El Nido, Parte 2
¡Hola, chicas y chicos!
Ya es miércoles y es hora de una nueva actualización. Estamos frente al penúltimo capítulo de este fic y he de decir que este es mi favorito hasta este momento. Me gustó mucho el resultado final y me siento bien por haber tomado la decisión correcta al haberme dispuesto a reescribir el final de esta historia. Espero que a ustedes les guste por igual y nos leemos hasta abajo para comentarios finales.
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Un Fanfic de Gravity Falls
"Pacifica por la Carretera"
Capítulo 14: "El Nido, Parte 2"
—¿Por qué no vienes y lo averiguas? —Dijo el muchacho, sonriéndole a su enemiga de una manera retadora para enseguida adentrarse en el túnel que se encontraba detrás de él.
—¡Ni creas que te será tan fácil eludirme en mi propio terreno, mocoso! —Advirtió Darlene, cuando su sangre de color verde comenzó a subírsele a la cabeza, como si fuera el agua hirviendo de una olla a punto de entrar en ebullición. Todo a consecuencia de la muerte de una de sus cientos de hijas. Acto seguido, utilizó dos de sus patas traseras para desprenderse la falsa piel humana que aún tenía injertada a la cara y al torso, revelándose a sí misma como una verdadera y grotesca mutación de la naturaleza. Una variedad de monstruo de ocho patas y cuatro ojos, de pelaje áspero y negro, con grandes y filosos colmillos—. Por sí aun no lo sabes, fui yo quien construyó y le dio forma a este lugar. Conozco cada rincón de cada gruta dentro y fuera de esta montaña, por lo que esconderte te será imposible. —Darlene se giró hacia los integrantes de las familias Pines y Northwest, arrojándoles un carrete completo de telaraña para envolverlos e impedir su escape—. Ustedes quédense aquí mientras yo tomo cartas en el asunto. Gracias a las hazañas de ese niño podrán vivir un poco más. ¡Síganme, mis niñas! Se dirige hacia la cámara superior. El muy tonto no sabe que se está metiendo en un callejón sin salida. Lo capturaremos con vida para que yo misma pueda hacerlo pagar por el atrevimiento de asesinar a una de nosotras. Ya verás que seré yo quien reirá al final.
Dada la orden, el ejército de arácnidos chilló y se arremolinó para adentrarse por la gruta que Dipper había tomado para escapar y encaminarse hacia la siguiente cámara. No obstante, Cuando Darlene se disponía a entrar por el túnel, una de sus hijas la detuvo, montándose sobre su lomo para compartir cierta información obtenida.
—¿Qué es lo que te sucede, Sharon? ¿Quieres decirle algo a tu mami? —Preguntó la mujer, escuchando atentamente todo lo que la pequeña araña tenía que decir en su propio idioma—. ¿Qué? ¿Hablas enserio? ¿Qué lograste escucharlos...? ¿Qué ellos planean hacer qué...? ¿Explosivos en la cámara superior? ¿Quieren sepultarnos? ¡Vaya! Así que ese mocoso ya tenía un plan de reserva. Mala suerte para ese niño y también para esas chiquillas por haber decidido aliarse con él y hacer caso de sus tonterías. Ahora que conozco su estrategia, sus últimas esperanzas para salir de aquí con vida se han esfumado. Y sé justo lo que tengo que hacer para doblegar su espíritu.
