Dos


Yoon.

Su lengua es deliciosa, la sensación de la mía dominando la suya, me ha hecho sentir lujuria, cosa que no pasaba hace mucho.

Los pequeños jadeos que soltaba cuando dejaba de besarla eran adorables. Convencerla de esperar a llegar a casa fue una tarea difícil. Para mi.

Pues solo pensaba en tenerla debajo de mi.

—Eres un desastre —estaba en la cama con los labios hinchados, su cabello corto despeinado y el vestido casi desgarrado —un desastre maravilloso.

—¿y de quien es la culpa? —me observo molesta —no dejabas de tener los dedos dentro de mi mientras veníamos a casa.

Lamí mis dedos de manera lenta —No parecías molesta retorciéndote en el auto — me quite la camisa formal —pero tendrás tu recompensa.

La mayoría del tiempo controla sus pensamientos, lo que me frustra un poco porque no me hace las cosas fáciles. Pero desde que la bese en la fiesta, su mente es un libro abierto.

Su cuerpo parece de mármol.

Creo que se refiere a lo blanco de mi piel.

—Préstame tu mano —subí a la cama —las sensaciones humanas son más intensas que las de un demonio —me acerque y susurre en su oído —te estimula sentir mi cuerpo — tome su dedo y recorrí las líneas de mi abdomen —el que mi voz grave te hable al oído —con las uñas afiladas de mi otra mano termine de romper su vestido —te mojas con anticipación pensando en cómo me sentirás dentro de ti.

—No es justo —jadeo cuando baje su mano a mi bulto entre las piernas —Puedes leer lo que necesito, es hacer trampa.

Quite mis pantalones y la hice tomar mi miembro entre su delicada mano.

—No es trampa —Bese su cuello —Soy un esclavo ante ti —me comencé a masturbar con su mano —un poderoso demonio, alguien que puede acabar con la vida humana con facilidad —chupe su pezón estirándolo un poco con mis dientes — dominado por una torpe humana que me invoco sin saber como lo hizo.

Le di una mordida en el otro pecho sacando un lindo gemido.

—¿Ya no puedes esperar? —sonreí ante su pensamiento —mi ama es un ser impaciente.

—Miénteme y dime que no deseas entrar en mi.

Me alinee y me hundí de una sola estocada,  me quede quieto un segundo antes de moverme de nuevo, su cuerpo se arqueo en la primera embestida, sujete sus manos entre lazándola con las mías antes de moverme de nuevo.

—A ti no puedo mentirte —me moví causando un gemido más agudo —siempre hablaré con la verdad.

—¿Por el pacto?

Empuje más fuerte y sus dedos apretaron mis manos, sus piernas se enroscaron en mi cintura.

—Porque soy tuyo.

Su vagina se apretó a mi alrededor causándome un infinito placer, pero lejos de todo lo que me estaba haciendo sentir físicamente, el que acepte que ella es mi ama, me tiene confundido.

—Yoon —jadeo —no voy a romperme.

Me moví más fuerte, los golpeteo de mi cadera contra la suya se mezclaban con los gemidos agudos, su mente estaba en un punto alto de placer, no dejaba de pensar en mi, en lo que la hacía sentir, en como la llenaban.

Yo estaba a nada de correrme.

Nos gire y deje que me montara, sus caderas se movían en pequeños círculos y sus pechos rebotaba a la par, se apretó a mi alrededor y sus piernas temblaron mientras se inclinaba hacia mi, sentí los espasmos mientras se corría.

Salí de ella y la puse boca abajo mordí su espalda hasta llegar a mi marca, me hundí de nuevo usando todo mi peso para embestirla aplastándola contra el colchón, la sensación de estrechez fue demasiada que me corrí, los hilos de semen la llenaban al mismo tiempo que la escuche jadear de nuevo en un nuevo éxtasis.

Eva.

El no tenía cansancio, me fallo hasta en la ducha, entendió que debía descansar en un punto y me trajo a la cama.

—No siento mi cadera.

—Use mi grosor normal, ¿te lastima?

—¿Grosor normal? —trate de sentarme pero la punzada de dolor subía— ¿de que hablas?

—Soy un demonio niña, me viste al invocarme, soy más grande de cuerpo por lo tanto mi miembro es mayor.

¿Más grande?

Pero si así su miembro era monstruoso y grueso, incluso la mandíbula me duele por el oral que le hice en la ducha. ¿Cómo puede ser más grande?

—¿Quieres ver?

—Dios no —arqueo una ceja— perdón, pero no podría manejar tanto.

—Lo harías, lo se, pero tienes razón debes descansar.

Note que me dio la espalda y por un  momento sentí pánico pensando que se iría.

—Dame la orden —dijo al mirarme —yo no necesito dormir como tal, pero si tu me lo pides dormiré a tu lado.

—No quiero obligarte hacer algo que no deseas.

