Capítulo 44.
Omg estamos a dos caps de terminar y realmente espero hacerlo antes de que acabe este año.
Las primeras dos partes incluyen interacción de los otros dos ships que se mencionaron en la historia, y al final a los tortolitos kenhina. So, finalmente estamos dando cierre a lo que quise proyectar, espero haberlo hecho bien.
Disfrutemos de estos últimos caps :)
Besos!
Ahora a leer.
.
.
.
La noticia finalmente sale a la luz después de tres días de que vio a Kenma en el hospital, y Shoyo parece que nunca va dejar de sorprenderse, tal parece que quien es el interesante de ambos es el mismísimo Kenma. La historia en el periódico cuenta los sucesos del incidente en donde Kenma fue brutalmente agredido por un ex novio, el nombre de la persona fue censurado debido a que el caso con la policía sigue en proceso. Shoyo lee la nota completa junto a Bokuto quien se mueve de un lado a otro indignado entre más Shoyo lee en voz alta, ambos les parece irreal la enferma obsesión de esa persona con Kenma. La noticia deja notar que no fue la primera vez que Kenma fue agredido por la misma persona y que muchas veces intentó manipularlo con amenazas que comprometían al joven. Shoyo finaliza leyendo que gracias a la participación de unos amigos que llamaron en el momento justo es que ahora Kenma se encuentra recuperándose en el hospital.
“Esperemos que el joven CEO Kozume Kenma se recupere pronto” finaliza Shoyo leyendo.
“¡Wow! Esa es definitivamente la historia de un sobreviviente, no puedo imaginarme lo que tuvo que pasar, cabeza de Pudín es fuerte” comenta Bokuto cuando Shoyo deja de leer la nota y comienza a escribir un mensaje. Probablemente para Kenma.
“Yo no tenía idea” murmura Shoyo con el ceño fruncido deteniéndose en su mensaje, llevando su teléfono a la frente “Soy un tonto, nunca pregunté y seguramente ahora luzco como un tonto”
“No digas eso” alienta Bokuto sentándose a su lado palmeando su espalda “Probablemente el chico pudín no quería hablar sobre eso, así que no hubiera sido bueno empujarlo a hacerlo”
“Aún así…” chasquea Shoyo desanimado.
“¿Y si vas a verlo para acompañarlo? Supongo que necesitará compañía” sugiere Bokuto chasqueando sus dedos ante la idea.
Shoyo asiente tres veces antes de levantarse: “Gracias amigo, eso haré”
“¡No fue nada!” se ríe Bokuto estirándose en el sofá “Ve a por él, campeón”
Shoyo mira sus muletas comenzando a levantarse.
“¿Necesitas que te lleve?”
“Creo que tomaré un taxi” Shoyo se acomoda sobre las muletas haciendo una mueca “Además, tú casi no has descansado, así que sería bueno que duermas un poco”
“Sabes que no tengo problema, apenas te estás adaptando a las muletas” señala Bokuto mirando a Shoyo.
“Estaré bien, amigo, eres el mejor”
Fue lo último que dijo Shoyo antes de irse del lugar dejando a Bokuto en su propia casa con el incómodo silencio, realmente a Bokuto le molesta lo silencioso que puede llegar a convertirse su casa. Alguien como él que le gusta estar rodeado de personas y ruido, es extraño nuevamente a sentir el hogar vacío y sin ninguna alma rondando aparte de si mismo, a veces le gustaría tener una mascota para evitar que la soledad se arrastre sobre su entorno. ¿Un perro? Si, siempre ha querido tener una mascota, pero lamentablemente pasa la mayor parte de sus días entrenando o viajando debido a los partidos.
Bokuto suspira encendiendo el gran televisor de la sala, casi nunca la enciende. Se desparrama en su sofá cambiando entre canales, la mayoría comienza a hacer cobertura del tema de Kozume Kenma, no puede imaginar con todo lo que ese chico tendrá que lidiar. En lo personal, Bokuto odia a los periodistas, más aquellos que hablan demás, sabe que muchos dirán muchas cosas falsas en contra de Kozume con tal de dejarlo mal, tal como lo han hecho con él en el pasado. Aunque, él se lo tenia merecido por andar borracho, por otro lado Kozume no merece nada de lo que hablaran con tal de titular en todas partes.
Bokuto se vuelve a estirar y decide colocar un partido de fútbol.
No pasan más de 20 minutos antes de que su timbre suene, Bokuto se levanta emocionado pensando que quizás Shoyo haya cambiado de idea y le pida llevarlo, de esa forma no estaría solo. Con una sonrisa abre la puerta de su casa.
