Capítulo 38

Finalmente aquí, un nuevo cap y no puedo evitar pensar en que cada vez me acerco a su final, y creo que quiero darle un final entre realista y fantasioso jajaja

Me estoy adaptando a un nuevo programa para escribir así que lo lamento si ven una palabra extraña,

En fin, planeo dar una segunda actualización este fin de semana si o si porque estoy en el momento en el que mi creatividad anda on fireee

En fin enjoooy

[....♡....]



La vida y sus giros de trama a veces son cosas tan inesperadas que apenas el ser humano puede adaptarse a ellas, aún así increíblemente Sugawara ha logrado adaptarse a cada cambio que el mundo le arroja al rostro. Hace unos días había sido contactado por el equipo de Bouncing Ball debido a que les interesaba su trabajo como periodista, y eso realmente le sorprendió. Muchos saben en su mundillo de que Bouncing Ball, y más concretamente, Kozume Kenma odia las entrevistas y a los reporteros.

Sugawara se pellizco la mejilla cuando le pidieron reunirse para poder establecer una entrevista con Sugawara siendo el entrevistador en este caso, lo cual, fue surrealista. Él se ha estado dedicando al área de deportes cubriendo noticias para un noticiero que no es tan llamativo, y del que casi está al borde del despido. La cadena ha avisado que probablemente necesiten cortar personal debido a la baja audiencia, así que ha tratado de todas las formas hacer cosas creativas e informativas para preservar su trabajo. De lo contrario tendría que mudarse de Tokyo a Sendai con sus padres y ayudar en el pequeño negocio familiar, y no es que no ame a sus padres, pero prefiere seguir su propia vida en la ciudad.

Así que, cuando el equipo de Bouncing Ball le pide asistir a un restaurante para conocer al mismísimo CEO se da cuenta que la vida le dio este giro a su vida para que pueda tomarlo como una oportunidad para quedarse en la ciudad. Su jefe aún no lo sabe, pero cuando lo sepa probablemente no desee quitarle su puesto. Y quizás esto ayude a la cadena a la que trabaja, quizás esta entrevista sea lo que realmente estaba esperando.

Kozume Kenma ha llegado para rescatar su trasero.

Por esa razón se viste con la ropa más elegante que tiene en su armario, el cual usó en su graduación de la universidad. Aunque eso no parece ayudar, porque cuando llega al restaurante al que fue citado, sigue desentonando con el lugar. No puede evitar sentirse algo cohibido mirando nervioso al joven que lo acompaña a la mesa y lo lleva a una de las mesas más alejadas pero muy bien iluminada y con arreglos de servilletas que no creía posibles.

“Todo esto suda dinero” jadea en voz baja Koushi tocando el mantel sintiendo la suave textura “Seguramente esto vale más que mi traje”

“No lo creo” dice una nueva voz acercándose, suave y tranquila. Sugawara se levanta nervioso y con el calor subiendo a sus mejillas al notar que ha sido escuchado “No te dejes engañar, los manteles siguen siendo pedazos de telas”

Sugawara hace una reverencia saludando y mira furtivamente al hombre que tiene frente a él, y parpadea para verificar que no está soñando. Realmente el CEO de Bouncing Ball, Kozume Kenma, ha llegado para sentarse a comer en la misma mesa que él.

Surrealista.

“Eh…” Sugawara extiende su mano mientras hace otra reverencia “Hola, mucho gusto, perdone por hablar demás pensé que estaba solo, mi nombre es Sugawara Koushi”

El señor Kozume solamente lo observa y le da la mano resoplando al ver su postura.

“En realidad, odio las formalidades, seguramente eres mayor que yo, así que si no te molesta no seas tan… aburrido” dice con un rostro calmado, pero Sugawara no tiene un rostro igual de en blanco por lo que se vuelve a sonrojar avergonzado y nervioso tomando su asiento en la mesa.