—Dame la orden —repitió.

—Yoon, duerme conmigo.

Se metió bajo las cobijas y me trajo a su cuerpo, me acuno entre sus brazos y caí dormida, creo que la orden era para tener una excusa hacia mi.

Los días siguientes su actitud cambió demasiado, se dejaba ver más ante las personas a mi alrededor, en el trabajo notaban que me esperaba a la salida, me habían visto con él en centros comerciales y ya estaba la prensa tras de eso, preguntando ¿Quién era el novio de Eva King?

—¿Creen que somos pareja?

Miro la publicación sobre mi hombro.

—Eso parece.

—¿Te molesta?

—En parte, ya que es algo ilógico.

—Salimos juntos, dormimos juntos, todos los días tenemos sexo, técnicamente somos una pareja.

Señaló mi mano y le muestro la marca que tenemos —El solo por esto, no puedo pensar en una relación soy consciente de que eres un demonio y yo una humana que te ato a mi.

Unió su mano con la mía —El pacto no me obliga a estar contigo todo el tiempo, solo debo ser tu guardián, todo lo demás, lo hago porque quiero, porque —besa el torso de mi mano —Eres mía Eva.

Me levanto de la silla, girando mi rostro hacia él.

—Dame una orden.

—Bésame Yoon.

Sus labios son posesivos, salvajes, siempre que me besa me roba el aliento, rápidamente me desnudo, siempre que se quitaba la ropa mis manos tocaban su abdomen  su piel es dura como sus músculos y caliente como toda su apariencia, es hermoso y atractivo a la vez.

Me abrió las piernas para lamer mi vagina húmeda, sujete su cabello moviendo ni cadera contra él.

Mi teléfono comenzó a sonar, mire el remitente y no pude no pensar el nombre, Yoon se levantó de entre mis piernas gruñendo molesto. Tomo mi teléfono y contesto.

—¿Eva?  —se escucho en alta voz.

—¿Qué quieres? —metió dos dedos en mi interior sacándome un largo gemido que es seguro que escucharía Víctor —ella está ocupada.

—¿Eres el de la fiesta? Entonces es verdad.

—¿Qué Eva tiene pareja? Es verdad, recuerda el nombre de Yoongi  que es el único que sabrá gemir —doblo los dedos y toco justo en el punto más sensible.

—¡Yoon!

No me importo que Víctor estuviera del otro lado de la línea, me aferre a la mano de mi demonio que con su dedo pulgar froto mi clítoris haciéndome correr sobre su mano.

—Solo te usará, como lo hizo conmigo.

Sentí un apretón en el pecho, no pensé que Víctor pensara así de mi. Yoongi destruyó mi teléfono y su apariencia cambio, de su frente brotaron el par de cuernos de cuando lo invoque la primera vez, su piel se volvió marmoleada.

—Nunca—gruño con una voz más grave —nunca te sientas triste por un  simple humano —se acomodo entre mis piernas —tu vales mucho más que cualquier persona en la tierra.

Me embistió haciéndome gritar, el tamaño era mayor, su longitud casi la podía sentir en mi estómago, se sentía más caliente.

—Eres muy grande.

—Puedes soportarlo.

Me alzo sosteniéndome de los muslos, me aferre a sus hombros al momento de subirme y bajarme sobre de él.

—¿Qué necesitas Eva? ¿Qué necesitas para que no vuelvas a tratar de pensar en nadie más?

Me beso, haciéndome desear que se quede conmigo de una manera diferente, que pueda presumirlo como mío, que todas las emociones que me hace sentir no desaparezcan nunca.

—Es un pacto entonces.

Gruño de nuevo empujado haciendo correr al mismo tiempo que me llenaba…

La niña prodigio como siempre ha sido llamada Eva King, anunció su sorpresivo compromiso con el empresario Yoon Hill.

 

 

 

YOON.

—Es injusto lo atractivo que te vez.

Sostenía su mano al borde de su cama.

—Si tu luces mejor que la primera vez que te vi —acaricie su cabello blanco

—Tramposo.

—La bruja astuta eres tu.

Durante el tiempo con ella estuve cambiando de apariencia, para fingir envejecer con ella, ahora en su lecho de muerte me pidió tener mi apariencia real. Como lógica no tuvimos descendencia, pero no nos importo.

—No, en verdad tu eres el tramposo, tendrás mi alma dos veces.

—Soy un demonio egoísta.

Sonrió —Yoon, bésame.

Presione mis labios con los de ella sintiendo como dejaba el mundo terrenal, el collar de mi cuello se rompió y una pequeña lagrima rodó por mi mejilla, es curioso no creí que los demonios pudiéramos llorar.

El dolor y el vacío no es algo que pudiera experimentar, es raro  porque se que la veré pronto y ahora una eternidad nos espera…

 

¿Qué les pareció?

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