“¡Ja creí que nunca me lo pedirías!” el sol de afuera es cegador considerando que el invierno ha llegado. Bokuto parpadea adaptándose a la vista mirando hacia abajo pero no es Shoyo quien está frente a él.
Kuroo.
“Oh”
“¿Esperabas a alguien?” pregunta el pelinegro mirando detrás de su espalda, como si quisiera confirmar que alguien llegaría “Luces demasiado sorprendido, te escribí antes de venir, espero no interrumpir o algo”
“Oh, no, no lo haces” se ríe Bokuto recuperándose “Lo siento, no he revisado mi teléfono”
Kuroo asiente aclarando su garganta.
“Vine porque aún tenemos una charla pendiente”
Bokuto asiente un poco más consciente, sabiendo que dependiendo de su charla se decidirá lo que pasará entre ellos. Para ser honesto, Bokuto no se siente muy positivo acerca de eso.
“Adelante, hablemos adentro” invita Bokuto algo nervioso pese a que fue quien insistió en que debían aclarar las cosas antes de avanzar. Gracioso.
Una vez adentro Bokuto le pide a Kuroo que se siente mientras él busca unos vasos llenos de agua, de repente siente demasiada sed. Después de un rato tratando de no ahogarse con el agua, finalmente se sienta en el sofá junto a Kuroo. Bokuto comienza a buscar el control remoto olvidando donde lo colocó para poder apagar la televisión, torpemente no lo encuentra por ningún lado así que se ríe nervioso.
“¿Te molesta si dejamos así la televisión?”
Kuroo se ríe.
“No tengo problema”
Bokuto asiente y aclara su garganta mirando a Kuroo furtivamente.
“¿Entonces…?”
“Entonces” asiente Kuroo comenzando a quitarse el chaqueta del traje, respirando hondo “Primero, dijiste que preferías escuchar todo lo que tenia que decir en persona y no por teléfono, así que, quiero comenzar pidiendo disculpas por todo”
“¿Por todo?”
Kuroo se remueve incómodo uniendo sus manos, una pose demasiado formal si le preguntan a Bokuto.
“Así es” confirma Kuroo tomando unos segundos antes de comenzar a explicarse “Verás, cuando te conocí realmente creí que eras demasiado grandioso y honestamente te vi como una oportunidad para el negocio que tenia planeado para Bouncing Ball. Además, eras agradable, así que pensé que no debía dejar ir a mi gran oportunidad para despegar mi proyecto” Kuroo rasca el dorso de su mano algo nervioso “Y luego de hablar, pues realmente eras muy gracioso y espontáneo, tu amistad fue tan grandiosa llegando en el momento preciso, pero… yo siempre fui consciente de que yo te gustaba”
“¡¿Qué?! ¡¿Cómo te diste cuenta?!” Bokuto dramáticamente lleva sus manos al rostro negando con la cabeza.
Kuroo se ríe suavemente: “Digamos que no eres bueno mintiendo con tus expresiones y comportamientos” algo culpable Kuroo vuelve a decir “Yo siempre me fijé en cómo me mirabas, y realmente siempre me pareció halagador. Sin embargo, yo no me sentía de esa forma porque apenas estaba pasando por una ruptura de una relación demasiado larga”
“Pudiste haberme rechazado” menciona Bokuto bajando sus manos luciendo algo decepcionado.
“Lo sé, debí haberlo hecho, la cuestión es…” Kuroo toma un respiro hondo “yo no quería hacerlo”
“¿Por qué? Nos habríamos ahorrado todo esto” señala Bokuto recordando lo mal que la había pasado.
“Lo sé, lo sé, pero aún así yo en ese entonces quería seguir teniendo la comodidad y la distracción que me dabas de todos mis problemas” avergonzado Kuroo inclina su cabeza “Lo lamento mucho, fui un completo imbécil que se aprovechó de tus honestos sentimientos porque no podía lidiar con los míos”
Bokuto se queda en silencio, algo sobre escuchar a Kuroo de alguna forma le aclara mucho sabiendo que las cosas con Kuroo no iban a funcionar en ese entonces, después de todo en el corazón de Kuroo estaba habitando alguien más.
Bokuto golpea el brazo de Kuroo con fuerza medida.
