Captítulo 9

FLUKE

He pasado una noche terrible, Ohm ha tenido un sueño agitado y no he podido pegar ojo. Son las siete de la mañana, pero cansado de dar vueltas me rindo y salgo de la cama.

Sigo dándole vueltas a la forma de ayudar a Ohm, he decidido llamar a mi hermano y decirle que hoy iremos a hacerle una visita. Aprovecharé para mirar en el despacho de mi padre y para hablar con Lhong para pedirle ayuda con los poderes de Ohm.

Sé que no será fácil, pero no puedo dejarme vencer por esto, tengo que hacer que sus poderes sean seguros para él o encontrar la manera de que desaparecieran. Sin querer darle más vuelta al asunto le mando un mensaje a mi hermano para que sepa que vamos a visitarlo y sin más me preparo para empezar este nuevo día.

Cuando salgo del baño Ohm está en el balcón mirando el paisaje urbano en la distancia, todavía noto su nerviosismo emanando de su cuerpo, pero está mucho más relajado que ayer.

-Buenos días precioso- le digo mientras lo rodeo con mis brazos.

-Buenos días mi pequeño- me responde dándose la vuelta para abrazarme con fuerza.

-No has dormido muy bien, ¿estás cansado? – le pregunto viendo unas ojeras violáceas debajo de sus preciosos ojos negros.

-Siento haberte despertado toda la noche, pero es que mi mente va a su aire y no me ha dejado dormir bien – me dice con tristeza.

-No te preocupes, aprenderás a controlar tu poder y todo mejorará. Hoy vamos a casa de mis padres, quiero revisar el despacho de mi padre por si hubiese algo relevante para el caso y también necesito hablar con Lhong – le explico rápidamente.

-¿Con Lhong, para qué? – me pregunta.

-Sé que no te gusta y créeme a mí menos, todavía no olvido lo que te hizo, pero es el más indicado para ayudarte con tus poderes – le explico.

-Si tú lo dices, haré lo que creas conveniente, no puedo seguir así, soy un peligro andante y no quiero llegar a lastimar a nadie – me dice.

-No eres peligroso Ohm, solo estás asustado y es muy normal. Confía en mí, lo controlarás – le contesto con la voz firme.

-Vale – me contesta.

-¿Quieres que compre algo de la tienda para el desayuno?, no tenemos nada en la nevera – le digo cogiendo las llaves de la mesita.

-Claro, compra lo que más te apetezca, mientras me acabaré de vestir para el empezar este día – me dice con fatiga.

Bajo por las escaleras, necesito movimiento para dejar de pensar demasiado. Salgo a la calle, hoy hace un día cálido y despejado, perfecto para un paseo matutino. Decido ir a la pastelería favorita de Ohm, está a un par de manzanas y la verdad es que hace los croissants más tiernos de toda la ciudad.

-Buenos días Fluke, ¿dos croissants? – me pregunta Anne, ya conoce nuestros gustos, desde que empecé a vivir aquí me he hecho asiduo a este lugar.

-Sí Anne, gracias y ponme dos cafés con leche para llevar también – le pido con una sonrisa.

-En un minuto lo tienes todo, ¿qué tal Ohm? He visto en las noticias que habéis atrapado al asesino del nivel 5 y de paso a unos locos que hacían experimentos con mejorados.

-Así es, la verdad es que nos costó trabajo, pero conseguimos pararlos – le digo.

-Pues enhorabuena, me alegro que podamos confiar en nuestras fuerzas del orden, dale recuerdos a Ohm y que pases un buen día – me dice con una sonrisa.

-Claro, le daré recuerdos y muchas gracias, que pases buen día también- le contesto cogiendo mi pedido y saliendo por la puerta.

Cuando llego al apartamento Ohm ya está preparado y esperándome en la mesa de la cocina leyendo los mensajes de su móvil.

-Aquí estoy con el desayuno más rico del planeta, recién hecho para ti – le digo levantando mis brazos para enseñarle lo que he comprado.

-Café, ¡por Dios, es lo que necesitaba!, creo que la cafeína es lo que hará que hoy no mate a nadie – bromea, pero su humor no llega a sus ojos.

Acabamos de comer en silencio, y después salimos hacia casa de mis padres a ver a mi hermano. Espero que podamos encontrar la manera de que Ohm controle sus poderes.

EARTH

Estamos entrando por la puerta de la comisaría cuando recibo una llamada de la directora médica de la clínica que visitamos ayer. Me dice que la enfermera jefe podrá hablar con nosotros y que tiene preparado el dossier con el caso de la madre de Ohm. Le contesto que vamos en camino, pero antes necesito con urgencia un café. Kao piensa que es mejor parar de camino y comprar algo de café decente porque en esta comisaría el café parece agua de fregar el suelo.

En cuanto llegamos a la clínica el enfermero de ayer nos llevó directamente al despacho de la directora, esta vez mantuvo su mirada fuera de mi novio, me gusta la gente que sabe cuándo ha perdido.

Una mujer de unos 55 años con un gesto serio y la directora médica nos esperan en el despacho. La directora nos invita a pasar y a sentarnos frente a su mesa.

-Esta es Esther, lleva aquí bastante tiempo y conoce el caso que nos ocupa- nos dice.

-Hola Esther – la saludo formalmente.

-Buenos días señor - me contesta tímidamente.

-Llámame Earth, estamos investigando un caso bastante importante y necesito que nos ayudes, cuéntame lo que recuerdes de los señores Thitiwat – le pido.

-Los señores Thitiwat llegaron cuando la señora tenía casi siete meses de embarazo, en su primera cita la atendí yo, por ese entonces era una enfermera novata. Cuando el doctor la examinó no encontró ninguna anomalía en el feto, y le recetó algunas vitaminas y bastante reposo porque la tensión de la madre estaba algo alta – me cuenta.