“No podría, usted es una figura increíble” menciona Koushi recordando que según consejos es mejor elogiar para agradar. El señor Kozume hace una mueca.

“Uh, no, no lo soy” Kenma se sienta mientras arregla su cabello, dejando ver como sus mechones caen para perfilar su rostro “Solo pido que no me trates con tanta formalidad, puedes seguir siendo tú, las formalidades son jodidamente aburridad”

Koushi se sorprende del lenguaje del icono del que todos hablan. Pese a no ser una persona dedicada al entretenimiento, Kozume Kenma es demasiado famoso en Japón.

“Está bien” acepta Koushi sabiendo que si insiste probablemente el señor Kozume se retire “Yo… quiero agradecer de antemano la invitación”

Kenma asiente mirándolo, más bien, lo está analizando.

“En realidad, quería saber cómo eras”

“¿Yo?” Koushi rasca su mejilla con el índice algo tímido “¿En serio? ¿Por qué?”

“Quiero que seas tú quien haga una de las entrevistas más importantes que haré desde que empecé en esto” Kenma suspira dejando su espalda apoyarse en el respaldo de la silla “Te explico brevemente: He estado envuelto en tantas controversias acerca de mi sexualidad como si fuese algo extraordinario” Kenma lo mira, midiendo su reacción “Soy más que mi sexualidad, pero la gente parece que solo ve eso en mí”

“¿Entonces…?”

“Deseo una entrevista para aclarar las últimas polémicas en las que estuve envuelto, ¿sabes cuáles?”

Fingir demencia para aparentar decencia sería un movimiento erróneo, Koushi se da cuenta que Kenma quiere probar su reacción ante algo que la mayoría de japoneses sabe. No hace mucho el tema del momento el vídeo sexual de Kozume Kenma, el cual aparentemente fue filtrado según los rumores, así que Koushi pese a que no cubre ese tipo de noticias. Por supuesto, lo vió, y sería extraño que alguien como él que vive conectado a Internet y los medios de comunicación no supiese ya.

“Lo sé” admite Koushi sin bajar la mirada, aún así se siente culpable por ver algo íntimo de alguien a quien no conocía y que ahora tiene enfrente.

“Bueno, quiero cerrar ya con todo eso y admitir ciertas cosas” Kenma juega con su cabello aburrido “No quiero decirte que preguntar, pero si me gustaría que fueses transparente y no tergiverses mis palabras”

“¿Quiere decir que dirá que pasa con el video?”

“Vagamente sí, lastimosamente no puedo acusar a alguien públicamente” resopla Kenma levemente molesto “La ley y sus tonterías, así que, me limitaré a admitir lo que muchos se han estado preguntando”

“¿Sobre si es usted el del video?” Inquiere Koushi curioso.

Kenma asiente.

“Y sobre mi sexualidad”

[...]

Atsumu se siente como un tonto y de hecho, está vistiendo como uno.

El reflejo en el espejo parece estar a punto de reírse de él, y honestamente no se sorprendería si su reflejo cobra vida solo para burlarse de lo ridículo que se ve. Esta tarde ha citado a Reira para hablar, y se ha tomado el tiempo de vestirse como debería hacerlo en situaciones en las que ha visto se pide matrimonio. Su cabello está peinado con gel para el cabello y un traje de vestir formal negro, lo cual no se vería mal si no fuese porque realmente se siente en otra piel.

Y no es que jamás haya usado algo así antes, sin embargo, la postura y sonrisa incómoda que tiene realmente no ayudan en lo absoluto, y el tonto ramo de rosas que sostiene practicando las líneas que le dirá a Reira.

Reira he sido un tonto, pero quiero hacer una vida contigo y nuestro bebé, por favor acéptame como tu prometido

No, algo más emotivo.