“Eso fue por imbécil”
Kuroo se queja pero asiente “Realmente esperaba una patada”
“Nah, creo que mis brazos tienen más fuerza” presume Bokuto tratando de aligerar el ambiente antes de suspirar “Bien, entonces eso significa que yo era el único iluso que pensó que podría llegar a tener algo contigo, entendido”
“Si lo dices así, suena horrible”
“Así es como lo veo yo” Bokuto se estira soltando otro suspiro, que amargo se siente el trago de la realización.
“Lo siento mucho, Bokuto, tú sigues siendo una de las mejores personas que he conocido, creo que tu corazón es demasiado valioso” Kuroo trata de acercarse colocando una mano en su hombro, queriendo consolarlo “Yo realmente te aprecio mucho como amigo”
“Lo entiendo, lo entiendo, soy solo el buen amigo que nunca será suficiente para nadie más que como una amistad” Bokuto se ríe amargamente “Creo que ese es mi rol en este mundo, el amigo soltero que es agradable”
“Oye, no digas eso”
“Déjame ser negativo unos momentos” réplica Bokuto enfurruñado “De todas formas, agradezco que me hayas dicho todo claramente”
“Claro, después de todo me agrada mucho tu amistad y no deseo perderla”
Bokuto se ríe.
“Soy el mejor amigo que vas a encontrar” bromea Bokuto “Solo que el puesto de mejor amigo mío lo tiene Shoyo, así que serás el segundo”
Kuroo sonríe.
“No tengo problema”
[…]
Atsumu se arma de valor.
Atsumu ha sido valiente incluso si no todo termina de la forma que espera, tiene que seguir con la frente en alto y con ese descaro que lo caracteriza. Aún así, siente que podría vomitar y mearse en los pantalones pensando en su próximo paso. La puerta de madera lo saluda casi burlándose por no ser digno de tocar el timbre, pero Atsumu en los últimos 25 minutos no ha tenido el valor para tocar el timbre.
Tiene miedo.
Y honestamente, cree que es demasiado normal considerando que la persona que ama con intensidad está ahí, y le aterra saber qué es lo qué pasará con ellos. Hace no poco había aceptado la idea de que no podría estar con Kiyoomi, pero ahora que la posibilidad está bailando en sus narices no planea dejarla ir. Atsumu camina de un lado a otro practicando sus frases sabiendo que ninguna suena demasiado bien, las murmura tratando de decorar cada una de las oraciones para que al menos Kiyoomi reconociera su esfuerzo. O quizás Atsumu solamente está demasiado nervioso y ya no sabe qué es lo que dice.
“¿Miya?”
Atsumu detiene sus pasos y se gira hacia la voz que lo llama en el pasillo.
Kiyoomi.
Oh Dios, es Kiyoomi.
El hermoso Kiyoomi.
Atsumu se congela en su lugar.
Kiyoomi duda unos segundos antes de fruncir el ceño y acercarse lentamente para mirarlo desde arriba, claramente disgustado de verlo ahí como un tonto. Y es completamente entendible, después de todo lo que ha sucedido no es de extrañar que no aprecie su presencia en la puerta de su casa. Kiyoomi lleva una bolsa llena de comestibles en la mano y Atsumu decide que esa será su excusa.
“Hey, ¿qué tal? ¿De compras?” inicia Atsumu señalando la bolsa tratando de sonar relajado.
Kiyoomi no responde, en cambio lo sigue observando dándole la misma mirada de irritación con el ceño fruncido.
“¡Wow! Tu cabello está un poco más largo” decide intentar Atsumu señalando el mechón rizado cayendo rebeldemente, más largo. Si tan solo pudiese acomodarlo detrás de su oreja “Es… eso está de moda, es bueno ver que te adaptas”
La bolsa de Kiyoomi hace un ruido al ser presionada por el pelinegro, casi como si estuviese conteniéndose de golpearlo.
“¡Oh! ¿Harás ramen? Luce como si llevaras algo ahí para hacerlo” otro intento de nuevo a la bolsa no sabiendo que más decir. Y parece que Kiyoomi ya se dio cuenta.
“Miya” silencia Kiyoomi dando otro paso, esta vez Atsumu debe levantar la mirada. Kiyoomi siempre ha sido el alto, pero esta vez luce demasiado intimidante para decir algo más.
Atsumu traga en seco. Su lengua se siente pesada para formular algo.
“¿A qué vienes?”
“¡Ah si sobre eso! Ja. Ja. Ja” dolorosamente forzado Atsumu intenta una risa “Que distraído no avisé que vendría, ya sabes, tengo tanto en la cabeza que…”
“¿Qué quieres, Miya?” vuelve a preguntar Kiyoomi seriamente.
