F-P.

Los recuerdos son cosas sin un solo sentido ¿Cómo se conocieron? ¿Cómo empezó todo? Preguntas que se responden con recuerdos. Pero al igual que las palabras los recuerdos pueden ser cambiados.

Pero ahora ese no es el caso

¿Como se conocieron?

-Quería sexo con alguien lindo-

¿Sucedió?

-Si-

Precisión es algo que Kaina Tsutsumi gozaba, tirador designado de un grupo de élite y un largo historial limpio, pero no es el único campo donde ella era precisa.

No le gustaba que le dieran rodeos, que las personas hablaran de más, cosas de ese estilo era lo que más detestaba, junto a las personas que gritan, ella prefiere cosas más tranquilas, lindas y pacífica.

Irónico para alguien que, de ser necesario pone entre ceja y ceja un bonito agujero.

-¿Cumples alguna clase de fetiche de secretario Tsundere que dependiendo las circunstancias eres sumiso o dominante?-

-Precisamente cariño, lo describiste a la perfección ¿Tienes ese fetiche acaso?-

-Digamos que si, por lo que procedo a preguntar ¿Cuanto la hora?-

-10,000 si agregas algún fetiche el precio sube-

-Digamos que mi único acercamiento de este tipo al sexo opuesto son dildos-

-8,500 por ser tu primera vez-

-8,700 por tu amabilidad-

La mujer vio la ligera sonrisa del chico peliverde frente suyo, se alejo del poste donde estaba recostado y se le acercó.

-Trato- tomo su mano- ahora ¿Vives cerca?-

-Vivo a una cuadra de aqui- Esto será emocionante, ya quiere verlo desnudo.

-Perfecto ¿Vamos?-

Decir todo es aburrido, no tiene relevancia muy grande, un asalto mínimo llegamos a la puerta de mi departamento, lo arrincone en contra de una de las paredes de mi departamento, de la sala a la habitación se lleno de gemidos, del cuarto a la cocina otra melodía, terminamos abrazados esperando la luz del día.

Decir que las cosas fueron especiales, es lo correcto, atento, hacia todo a la perfección, es como si conociera todos mis puntos débiles, su piel suave, sus labios dulces, sus dedos rápidos, ame esa noche.

Amanecimos abrazados, él recostado en mi pecho soltando un aire frío sobre mi, todo fue bueno.

El se levanto y yo me desperté, vi como cubría su piel blanca con la camisa formal, pantalones oscuros y se limpio el rostro.

-¿Ya te vas?-

-Si, ya me pagaste por lo que no debo hacer nada más aquí, señorita militar-

-¿Como lo..?-

-Los cuadros en tu mesa junto a la lámpara- sonrió señalando un cuadro que olvidé estaba ahí.

-¿Te parece raro?- es incomodo cuando alguien se entera de esa parte.

-No, no eres la primera-

-Entiendo, O-oye ¿Qué harás ahora?-

-Irme, veré donde desayunar y a seguir trabajando- Tome su mano -Si quieres un rapidin deberás pagar-

-No es eso, quédate te invito a desayunar- ¿Por qué lo hago? No se, gratitud supongo.

-¿Es una forma elegante de decirme que lo hagamos en tu cocina?- Negué -Si es así acepto, no es de buena educación rechazar tal invitación-

Ambos se encaminaron a la cocina, el ayudo haciendo el té y ella cocino unos panes y un poco de cereal, rodajeo unas frutas y el banquete estaba listo.

Ambos agradecieron y empezaron a comer, no intercambiaron palabras hasta el final de la comida, el chico se retiro, tomo sus zapatos y se fue, Kaina se quedó viendo la puerta, luego soltó un suspiro, fue a bañarse y luego a trabajar, bueno solo ah entrenar y mantener limpio y en funcionamientos del equipo táctico, lo mismo de siempre, retirar, desempolvar, reemplazar, ensamblar y probar, lo mismo retirar, desempolvar, reemplazar, ensamblar y probar.

Papeleo e informes, una rutina tranquila a la que ya estaba acostumbrada, salió y pasó por una tienda de 24 horas y en su camino a casa, volvió a ver al chico, esta vez bajando de un auto. 

No tenía ni ganas, ni energía, paso de largo sin intercambiar miradas y entro a su departamento. ¿Es raro no? No es nadie para él y él para ella, pero su tan calmada actitud su serenidad al momento de hablar con ella, no le hace parecer del tipo de persona que vive de una vida galante, además pareciera de que no se acuesta con cualquiera. 