Darlene concluyó, sonriendo de forma maliciosa y frotándose las manos y las patas. Entre tanto, Dipper corría a toda velocidad por los cada vez más estrechos y pegajosos túneles del gigantesco nido, cortando grandes cantidades de telaraña con ayuda de su lanza para evitar quedarse atascado en una de ellas. Poco a poco, Dipper comenzó a escuchar los chillidos de la horda de arañas por detrás de él, indicándole que estas ya estaban pisándole los talones. Fue en ese momento, que el muchacho Pines consiguió atravesar el corredor para desembocar en la cámara principal, sin detenerse, apresurándose para posicionarse en el extremo opuesto de la cúpula, lugar en dónde se encontraba, postrado sobre el suelo, el arnés atado con la soga de vida, el cual que habían conseguido dentro del equipo del difunto explorador. Sin perder más el tiempo, teniendo en cuenta que los segundos eran vitales para llevar la operación a cabo de manera exitosa, Dipper procedió a colocarse el arnés alrededor de su cuerpo y esperó a que la mayoría del inmenso grupo de arácnidos tomara su posición alrededor de la plataforma de roca. Entonces, utilizó su Walkie Talkie para comunicarse con Jessica y Mary, quieres a pesar de no responder a la llamada, tiraron de la soga para elevar a Dipper y llevarlo hacia el piso superior, justo antes de que los depredadores le dieran alcance. En ese momento, Dipper intentó establecer comunicación de nueva cuenta con sus compañeras con el fin de hacerles saber que la hora para hacer volar el lugar había llegado. No obstante, cuando Dipper alcanzó el nivel superior, descubrió a Jessica y a Mary cubiertas en un capullo de telaraña, así como el hecho de que ahora el detonador había pasado a manos del único ser en el mundo que jamás debía poseerlo.
—¡Pero miren lo que tenemos aquí! ¿Acaso esperabas ver a alguien más, pequeño? —Dijo Darlene en medio de una risa maniaca, jugueteando con el detonador entre sus manos, para enseguida disparar desde su hocico una madeja de telaraña con la cual consiguió aprender a Dipper.
—Pero... ¿Cómo...? No puede ser... ¿Cómo supiste...? —Su lengua se trabó a causa de la impresión, resultándole difícil completar una frase conjunta—. ¿Cómo llegaste hasta aquí...?
—Para ser tan pequeño tienes mala memoria. Te Recuerdo que mis retoños me informan acerca de cualquier cosa que ellos escuchan y observan. Además... ¿Qué parte de yo fui la que diseñó este lugar desde cero no te ha quedado claro? ¿Pensaste que los planos que trazó ese fracasado estaban basados al cien por ciento en el diseño original? Existen decenas de túneles y pasadizos secretos los cuales no tienes la menor idea de que existen. Cada conducto, cada grieta está conectada entre sí ayudándome a desplazarme tan rápido como yo lo deseo. Tus intenciones por salvar a tu familia fueron admirables. Eres el primero que me ha hecho esforzarme tanto. Pensaba en darte una muerte rápida y sin dolor, pero recordemos que tú fuiste el responsable de la muerte de una de mis hijas. Y ya que tú me quitaste algo que era altamente preciado para mí, ahora yo te quitaré algo que sea altamente preciado para ti. Por lo tanto, antes de convertirte en un rico postre, serás testigo de cómo tu familia y amigos se convierten en nuestro plato fuerte. ¿Qué te parece? ¿No te gusta la idea? —Se carcajeó abiertamente—. Entonces... ¿Algún último deseo que desees cumplir?
Dipper agachó la cabeza, analizando sus casi nulas posibilidades de escapar y de ayudar a sus allegados. No obstante, pese a su precaria situación, consiguió armarse de valor para encarar a Darlene, mirándola fijamente a los ojos con una gran determinación.
—Tengo uno... Ahora que lo mencionas, tengo un último deseo que me gustaría cumplir.
—¿De verdad? ¿Y puedo saber de qué se trata? —Preguntó la mujer, mostrándose interesada.
—¿Has escuchado acerca de la lucha olímpica? ¿Qué tal si tenemos una pelea mano a mano? Solos tú y yo. Sin interferencias, ni trampas. En cambio, las armas blancas como mi lanza están permitidas. El primero que consiga sacar a su rival del círculo será en vencedor. Si tú ganas, tendrás la libertad para comernos a todos sin objeciones. Pero si yo gano, deberás liberar a mi familia y a mis amigos, incluyendo a Pacifica y a sus padres. A cambio, podrás comerme a mí. ¿Qué dices?
Darlene escuchó la propuesta de Dipper, pasados cinco segundos, esta comenzó a carcajearse nuevamente, en esta ocasión con una carga extra de ironía y de sarcasmo.
—Tengo entendido que los niños suelen decir muchas tonterías, pero tú, pequeño ingenuo, acabas de sobrepasar todos los records establecidos. Por si no lo has notado, ya poseo la completa libertad para devorarlos a todos ustedes. ¿Por qué debería aceptar tu reto en primer lugar? ¿Por qué debería conformarme solo con huesos y cartílagos?
