Capítulo XX
ChanYeol escuchó algo particular que lo hizo fruncir el ceño y su corazón dejó de latir por un breve momento. El mundo se le vino encima cuando identificó de qué se trataba. Miró a JongDae aún sin creérselo y escuchó el audio que su mejor amigo le dio unas horas antes.
Se encontró con los ojos asustados de su amigo y eso lo puso más nervioso. De hecho, estaba bastante enojado, tanto así que caminó a la mesa del DJ y desconectó unos cuantos cables para que el audio dejara de sonar.
Son ChanYeol y BaekHyun, murmuraron desde atrás.
BaekHyun y ChanYeol, repitieron otras voces.
Baekhyun..., oyó a la lejanía y supo que todo se tergiversó.
—¿ChanYeol le hizo una broma a Baekhyun?
Su ceño se frunció y miró a la multitud al escuchar murmullos a lo lejos.
—No creo. ChanYeol no es así. —Logró escuchar desde la gente.
Sus ojos se dirigieron de inmediato a BaekHyun, quien lo miró con el ceño fruncido. El chico le dio la espalda y salió por las puertas que daban la entrada a la fiesta. ChanYeol se apresuró en seguirlo y lo encontró caminado por el oscuro pasillo hacia los dormitorios.
—BaekHyun —llamó con voz débil. El chico ni siquiera volteó a mirarlo y siguió por su camino—. ¡BaekHyun!
—Dijiste que estabas enamorado de mí.
El ceño de ChanYeol se frunció y se mordió el labio inferior al ver lo perdido que estaban los ojos de BaekHyun.
—Lo estoy.
—Entonces, ¿por qué hiciste esto? —La vista del chico se concentró en él—. Los del audio somos nosotros, ¿no?
—Sí, lo somos.
BaekHyun asintió, aceptando la situación, y dio el primer paso para alejarse de él. ChanYeol tuvo la suerte y alcanzó a tomarlo por el brazo.
—¿Por qué hiciste esto? —BaekHyun lo miró con dureza, como si le recriminara por hacerle daño, cosa que tenía total sentido.
—Yo no lo hice.
—¿No lo hiciste? —Los rasgos del pelinegro se suavizaron.
ChanYeol lo tomó por las mejillas y acarició suavemente la piel con los pulgares.
—Te amo y nunca podría hacerte daño.
BaekHyun posó las manos sobre las suyas y trazó suaves movimientos sobre la piel.
—Por un momento pensé que podrías hacerlo.
El otro le dio una pequeña sonrisa, pero ChanYeol notó los ojos acuosos del contrario. BaekHyun se aferraba con todo a él, creyendo y confiando. El chico lo amaba tanto así como para hacer odios sordos y no preocuparse por lo que dirían los demás, solo por él.
—Me amas —susurró sobre los labios del más bajo, logrando que al contrario se le escapara un leve sollozo.
BaekHyun se enterró entre sus brazos y lo apretó con fuerza.
—Perdón que te pida esto, pero ¿podrías mostrarme tu celular, por favor?
El más bajo se alejó y se pasó una mano por el rostro en un intento de apartar las lágrimas, ocasionando solo que el maquillaje se corriera.
Su cuerpo se paralizó y entró en pánico, aunque no hizo ninguna expresión que demostró aquello.
—Pensé que estabas convencido de que no podría ser yo.
El labio inferior de BaekHyun tembló, pero extendió la mano en señal muda de que le entregara el aparato. ChanYeol se removió incómodo y se cruzó de brazos. Sabía lo que había en su celular. Maldito fuera JongDae.
—Confío en ti, ChanYeol, pero también debes entenderme. —Los ojos ajenos brillaron en nacientes lágrimas—. ¿Tienes algo que ocultarme?
—¿Qué? ¿Cómo piensas eso? Dijiste que confiabas en mí.
El ceño del chico se acentuó y sus ojos cada vez acumularon más agua. ChanYeol pensó en seguir oponiéndose y fue por esa misma razón que BaekHyun hizo el amago de irse, lo cual lo llevó a pensar que debía ser sincero. Tomó la mano de su novio, deteniéndolo, sacó su celular del bolsillo del pantalón y se lo entregó. BaekHyun lo miró con una expresión algo temerosa, quizás porque realmente no quería saber la verdad, aunque finalmente tomó el teléfono.