Reira, tan linda como un pétalo de estas rosas, me… cautivas y por esa razón huí lejos de ti porque eras… demasiado para mí. Por favor, ¿me dejarías formar una familia contigo y nuestro bebé?《

Atsumu se mira al espejo y se siente vacío, las palabras por más que las decore saldrán sin emoción, porque realmente no lo siente. La tristeza lo invade de nuevo, y piensa en que realmente ha arruinado la vida de Reira y la suya. No puede mentir sobre sus sentimientos, nunca pudo hacerlo, incluso si lo negó era tan obvio sobre ellos.

Pero tiene que hacerlo. Tiene que fingir hasta que sea real.

El timbre de su casa suena y Atsumu casi deja caer el ramo de los nervios, se limpia el sudor de sus manos una vez deja el ramo sobre la mesa y toma la cajita del anillo con él. De alguna manera esa cajita se siente demasiado pesada cuando la esconde en su bolsillo.

Respira hondo tres veces antes de abrir la puerta.

Vamos, Atsumu, tú puedes hacerlo.

La sorpresa que se lleva al notar que no hay presencia de Reira, tiene que subir la mirada brevemente para encontrar los oscuros ojos que lo observan con total tristeza y molestia. Atsumu sostiene el pomo con fuerza, olvidando cómo debe respirar, frente a él está Kiyoomi.

“Omi” llama Atsumu en voz baja sorprendido de verlo ahí, llevaban días sin hablarse después del último partido. Y desde que ambos se enteraron del bebé, Kiyoomi se había ido y no le dirigió la palabra.

Y ahora está frente a su puerta apoyado en el marco de la puerta con el rostro en blanco, pero Atsumu solo necesita ver esos ojos oscuros para saber la tormenta de emociones que lleva dentro de él mismo.

“¿Qué haces aquí?” pregunta Atsumu tratando de calmar a su corazón que salta feliz y emocionado de verlo.

“Atsumu” Kiyoomi da dos pasos para acercarse, y eso es suficiente para sentir el aroma de alcohol en él. Kiyoomi ha estado bebiendo “Atsumu”

“¿Has estado bebiendo?” olfatea Atsumu acercándose un poco y arrugando la nariz “Puaj apestas a alcohol, ¿cómo llegaste aquí? Espero que no hayas venido conduciendo porque te juro que te patearé el trasero”

“Atsumu…” Kiyoomi levanta una mano y la coloca sobre el hombro del rubio quien lo observa divertido. A Atsumu siempre le ha encantado ver a Kiyoomi borracho, antes repetía su nombre en un tono más molesto queriendo reclamar algo, pero esta vez es más suave, suplicante.

“Sip, así me llamo, Omi” se ríe Atsumu brevemente olvidando la sensación de vacío, sintiendo como el órgano que creía apagado salta en alegría.

“Soy una mala persona” dice Kiyoomi negando con la cabeza con culpa goteando en su voz “No, soy peor que eso, no merezco nada”

“Pfff eres la cosita más dulce de todas, aunque… tienes muchas cosas que son muuuuy irritantes” dice Atsumu juguetón no siguiendo el ambiente triste de Kiyoomi, cree que el chico ha bebido tanto que seguramente se está culpando por lo de Shoyo “Pero así es como el equipo y yo te queremos, Omi”

“No, no” niega Kiyoomi subiendo otra mano para tocar la mejilla de Atsumu quien resiste el impulso de apoyarse, las manos frías de Omi se sienten cálidas contra su piel “No es sobre el equipo, ellos no me importan ahora…”

“¿Qué es, entonces?” Pregunta Atsumu subiendo su mano para cubrir la mano de Omi en su mejilla “No hay nada que te haga una mala persona, Kiyoomi”

“Yo…” Kiyoomi lo observa unos segundos antes de bajar la mirada con pesar “Atsumu, yo creí que podría hacerme a un lado, yo creo que harás lo correcto, pero… no quiero que lo hagas”

Atsumu parpadea frunciendo el ceño confundido.

“¿De qué hablas?”