“Yo… quiero hablar contigo” Atsumu admite en un murmuro “Yo necesito hacerlo”
“Creí que ya lo habíamos hecho” señala Kiyoomi sin mostrar emoción alguna en su voz, y Atsumu no logra ver más allá de sus ojos “Todo quedó claro”
“Casi todo, en realidad”
“Olvídalo, Miya, ya estoy al límite de tu mierda” niega Kiyoomi pasando de largo comenzando a buscar sus llaves en sus bolsillos “Creo que hemos dejado las cosas claras, además, ahora tienes una familia que debes cuidar, ¿no deberías estar con ella?”
“En realidad, de ahí vengo”
Kiyoomi se detiene unos segundos antes de encontrar sus llaves y finalmente abrir la puerta. Atsumu puede notar la tensión emanan de su cuerpo incluso con su rostro luciendo calmado inexpresivo, quizás Atsumu no debió mencionar eso.
“Bien, regresa porque no tienes nada más que buscar aquí” dice abriendo la puerta sosteniendo el pomo.
“¿Por qué te comportas así?” dice tontamente Atsumu, algo exasperado “Quedamos en que seríamos buenos amigos y compañeros, creo que hablar es parte de ello”
“¿Qué?”
“Sí, así que ahora deja de ser tan cabezota y tengamos una charla como lo hacen los amigos” esa es la mejor excusa que Atsumu pudo pensar, y tampoco fue la mejor. Lo sabe por como Kiyoomi se gira con la mandíbula tensa.
“¿Estás de broma?” Kiyoomi da un paso cerca de Atsumu.
Atsumu asiente.
“¿Sabes? Siempre me va sorprender lo egoísta y estúpido que puedes llegar a ser, eres realmente un dolor incesante de cabeza que realmente detesto” Kiyoomi luce enojado, no, eso sería una forma muy linda de decirlo “Ya me harté de seguir lo que tú quieres y que TÚ nunca puedas hacer algo por mi”
“Pero… creí que aceptaste ser mi amigo”
“¿Cómo puedes ser amigo de alguien al que amas y pronto se va casar? ¿Tú podrías? Discúlpame por no ser una roca sin sentimientos”
“Kiyoomi, si es sobre eso yo…”
“No me importa cuándo te vas a casar, realmente no quiero saber nada sobre tu relación y el futuro con tu familia”
“Quiero hablar sobre eso contigo”
“Yo no”
Kiyoomi pasa el umbral de la puerta dispuesto a dejarlo afuera sin escucharlo, por lo que Atsumu lo evita invitándose a entrar de forma irrespetuosa haciendo a un lado a Kiyoomi. Apenas pasan segundos antes de que Atsumu entre a la sala en la que aún tiene recuerdos con Kiyoomi, así que, se pone de pie sin sentirse nada culpable por lo que acaba de hacer. Kiyoomi por otro lado finalmente parece que ha tenido suficiente y deja caer la bolsa luciendo completamente exasperado, la puerta a sus espaldas se cierra de un ruidoso portazo.
Kiyoomi parecía querer ahorcarlo.
“Escúchame” pide Atsumu calmado mirando como el rizado lleva su mano al rostro escondiendo lo molesto que se encuentra “Quiero me escuches y me digas que piensas”
“Atsumu, vete” pide entre dientes con poca delicadeza “Hablaremos cuando yo esté listo, egoísta de mierda”
“Sé que es un defecto muy malo y creo que incluso lo que te dirá querrá hacerte querer patear mis bolas, pero lo aceptaré mientras me escuches”
Kiyoomi chasquea antes de caminar a la cocina buscando algo en el refrigerador haciéndolo esperar, regresando cinco minutos después con una lata de cerveza destapada.
“Voy a darte todo lo que dure esta lata con liquido dentro, si no terminas de explicar lo suficientemente, te sacaré a patadas, ¿entendido?”
Atsumu asiente escuchando a Kiyoomi abrir la lata, el ruido hace eco en la habitación.
“Bueno, realmente no sé cómo comenzar” duda Atsumu, es ridículo porque fue él quien pidió la oportunidad de hablar dentro. Kiyoomi lo ignora y sigue bebiendo de la lata “Es sobre Reira y el bebé”
Kiyoomi comienza a beber demasiado rápido, y Atsumu lo nota por como el liquido se desliza por las comisuras de sus labios.
“Oye no es justo” dice Atsumu una vez Kiyoomi da un jadeo ante el último trago y aplastando la lata en su mano.