¿Por qué le importa eso? Solo es... curioso, sabe y de sobra que las cosas son difíciles con cada minuto que pasa, por lo que un prostituto no es raro, tampoco es demasiado joven, por lo que no lo hace por necesidad o quizás porque este obligado. Ya no sabe lo que dice. 

Ahora todo es simplemente posible, su vestimenta no es lujosa, pero no esta en el grado degradante de que sea vieja, cuando lo besaba en el suelo del pasillo hasta era desprendía una ligera fragancia. 

Eso no es normal, no es normal nada de lo que pasa, si es alguien que no esta en una situación precaria que se ve obligado a hacer esto ¿Quién es? ¿Por qué hace que ella piense en eso mucho tiempo? 

-¿Qué te ocurre?- una voz la saco de sus pensamientos. 

-¿Ah?- Cierto.

-¿Estás drogada o algo así?- Le pago otra vez y lo estaban haciendo. 

-No, solo... estaba pensando- miraba al chico entre sus piernas mientras el seguía con su mirada fija en sus ojos -Nada importante, continua por favor- 

La acción que el chico hizo fue besar los labios vaginales de su clienta, los sonidos húmedos de la boca del chico seguían estimulando de a poco el cuerpo de la mujer, intensificaba los besos dentro de la vagina solo presionando su boca en contra de la misma, su único objetivo era hacerla correr, insertaba su lengua explorando lo que su lengua alcanzaba, los jugos de Kaina de a poco salían y eran probados por el, alejándose de la entrepierna de la mujer una unión de saliva y jugos vaginales unian los labios. 

-¿Cómo te llamas?- Entre sus jadeos Kaina tomo con cuidado el esponjoso cabello del amante, entre suspiros pregunto por él, primer paso para conocerlo. 

-¿Eso importa?- cuestiono el chico antes de volver a presionarse en su entrepiernas. 

-A mi si me importa y mucho- 

-En... ese caso- recuperando el aliento- Midoriya Izuku, es mi nombre- 

-Es lindo- miro al chico entre sus piernas con una sonrisa y un sonrojo- Tsutsumi Kaina, un gusto- 

-Igualmente- Izuku volvió con un pequeño beso sobre la vagina, es hora de experimentar algo.

Izuku introdujo su lengua una vez más, jugando y explorando las paredes de su clienta, subió sus manos a las nalgas de la mujer abriéndolas, Kaina al sentir esto solto un chillido, luego se relajo un poco al sentir como Izuku lamia por encima de la vagina, eso hasta

~¡Ah!~ Kaina sintió como lo que podía imaginar como un dedo de Izuku se introducía en su ano, Izuku volvió a sumergirse dentro de su clienta, esta al sentir la atención en ambos lados, solo soltaba gemidos y palabras sin sentido, Izuku metió un segundo dedo y jugo con el clitoris de la mujer, la atención, el ambiente frío chocando con su piel sudada fue suficiente.

~¡Ahhhh!~

Kaina nunca espero sentir eso, era raro, se sentía rara, sabía que le pidió a Izuku solo darle un oral, pero no pensó que fuera tan intenso.

Mientras trataba de recuperar el aliento escucho como Izuku iba y regresaba del baño de su departamento, luego comenzó a ponerse la camisa, la única prenda que se quito en todo este tiempo.

-Bueno, sin duda lo disfrutaste, fue bueno y eres linda con tu pelo corto ahí ¿Acaso lo hiciste por mi?-

-Quizás, tu eres increíble- miraba desde la cama como se acomodaba su ropa y cabello, era curiosamente atractivo ver eso.

-¿Te gusta lo que ves?-

-Si, me encanta- se levanto de la cama y se puso sus bragas, camino a su armario y tomo una camisa holgada con un estampado de "camisa" en el pecho.

-Je, tengo una camisa similar- Kaina sonrió por eso igual, ahora solo es cuestión de dar una petición.

-¿Quieres quedarte a cenar?- El chico que ya se disponía a irse miro a la chica con una mirada curiosa.

-¿Y eso?-

-Hospitalidad, dudo que vayas a cenar algo y es un poco tarde-

-No te equivocas,casi no ceno, bueno ¿Qué plato vas a hacer ahora?-

-¿Qué te parece una hamburguesa?-

-Estaría bien- siguió a la mujer y compartió un momento en lo que la ayudaba a colocar la mesa.