“Soy un egoísta” admite Kiyoomi volviendo a mirarlo con los ojos empañados, lo miran con suplica y culpa “Atsumu, yo quiero que te quedes conmigo y solo conmigo. Yo te amo, Atsumu”

Atsumu se queda en silencio, tomando la mano que sostiene su rostro y la retira, su propio pecho duele cuando Kiyoomi observa el movimiento. Atsumu lo está alejando.

“Atsumu, tú tampoco quieres eso, a ti ni siquiera te gusta ella” intenta Kiyoomi aferrándose a Atsumu, acercando el cuerpo del rubio para abrazarlo con fuerza con miedo a soltarlo “Por favor, sé que podremos idear una forma para que tu hijon crezca con los mejores cuidados y yo… yo puedo ayudarte”

Atsumu no devuelve el abrazo.

“Atsumu, por favor, quédate conmigo, escogeme” suplica Kiyoomi, cosa que nunca ha hecho antes. El reservado hombre rizado que siempre lo regañaba, que siempre discutía con él, el que parecía un engreído, el que siempre presumía ser mejor que él como capitán. Ese mismo hombre suena tan roto y triste suplicando a Atsumu “Ambos podríamos hacer una vida juntos y estoy seguro que podemos cuidar al bebé y…”

Atsumu opta por respirar profundo y salir del abrazo, pese a que Kiyoomi se niega a soltarlo. El rubio piensa que Kiyoomi está borracho para saber qué es lo que está diciendo.

“Kiyoomi, estás diciendo disparates” dice Atsumu con tono incómodo, negándose a mirar al rizado “Creo que deberías de ir a casa a descansar y mañana hablaremos”

“No quiero” Kiyoomi lleva una de sus manos a su cabello, sonando desesperado “Porque sé que si espero a mañana voy a dejarte ir, y no quiero hacerlo”

“Omi…”

“Esto no estaría pasando si tan solo me dejabas en el rincón de Amor no correspondido” Kiyoomi lo mira irritado “Sabía que era muy bueno para ser real, ¿Cómo el chico tan llamativo como Miya Atsumu podría estar con un aburrido y amargado como yo?”

“Kiyoomi, tú no eres aburrido”

“¿Entonces, por qué no me eliges a mí esta vez?”

“Tengo que responsabilizarme, Kiyoomi, es mi bebé el que crecerá dentro del vientre de Reira. Yo debo estar ahí para ellos” explica Atsumu esperando que Kiyoomi lo entienda “Mi prioridad es protegerlos y cuidarlos”

“¿Y entonces qué? ¿Vas a estar con una persona que no amas?” Kiyoomi da un paso al frente pero se detiene cuando la palma de Atsumu toca su pecho “¿Qué? ¿Te vas a regresar a ese closet oscuro? ¿Vas a fingir que no me quieres?”

“Omi, no hagas esto” murmura Atsumu con una mueca.

“¿Hacer qué? ¿Decirte las razones por las tú vas a ser miserable?” Kiyoomi toma la mano de Atsumu, presionando sus dedos en la muñeca del rubio “¿Vas a fingir tener tu casita feliz mientras te sientes tan muerto por dentro porque no amas a esa mujer? ¿Le mostrarás una imagen falsa de amor a tu bebé?”

“Mi bebé no tiene nada que ver…”

“¿Entonces, esa chica? ¿Le mentiras todos los días?” Kiyoomi esta tan cerca que ambos rozan sus narices, sin embargo, Atsumu no encuentra la mirada del rizado “¿Cuándo estés con ella le diras que la amas pensando en mí ? ¿Cuándo la beses vas a recordar mis labios? ¿Qué harás cuando vayas a la cama y despiertes en la media noche sintiéndote miserable porque mientras estás con ella piensas en mí?”

“Kiyoomi, vete, esto no nos hace ningún bien” intenta Atsumu con la voz temblorosa. Porque imaginar esa vida, le aterra, no la quiere, pero debe hacerlo.

Kiyoomi se queda en silencio frunciendo el ceño estudiando el rostro de Atsumu, una de sus manos sostiene el mentón del rubio para que no pueda evitar mirarlo.