“Una lata. Terminada. Vete”
“Terminaste esa lata derramando todo” señala Atsumu sin inmutarse “No es justo”
“Deberías irte, tu mujer te espera en casa”
Atsumu suspira.
“Eso es lo que trato de decir” Atsumu busca el respaldo del sofá sentándose apoyando sus manos a los lados mirando a Kiyoomi quien parece querer sacarlo a patadas “No tengo a nadie esperando a casa”
“¿Ella no está en tu casa hoy?” pregunta Kiyoomi después de segundos en silencio.
“Ella no vive en mi casa, ella no es mi pareja”
“¿Qué?”
“Reira y yo llegamos al acuerdo de que solamente recibirá ayuda financiera de mi parte para darle las comodidades al bebé, pero no somos nada” dice Atsumu finalmente.
“¿Por qué?”
“Cabe la posibilidad de que el niño no sea mío, y pues le confesé que amo a otra persona” confiesa Atsumu cuidadosamente, puede ver el cambio del brillo en los ojos de Kiyoomi.
“¿Posibilidad?”
Atsumu asiente.
“Reira no sabe si es mío”
Kiyoomi parpadea lentamente mirando a Atsumu esperando algún indicio de burla, probablemente no crea la información que Atsumu le da y es entendible.
“¿A qué te refieres con que la ayudarás de manera financiera? ¿Ella te dijo que lo hicieras? ¿Te amenazó con decirle algo a la prensa?” Atsumu entiende el tono preocupado bajo esa capa de inexpresión. Kiyoomi aún se preocupa por él.
“No es nada como eso” calma Atsumu dando un paso hacia Kiyoomi quien se relaja al escucharlo para después volver a su postura cautelosa “Yo, en realidad, no me importa si es o no mío, quiero hacerme cargo”
Kiyoomi toma unos segundos en silencio antes de hacer una expresión agria.
“¿Y? ¿Entonces te vas a quedar con ella y formar la familia feliz? Me importa una mierda, Miya”
“Cabezota, eres más cabezota que yo y es sorprendente que yo lo esté diciendo” gruñe Atsumu dándose una palmada en el rostro para después mirar a Kiyoomi algo irritado “Te digo que solamente será ayuda financiera, idiota”
“Que comedia, el idiota me está llamando a mí idiota” Kiyoomi se da la vuelta para comenzar a caminar hacia el pasillo, Atsumu no duda en seguirlo “Me seguirá importando una mierda lo que quieras hacer con ella, no me metas en tus asuntos”
“¡Escúchame!” dice ya molesto Atsumu “¡¿Acaso no escuchaste la parte en la que le dije que amaba a alguien más?!”
Kiyoomi vuelve sus manos en puños también notándose más irritado.
“¿Qué más da si le has dicho eso? De todas formas van a quedarse juntos, imbécil, mejor sal ya de mi casa antes de que te pateé el culo” Kiyoomi se acerca a la puerta y la abre.
“¡Por Dios, Sakusa Kiyoomi!” Atsumu da fuertes pisotones hasta Kiyoomi y lo toma de la camisa. El rizado forcejea tomando las muñecas de Atsumu tratando de quitarlas, y honestamente, Atsumu tiene que poner todas sus fuerzas para no soltarlo. Entre los dos es Kiyoomi quien más fuerza tiene “¡Te amo, imbécil, eso es todo lo que quiero que entiendas y sepas!”
“¡¿Por qué mierda dices eso cuando vas a formar una maldita familia?!” Kiyoomi presiona las muñecas de Atsumu y el rubio se aferra como una garrapata.
“¡Porque no voy a casarme! ¡No puedo hacerlo si te amo!”
“ATSUMU TENDRÁS UN JODIDO BEBÉ CON OTRA MUJER, YA DEJA DE DECIR ESO” dice Kiyoomi alzando la voz finalmente empujando a Atsumu quien lo observa pasmado. Nunca en su vida Kiyoomi ha alzado de tal manera la voz y luce realmente herido.
Kiyoomi respira profundo antes de apoyarse en la pared mirando hacia la salida.
“Vete”
“Pero… no estaré con ella, solo apoyaré financieramente” intenta nuevamente Atsumu “Podemos seguir juntos y… tal como dijiste criar juntos al bebé”
Kiyoomi gira a verlo incrédulo.
“Sabes que no me refería a eso”
“Dijiste que podríamos criar juntos al bebé y que no importaba lo demás”
Kiyoomi niega con la cabeza.
