la Gran Ciudad. ㅡ Es una pena que no haya podido venir contigo.
ㅡ Digo lo mismo. ㅡ Sentenció un poco tensión en su voz. ㅡ A veces nunca sabe cuándo parar esas peleas tontas con Liu. ㅡ Agregó un poco cansada.
En esa ocasión Ken no pudo acompañarla como de costumbre a sus eventos programados, no era porqué él no quisiera, sino qué tenía una cosas pendientes que terminar en sus proyectos. Al parecer esas peleas recurrentes con Simon Liu le hicieron atrasarse un poco con algunas de sus sesiones de fotos para algunas revistas importantes, y por culpa de aquellas peleas donde coincidían ambos en el set terminaban golpeándose, lo qué se traducía a siempre verse al rostro y terminar agrediendose de formas dolorosas o estúpidas.
Ahora mismo Ken y Liu pagaban por su castigó, teniendo que ser obligados a hacerse una sesión de fotos juntos para la revista Vogue. De tan solo imaginar la tensión y las palabras hirientes que rozaban lo infantil dentro del set en ese momento le causaban unas risas incontrolables, que se veía en la obligación de ocultar y callar si no quería terminar pareciendo una loca en medio de la importante fiesta de alta sociedad. Pero de repente, unas risas visiblemente audibles se oyeron provenir y salir de la boca de Allan, causándole un sobresalto y mirándole fijamente unos minutos.
ㅡ Oh, es verdad, lo estaba olvidando. ㅡ Salieron unas cuántas risas más que al final terminaron contagiando a Barbie también. ㅡ Me habló justo de eso antes de ir al set hace un rato con Liu.
ㅡ Richard no estaba para nada contento. ㅡ Respondió la ojiazul con desaprobación. ㅡ Creo que él peor castigo que puede recibir es ese.
ㅡ Si fuera el camarógrafo cuidaría que ninguno de esos dos rompiera mi cámara si empiezan a pelear y gritarse.
ㅡ Touché.
Barbie nunca negaría que Allan era una buena influencia para Ken, a pesar de tener personalidades muy adyacentes podían complementarse correctamente como un extraño e interesante rompecabezas. Cada uno tenía algo que aportar a su amistad, la aura tranquila de Allan se fusionaba con la hiperactividad y energía contagiosa de Ken, ambos eran geniales juntos y también por separado, además de ser una de esas amistades peculiares y honestas que no sueles ver con frecuencia en un mundo tan superficial como era su industria.
ㅡ Por cierto. ㅡ Tomó nuevamente la palabra la contraria, llamando la atención del pelirrojo. ㅡ ¿Por qué Emma parecía tan molesta por esa llamada de emergencia?.
Allan parecía tomarse su tiempo para responder aquella pregunta, parecía un poco intranquilo cuándo terminó de formular su frase, poniendo más incertidumbre y duda en la rubia, qué no sacaba de su cabeza la expresión de Emma y las palabras tan llamativas como "Científico loco".
ㅡ Uhm, bueno. ㅡ Pauso unos segundos antes de continuar hablando. ㅡ Es un poco complicado porqué se supone que es ultra secreto, pero Emma está trabajando con un hombre un poco...
El silencio por parte del pelirrojo daba a entender claramente que él hombre del que hablaban no parecía ser muy del agrado de la castaña, algo que la ojiazul captó de inmediato, despertando mucho más de su curiosidad para seguir haciendo preguntas.
ㅡ ¿Es muy malo?.
ㅡ No, no. ㅡ Respondió al instante Allan, un poco alterado causando que Barbie se sobresalté de nuevo. ㅡ Es raro y creo que eso es todo lo qué puedo decir.
ㅡ Ohh, ¿Emma no puede cambiar de compañero entonces?. ㅡ Surgió con inocencia la mujer.
Una pequeña sonrisa enternecida salió de la boca de Allan por unos cuantos segundos al escucharla preguntar con tanta angustia en su voz aquello.
ㅡ Bueno, ojalá pudiera. ㅡ Señaló él hombre. ㅡ Pero ese hombre es importante y necesario para el proyecto en el que trabaja Emma.
ㅡ Mmh. ㅡ Asintió Barbie pensativa. ㅡ ¿Cuál es su nombre?.
ㅡ Supongo qué a Emma no le molestará que lo diga, de cualquier manera últimamente está apareciendo mucho en los diarios y eso. ㅡ Opinó para si mismo Allan, bajó la atenta mirada suplicante de Barbie. Sabía que no había un atismo de maldad en la ojiazul cómo para meterse con la política de su país, así que no le molestó compartir información solo un poco clasificada para ella. ㅡ Su nombre es Robert Oppenheimer, creo qué es raro por naturaleza. El nombre lo dice todo.
Bárbara lo observó demasiado sorprendida y su boca solo formó una pequeña y perfecta "O". Era sabido que Robert era un físico importante, su reputación era mala entre importantes políticos y muchos diarios sensacionalistas hablaban sobre una ruptura en su amistad con Einstein por un importante proyecto planificado por el gobierno. No vivía bajo una roca eso era claro, pero entre leer chismes baratos entre científicos en los diarios con las más dudosas fuentes y el conocer a Emma había formado dos opiniones completamente diferentes sobre la gente que practicaba las ciencias. Pero nunca esperó que Robert fuera quién trabajará al lado de alguien tan dulce y atenta como Emma.
ㅡ Supongo que lo conoces después de todo.
ㅡ Leí sobre él en los diarios.
ㅡ No me sorprende, en este último tiempo está dando mucho de qué hablar.
ㅡ Espera, ¿entonces es una especie de fenómeno?.
Él pelirrojo negó con su cabeza, confundiendo a la rubia.
ㅡ No es eso. ㅡ Puntuó. ㅡ Solo que hace esas cosas que los científicos incomprendidos hacen.
ㅡ ¿Cómo?...
ㅡ Como no bañarse y ser un poco groseros. ㅡ Unas risas burbujearon del interior de Allan sin poder evitarlo al ver la expresión de completo disgusto formarse en el rostro de Bárbara. ㅡ Pero según Emma, no parece un mal tipo, solo es un poco perfeccionista y le gusta escribir fórmulas en servilletas cuando está aburrido.
ㅡ Eso se oye cómo ser un raro. ㅡ Sentenció la ojiazul.
ㅡ ¿Lo ves?, de eso estaba hablando.
(...)
buenas noches ❤️
muchas gracias por los votos y los comentarios tan lindos que le dejan a mi historia, me ayuda mucho a seguir y siempre me inspira a seguir escribiendo lo que me gusta :) asi que nada, espero que esté capítulo les haya gustado y nos veremos próximamente en el siguiente cap! <3
no tengo mucho más que decir, recuerden que está historia no está conectada con el contenido de las películas, ósea, todo esto viene de mi mente ya que todavía no he tenido la oportunidad de ver Barbie o Oppenheimer, asi que nada, solo esooo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top