Capítulo 33.
(Perdón si contiene errores ortográficos)
Shoyo no miente al decir que no esperaba que así terminará su día, pero de alguna forma lo agradece. Habían pasado muchas cosas en un corto tiempo y si no fuese por Bokuto no sabría nada de lo que estaba sucediendo, comenzando con sus fotos circulando con un supuesto romance con la chica que acompañó la otra noche en un acto de amabilidad.
Al inicio fue inesperado ver cómo le habían fotografiado sin su autorización y asumieron tales cosas, al inicio se preocupó de que Atsumu quisiera romperle los dientes malinterpretando la situación pero cuando le escribió apenas respondió con un ‘Lo siento, Shoyo, no tengo cabeza para eso ahora, ignora todo’. Y la conversación murió allí, el pelinaranja creyó que realmente se había molestado sin querer decírselo, pero incluso si insistió Atsumu no respondió. Así que dejó de llenarlo de mensajes para después revisar sus otros mensajes y las redes oficiales que lo llenaban de preguntas y felicitaciones por su nueva relación.
Incluso Oikawa y Kageyama escribieron.
Tontoyama:
Dice Oikawa que va golpearte si esa noticia es real, ¿es real?
Hinata:
No, ¿por qué querría golpearme?
Tontoyama:
Porque no le hablaste de ella antes.
Yo le dije que quizás estás usando a esa pobre chica para olvidarte del primer hombre que te rechazó.
Hinata:
!!!!!!!!!!!!
Él no me rechazó!
Tontoyama:
JA JA eso suena a que si lo hizo
Hinata:
¡A ti Oikawa no te aceptó rápido al inicio, así que no te burles!
Tontoyama:
🖕
Después de eso entrenó un poco y revisó Twitter pese a su promesa de no volver a entrar, y raramente lo llenó de alivio. Todo internet estaba hablando de esa ridícula foto sacada de contexto, post apoyando sobre finalmente sentar cabeza y otros haciendo chistes sobre quienes serán los padrinos de boda, yendo más allá de lo que realmente es. Pero, al menos Kozume Kenma ya no figuraba como principales tendencias y el tema parecía haberse borrado.
Shoyo no pudo querer evitar sonreír por ello, incluso si su nombre estaba siendo usado en algún ridículo rumor, al menos estaba ayudando a que el Internet finalmente se olvidase del tema de Kenma. El pelinaranja escribió a través de Owl-luv para hablar con Kenma, pero lastimosamente la app no le dejó ingresar debido a el horario que estaba intentando. Algo de ello lo desanimó un poco, así que pacientemente esperó hasta que la noche llegase, su único plan era quedarse en casa pasando el rato para poder hablar con Kenma, pero Bokuto llegó con otros planes.
“Amigo, te vendrá bien despejarte, por eso he decidido que vendrás conmigo a mi cita con Kuroo”
“¿Eh?”
Bokuto se había parado frente a la puerta de su casa mientras hacía rebotar las llaves de su carro en su mano.
“Has estado escondiéndote en tu casa por lo del tema de tu amigo y sé que la noticia de hoy probablemente te disgustó. Sé que odias los chismes” Bokuto detiene su jugueteo con las llaves “Así que acompáñame”
“Oye agradezco tu amable invitación, pero ¿no acabas de decir que es una cita?” pregunta Shoyo confundido.
“Uh… bueno, yo le llamo cita porque me ilusiono solo” se ríe el peliblanco incómodo “Kuroo probablemente lo vea como un preludio a ir a mi casa y ya sabes… ¡Pero, si vienes conmigo no tendrá que venir a mi casa porque yo tengo que llevarte!”
“¿Osea que me quieres de excusa?”