ChanYeol ladeó la cabeza y se llevó una mano al cabello para desordenarlo, importándole poco si arruinaba su disfraz o no.
—¿P-Puedo verlo? —Asintió con los ojos cerrados ante la pregunta de su novio.
Se llevó las manos a los bolsillos de sus pantalones y agachó la cabeza, preparándose mentalmente ante las posibles reacciones del contrario.
A Baekhyun no le costó encontrar el archivo, lo supo gracias a lo que reflejó su rostro. Se encontró con una expresión ansiosa y ChanYeol se lamentó por causarle ese sentimiento. BaekHyun dio inicio a la grabación de audio y él cerró los ojos mientras los apretaba levemente.
—Te amo —susurró, sin saber qué hacer. Fue tan extraño, pero las palabras que tenían tanto significado para él le sonaron a mentira.
El contrario guardó silencio y escuchó un poco más de la grabación, confirmando que se trataba de la misma que pusieron en la fiesta.
—¿Me mentiste? —El contrario llevó una mano a sus labios y amortiguó los sonoros sollozos que salieron por su garganta.
—BaekHyun...
—Lo hiciste. —Los ojos del chico se movieron con rapidez de un lado a otro por el oscuro pasillo en busca de alguna solución—. ¿En serio no pensabas decírmelo?
—BaekHyun, de verdad yo...
El aludido alzó la mano que tenía su celular, haciendo que esta chocara contra su pecho. ChanYeol recibió el aparato con cierta desconfianza, pero una vez que lo hizo BaekHyun se echó a correr a lo largo del pasillo. Reaccionó un poco tarde, aunque aun así sus pies se pusieron en marcha para ir detrás del chico. No llegó muy lejos porque un agarre por el brazo lo detuvo. Una vez que se volteó confirmó que era JongDae, quien lo miró con cierta pena y miedo en sus ojos.
—¡¿Qué hiciste?! —El más bajo retrocedió al escucharlo gritar.
—Yo no fui, ChanYeol. Lo juro.
—Si no fuiste tú, ¿quién fue? —JongDae se mantuvo en silencio—. ¡¿Quién?!
—¡No lo sé! Pudo haber sido cualquiera.
—¿Cualquiera? ¡¿Quién es cualquiera?!
—Yo... —El contrario se interrumpió y cambió su diálogo—. Yeol, juro que el archivo solo lo tuve yo y tú, nadie más que nosotros dos. No sé cómo llegó a manos de alguien más.
—Eso no me deja más tranquillo, Dae.
Sin importarle que se trataba de su amigo, tomó al chico por el cuello de su dichosa túnica oscura e hizo que este se alzara. ChanYeol nunca se comportó agresivo con JongDae, no era para nada común entre los dos, quienes tenía mejor relación que un par de hermanos.
—Yeol, tranquilízate y hablemos, ¿sí? —Las manos del chico se pusieron sobre las suyas e intentó que lo soltara—. Si te calmas podemos buscar quién hizo esto.
—¡Tú hiciste esto!
—¡No fui yo!
—Únicamente tú y yo teníamos ese audio. Si no fuimos nosotros, ¿quién fue?
—Pudo haber sido cualquiera. Ya te lo dije. —Dejó caer al contrario, aunque nunca llegó a soltar su agarre y solo apegó al chico a una de las paredes—. Sabes que los malentendidos son una mierda, los rumores lo comprueban. ¿No puedes creer en mí? —Su fuerza disminuyó y dejó que JongDae respirara con libertad—. Hubo gente que dijo que BaekHyun era cualquier tipo de cosa, pero...
JongDae no pudo terminar lo que planeó decir, porque ChanYeol lo golpeó; la sensación de desasosiego era tan grande que simplemente se soltó. El más bajo se fue hacia un lado debido al impacto y él simplemente se quedó ahí mirándolo, sintiéndose demasiado herido y cegado por la rabia. Le costaba creer que JongDae tuviera algo que ver con la publicación del audio, pero no tenía nada más sólido a lo que aferrarse y aún estaba demasiado afectado por la reacción de BaekHyun.
—Ve detrás de él y no me quedes viendo, imbécil. —Su mirada decayó en JongDae, encontrándoselo en el suelo con ambas manos sujetándose la barbilla golpeada—. Si sigues aquí no conseguirás que BaekHyun venga hacia ti.