“Yo soy tuyo y tú mío, Atsumu” Kiyoomi esta tan cerca, tanto que Atsumu se siente enredado en sus pensamientos. Toda razón comenzó a ser nublada y solo desea besar los lindos labios del rizado “No vas a cambiar es hecho, y no puedes mentirte”

“Me voy a casar con ella” susurra Atsumu en sus labios antes de que pueda pasar algo, y esa parece ser la respuesta correcta, porque Kiyoomi se congela. Duele. Les duele a ambos escucharlo.

Atsumu encuentra la cajita pesada en su bolsillo y la saca para mostrarla, Kiyoomi solo cierra sus ojos con sus cejas temblando. Esto es la declaración de que no pueden ser lo que quieren, hay más obstáculos que caminos para ellos, y hay veces en la vida en las que no puedes tener aquello que quieres. En este caso, ambos tienen que renunciar a su intenso amor.

“Lo siento” susurra Atsumu dejando un suave beso en la mejilla del rizado “Tú y yo sabemos lo que sentimos, y si eres mío y yo tuyo, en alguna vida pudimos estar juntos”

“No digas cursilerías” susurra Kiyoomi también con la voz rota “Solo hay una vida y yo quería que fueras mío en esta” el rizado abre sus ojos acuosos “No esperes que asista a ese espectáculo ridículo”

“Está bien” asiente Atsumu sosteniendo dando un paso atrás con el dolor pesado en su pecho “Sigamos siendo lo que eramos antes de saber… lo que yo sentía”

Kiyoomi niega con la cabeza: “Es fácil para ti, yo estuve enamorado incluso antes de eso” el rizado limpia las esquinas de sus ojos “Bien, me iré”

Atsumu sabe que Kiyoomi quiere que lo detenga, y Dios sabe que se muere por hacerlo, pero se queda de pie observando como él se detiene unos segundos en la puerta esperando. No se mueven y Kiyoomi decide hacer lo último que podrán hacer, antes de que todo cambie.

Kiyoomi regresa y lo besa.

Un beso agridulce necesitado y triste, no sabe cuando ha comenzado a llorar pero Atsumu puede sentir sus lágrimas deslizandose en sus labios mientras Kiyoomi tembloroso sigue el ritmo lento de sus labios. Encajan a la perfección como siempre. Apenas dura unos segundos antes de que Kiyoomi se separe sin decir palabra y salir como si nunca hubiese estado ahí. Como si no hubiesen compartido un beso de despedida.

Ya no queda nada.

Atsumu observa el anillo, una lagrima cae en la caja y no puede evitar querer volver al pasado a corregir sus pasos. Darse cuenta antes que el amor de su vida estaba ahí, que no tenia porque llenar ese vacío con mujeres cuando la persona que lo completaba se llamaba Sakusa Kiyoomi.

Adiós, te amo tanto, Sakusa Kiyoomi.

[...]

Estar en un país diferente es interesante pero también exhaustivo. Apenas ha llegado a Milán y todo es más colorido, al menos puede girar su cabeza y puede ver el cielo sin tener que toparse con rascacielos. A diferencia de Tokyo, Milán es más verdoso y espacioso, al menos cuando Bokuto lo empuja en la incómoda silla de ruedas qué Oikawa consiguió puede observar las estructuras de arte del lugar lo cual lo llena de paz momentánea. Shoyo ha logrado poder desconectar de los problemas que lo atormentan dando paseos junto con Bokuto quien parece estar más sumergido en su mente que en el lugar.

“¡Mira eso Bokuto!” Señala Shoyo la tienda que tiene el lugar lleno de postres y pastelitos.

“¿Hmm?” Bokuto gira el rostro mirando el lugar, el brillo usual del peliblanco apenas es visible “Ah, ¿Quieres uno?”

Shoyo trata de mantener la misma energía aunque no la esté sintiendo, se siente un fraude, pero desea pretender que las cosas irán mejor. Intentará convencer a Bokuto.