Ambos comían en silencio, Kaina enviando vistas rápidas a su invitado, mientras esté solo degustaba la comida observando las vistas de la ciudad desde la ventana de la mujer.

-Me impresiona que aceptaras mi petición-

-Sería de mala educación rechazar una comida de alguien bastante amable-

-Y ¿Eso no te meterá en problemas?-

-Oh ¿Crees que debo responder ante un proxeneta? Je- soltó una ligera risa- Tranquila cielo, no le respondo a nadie-

-Entonces ¿Por qué haces esto?-

-Creo que son muchas preguntas, solo quédate con que tu dinero va a mi bolsillo, de nadie más-

Tras esa interacción no volvieron a intercambiar palabra, el se retiro y Kaina lo vio irse por la calle, era curioso, era raro, era lindo.

Parte de su dinero se repartía en sus gastos personales, luz, agua, Internet e Izuku.

Decir que el ya era una constante en su departamento es quedarse corto, estaba tanto tiempo que, hubo semanas donde sólo iba a "trabajar" y volvía al departamento, a Kaina no le molestaba, no eran nada más que una cliente frecuente y una persona de la vida galante cumpliendo su labor.

Las noches eran más cálidas, a ella le reconfortaba poder abrazar al chico, que claro no dejaba si trabajo con ella, siempre cambiando y variando en las cosas que ella quiere experimentar.

Aunque claro, ella le daba voz a sus gustos.

-Osea que ¿Qué sea como siempre pero debo llevar esto en la boca?- Kaina inspeccionaba la bola frente a ella con curiosidad.

-Si, es todo ¿Tienes un problema con eso?- el chico se encontraba desnudo recostado sobre ella, apoyando su cabeza sobre su hombro.

-Solo una pregunta ¿Alguien lo ah usado antes?-

-No, ni yo lo uso, solo me la regalo una mujer que... en paz descanse, dijo que yo lo usaría la próxima vez pero, bueno ya te haces la idea-

-En ese caso hagamoslo-

Kaina seguí sin saber que era ese algo que Izuku le provocaba, el solo tenerlo cerca era cómodo, dormir con el igual, solo lo quiere a él cerca.

Las noches en esta temporada están acompañadas de grandes lluvias, las calles se inundan debido a la mala condición de las alcantarillas, Kaina estaba en su semana libre que pidió tras varios días de tensión.

Estaba mirando la televisión mientras el ruido de la lluvia adornaba el exterior, estaba particularmente aburrida, solo en su pijama miraba la tele mientras comía cereal en su sofá, hasta que el timbre sonó, ella no esperaba a nadie, por lo que tomando un arma que tenia para la defensa de su hogar, se encamino a la puerta.

Miro por el rabillo que daba al pasillo, observando a Izuku parado afuera, con la ropa empapada. Guardo su arma en su cintura y abrió la puerta.

-Menos mal estabas en casa- dijo el chico con alegría viendo a su salvadora.

-Es mi semana libre, estaré aquí unos días más- ella se apartó- pasa -lo invito y el paso, Kaina salió y se asomo para ver si nadie más venia o estaba afuera.

-Nunca pensé que te vería con ella- Volteo y vio a Izuku, él ya sabía sobre su trabajo, ya sabía que hacia y ella le mostró algunas cosas.

-Solo era por si acaso, nunca se que pasara- dejo el arma de lado y se acerco a él -Ve a bañarte, te dejaré la ropa en la cama-

-Gracias Kaina-

-Ni lo menciones-

El sonido de su regadera ahora adornaba su departamento, su visitante inesperado estaba usando con toda confianza el baño, era un beneficio el que ella lo contratara mucho, dejaba prendas, algunos productos de higiene y demás cosas, cosa que a Izuku siempre le causó intriga.

Luego de un rato, ambos estaban en la sala viendo la televisión, Kaina se encontraba con su cabeza entre los muslos de Izuku, esto como una forma de "pago" por esta situación.

Las dudas en ambos eran más grandes que antes, ambos tenían dudas del actuar del otro, Kaina desde el principio e Izuku desde su convivencia más cercana.

-Kaina-

-Dime-

-¿Qué tienes conmigo?-

-¿A que te refieres?- dejo de ver la televisión y aún recostada en los muslos de Izuku lo miro.