“Cuando dije eso yo me refería a que tú y yo podríamos formar una familia con ese bebé de forma oficial frente a todo el mundo” rendido Kiyoomi explica, suena demasiado triste “Incluso si ella no estaba en tu vida, yo quería ser tu pareja y sin importar lo que el equipo o la gente diría estaría dispuesto a afrontarlo, pero ¿lo estarías tú?”
Atsumu lo observa confundido. ¿Es lo mismo que él está pidiendo, no es así?
“Tú quieres tener a tu familia por un lado y del otro a tu maldito amante, ¿Quieres que me esconda? ¿Quieres que siempre esté dispuesto a esperarte? ¿Irás a pasar los días con tu familia a la que “solamente apoyarás financieramente” y luego vendrás a buscar a tu amante? ¿Crees que yo soy alguien que estará dispuesto a esa mierda?” Kiyoomi niega “Yo también soy egoísta, y no quiero compartir tu vida con alguien más. Así que lo que propones no lo aceptaré”
“Omi, espera, no es así, podemos hacer que funcione”
“¿Qué? ¿Acaso planeas algo diferente?”
Atsumu se queda en silencio, porque, en su mente la idea era tratar de hacer lo posible para estar en la crianza del bebé y después ir a los brazos de Kiyoomi, pero nunca pensó en lo que eso podría significar para él. Y si es honesto, apesta, toda la situación no suena bien de ninguna forma. Atsumu se da cuenta que ha perdido cualquier oportunidad de estar con Kiyoomi tal como estaban antes, un paraíso demasiado corto. Atsumu parpadea sintiendo el ardor en sus ojos, todo lo que había preparado para decirle a Kiyoomi han muerto en sus labios. Él mismo se ha dado cuenta de que no puede tener a Kiyoomi.
Incluso si lo ama.
Esa esperanza es esfumada nuevamente por la realidad.
Iluso.
Atsumu da unos pasos al frente con Kiyoomi observándolo con desgano. Y no puede evitar las ganas qué tiene de aferrarse a él, así que lo hace, se acerca a abrazarlo incluso si Kiyoomi no intenta devolverlo. Atsumu se aferra a él escondiendo su rostro en su cuello inhalando el olor que tanto ama, Atsumu acaricia el cabello rizado de Kiyoomi sintiendo la textura suave entre sus dedos. Atsumu quiere grabarlo en su cuerpo, necesita recordarlo.
“Te amo, te amo, te amo” susurra Atsumu con la voz rota “Te amo tanto, Omi, eres el amor de mi vida”
Kiyoomi apenas hace algún ruido. Hay tanto silencio.
“Perdóname por el idiota que fui al no darme cuenta de lo mucho que te amaba en aquel entonces” murmura Atsumu en voz baja abrazando con fuerza a Kiyoomi “Llegué tarde y las cosas salieron de una forma que nunca esperé, pero aún así gracias por darme la oportunidad de amarte incluso si no lo merecía. Tu amor llegó a mí y creo que fue lo más hermoso que pude recibir. Eres el paraíso, Omi”
Atsumu deja un beso en la mejilla de Kiyoomi quien ha cerrado sus ojos.
“Perdóname, por favor, perdóname por arruinar las cosas y en algún futuro espero podamos recuperar la amistad que alguna vez tuvimos” Atsumu no desea alejarse, toca el rostro de Kiyoomi con sus manos, tiene que recordar la suavidad de su piel. Será la última vez que puedan tener esa cercanía “Siento tanto haberte lastimado, mi egoísmo contigo ha sobrepasado el límite y creo que tienes razón”
Atsumu besa la frente de Kiyoomi.
“Nuestra historia fue corta, pero para mí será siempre lo mejor en mi vida” el impulso de llorar es tan fuerte que suelta un hipo, pero ni una lágrima sale “Sakusa Kiyoomi, te amo y lo haré siempre, en mi vida no habrá otro como tú” Atsumu finalmente se aleja y se ríe con tristeza cargada “Sin embargo, espero que tú puedas llegar amar a alguien que realmente merezca ese enorme corazón tuyo que escondes, lo mereces, Omi”
Kiyoomi finalmente abre sus ojos.
Kiyoomi luce demasiado triste, Atsumu se pregunta si él luce de esa forma.
Quizás más roto.
“Lo haré” afirma, de una forma que parece convencida “Me enamoraré en algún futuro, pero mientras tanto, te amo, Atsumu”
Atsumu asiente mirando a la puerta riendo con la mirada empañada.