“¡Lo siento!” Bokuto coloca ambas manos sobre los hombros del pelinaranja dejando el jugueteo de las llaves “Solo quiero pasar una noche en la que podamos hablar sin emborracharnos para fingir después que lo que hablamos no pasó” Shoyo a veces cree que el cabello de Bokuto tiene emociones porque justo ahora parece aplastarse junto el rostro decaído del peliblanco “Yo me divierto hablando con él, pero si tomamos alcohol ni siquiera voy a poder hablar de ello sabiendo que solo incomodaré las cosas”
“Uhm… ” Shoyo hace una mueca pensativo, realmente quería escribirle a Kenma. Supone que puede hacerlo en el transcurso de la cita “Bien, bien, te acompañaré”
“¡Gracias! Eres el mejor de todos” el ánimo de Bokuto cambia nuevamente pasando a uno más relajado y alegre.
Y así fue como llegó a la cena con Kuroo en un lugar demasiado elegante para los dos futbolistas que acostumbran a ir por algo menos ostentoso. Cuando el pelinegro se presenta puede jurar que mira la confusión y clara negativa al verlo ahí, pero dura tan poco que apenas puede afirmar que estuvo ahí, así que ambos se saludan con normalidad. Sin embargo, para sorpresa de Shoyo, Bokuto y Kuroo se sientan juntos en el mismo lado de la mesa y el pelinaranja frente a ellos, lo que hace que la mayor parte de la cena se sienta algo incómodo. Principalmente porque Kuroo y Bokuto juegan y hacen bromas que solamente ellos entienden, incluso jura ver coqueteo de Kuroo sin molestarse en invadir el espacio de Bokuto.
Hinata solo se limita a beber agua y mirar el menú para evitar sentirse como una tercera rueda, a diferencia de Kiyoomi y Atsumu que también viven en su propia burbuja al menos Atsumu siempre logra que todos sean incluidos en la conversación. Esta vez es como si Kuroo estuviese acaparando a Bokuto.
“¿Tienes algo que hacer algo más tarde?” pregunta casualmente Kuroo después de que todos pidan, en voz baja a Bokuto quien parpadea y sonríe a medias.
“Oh, tengo que ir a dejar a mi Shoyo” menciona Bokuto mirándolo después de casi media hora ignorándolo “Y vamos a pasar el rato juntos esta noche porque… porque…” Bokuto le pide ayuda con la mirada.
“Le pedí a Bokuto algo de compañía, para saber como proceder con el tonto rumor que se han creado” excusa Shoyo sabiendo que realmente primero tendría que hablar con el entrenador.
“Ah, la noticia de tu novia” dice Kuroo juntando ambas manos “Pensé que si era real”
“Basura. Shoyo no tendría una relación tan pública y no la anunciará así” interviene Bokuto sacudiendo su cabeza.
“No quiero ser chismoso, pero ¿por qué ella te daba un abrazo? Sabes cómo es nuestra sociedad, ven a dos personas juntas en cualquier lugar y para ellos ya es una cita” dice Kuroo mirando a Shoyo alzando una ceja.
“Ella estaba pasando por un momento difícil, y me quiso agradecer con un abrazo. Y honestamente, es solamente eso” aclara el pelinaranja “La mayor parte de mi vida la pasé en Brasil, así que para mí un abrazo solo es una muestra afectiva de amistad”
“Oh, muy buena respuesta” elogia Kuroo alzando su trago de soju levemente “Bueno, eso sería bueno para colocarlo en un comunicado”
“¿Ah si?”
Kuroo asiente.
“Sabes, si el equipo completo firma con Bouncing Ball podríamos escribir eso en menos de lo que canta un gallo” menciona el pelinegro encogiéndose de hombros, haciendo relucir la propuesta que el equipo aún no acepta “Por ejemplo, Bokuto si llegase a tener algún tipo de escándalo yo me encargaría de que no salga afectado”
“¡Ja, miren quien se regodea de su empresa!” se burla Bokuto empujando su hombro contra el de Kuroo suavemente.
“Por supuesto que lo hago, somos los mejores” presume Kuroo sonriendo “Logramos resolver cualquier tipo de escándalo”
“¿Y… el tema de Kenma ya se resolvió?” pregunta Shoyo sin poder resistirlo más, desde que Kuroo había llegado ha querido preguntar sobre cómo se encuentra el teñido. La expresión en el rostro de Kuroo es suficiente para saber que todavía siguen trabajando en ello.