—Porque sé que el rencor que me guardas por haber matado a una de tus hijas aun es demasiado grande como para haberte conformado solo con atraparme. Tú quieres más que solo eso. Tú deseas desollarme con tus propias manos... O patas... Lo que sea que tengas. ¿O me equivoco?
—De acuerdo, jovencito. Te daré la razón en esta ocasión. Pero no creo que te encuentres en la mejor posición para negociar algo así. ¿Qué te parece esto? Si yo gano, todos ustedes se convertirán en comida para posteriormente adornar mi museo, dejándote a ti hasta el final para obligarte a observar como mis bebes y yo tomamos las vidas de tus familiares y de tus amigos. Y si tú ganas, te concederé el honor de ser devorado primero con tal de que no tengas la desdicha de sufrir por tus seres queridos. ¿Aceptas?
—¡Acepto! —Dijo Dipper sin darle el beneficio a Darlene de saborear su ventaja.
—Tienes un exceso de confianza en ti, muchacho. Pero solo lo haces por tu sentido de la responsabilidad. No tienes una verdadera motivación. Es sorprendente que no demuestres temor a pesar de que sabes que vas a morir. A no ser que... —Se tomó unos breves momentos para analizar la situación y encontrar una explicación—. Tengas en mente asesinarme en el campo de batalla. ¿No es cierto? —Le devolvió la mirada, captando un ligero cambio en la expresión de Dipper, el cual le indicaba que había adivinado su plan secreto—. ¡Lo sabía! Todos los hombres son iguales. Resultaste ser aún más charlatán que tu tío. ¿Sabes? Quisiera recordarte que yo soy la maestra del engaño aquí. Sin embargo... —Empujó a Dipper desde el segundo nivel dejándolo caer sobre el conglomerado de arañas, las cuales se hicieron a un lado para evitar amortiguar su caída. Pese a estar envuelto en un capullo de telarañas, Dipper resintió el impacto sobre su espalda, provocándole un intenso dolor que lo hizo gritar. Acto seguido, Darlene tomó la lanza del muchacho y la arrojó hacia su posición. Dipper, aún dolido por el duro golpe, consiguió apenas rodar hacia su derecha para esquivar la punta de lanza, la cual alcanzó a rasgar la telaraña, dejando su brazo derecho parcialmente libre pero con el suficiente espacio para poder tomar la lanza y deshacerse de su prisión temporal. En ese momento, Darlene saltó desde la misma distancia para aterrizar sobre sus ocho extremidades a solo pocos metros de Dipper—. ¿Quieres una pelea a muerte? Entonces eso es lo que obtendrás, y te advierto que no solo mis crías disfrutarán del espectáculo, sino que tus seres queridos también lo harán. Serán testigos de cómo separo tu piel de tu carne y de tus huesos con mis propias manos.
Darlene produjo un sonido con las garras de sus patas delanteras, semejante a un chasquido y que sirvió como una indicación para que sus hijas condujeran a la familia, amigos y conocidos de Dipper hacia el segundo nivel de la cámara superior, lugar en donde se posicionaron uno al lado de otro para observar el preludio de la feroz batalla que estaba a punto de dar inicio.
—¡Sean todos bienvenidos a la muestra de deseos de suicidio más incomprensible que el mundo haya presenciado! —Anunció Darlene, mirando hacia los espectadores desde la plataforma inferior—. El día de hoy todos ustedes sabrán qué es lo que le ocurre a alguien cuando trata de pasarse de listo y busca meterse conmigo y con mis retoños, así que espero su estadía sea placentera. Traten de no asomarse o podrían acabar cubiertos de sangre y tripas.
—Perdónanos Dipper... —Dijo Emma entre lamentos y chillidos a nombre de ella, de Jessica y de Mary, quien al igual que sus compañeras y el resto de los asistentes se encontraba envuelta en telaraña luego de haber sido capturada por las crías de araña una vez que Darlene desveló el plan—. No pudimos rescatar a tu familia.
—¿En verdad ese niño piensa enfrentare solo a ese monstruo? —Dijo Preston, manteniendo elevados sus niveles de incredulidad—. No sabría decir si es muy tonto o muy valiente..