Estuvo tentado a dejarse caer al suelo para ayudar a su amigo, quien no dejaba de masajearse la zona afectada. Sin embargo, llamó por teléfono a MinSeok con premura y corrió a los dormitorios.
—¿ChanYeol, cómo estás? ¿Qué pasó con Baek? —dijo el chico apenas contestó.
—MinSeok, necesito que vayas con JongDae, está en el pasillo interior que da con el salón. Yo... lo golpeé. No demores demasiado en ir con él.
El chico desde el otro lado del aparato soltó una exclamación y unos cuantos insultos hacia él, pero finalmente dijo que iría con JongDae y cortó la llamada.
ChanYeol caminó con paso apresurado por los pasillos oscuros y pensó qué podría hacer BaekHyun. Supuso que el chico no iría a la habitación, por lo que no supo a dónde dirigirse. Sin embargo, llegó a su departamento y su mirada se detuvo en las escaleras de este. Tuvo una idea y fue hasta la puerta del sótano. Sabía que nadie se metería dentro de ese lugar tan tarde por la noche, además que todo estaba completamente oscuro. No obstante, ingresó al lugar, al menos para asegurarse de que no estuviera BaekHyun allí.
Una vez que se acercó a la puerta se percató que las luces de su interior estaban encendidas, lo que hizo que el miedo creciera dentro de él. Bajó con lentitud y procuró afirmarse de las paredes que estaban a sus costados para tener algún soporte por si algo saltaba sobre él.
La calma llegó una vez que pisó el suelo sólido por el cual se extendían las lavadoras, aunque aquella sensación se fue de pronto cuando reconoció el cuerpo que permanecía en el duro piso.
Se acercó con grandes zancadas al chico que se encontraba debajo del tablero que tenía la identificación de las lavadoras. BaekHyun permaneció en el suelo con la respiración agitada y tosía de vez en cuando, al parecer sus lentes de contactos se cayeron después de tantas lágrimas y solo quedó un camino oscuro que dejaron ellas debido al delineador.
ChanYeol lo ayudó a sentarse y a que apoyara la espalda contra la pared, aunque eso no mejoró nada la condición del contrario, quien no dejó de llorar y mirarlo a los ojos, pidiéndole ayuda.
La tos del más bajo incrementó de tal manera que llegó a aterrorizarlo, por lo que se apresuró en buscar entre los bolsillos de su disfraz el inhalador y no lo encontró. La desesperación se instaló en su pecho y recorrió su cuerpo entero. Seguía viendo a su novio apoyado en la pared mientras lo miraba y buscaba su ayuda. Casi se desvistió en el intento de encontrar el dichoso aparato, pero el inhalador no estaba.
—BaekHyun... —susurró con dificultad y tomó las mejillas del contrario.
Tocó el cuerpo del chico sin ningún reparo, era su novio después de todo, así que delineó todo su cuerpo en busca del inhalador que siempre debía llevar BaekHyun. Metió la mano dentro de cada bolsillo y justo cuando lo encontró sintió como el agarre ajeno que se mantuvo en torno a uno de los bordes de su chaqueta perdía fuerza.
Batió el objeto y una vez que lo destapó se le arrancó la tapa de entre los dedos, perdiéndola entre las lavadoras y tanta angustia. Llevó el inhalador hasta los labios de BaekHyun y esperó unos cortos segundos para que el chico entreabriera los labios y así poner adecuadamente el objeto, cosa que nunca pasó. La humedad de los labios de BaekHyun se perdió y ChanYeol tuvo que pasar repetidas veces el pulgar por sobre su labio inferior para comprobarlo, notando después que el chico no respondía de ninguna manera a alguna de sus caricias.
Sus manos pasaron por las mejillas del chico, tomó su rostro con delicadeza y lo miró atentamente mientras tenía los ojos llorosos por las lágrimas que se acumularon.
Una vez que entendió lo que pasaba y que el chico se desmayó se apresuró en sacar su teléfono, encontrándose con el audio que reprodujo BaekHyun unos minutos antes. Si tan solo hubiera sido más cuidadoso aquello no estaría pasando, jamás hubiera herido a su chico ni estarían en aquella deplorable situación.