“Eso… es un caso diferente” Kuroo lleva una de sus manos a su cabello desordenado “Por mucho que hagamos de nuestra parte, es también un tema legal y eso lleva mucho más tiempo que aclaraciones de rumores”
“Ya veo…” murmura Shoyo mirando su teléfono con la intención de escribirle a Kenma, pero el sonido de un teléfono sonando lo interrumpe.
“¿Hmm? ¿Y ahora qué?” murmura Kuroo, quien se lleva el teléfono a la oreja bostezando “Oye, ¿te equivocaste de número? No soy Kenma”
Ante la mención del teñido, Shoyo levanta la mirada de su teléfono.
“¿De qué hablas?” el ceño fruncido de Kuroo se profundiza “¿Te llamó a ti y me estás pidiendo que yo vaya? Te creí más valiente… ¿Eh?”
Kuroo frunce el ceño dejando su postura relajada de lado para tomar una más seria que es una evidente señal para Shoyo de que algo anda mal, o al menos así se siente al verlo. El pelinaranja quizás está demasiado susceptible con lo sucedido con Kenma, así que trata de relajar sus hombros esperando escuchar totalmente lo que ha pasado.
“Lev, escucha, envíame la dirección que él te dió, yo me encargo” dice Kuroo antes de colgar, su cabeza cae hacia atrás soltando un suspiro cansado “¿Puedo tener un día de paz?”
“¿Sucede algo?” se adelanta Bokuto a preguntar. Shoyo no fue lo suficientemente rápido pensando en el nombre que salió de los labios del pelinegro, ¿Kenma se iba a ver con Lev? ¿Le habla a él antes que a Kuroo, o incluso él?
“Sabes a este punto me siento como un hermano mayor” Kuroo comienza a ponerse de pie haciendo una seña al mesero “Kenma está en algún lugar extraño, y lastimosamente Lev está en Osaka por asuntos de trabajo”
“¿Significa que nos vamos?”
Kuroo mira confundido a Bokuto.
“Eh… voy yo, no es necesario que…”
“¡Oh vamos, amigo, no te vamos a dejar ir solo a cualquier barrio extraño!” dice Bokuto palmeando el brazo de Kuroo, poniéndose de pie también “¿Verdad, Sho?”
“Ah… si, eso” apenas murmura Shoyo sintiendo el malestar en su pecho, entonces no se equivocó al escuchar ese nombre. De no ser porque Lev está lejos, él estaría recogiendo a Kenma en Dios sabe donde.
Bokuto se encargó de persuadir a Kuroo de llevar su carro para recoger a Kenma y dejarlo unirse a nuestra tardía cena, la idea del peliblanco era ir por el chico y regresar al restaurante. Shoyo no creía que fuese imposible dado que sería 45 minutos para llegar a la ubicación que Kuroo recibió, y considerando la hora podrían hacerlo funcionar. Sin embargo, Shoyo no estaba emocionado con la idea.
¿No es gracioso? Estaba tan ansioso por ver a Kenma cuanto antes y contarle que el tema en internet ya había otro tema más candente y él no tendría que preocuparse tanto, sin embargo, justo ahora no cree querer acercarse a Kenma. Algo sobre saber que ese chico Lev es lo suficientemente importante para ser llamado sobre Kuroo le da mucho a entender a Shoyo, y su cabeza se llena de los pensamientos que sabe que no deberían de apoderarse de su cabeza. Seguramente Kenma prefirió a Lev para hacerle compañía en todo este problema, quizás incluso al día siguiente de haberlo echado del edificio o quizás unas horas más tarde. Al final del día, ese chico tuvo razón al decirle que no era más que un polvo, incluso Kenma lo señaló antes de pedirle que se fuera.
Que tonto.