—Dipper es el chico más valiente que conozco, señor Northwest. —Afirmó la niña de los frenos—. Estoy segura de que Dipper podrá derrotar a esa mujer.
—¿Acaso te has vuelto loca, niña? No entiendo qué es lo que podría hacer ese muchacho enclenque contra una bestia de semejante categoría.
—No es por asustarte, Preston... Pero ahora mismo, tu vida, la de tu esposa y la de tu hija dependen únicamente de las acciones de Dipper. —Agregó Stanley—. Puede que su musculatura sea casi inexistente y quizá esos brazos y piernas de fideos no lo ayudan en nada a verse mínimamente intimidante, pero si hay algo de lo que estoy seguro, es que la determinación de ese niño no conoce los límites. Sí tan solo tuvieras una remota idea de todo de lo qué es capaz y de todo lo que ha logrado durante este verano, cambiarias inmediatamente de opinión. A pesar de ser influido negativamente de forma constante por un viejo torpe y pusilánime como yo, eso no le ha impedido seguir creciendo como persona. Y es él quien está arriesgando su vida para salvar nuestro arrugado pellejo, así que si quieres tener una sola oportunidad para volver a tu mansión junto a tu familia y junto a todos tus ridículos lujos, entonces te aconsejo que muestres más respeto, cierres esa bocota tuya y deposites toda tu fe en mi sobrino.
Era bien conocido que a Preston Northwest no le agradaba ceder ante una discusión fuera quien fuera la parte contraria. No obstante, esta fue una de las pocas veces a lo largo de su vida en la cual las palabras para dar una representación a sus opiniones simple y sencillamente no fueron requeridas. En cambio, se delimitó a mirar hacia la improvisada arena, sobre la cual Dipper y Darlene se miraban fijamente a los ojos, esperando el momento preciso para lanzar el primer ataque.
—Luces nervioso. —Dijo Darlene, sin apartar la vista de su presa, sonriendo y pretendiendo ser la vencedora de la contienda—. Si esto representa mucho estrés para ti puedes retirarte cuando gustes y aceptar convertirte en el almuerzo de mis hijas.
—Eso nunca va a pasar, monstruo. —Dipper respondió sin dejarse intimidar,. Caso contrario, apretó fuertemente el cuerpo de su lanza con ambas manos a la vez que enfocaba sus sentidos para no perder contacto visual con alguna parte del cuerpo de su enemiga—. Te venceré y sacaré todos de aquí.
—Déjame informarte, que tú no eres el que decide eso. Ahora... ¿Por qué no comenzamos? —Sugirió, disparando un chorro de acido extremadamente corrosivo desde su boca, el cual fue esquivado a tiempo por Dipper al rodar hacia a su izquierda, gracias a los grandes reflejos que combatir contra criaturas sobrenaturales durante varios días consecutivos le habían provisto—. Ese fue un buen movimiento. Ahora dime, ¿Qué te parece esto?
Darlene sin darle al joven Pines una sola oportunidad para recuperar el aliento, lanzó un rollo de telaraña, quedándose pegado a la lanza de Dipper. Ambos tiraron de ella, Darlene de la telaraña y Dipper del arma, sin que ninguno le diera el beneficio al otro de ceder un poco de su terreno. No obstante, pocos segundos bastaron antes de que Dipper se diera cuenta de que la fuerza de la mujer era muy superior a la suya, por lo que este fue arrastrado poco a poco hacia ella, resultándole inútil el hecho de sujetarse por medio de la resistencia ejercida por sus piernas y sus pies. Al no conseguir zafarse, Dipper giró la lanza, llevando la punta hacia el frente, logrando cortar la telaraña. Acto seguido, Dipper dio un brinco para atacar a Darlene con la intención de encajar la lanza en su torso, ejecución que fue eludida por ella cuando al igual que Dipper, dio un giro hacia su derecha, pudiendo contraatacar rápidamente con dos de sus patas delanteras, propinándole un tremendo golpe de revés a Dipper justo en la barbilla, haciéndolo volar un par de metros hacia atrás para caer de espaldas.