“Oh, mira esto” dice el pelinaranja una vez que están cerca del lugar y se estira a mirar “Tienen tantas cosas para comer, oh, ese es de manzana, seguramente a Ken…”

Shoyo se detiene con la sonrisa congelada en su rostro, negando brevemente para aclararse la garganta. ¿Qué está haciendo?

“Uh… recordé que estoy a dieta” se ríe tímido Shoyo fingiendo recordar chasqueando sus dedos.

“¿Desde cuándo?” Pregunta Bokuto confundido, aun así, salen del lugar “Siempre comes sin pensar, a menos de que tu doctor recomiende dejar algo”

“Bueno, tengo que mantenerme en forma para volver con todo a las canchas”

Bokuto se encoge de hombros y no hace más preguntas. Tampoco parece querer hacerlas, después de todo ha sido el más callado del viaje. Tanto que Oikawa preguntó si el chico había madurado finalmente, y Shoyo le dijo que primero Oikawa tenía que madurar antes de pedirle al resto del mundo que lo haga.

“Vamos a ese lugar” señala Bokuto empujando su silla, en dirección a… un ¿museo?

“¿Desde cuándo te interesan los museos?”

Bokuto se encoge de hombros y no ofrece más explicación.

Shoyo solo suspira, pero mantiene su actitud positiva mirando las diferentes pinturas una vez han pagado su entrada, gracias al dinero que Oikawa les dio para entretenerse mientras ellos trabajan. Así que, Shoyo observa cada pintura sin realmente entender nada, solo sabe que están bonitas.

Bokuto frunce el ceño mirando cada una de ellas y parece leer las inscripciones de cada pintura, y Shoyo solo observa atento porque parece frustrado de no poder engancharse como otros visitantes que tararean en reconocimiento a ciertas obras. Bokuto sigue avanzando hasta que escuchan la voz de alguien explicando una de las exposiciones, la gente se reúne en el lugar y antes de que Shoyo pueda decirle que se acerquen. Bokuto ya lo está empujando con el rostro cambiando finalmente en frustración a sorpresa.

“Es él” jadea Bokuto colocándose de pie a su lado.

Shoyo se estira para mirar entre el espacio que hay entre las personas y lo observa, es un hombre rubio hablando sobre el arte a sus espaldas. Parece relajado y tranquilo hablando sobre ello, su voz es directa y medida para que todos puedan escucharlo, lo cual es atrayente además de su hermoso aspecto. Shoyo lo observa tanto hasta que logra reconocerlo, es el mismo hombre que estaba en la fiesta de aquella vez. La vez que conoció a Kodzuken fue esa vez en la que…

“¿El chico de pelo raro?” Una voz detrás los saca de sus pensamientos que comienzan a revolverlo el estómago.

Bokuto se gira y mira al hombre de cabello oscuro con puntas rizadas, ojos verdosos relajados con aire de duda en ellos. El joven también igual de hermoso como lo recuerda Shoyo, todo le recuerda a esa noche. El pelinaranja recuerda que incluso si había gente hermosa a su alrededor, para él solo Kenma parecía brillante y precioso contra toda esa gente. Incomparable.

Kenma…

“Tú… es tú culpa” dice Bokuto señalando al hombre frente a ellos “Pensé que lo lograría porque me animaste a ello”

El joven lo observa con sospecha y mira a Shoyo y busca con sus ojos a sus alrededores. El pelinaranja gracias a Kenma adquirió la habilidad de entender cuando una persona reservada se encuentra nerviosa y puede verlo al notar como ese joven hermoso presiona sus dedos en sus palmas.

“¿Quién más viene contigo? ¿Está él aquí?” Pregunta el chico observando fijamente a Bokuto quien frunce el ceño “¿Sabían que estaríamos hoy aquí?”