Shoyo se queda en los asientos traseros dejando a su cabeza navegar en todo el nido de pensamientos que lo inundan que no se da cuenta que han llegado al lugar de destino, Kuroo es el primero en bajarse rápidamente y Shoyo no tiene la motivación de bajarse. Bokuto susurra un: “¿qué mierda?” y cierra de un portazo la puerta del carro. El pelinaranja apenas da un reojo y se da cuenta por las ventanas de la escena tan extraña y apenas visible. Kuroo parece discutir ahora con un hombre trajeado y señala a algo en el suelo que poco se puede ver desde el asiento donde Hinata se encuentra.
Así que decide salir.
Y no le agrada.
Encontrar a Kenma en el estado que lo hizo fue… muy triste. Shoyo recuerda claramente la primera vez que vio la imagen de Kenma en Internet, elegante y ojos fríos calculadores sin una pizca de emoción. Recuerda lo mucho que le impresionó y lo mucho que imponía la imagen de un joven empresario que estaba en todas partes, y… la imagen ahora contrasta esa no es agradable. Shoyo lo ve en sus ojos, lo ve en su rostro, en su postura, incluso en esa atrayente voz.
Kenma apenas es una sombra de aquello que vio la primera vez, y genuinamente le lastima. Shoyo lo abraza con fuerza y le rompe el corazón escucharlo llorar aferrándose a él, incluso puede ver que ha adelgazado en este pequeño y corto tiempo que no lo ha visto. Shoyo está molesto por el golpe que ve en el rostro de Kenma, Shoyo está triste porque Kenma está temblando, Shoyo está agradecido de ser quien lo sostiene en este momento… hay tantas emociones revolviendo en su interior que no sabe cómo canalizarlas. Así que solo abraza a Kenma hasta escuchar las patrullas.
Y lo que sucede a partir de ahí es… indignante.
“¿Entonces, qué pasó?” uno de los oficiales que llega pregunta mirando a todos los presentes.
“Señor oficial, lo lamento mucho” habla el extraño que Shoyo ha decido no le agrada nada en lo absoluto, y menos desea saber su nombre. Por ende, lo nombrará como energúmeno “No quería interrumpir sus labores por algo sin importancia, estos hombres han armado un escándalo por nada”
“Ja, este tipo sigue sin cambiar” Kuroo niega con la cabeza para luego dirigirse al señor oficial “De hecho, si ha habido un problema, este señor ha agredido a mi amigo quien estaba esperando por mí”
“¿Es eso cierto?” pregunta el oficial mirando a Kenma que por el momento se mantiene de pie junto a él. Shoyo solamente tiene una mano en su espalda.
“Sí… tengo una hinchazón en el pómulo y estoy seguro de que me ha mordido el cuello” responde Kenma aclarándose la garganta, apretando sus puños.
“¿Eh? ¿De qué hablas?” el energúmeno lo mira como si Kenma tuviera dos cabezas “Oye chico, vienes medio desvestido de uno de esos departamentos, y yo amablemente te recogí del suelo porque estás muy borracho”
“¿Has bebido, joven?” pregunta el oficial fijándose en la ropa de Kenma, quien de hecho tiene algunos botones rotos.
“Sí, pero eso no…”
El oficial y su compañero suspira con pesar.
“Escucha, si vas a beber no crees problemas a los demás” el oficial señala con un dedo acusatorio a los demás presentes “Y ustedes acepten cuando su amigo ha hecho algo malo, este hombre ha sido muy educado para ayudar a su amigo que no sabemos en donde ha estado”
“Espere, ¿está insinuando que…?”
“No estoy insinuando nada, señor” interrumpe el oficial a Kuroo quien aprieta su mandíbula claramente molesto “Tenemos problemas reales que atender que una disputa de un borracho”
“Muchas gracias, señor oficial, nada de esto se repetirá” habla el energúmeno.
“Señor oficial” llama Shoyo sin poder creerse lo que está escuchando “Lo siento que me entrometa, pero ¿no se supone que debe realizar más preguntas en lugar de asumir que por un estado de ebriedad ha ocurrido todo esto? Kenma… quiero decir, mi amigo, él ha bebido pero no quiere decir que se ha golpeado solo o que…”
“Espera, ¿eres Ninja Shoyo?” el segundo oficial interrumpe entrecerrando sus ojos para luego abrirlos sorprendido “¡Oh! Eres Ninja Shoyo, la luz de este lugar no deja ver el destellante cabello”
“Si, pero…”
“¡Wow! Eres Ninja Shoyo, mi hijo es muy fanático tuyo, vimos el partido la última vez” menciona el primer oficial dejando su postura profesional y luego se gira para mirar a Bokuto “¡Tú eres Bokuto!”