—¡Vamos Dipper! ¡No dejes que esa asquerosa araña te venza! ¡Ánimo! ¡Tú puedes! —Gritó Mabel desde su lugar, observando la batalla con atención, dándole apoyo moral a su hermano en compañía de su tío, sus amigas, el trío de chicas e inclusive el matrimonio Northwest. Fue en ese momento, cuando Mabel giró la cabeza hacia su izquierda que pudo darse cuenta de la presencia de una persona la cual no se encontraba vitoreando a Dipper. En cambio, su mirada se había convertido en la perfecta representación de la derrota. Como si ya nada en el mundo fuera importante para ella—. ¿Pacifica? ¿Qué te ocurre? ¿En verdad te vas a quedar ahí con esa expresión de muerta viviente?
Pacifica guardó silencio.
—¿Es enserio? ¿Aún sigues afligida por lo que mi hermano te hizo? ¿O quizá es por todo lo que tus padres te han hecho pasar? Escúchame bien, Pacifica... Todo esto tiene una solución. Tus padres están arrepentidos... Ellos finalmente se dieron cuenta de sus errores y están dispuestos a enmendarlos y la razón por la que mi hermano se comportó de esa forma, fue porque nuestro tío le dio unos pésimos consejos para conquistar chicas. Él lo único que buscaba era la manera de superar un amor no correspondido. Yo he conocido a Dipper toda mi vida y sé que él jamás sería capaz de hacerle daño ni siquiera a una flor. Mucho menos a una chica, bueno... Siempre y cuando nadie influya en sus decisiones. —Miró de reojo a su tío—. Él es una de las pocas personas en todo el mundo a la que le confiaría mi vida y estoy segura de que él se siente tan culpable por lastimarte que buscará la forma de repararlo. ¡Vamos Pacifica! ¡Tienes que despertar!
—Dipper... Mis padres... —Murmuró la chica—. Todos me engañaron... Toda mi vida está basada en una mentira.
—¿Acaso no escuchaste nada de lo que te dije! ¡Dipper y tus padres están arrepentidos por lo que te han hecho! ¡La vida es muy corta para pensar en tonterías y tú aun tienes una larga vida por vivir junto a unos padres que ahora se han comprometido a cambiar y solo por ti, Pacifica! —De alguna manera, sus palabras parecieron cobrar sentido en la mente de la rubia cuando esta le devolvió la mirada—. Siempre habrá segundas oportunidades para mejorar como seres humanos, y es por eso que ahora Dipper necesita de todo nuestro apoyo. Él está peleando y arriesgando su vida por nosotros. ¿De verdad le vas a dar la espalda en un momento tan crucial como este?
*Dipper... ¿Por qué tuve que interesarme en él? Es solo un patético nerd con problemas de sudoración excesiva. Esa cara de bobo suya y esas pretensiones de querer ser siempre el sabelotodo del grupo me enferman. ¡Lo odio! ¡Lo odio! Pero entonces... ¿Por qué aún me sigo sintiendo de esta forma cuando estoy cerca de él, o cada vez que se aparece en mis pensamientos? ¿Es posible que mi amor por él no haya desaparecido aún? ¡No! ¡Eso es ridículo! Yo ya no siento absolutamente nada por él... Después de todo, fue Dipper quien me traicionó. Creí en sus tontas palabras de afecto, me dejé llevar como una estúpida por su actitud tierna hacia mi persona. Fui cegada por su empatía al hacerme creer que había algo más allá afuera para mí que el solo hecho de ser sodomizada por mis padres. ¿Cómo puedo volver confiar en alguien como él después de lo que hizo? Mabel asegura que fue culpa de su tío el que su comportamiento haya cambiado de manera tan repentina... ¿Pero en verdad podré confiar en sus palabras? A pesar de tener una vida glamorosa, siempre sentí un vacío dentro de mí y durante los días recientes pensé que lo único que podía llenarlo eran las palabras de apoyo por parte de ese chico de clase media-baja que conocí un día cualquiera en una fiesta que su tío dio en esa apestosa cabaña. No sé qué debo hacer ahora... Mi cabeza me dice que no haga caso a sus viles mentiras, pero mi corazón insiste en querer estar junto a él una vez más para algún día caminar juntos, tomados de la mano y ver el atardecer. ¿Qué debo hacer? ¿Qué tengo que hacer?*
Pacifica se atormentó dentro de su mente, cuando la voz de otra chica ubicada a solo tres espacios de su posición, se dirigió hacia ella.