-Desde que me pagaste por primera vez, siempre has estado dispuesta ah casi siempre estar para mi- acaricio el cabello de Kaina- cenas, que pueda dormir aquí, esto de la ropa... ¿Hay algo que no me has dicho?-

-Si, desde la primera noche, me pareció tan curioso todo tu ser- extendió su mano y tomo su mejilla, que desprendía un ligero calor- eras tan, educado, limpio, algo que no esperaría de un prostituto-

-Supongo que es mi marca- los ojos de Kaina eran su prioridad en ese momento, ver ese brillo que ella tenia cuando le hablaba le reconfortaba.

-Una marca muy linda, si- seguía acariciando la mejilla del chico, mientras miraba como un tono carmesí surgía - Quizás si haya algo, pero...-

-¿Pero?-

-Quiero saber, ¿Por qué haces esto?-

-Vender mi cuerpo- conecto el punto de forma rápida.

-Exacto- con su pulgar acariciaba la mejilla adornada con el diamante de pecas- Siempre te observó y no pareciera que lo haces por necesidad, por lo que reitero ¿Por qué?-

-Antes, solo para divertirme y tener una ganancia, ahora no lo se- tomo la otra mano de la mujer y entrecruzo sus dedos- No hay nada profundo, solo empezó como un medio para darme mis gustos sin pedirle nada a mi madre, pero ahora quizás solo por rutina, eso quiero creer-

-¿Seguro?-

-Si, luego desde que me mude y deje a mi madre ella me manda dinero y más con su promoción a Estados Unidos, me ayuda, le eh dicho que no es necesario, pero ella reitera que me apoyara hasta donde pueda- sonrió -Quizás ahora solo es para no sentirme solo-

-Entonces quédate conmigo- Kaina sin temor y velocidad empezó con su propuesta.

-¿Eh?-

-Nada te ata a nadie, quieres compañía y hasta donde veo, te gusta estar conmigo- Kaina se levanto y tomando a Izuku por el rostro se acerco a él -Hasta donde quiero creer, puede que me haya enamorado de ti-

-Eso suena loco- desvió la mirada -Una agente del orden y un prostituto? Suena a una buena broma-

-Pues no importa, se lo que siento, no juzgo tu pasado, así como tu lo haces conmigo, me siento cómoda y feliz contigo, por lo que quiero esto- hizo que Izuku la observé- Quiero pedirte, que dejes esto, quiero que estés conmigo y me acompañes, porque al igual que tu, yo no quiero estar sola-

-¿Eres consciente de lo que dices?-

-Por supuesto que lo estoy-

-Es algo ridículo-

-Soy alguien ridícula-

-Si alguien se entera...-

-Nadie lo hará- la respiración de Kaina chocaba con el rostro de Izuku, el ambiente oscuro enaltecia la iluminación que impactaba en el rostro de Kaina permitiendo un bello cuadro para Izuku -Nadie tiene derecho a saber que fuiste, nadie sabea que fuiste o que hicste, solo debe importarles quien eres, quien serás-

-¿Y quien dices que soy?-

-El hombre del que me gustaría saber todo, con el que me gustaría despertar todos los días, con el que quiero estar en buenas y malas, eres el hombre del que me enamore- Kaina unió sus frentes y un contacto de verde y morado era lo que se necesitaba para que ambos corazones latieran por igual -Yo te...-

Antes de que Kaina dijera algo más Izuku se abalanzó sobre sus labios, abrazándola por el cuello, cayeron sobre el sofá, con Kaina abajo abrazando a Izuku por la cadera, mientras esté se aferra a ella por el cuello.

El beso se terminó e Izuku se acostó a un lado del cuello de Kaina.

-Yo igual, yo igual Kaina-

-¿Te quedaras conmigo?-

-Si-

-Gracias- Kaina abrazo a Izuku, sintiendo como una sensación de paz la recorría de cabeza a pies.

-A ti- Izuku deposito un beso en su cuello y sonrió tranquilo.

-¿Quieres ir a cenar?-

- Si, me encantaría-





Fin.

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Bueno aquí termina esto.

Listo cumpli con la petición de un Izuku x Lady Nagant con final bueno, con final feliz, ojalá el dolor de "maternidad entre en apaciguamiento.

Y ya es todo, ahora si viene por lo que todos esperan, el Jirou Femboy, nos vemos hasta entonces.

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