Bokuto asiente igual de incómodo sabiendo que este no era el tema principal y parece que se está eclipsando.
“¿Nos darían su autógrafo?” pregunta el segundo oficial buscando su libreta para multas “Nunca creí que me toparía a dos personajes importantes en este barrio tan lúgubre”
“Escuchen, en realidad me gustaría que…”
“¿O mejor una foto?”
“¡E-Esperen!” alza la voz Shoyo mirando de reojo lo incómodos que Kuroo y Kenma se encontraban “Realmente me gustaría que resolvieran este caso antes”
“¿Hmm?” el primer oficial mira al pelinaranja y luego a los demás “¿Eres amigo del ebrio?”
“Se llama Kenma” corrige Shoyo.
“Ya veo… verás, en este tipo de situaciones realmente es complicado saber quien tiene la culpa, pero…” el oficial se acerca para hablar más cerca del pelinaranja “Ya que me darás el autógrafo y foto voy ayudar” el oficial se aclara la garganta para mirar al energúmeno “Oye, tú, ¿puedes mostrar tu mano?”
El energúmeno se congela colocando su mano detrás de su espalda y maldiciendo por lo bajo.
“Vamos, oficial, creí que habíamos resuelto esto”
“No me hables con tanta confianza, haz lo que se te ordena” señala el segundo oficial tomando el brazo del energúmeno por la fuerza y revisando sus nudillos.
Los cuales están igual de hinchados.
Shoyo trata de respirar hondo sin entender de donde viene ese sentimiento negativo, algo feo crece dentro y no lo entiende, nunca antes le ha pasado eso.
“¿Sigues sosteniendo que no fuiste tú?” El segundo oficial se burla mientras que el primero se acerca a Kenma con una linterna.
“Es obvio señalar que sigues en estado de ebriedad, pero…” la luz de la linterna señala el cuello de Kenma donde se logra ver una pequeña mancha roja en su cuello “¿Quieres levantar una denuncia?”
Y al menos desde ahí todo comienza a ir un poco mejor.
[…]
Decir que la noche se alargó es poco, pasaron mayor parte en la Estación de Policía en donde Kenma tuvo que llenar una denuncia escrita con la ayuda de los oficiales quienes recibieron fotos y autógrafos tales como habían acordado. Bokuto y Shoyo lo hicieron sin quejarse debido a que eso les estaba ayudando a que al menos la ley se pusiera de su lado, mientras tanto están esperando ambos en el auto debido a que Kuroo recomendó que ellos se quedarán fuera de eso. Según él, evitar más escándalos de los que hay actualmente.
Después de casi dos horas de espera finalmente Kuroo y Kenma se suben al auto diciendo que estarán recibiendo actualizaciones de lo que suceda con ello, sobra decir que cuando ambos de identificaron correctamente los oficiales casi se tragan sus lenguas. Al menos esa noche larga se estaba por terminar, pero aún debían ir por el auto de Kuroo al restaurante que estaba a nada de cerrar.
Kenma a su lado solamente apoya su cabeza en la ventana sin decir ninguna palabra mirando hacia el cielo, perdido en sus propios pensamientos. Y Shoyo no desea interrumpirlo, no sabe si es lo correcto sabiendo por todo lo que ha tenido que pasar esta noche. Aunque de alguna forma desea poder darle más conforte y…
“Kenma, deberías hablarle a Lev, estaba preocupado”
Las palabras de Kuroo lo hacen retroceder, y se limita a mirar hacia el frente fingiendo que no ha querido tomar la mano de Kenma para consolar aunque sea un poco.