“De todas formas te veré en el entrenamiento, no digas cosas que suenen a despedida” dice Atsumu queriendo aligerar el ambiente, aun así no funciona.
“Lo sé, pero ahora seremos compañeros”
“Siempre lo fuimos”
Atsumu camina al frente sin detenerse a mirar, su corazón se rompe con cada paso que da, pero sabe que así es como debe de ser, o como las cosas están destinadas a ser. Las historias de amor tienen finales felices, amargos o inconclusos, ninguno de ellos es malo, cada una es diferente y Atsumu sabe que la suya terminó en la forma que debía. Incluso si siente que todo está cayendo a pedazos, sabe que podrá recoger cada pedazo y levantarse, y lo mismo pasará con Kiyoomi.
Aún así, Atsumu llora sabiendo que el final feliz que había imaginado no será realidad.
Dejar ir al amor de tu vida es más duro de lo que muchos entenderán.
Pero su forma de amar será finalmente dejarlos avanzar.
[…]
Kenma realmente no esperaba ver a Shoyo tan pronto, pero después de ver su rostro molesto entiende porque luce tan poco complacido de entrar. Lo primero que Shoyo muestra es su teléfono, y el gran título que aparece en portada, es ahí donde se da cuenta la razón por la que se muestra muy descontento.
Kenma aún así está feliz de verlo.
“Kenma, ¿por qué no me dijiste esto?”
“Porque no es la gran cosa”
“Kenma ese tipo apesta y te hizo esto” señala Shoyo a su rostro que poco a poco está sanando “Es una horrible persona”
“Lo sé” asiente Kenma tranquilo.
“¿Por qué siempre luces tan estoico ante todo?” se enfurruña Shoyo sentándose finalmente, usando la silla más cercana “Deberías estar furioso con esto”
“¿Por qué furioso?”
“Porque… ¡tu historia está por todo internet y periódicos!” Señala Shoyo cruzándose de brazos “Pienso que es muy privado, además ni siquiera yo lo sabía y ahora todos lo saben”
“Shoyo, eso es realmente irrelevante, es un episodio en mi vida que realmente no recuerdo a menudo” Kenma extiende su mano, Shoyo rápidamente la toma llenándola de calidez “No digo que mis experiencias no influyeron en mi vida porque lo hicieron, pero aún así Akihito está pagando por lo que hizo y eso realmente hace que todo realmente parezca irrelevante”
“Kenma, ese tipo casi intentó matarte”
Kenma toca el dorso de la mano de Shoyo con sus dedos haciendo diferentes patrones.
“Estoy aquí, y eso es lo que importa”
“¿Y si no lo estuvieras?”
“Sunshine, es tonto pensar en lo que hubiese pasado” Kenma hace una media sonrisa “Aunque, yo a veces pensaba más en las posibilidades del pasado cuando pensaba en ti”
“No cambies el tema” regaña Shoyo.
“Me gusta más hablar de eso, no pienses mucho en esa noticia” Kenma lleva la mano de Shoyo a sus labios “Le pedí a Sugawara que subiera esa noticia para calmar las aguas y que todos tengan una opinión pública más positiva sobre mí, de esa forma los accionistas seguirán con Bouncing Ball sin preocuparse de que la gente huya”
“¿Todo eso por la empresa?” Shoyo frunce el ceño “¿No es eso ir demasiado lejos?”
“No para mí, mi vida ha sido ya pública después de todo, así que trataré de utilizar eso a mi favor” dice Kenma dejando un suave beso en los nudillos de Shoyo “Además, quiero que tú seas parte de Bouncing Ball y no quiero que ninguna mala opinión salpique tu imagen”
“¡¿Eh?!”
“¿Qué?”
“¿Hiciste esto para que no arruiné la opinión que la gente tiene sobre mí? ¡Kenma! Eso no está bien”
Kenma tararea pensativo.
“Um, necesito una imagen positiva para patrocinarte y de esa forma tendremos ganancias”
“¿Es por el dinero?”
“Shoyo” llama Kenma tranquilo colocando otra mano sobre sus manos unidas “Hice esto porque quiero, y lo hago todo de una forma en que resulte beneficiosa para mí y la empresa. Para mí tú importas y así mismo, me preocupo por la imagen de la empresa. Sigo siendo un estratega en los negocios”
Shoyo asiente mirando algo culpable a Kenma.
“Lo siento, a veces olvido que eres empresario”
Kenma niega con la cabeza.