“¿Eh? Venimos de sorpresa” explica Bokuto para después negar con la cabeza “Eso no es lo importante, lo importante es que tú alimentaste mis ilusiones con Kur…”

“Shh” sisea alguien entre la gente que escucha al rubio. Shoyo se disculpa en un italiano principiante, recordando lo poco que aprendió con Kageyama y Oikawa.

“Vamos afuera, de todas formas no quiero que Kei los vea”

Shoyo se niega a salir y se queda en su lugar, al menos el joven de ojos verdosos lo permite diciéndole que no vaya a moverse ni hablarle al rubio hasta que termine de hablar con Bokuto. El pelinaranja acepta sin entender, siguiendo escuchando al rubio de fondo quien después de unos minutos recibe unos cortos aplausos.

Shoyo busca su teléfono decidiendo que realmente no se va mover de su lugar, podría hacerlo pero ese chico de ojos verdosos es intimidante así que no desea moverse. Decide sacar su teléfono para matar el tiempo, respondiendo algunos mensajes.

Después de navegar por las mismas apps decide abrir Twitter, lo cual siempre es una mala idea, pero debido al aburrimiento prefiere revisar que habla la gente hoy en día.

Su sorpresa es cuando lee las principales tendencias.



TENDENCIAS GLOBALES.

KOZUME KENMA

KENMA WE SUPPORT YOU

BOUNCING BALL

QUIEN ES

EL AMOR ES AMOR




La mente de Shoyo corre rápido temiendo lo peor, la última vez no fue algo bonito lo que sucedió y pese a que no quiere hablar con él tampoco desea que nada malo le suceda. Kenma sigue siendo la persona que… más le importa.

@infoNewsInt:

KOZUME KENMA HABLA SOBRE SU ORIENTACIÓN SEXUAL EN UNA ENTREVISTA EXCLUSIVA (ingresa al Link para más información)

@MEDIASPORT:

“Existe alguien quien ocupa mi corazón, y solo hay uno quien lo hace latir” dice Kozume Kenma en exclusiva para JAPANINE (lee más aquí)

@saskachetun:

YO LO SABIAAAAAAA KOZUME KENMA MENOS OBVIO PODIAS SER?

@kenhinanation:

Habla de una persona especial, dejen sus teorías 👀🍊🐈

@pokulisa:

Que asco, Kozume Kenma al final si regalaba su cama para conseguir contratos

@sofukosan reply to @pokulisa:

SALI DE ACA PUTO INTOLERANTE

@chocomilk:

Ustedes no saben lo que llore escuchando su historia 😭😭😭 KENMA YO TE APOYO MI VIDA

@vivaelasadito:

¿Recuerdan esa foto con Lev? ¿Y si es él quien es el misterioso?

@sabumafu:

Disculpen pero ese hombre ha pasado por mucho, me duele la crueldad de este mundo, PUTOS TODOS

Shoyo lee los comentarios y puede ver la división de algunos, pero la mayoría felicita a Kenma. El pelinaranja sonríe inconscientemente feliz de que la gente finalmente pueda ver ese lado hermoso de Kenma qué seguramente no conocían, ¿pero qué dijo que la gente habla con tanta emoción?

Shoyo ingresa al título que lo redirige a una entrevista en video, realizada en uno de los canales menos vistos de Japón. El pelinaranja recuerda que no pudo realizar entrevistas con ellos dado que su anteriores representantes lo negaban, y ahora ve a Kenma darle visibilidad. Shoyo espera que el video cargue y lo ve. Mira a Kenma quien arregla su cabello ligeramente detrás de su oreja, y lo hace tan delicado y elegante que es hipnotizante.

“Oye, deberías de salir para no estorbar el paso”

Shoyo levanta la mirada y se encuentra el rubio qué se cruza de brazos con una mirada irritada. El rubio mira de reojo el teléfono en su regazo, para después mirarlo de nuevo.

“¿Y, necesitas ayuda?”

“Hola, señor Kozume, es un gusto poder realizar este día nuestra entrevista”

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top