No se escucha ninguna respuesta de Kenma, por lo que Shoyo asume que probablemente solo asintió. El viaje comienza a ser demasiado incómodo tanto que Bokuto no deja de jugar con la radio notando que el ambiente no luce muy bien, encontrando una estación en donde tienen ‘Caramelldansen’ y honestamente eso solo hace que Kuroo suelte una risa.
“A la próxima no iras de pasajero” dice Kuroo con una sonrisa.
“¿Eh? Pero si soy el mejor, los pasajeros son los guapos de buen gusto musical” dice Bokuto presumiendo de su rostro.
“Tienes un punto”
Kenma resopla desde su lugar y todos se detienen para escucharlo.
“Siempre hay un roto para un descosido” murmura rodando los ojos y Shoyo pese a sus contrariada emociones logra reírse del comentario que hace el teñido.
“¿Hm? No te oí ” dice Kuroo subiendo el volumen de la canción.
“Que infantil” resopla Kenma negando con la cabeza “Solo me das la razón”
Y el viaje se aligera aunque sea un poco con la canción más chillona de todas, pero es de alguna forma relajante.
[...]
“Bueno, parece que no podremos cenar” señala Kuroo mirando como ya el lugar comenzaba a vaciarse, y era de esperarse considerando de que eran pasadas las diez de la noche.
“Que mal, tengo mucha hambre” se queja Bokuto apoyándose en el asiento.
“Podemos intentar comprar ramen” sugiere Kuroo apagando el motor del carro, mirando por el espejo a los dos sentados atrás.
“En casa tengo” murmura Kenma jugando con su teléfono en sus manos, ansioso “Podemos ir”
“¡Oh si, eso sería genial!” se emociona Bokuto girándose para mirar a Kenma “¿Pero estás seguro que quieres eso? ¿No estás, ya sabes, cansado?”
Kenma solo lo observa por unos segundos y luego suspira negando con la cabeza: “Está bien, solo deseo irme a cambiar a mi casa”
“Bien, entonces, yo manejaré en mi auto y ustedes nos siguen” dice Kuroo señalando a Bokuto y Shoyo, el último demasiado callado para el gusto de todos en el vehículo.
“Me parece bien” acepta Shoyo cuando las miradas se fijan en él, excepto la del rubio.
“Yo… preferiría quedarme aquí” dice Kenma mirando a Kuroo “No tengo energía para trasladarme ahora”
Shoyo se gira a verlo pensando en que quizás Kenma está más exhausto de lo que luce, sin disimulo mira sus piernas notando que su pantalón está lleno de polvo y tierra. ¿Se habrá lastimado?
“Está bien, entonces todos síganme” acepta Kuroo comenzando a salir del auto con Bokuto siguiéndolo para cambiar de asientos. Afuera uno de seguridad se acerca para hablar con ellos, por lo que les da más tiempo a los dos chicos en el auto.
Es demasiado incómodo para Shoyo.
“Vi la noticia… de tu noviazgo” decide Kenma finalizar con el ambiente de silencio incómodo. Sin embargo, el tema no es el ideal.
“Oh si, eso” Shoyo coloca una mano sobre su brazo rascando sin tener picazón alguna, pero es un hábito viejo cuando está incómodo.
“Felicidades, supongo” dice Kenma aclarándose la garganta.
“¿Por qué?” Shoyo lo mira confundido “Salir en las portadas no es exactamente un logro para mí”
“Me refiero a tu nueva relación amorosa” dice Kenma sin dedicarle una mirada y su voz tan tranquila que Shoyo creería que todo está bien con él, pero sus manos cerradas en puños le daban otra impresión.
“Lo que dicen es mentira, ella solo es una conocida” aclara Shoyo con una incómoda risa.
“¿Entonces por qué lucían tan pegadizos…?”
“Kenma sabes cómo la prensa puede ser de manipuladora con los ángulos” Shoyo se cruza de brazos “Es decir, esa chica y yo no somos nada”
“Sé que la prensa puede ser absurda, pero-“
“Kenma, ¿es eso realmente tan importante ahora?” Shoyo se inclina para mirarlo, pero el teñido se niega a mirarlo a los ojos mirando al asiento frente a él “Estás lastimado, se ve que no has comido bien y… has pasado por mucho más que este escándalo del que deseas hablar”
“Para mí … es importante”
“¿Por qué?”