—¿Tu nombre es Pacifica, cierto? —Preguntó Emma Sue—. ¡Vaya! Entonces tú debes ser la chica de la cual Dipper nos habló.
—Dipper... ¿Les habló de mí? —Pacifica respondió con su propia pregunta, desconcertada.
—Así es. —Afirmó Mary, integrándose a la conversación—. Antes de planear nuestro fallido rescate nos lo confesó todo.
—Por más que odie admitirlo, ellas tienen razón. —Añadió Jessica—. Dipper nos dijo que el principal motivo que lo llevó a coquetear con todas nosotras, fue porque pensó que esa sería la mejor manera de superar un amor no correspondido. El creyó que si hablaba con más y más chicas entonces superaría su miedo y se volvería una persona más abierta. Pero como sabes, todo resultó en un desastre. Aunque ahora que lo pienso, no podemos satanizarlo completamente por su intento de dejar de ser un torpe con las chicas. Sobre todo cuando fue instruido desde un inicio por alguien que no tiene la menor idea de lo que significa dar un buen consejo.
—El punto es que después de disculparse con nosotras, Dipper nos confesó que tú fuiste la única chica durante su viaje por la cual sintió algo de verdad. —Continuó Emma—. Sus palabras fueron muy claras. Luego de la plática que ustedes dos mantuvieron esta mañana, algo dentro de él despertó. Por lo tanto, creemos que eres una chica afortunada. Dipper es un chico especial con un corazón de oro. Lo demostró frente a nosotras y lo está demostrando una vez más al poner su propia vida en peligro y todo por ayudarnos a salir de aquí. Así que creo que unas cuantas palabras de apoyo le resultarían muy útiles. ¿No crees?
—Dipper... ¿En verdad siente algo por mí...? ¿Y solo por mí? Entonces no era mentira... Yo... ¡Yo le gusto! ¡En verdad le gusto! Todas sus palabras resultaron ser ciertas. —Después de analizar la situación mediada por las opiniones y los testimonios de las tres chicas, Pacifica pareció recobrar la confianza en ese chico de cabellos castaños que le mostró la luz por vez primera hacía unos cuantos días, luego de que este le hiciera entender que no debía dejarse tratar como un objeto de poco valor, sino por la persona que en realidad era: Pacifica Elise Northwest. En ese momento, la hija única del matrimonio más emblemático del estado de Oregón gritó a todo pulmón un séquito de palabras, cuya frecuencia sonora se extendió hacia la arena de combate gracias al eco de la propia caverna—. ¡TU PUEDES HACERLO, DIPPER! ¡ACABA CON ESE MONSTRUO Y REGRESEMOS A CASA! ¡ÁNIMO, DIPPER!
Dipper se quedó paralizado una vez que logró escuchar los gritos de aliento por parte de Pacifica. A continuación, creyendo que se encontraba distraído, Darlene intentó golpear a Dipper con sus patas delanteras con la intención de tomarlo por sorpresa, lo cual le resultó imposible, ya que tras un rápido movimiento, el muchacho alzó firmemente su lanza por encima de su cabeza para así detener el embate, dejando a su enemiga con una expresión de asombro y estupefacción en su rostro.
—Darlene, es ahora cuando te doy la razón. —Dijo Dipper, volviéndose hacia ella—. Es tal y como lo dijiste. Al iniciar nuestra batalla, es posible que no haya encontrado una verdadera motivación para continuar desafiándote... ¡Pero creo que al fin la he conseguido! —Finalizó, atravesando de lado a lado el pecho de Darlene con la punta de su lanza.
Concluirá...
Bueno, Dipper solo necesitaba de un pequeño empujoncito para darle a esa araña su merecido. Sin embargo, aunque el próximo sea el último capítulo, no crean que esto se ha terminado. Espero que les guste la confrontación final, así como la resolución entre Dipper y Pacifica. Me pregunto cómo acabará la situación entre ambos. Nos leemos en el final, el cual estaré subiendo el día 12 de Julio. Muchas gracias por todos sus comentarios. A pesar de que muchas veces no cuento con el tiempo para responderlos sepan que los leo y aprecio cada uno de ellos. ¡Pásenla bien! ¡Chao!
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