Sus pensamientos fueron muchos y estos casi cegaron su lado racional, el cual le decía que se diera prisa antes de que a BaekHyun realmente le pasara algo que podría lamentar.
Sus dedos temblaron sobre la pantalla táctil del teléfono y recorrió toda su lista de contactos antes de toparse con el número de JongDae. El chico siempre estuvo ahí para ChanYeol, cada vez que le pasaba algo era a quien llamaba, quien iba a donde fuera que estuviera para brindarle ayuda. Sin embargo, esta vez fue él quien le hizo daño, impidiendo que pudiera ayudarlo. Descartó de inmediato a MinSeok, porque de seguro el chico estaría con su novio. En ese momento de extremo desespero ni siquiera pensó en su otro par de amigos, simplemente se vio entre la espada y la pared, sin alguien que pudiera ayudarlo.
Las primeras lágrimas cayeron cuando desvió la vista del celular para concentrándose en sus manos, donde estaba el inhalador. Su atención fue hacia BaekHyun. Lo vio ahí, sumamente quieto y pálido debido al maquillaje, tanto así que llegó a asustarlo.
No pensó mucho más y tomó a BaekHyun con cuidado para alzarlo. Salir del sótano fue un poco difícil debido a las dimensiones del espacio, pero logró hacerlo. Una vez que estuvo en la recepción se encontró de inmediato con una extrema oscuridad, supuso que todos debían estar en la fiesta y, a pesar de que el miedo lo recorrió al pensar que estaba solo en el mundo con su novio en brazos, no dejó que el sentimiento lo cegara y continuó con su camino. Se apresuró en llegar a las puertas de cristal que lo llevarían al departamento de medicina.
Sus pies se movieron casi de manera inconsciente mientras sus brazos no dejaban de apretar a BaekHyun contra su pecho y sus ojos ardían por tanto llorar.
Una vez que pasó por las puertas automáticas recordó cómo fue la primera vez que estuvo ahí con BaekHyun. Fue una situación similar, pero el sentimiento cambió. Ahora el chico le preocupaba tanto como para hacerlo llorar al punto de destrozarlo.
Lamentablemente, no había nadie en la sala de urgencias, todo se encontraba completamente desolado. Debido a la oscuridad del exterior y a las molestas luces del lugar, este parecía tener una fachada escalofriante. Por suerte, vio a HunHwa salir de uno de los pasillos junto con un paciente, quien llevaba una gasa pegada a la frente con cinta e iba vestido de pirata. ChanYeol supuso que venía de la fiesta.
—¿Qué le pasó a BaekHyun?
ChanYeol miró los ojos del chico por unos segundos, pero no fue hasta que el desconocido disfrazado de pirata se despidió del doctor que se dio cuenta que BaekHyun aún seguía desmayado sobre sus brazos. Se apresuró en dejarlo sobre una de las camillas y HunHwa corrió para acercarse al chico y ver su estado de salud.
—ChanYeol, ¿qué pasó? —repitió el otro.
—Tuvimos una discusión... —Las palabras se atoraron en su garganta y sus ojos no dejaron de mirar las manos hábiles del médico moviéndose sobre el cuerpo de su novio.
—¿Qué más?
—Se escondió en el sótano. Lo encontré tosiendo. —Dirigió la mirada al contrario, quien instalaba máquinas—. Por alguna razón el inhalador no estaba conmigo, pero BaekHyun llevaba el suyo. Sin embargo, cuando lo encontré él se desmayó.
HunHwa detuvo sus movimientos por unos segundos y le dio una triste mirada. Una vez que BaekHyun estuvo conectado y el doctor tuvo un mejor conocimiento de su estado se apresuró en llamar a los médicos de cabecilla.
—Contacta con su familia. No quiero que estés aquí mientras tanto, pareces afligido.
—Es mi novio. —El labio inferior le tembló en aquel susurro y los ojos se le aguaron de inmediato.
El médico elevó sus dos cejas, al parecer sorprendido de lo anterior, aunque no dijo nada y solo le hizo un gesto de cabeza para que saliera del lugar. ChanYeol se fue a un costado del pasillo para entrar al baño del sitio, una vez que estuvo dentro se miró al espejo y se lavó la cara. Le costó sacarse el maquillaje, pero se tomó todo el tiempo para hacerlo. Sabía que debía llamar al hermano de su novio para avisarle de su estado, pero ChanYeol tenía miedo de la reacción de BaekBeom y no quería que pensara que no tuvo el cuidado suficiente como para proteger a BaekHyun. Por eso mismo esperó tanto para
contactarse con su hermano, número que le sacó a BaekHyun el día que estuvieron en la casa de su madre.