Kenma se gira a mirarlo con esos iris dorados brillando dentro de la oscuridad del vehículo.
“No lo sé” responde simplemente bajando la mirada “Sé que debería centrarme en toda la mierda que está sucediendo en mi alrededor, hay tantas cosas sucediendo en tan corto tiempo que siento que perderé la cabeza, pero…” Kenma suelta el aire contenido en su pecho “Pero creo que sentiría finalmente algo de paz si tú confirmas que todo lo que ha salido es mentira”
Shoyo aprieta sus labios en una linea fina, no entiende de donde viene ese alivio que desea recibir Kenma, pero el pelinaranja desea dárselo. Así que no duda en tomar la mano del más pálido, deshaciendo el puño doloroso que ha estado haciendo desde que se subió al carro.
“Kenma, te prometo que no hay nada pasando entre esa chica y yo” La mano de Kenma es fría contra la calidez que Shoyo emana “Pero pienso que de alguna forma esto ayuda a que la gente deje de hablar tonterías sobre ti, así que no me arrepiento de tener un tonto escándalo si es para que nada de eso llegue a ti”
Kenma mira sus manos unidas y una de sus comisuras se eleva dando paso a un intento de sonrisa.
“Creí que Ninja Shoyo odiaba los escándalos”
“Y no me agradan, pero esta vez lo dejaré pasar hasta que todo se aclare solo”
Después de todo Atsumu es quien debe dar explicaciones al público sobre su futuro y aclarar quien es la chica de la foto. Lo cual entiende porqué Atsumu parece demasiado ausente y no desea hablar con nadie, no sabe si Kiyoomi será el único que está con él en estos momentos.
“Pero dime, ¿cómo estás?” decide Shoyo cambiar el tema centrándose en Kenma aprovechando que Bokuto aún no entra.
“No podría responder ahora” dice Kenma con una mueca “Estoy enojado, estoy indignado, estoy triste, estoy aliviado de estar aquí, estoy algo borracho… no sé, no puedo decir cómo estoy”
“¿Quieres… quieres hablar de lo que pasó?”
Kenma niega con la cabeza, pero le da un apretón a su mano.
“Quizás después”
[…]
“Aun sigo sin poder creerme que Kuroo tuvo que sobornar a ese de seguridad” dice Bokuto negando con la cabeza “Si no lo hubiese hecho probablemente estaríamos aún hablando con ese amargado”
“Bueno, es verdad que no consumimos nada y dejamos el auto ahí” dice Shoyo.
“¿Y? Fue por una emergencia, él no lo entendía” se queja el peliblanco finalmente bajando la velocidad ya que el carro frente a ellos, en el que iba a Kuroo, comenzó a pasar el portón del lugar “¿Huh? Oh, mierda, no me había dado cuenta”
“¿Qué? ¿Qué sucede?” pregunta Shoyo tratando de mirar.
“¿No es este el vecindario más caro de Tokio?” murmura Bokuto entrando detrás de Kuroo.
Shoyo solo observa como el vehículo de Kuroo comienza a parquearse dentro de lo que podría ser la casa más grande que alguna vez ha visto, el pelinaranja parpadea creyendo que está viendo mal pero la expresión de Bokuto parece decir lo mismo. La casa de Bokuto para ellos era la grande entre todos, pero viendo la casa de Kenma pueden darse cuenta que apenas es la mitad de ello.
“K-Kenma…” susurra Shoyo impresionado “¿Esa es tu casa?”
“Seh”
Shoyo se gira a ver a Kenma para confirmar pese a que sabe que ahora el chico no debe estar para bromas, pero sus ojos brillan con humor.
“Puaj ellos realmente son asquerosamente ricos” dice Bokuto apagando el motor.
