Protologo

Nací con un pelaje brillante y gris, aun así era un eevee como mis hermanos y hermanas, mi mamí no se quería ocupar de mi.

Ella decía que mi pelaje brillante atraería a los depredadores y que tenia suerte de no haberme matado. Así que me abandono.

Viví sólo como un salvaje, la comida no era difícil de conseguir, pero ocultarme de los pokemones salvajes era complicado gracias a mi brillante pelaje.

Un día un pokemon negro con anillos azules me encontró, me llevo a un aldea, me alimento, y cuido de mi. No entendía que era lo que el quería de una abominación como yo.

El me dijo que era especial y que siempre me cuidaría y estaría para mi, y yo por fin sentí la felicidad ya que había encontrado a alguien que me quería tal cual como era.

Pero un día...

El amaneció con muy enfermo, no entendía lo que pasaba, no podía comprender que le ocurría. El solo decía que no me preocupara que el estaría bien.

Decidí hacer le una rica ensalada de vallas para que se sintiera mejor, el mercado de la aldea estaba cerrado hací que fui hacia el bosque.

Mitras recogía las vallas, yo solo pensaba la expresión de sorpresa de el cuando le prepara esto. Pero de repente sentí un golpe.

Un pokemon gigantesco color morado se acerco a mi, y me había golpeado, el planeaba comerme. Yo solo pedía auxilio y lloraba. De repente salio aquel pokemon que me había cuidado todo este tiempo, y empezó un enfrentamiento feroz. Pero el termino perdiendo por la condición en la que estaba.

Yo corrí hacia el que estaba tirado junto a un árbol, solo lloraba. El pokemon morado se recuperaba de la batalla.

Pero el pokemon de anillos azules me miro fija mente y me dijo, "tal vez yo no fui tu padre niño, pero yo fui quien te crió... Siempre serás mi muchacho" dijo para luego acariciar me la mejilla. Yo solo llore y decía "NO, NO, NO TE VALLAS"

Una explosión intensa se escuchó detrás, un equipo de explotadores había venido a salvarnos y estaban luchando contra ese pokemon morado. Me puse feliz y pensé que todo iba a estar bien pero... Mire a el pokemon que tenia a mi lado y... El había cerrado sus ojos y parecía que su corazón ya había dejado de latir. Yo grite en ese momento "¡¡PAPÁ!!" Y caí en llanto.  desde ese momento mi vida cambio de rumbo para siempre

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