-Tienes muy buena memoria – le digo.

-Es que ese caso fue el primero que atendí en esta clínica y la señora Thitiwat era muy amable, enseguida nos hicimos amigas y ella pedía que fuera yo quién la tratara – me explica.

- ¿Te dijo por qué cambió de clínica con el embarazo ya tan avanzado? – le pregunto.

-A mí también me pareció extraño y cuando se lo pregunté ella me miró muy seria y me dijo que no podía seguir en la otra clínica porque era peligroso para su bebé. No quiso decirme nada más, me dijo que era mejor para mi seguridad que no supiese nada de ese asunto. Después su tensión se disparó por las nubes y no quise que se pusiera más nerviosa y dejé el tema – me responde.

- ¿Alguien más durante el tiempo que estuvo en esta clínica preguntó por ella o por su embarazo? – le pregunto.

-Es curioso que lo pregunte, pero sí. Una vez vino un hombre trajeado, alto y moreno. Quería saber si la señora Thitiwat era una paciente en nuestra clínica. Yo no me fiaba de ese hombre, no lo conocía y nunca lo vi con los señores Thitiwat, así que le dije que no. Sé que es mentir, pero me pareció lo más prudente en ese momento. Cuando llegó la señora para su revisión se lo comenté y ella me dijo que había hecho bien, que había gente buscando hacerle daño a su bebé. No me explicó mucho de lo que estaba pasando, pero a partir de ese momento y hasta el parto fueron muy cautelosos y después de que dio a luz no volví a verla –nos relata.

-Gracias por todo Esther, si recuerda algo más por favor llámeme –le digo tendiéndole mi tarjeta.

Después de que Esther sale del despacho la directora nos entrega el expediente de la madre de Ohm y nos dice que ayudará en cualquier cosa que necesite. Parece que este caso le ha tocado la fibra sensible.

Salimos de la clínica y le envío un mensaje a Fluke para decirle que necesitamos vernos más tarde en la comisaría. Mi mente empieza a relacionar los puntos de este caso y cuanto más ahondo en él, más me parece que hay mucho más de lo que vemos a simple vista.

OHM

Llegamos a casa de los padres de Fluke, una vivienda de dos pisos en un barrio residencial muy bonito y cuidado. Su hermano y Lhong nos esperan el salón con semblantes serios. Supongo que están preocupados por cómo me estoy convirtiendo en un arma de destrucción masiva, una que nunca han visto y no saben si podrán controlar. Fluke me ha dicho que lo lograremos, que podré controlar esto que me pasa, pero sé que está muerto de miedo, es una de las desventajas de estar tan unido a él, puedo sentir cada cosa que pasa por su corazón.

-Buenos días pareja – nos saluda Phom.

-Buenos días – les saludo lo más animadamente puedo.

-Parece que han pasado mala noche, siéntense y cuéntenme lo que está pasando – nos invita.

Lhong no ha dicho nada aun, solo me mira con una sonrisa torcida totalmente inquietante, odio a este tío. Supongo que está intentando ver dentro de mí, siento un cosquilleo extraño en mi mente, pero no puedo identificar si viene de él o de Phom, soy tan nuevo en esto que todavía no puedo ponerle nombre a cada sensación que me invade.

-Deja de hacer eso Lhong – oigo a Fluke sisear a mi lado.

-No estoy haciendo nada, solo exploro el ambiente, fuiste tú el que me pediste ayuda – le suelta el muy cretino.

-Sabía que me iba a arrepentir más pronto que tarde el haberte pedido ayuda – le dice Fluke con su ira yendo en aumento a cada segundo. Ahora mismo no me apetece ver al ser de ojos rojos intimidante y poderoso que vive en Fluke, necesito algo de tranquilidad.

-Por favor, el tema aquí es ayudar a Ohm, así que déjenlo ya, los dos – dice Phom señalando a mi novio y a su compañero.

-Ohm, no te preocupes encontraremos la forma de ayudarte. Cuando era pequeño quemé el garaje porque Fluke me sacó de quicio, así que te comprendo. Nosotros nacemos con estos poderes, pero también aprendemos a controlarlos y aunque no sé nada sobre la naturaleza de tu poder no puede ser tan diferente - me explica con una voz calmada que me da algo de confianza en que esto podría salir bien, puedo ver por qué razón Fluke admira a su hermano.

-Sabía que eras algo extraño cuando te vi, ¿qué ser humano medio normal estaría con un nivel 5 como Fluke? Y lo que es más raro aún que se quedara después de ver todo su poder – me dice Lhong.

-Que yo me enamorara de Fluke no tiene nada que ver con que fuese mejorado o no, pero no espero que tú comprendas eso – le suelto.

-Bueno, no te enfades que no quiero que vueles la casa, acabo de terminar la reforma – me dice con esa sonrisa macabra suya, es un tipo insufrible.

-He pensado en hacer contigo un par de ejercicios que me recomendaron para controlar la respiración. Hay sensaciones que te harán estar confundido y a veces asustado, pero tienes que controlar tus emociones para poder controlar tu poder – me explica.

- ¿Ahora? - le pregunto.

-Ahora es un buen momento, mientras Lhong y Fluke pueden revisar la documentación del despacho de mi padre – me dice.

-Está bien, empecemos entonces - le respondo respirando hondo y preparándome para el siguiente paso. Debo ser positivo y pensar que puedo con esto, lo haré, por Fluke, por mi trabajo, por mi futuro, pero no puedo desviarme de mi objetivo principal, hacer pagar a todos los que tuvieron algo que ver con la muerte de mis padres.                                                                                      

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