“De todas formas, ¿podemos dejar el tema? Esa noticia no es para ti, pero si quieres saber sobre mi antigua relación puedes preguntarme en algún momento adelante. Ahora justamente puedes hablarme de otra cosa”
“¿Sobre qué?” asiente el pelinaranja respetando su decisión.
“¿Qué tal fue tu viaje? ¿Visitaste algún lugar interesante?” Kenma trata de recostarse finalmente. Se siente ligeramente cansado. Realmente dormir en el hospital es incómodo.
“Fui a Milán, y creo que el lugar es demasiado hermoso” comenta Shoyo sonando algo emocionado “Lastimosamente mi lesión apenas me permitió dar recorridos por mi cuenta, pero lo que pude ver realmente me gustó” Shoyo sonríe y lo observa algo tímido “Quizás, podríamos ir juntos algún día”
“Eso me gustaría”
“¡Si! En ese lugar es hermoso para las parejas y además tienen muy buena comida, aunque creo que es mejor visitarlo en verano…”
Kenma lo escucha explicar sobre el lugar y sobre sus platillos favoritos del lugar, el teñido no sabe si luce como un idiota, pero no puede dejar de observar a Shoyo y sonreír. Sabe que probablemente no sea la más grandes de las sonrisas, pero sabe que su rostro puede mostrar lo tontamente enamorado que se siente. Mirándolo todo se siente tan irreal, Shoyo asume que serán todavía pareja en un futuro lo que le da algo de emoción a la expectativa de sus vidas. Realmente quiere ya verlo.
“Kageyama y Oikawa siempre son tan melosos, ellos coquetean sin darse cuenta. Aunque creo que Oikawa es el único que es consciente que está coqueteando” dice Shoyo hablando de sus amigos “Pero no quiero hablar de ellos, ya tengo suficiente de esos dos melosos”
“¿No te agrada?”
“Oh, no, no” se ríe Shoyo negando “Ellos dos son mis amigos, pero a veces me dan mucha envidia cuando veo lo melosos que son”
“¿Te gustan las muestras de afecto?” pregunta Kenma curioso mirando sus manos unidas.
“Pues… es algo que a todos nos gusta ¿no?”
Kenma niega con la cabeza.
“Antes de conocerte, nunca fui de las personas que anhelaba la melosidad. Ya sabes, besos, abrazos y toques en público era lo que menos quería” Kenma levanta la mirada y encuentra los ámbar de Shoyo “Pero contigo es realmente diferente, creo que siempre dependerá de la persona”
Shoyo se sonroja y mira hacia otro lado. “Entonces, ¿también te gusta?”
Kenma asiente: “Solo contigo”
“¿No pasa nada si te abrazo?” pregunta Shoyo algo avergonzado “No quiero apresurar nada”
“Me gustaría mucho” asiente nuevamente Kenma, moviéndose de la pequeña cama de hospital “Ven”
Shoyo mira sospechoso la cama y alza una ceja preguntando para asegurarse.
“Me siento algo cansado, me gustaría ser abrazado antes de dormir”
Shoyo se sorprende.
“Siento que eres otro Kenma”
Kenma frunce el ceño.
“¿Por qué?”
“Estás hablando demasiado”
Kenma rueda los ojos haciendo espacio para Shoyo quien comienza a acercarse.
“Casi suenas como Kuroo”
Shoyo se recuesta a su lado y pasa su brazo sobre Kenma, finalmente lo abraza con suavidad y esconde su rostro en la nuca de Kenma.
“Me encanta que me hables demasiado, antes pensaba que no querías hablar porque te aburrías” Shoyo acaricia con su nariz su nuca, erizando la piel del teñido “Era muy difícil de adivinar qué pensabas”
“Lo siento, yo pensaba que era mejor guardar silencio, en algún punto de mi vida dejé de decir lo que pensaba” Kenma cierra sus ojos “Pero pretendo seguir siendo más comunicativo contigo”
Shoyo sonríe.
“Yo también hablaré más”
“Umm” tararea Kenma casi dormido “Siempre hablas mucho”
“¿Es eso algo bueno o malo?”
Kenma niega con la cabeza.
“Pienso que es increíble”
Kenma finalmente se duerme cuando escucha a Shoyo suspirar y apretar su agarre en el abrazo. Finalmente puede dormir tranquilamente, y… aunque apretados, duermen de cucharita. Algo que, en secreto, Kenma siempre quiso hacer.
Le encanta como las cosas van, incluso si ha sido en poco tiempo.
Está emocionado por el futuro.
Y sabe que será bueno porque Shoyo estará en él.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top