—¿Quién es?
Las manos de ChanYeol temblaron y sus ojos no se apartaron en ningún momento de su reflejo.
—Soy ChanYeol, el compañero de cuarto de BaekHyun.
—¿El chico alto medio imbécil?
Soltó un suspiro—. Sí, puede que sea yo.
—¿Qué haces llamándome? ¿BaekHyun tuvo el descaro de darte mi número de teléfono?
—BaekHyun sufrió otra crisis —susurró con calma en el intento de que el otro no se alterara.
—¿De qué hablas, niño imbécil?
Las palabras no salieron de inmediato, simplemente se quedó en silencio. Apoyó una de sus manos sobre el lavamanos y no dejó de mirarse al espejo. Sin siquiera darse cuenta el sentimiento creció en él y tuvo mucho miedo, como la última vez. Las lágrimas cayeron y se vio obligado a bajar la cabeza para no observarse a sí mismo a través del espejo.
—¿Estás llorando?
—Sí. —Fue sincero y eso pareció sorprender a BaekBeom debido al quejido que soltó—. BaekHyun es mi novio y lo amo. Me siento como la mierda, soy un imbécil.
El chico no contestó, pero ChanYeol no se arrepintió de lo que dijo. Debía mencionarle a BaekBeom lo que sentía por su hermano, quizás no fue necesario, pero ChanYeol lo sintió así en ese momento.
—Iré ahora mismo. Por favor, no lo dejes solo.
Chanyeol se tragó su no lo haré porque el chico cortó la llamada.
Una vez que sintió que lloró lo suficiente arregló su ropa para tener un mejor aspecto, cosa que le costó bastante modificar. Cuando salió del baño se dirigió de inmediato a la sala de urgencias, donde notó que su novio ya no estaba en ningún lugar y que habían muchos más médicos que antes, los cuales parecieron tan alterados que fue preocupante.
—¿Qué pasa? —le preguntó a HunHwa una vez que identificó al tipo—. ¿Dónde está BaekHyun?
—Está más grave de lo que parece. Los médicos ya hicieron los procedimientos de emergencia, pero tuvieron que ingresarlo para que su salud se estabilice.
Las piernas le temblaron y se vio obligado a afirmarse de los hombros del contrario para no caer. El mundo pareció darle vueltas y en su cabeza no dejó de repetirse su voz, diciéndole que había un culpable de todo aquello y ese era él. Él mató a su padre. Él hirió a BaekHyun. Él, solamente él porque no había otro culpable.
HunHwa notó de inmediato su malestar, así que lo obligó a que saliera del edificio y lo sentó en una banca del lugar.
—BaekHyun estará bien. Es un chico fuerte.
ChanYeol lo sabía. Supuso que el médico era una de las pocas personas que conocían lo sucedido con el chico desde la perspectiva de BaekHyun. Su novio tuvo que enfrentar una diversidad de atrocidades y él no quería ser parte de ellas. Amaba a ese chico y temía por un posible mayor daño.
La discusión que tuvieron unos minutos antes sobre un estúpido audio quedó en segundo plano y ChanYeol solo se concentró en BaekHyun, dejando que sus pensamientos divagaran con sabor a él y que su vista quedara anclada sobre la noche. El médico se mantuvo todo ese tiempo sentado a su lado, al parecer temía que le pasara algo.
ChanYeol no supo cuanto tiempo pasó, pero de un momento a otro vio a BaekBeom acercándose a ellos con pasos rápidos, aunque esta vez no venía solo y llevaba a su padre por detrás. El sujeto le dio una mirada molesta, como si lo culpara de algo. El padre de BaekHyun pareció confundido y los recién llegados no hicieron nada hasta que HunHwa se levantó y les indicó que podían ingresar a ver a BaekHyun.
Esa noche se quedó afuera. Aún tenía el traje apretándole los hombros, la pistola en su espalda aferrada por la cinturilla del pantalón, el pelo teñido con el molesto spray y su corazón saltaba desbocado, totalmente preocupado por BaekHyun.
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