—¡Jungkook-ah! —exclama con alegría y falso cariño el pelinegro de Taehyung, quien se encuentra corriendo a lo lejos detrás del mismo Jungkook, quién sin entender lo que pasa, acelera más su caminar—. ¡Detenteeeeeee! —grita con fuerza el menor, intentando hacer aún más alargadas sus palabras, logrando no más de un vistazo de parte de Jungkook.

Esquivando con rapidez a varios de los estudiantes que caminan con tranquilidad por la Universidad, a Jeon le es más fácil alejarse de dónde Taehyung se va abriendo paso hasta él con gran insistencia, algo que a Jungkook ciertamente le sorprende, pues hacía unos días no eran más que dos estudiantes compitiendo por quién era el mejor en todos los ámbitos.

Adentrándose con gran silencio en uno de los salones al final del pasillo, Jungkook piensa que puede fácilmente ignorar a Taehyung que no deja de gritar y exclamar su nombre desde que ambos habían llegado al instituto.

—Aquí no me encontrará —susurra, intentando regular su respiración, sin darse cuenta que Taehyung puede y quiere esperarlo fuera del mismo salón de moda.

Colocando una mano en su pecho, Jungkook posiciona su rostro a la altura de la ventana y con calma, divisa si es que acaso Taehyung sigue afuera llamándolo, sin embargo, debido a un par de carteles oscuros colgados afuera, divisar aquello le resultaría poco difícil.

Esperando tranquilo, y mirando por varios minutos el reloj sobre su muñeca, Jungkook siente que puede al fin salir y esperar a que el día de mañana Taehyung no lo encuentre, no obstante, apenas y pone un pie fuera del aula, su persona se sobresalta al ver a un Taehyung de brazos cruzados y sonrisa latina que no hace más que reír de su expresión abrumada.

—Si intentas esconderte de mi, déjame decirte que no está funcionando —Con sus manos tomando parte de las agarraderas de su mochila, Jungkook se encamina hacia la salida, aunque está vez a paso lento y seguido por un Taehyung risueño.

—No me escondía de ti —Comienza diciendo el mayor de los dos, esperando claramente que el pelinegro a su lado le crea—. Me escondía de la Señorita Kim. Todo el día me ha estado buscando porque quiere que acepté un trabajo de representación, y estoy bastante ocupado como para hacerlo, así que...

Creyendo cero palabras, Taehyung asiente y ríe lento.

—Claro, seguramente era por eso que corrías cuando te gritaba yo —suspira Taehyung—, en fin, necesito que me hagas un favor.

Sintiéndose un poco expuesto, Jungkook voltea y mira a Taehyung con detenimiento, sabiendo de inmediato que esté muere de nervios por lo que está apunto de decir.

—Me gusta Jin... —Empieza diciendo el menor de los dos, instalando una sensación amarga sobre la persona de Jungkook que no creyó que Taehyung pudiera sentir verdaderamente algo por su mejor amigo, quién estaba muy fuera de la base de Taehyung gracias al mismo Jeon, que con gran trabajo había evitado que se vieran demasiado durante clases o en los pasillos—. Y sé que probablemente esto te puede parecer muy poco creíble pero... Me gusta en realidad, y quiero salir con él... —aspira—. Así que ahora que terminó la clase de Arte, lo invite a ir por un helado, y aunque en un principio dijo que no, al final termino por aceptar y no quiero que algo salga mal, así que necesito que me ayudes a saber que decir, que hacer, porque de otra manera todo me saldrá mal... Así que... ¡Jungkook-ah, ayúdame!

Puchereando de manera adorable, Jungkook carraspea y acepta, sintiéndose aún más, el mejor de los amigos, en cuestión de segundos.

—Te ayudaré —responde seguro Jeon, posando su vista sobre la persona de Kim de forma intimidante—, pero si te atreves a lastimar a Jinnie, voy a romperte no solo la cara, sino también lo que pueda de tu cuerpo.

Quedando en silencio total, Tae asiente y emprende el paso nuevamente detrás de Jungkook, que si bien lo ha amanezado, es alguien valioso que únicamente quiere cuidar de su mejor amigo.

—Espero que no tengas planes ahora, porque iremos a ver a los hermanitos Kim.

—¡Jinnieee! —exclama eufórico Jimin mientras aprieta fuertemente entre sus brazos a su precioso novio que hacía solo unas horas que no veía—. ¡Tienes visitaaaas!

Caminando con calma hasta las escaleras, Jin observa al hermoso alfa que se encuentra al pie de las mismas, uno que le hace sentir mil y una mariposas dentro de su estómago, que le demuestran lo mucho que su lobo quiere a Taehyung, por más que parezca tonto debido al corto tiempo que ambos han estado tratándose.

—¿Tú?

Cuestiona Jin con una larga sonrisa, algo a lo que Tae rápidamente contesta como;

—Yo.

—¿Qué haces tú aquí? —indaga lento y risueño Jin, esperando una respuesta más que normal de parte del alfa frente a él, aunque la situación para nada fue así y ciertamente encantó al omega.

—Vine a verte, a invitarte un helado —menciona feliz y dispuesto a conquistar a Jin, Taehyung, demostrándoles a los presentes con pruebas que es lo que más desea, y es que entre sus manos yace un gran y delicioso bote de helado de fresa y chocolate con chispas encima.

—Mira que alfa tan listo —Juguetea Jimin, acercándose al pie de las escaleras junto a Taehyung, sabiendo que Jin se siente aún más especial gracias a los detalles que Taehyung empieza a tener con su hermanito.

—¡Oye alfa! —exclama alegremente Jin, fijando sus ojos en los ajenos que le sonríen y le acarician el alma con lentitud y cariño puro—. También me gustas...