“Ustedes también lo son, pero los gorilas no saben de inversiones”
“¡Hey, malo!” se queja Bokuto “Para que sepas mi casa es mucho mejor que la tuya y tengo ama de llaves”
“Yo tengo chófer, ama de llaves, y un teatro en casa”
Bokuto lo mira boquiabierto para luego reírse: “Bueno, me pateaste el trasero”
Al poco rato bajan del auto y si la entrada del lugar era impresionante apenas pudo ocultar su emoción al ver lo grande que era la casa, casi como un niño entrando a una dulcería. La sala de estar era para presumir y parecía ser la única que es habitable, ya que lo demás luce tan pulcro y nuevo como que si Kenma realmente no tocase más que el sofá. Sin embargo algo más le llama la atención cuando se acerca al sofá, una cosa peluda naranja se mueve sobre uno de los cojines.
“¡Un gatito!” dice emocionado el pelinaranja acercándose para tocarlo.
“Espera, Sho-“
La advertencia llega tarde para cuando Shoyo intenta tocarlo, acercando su mano que rápidamente es rechazada por el felino quien saca sus garras arañando a Shoyo por el repentino toque que intentó hacer. El gato abre su boca soltando un bufido amenazandolo, una declaración de que no vuelva a tocarlo.
“Au” dice Shoyo tardíamente mirando su mano que tiene tres rayas rojas, pequeñas, pero visibles.
“Sunny odia a los extraños” dice Kenma acercándose para tomar la mano de Shoyo “Lo siento, no está acostumbrado”
“Está bien, fue mi culpa” Shoyo coloca una mano sobre la de Kenma “Además, no es nada grave, rápido se irá” Kenma le da una pequeña sonrisa culpable mientras que Shoyo trata de relajarlo acariciando con su pulgar el dorso de su mano.
“¿Está pasando algo entre ustedes?”
La voz de Bokuto los saca de la burbuja cursi que habían creado sin darse cuenta, Kuroo a su lado solo se ríe sacudiendo al peliblanco por el hombro.
“Dios, amigo, eres tan imprudente”
Shoyo suelta a Kenma luciendo algo avergonzado, y se lamenta por ello porque realmente ya es un adulto y ese tipo de acciones no significan nada.
“¿Qué? Yo solo preguntaba, estaban siendo muy íntimos” señala Bokuto confundido.
“Si, pero…”
“¡Ah es verdad!” Bokuto se da una palmada en la frente negando con la cabeza y Shoyo por primera vez teme de que Bokuto confiese que sabe qué está pasando entre ellos, casi se arrepiente de haberle contado, pero el peliblanco prefiere tomar otra ruta aparentemente “Mi lindo Sho, es así de hechizaste con todos. Una vez casi me enamoro de él”
Bien, Shoyo mira la mirada de Bokuto sabiendo que ha dicho lo que sea que le ha venido a la mente para salvar el desliz, por contrato se supone que NADIE debe saber sobre Kenma y Shoyo.
“¿Ah si?” inquiere Kuroo alzando una ceja “¿Cómo es eso?”
“¡Eso es secreto! En fin, comamos ramen” dice Bokuto señalando la cocina “¿Es por ahí?”
Kenma asiente y Bokuto no duda en desaparecer lo más rápido y ‘natural’ que puede para evitar el tema, Kuroo lo sigue negando con la cabeza.
“¿Le dijiste?” pregunta Kenma una vez que esos dos se han ido.
“Yo…” El pelinaranja lo ve entre nervioso y culpable, pero exhala decidiendo ser honesto “Sí, apenas se acaba de enterar”
“Es muy malo mintiendo” dice Kenma sonando vagamente burlón.
“Lo sé, lo siento mucho”
“No te disculpes” dice Kenma encogiéndose de hombros “No me molesta”
“¿En serio?”
Kenma asiente: “Es tu amigo, es normal”
“Pero el contrato…”
“Sí de eso se trata yo rompí esa cláusula porque también Kuroo sabe, no le des tanta importancia a ese papel” Kenma estira sus brazos soltando un bostezo “En fin, en serio quiero tomar una ducha” dice el teñido cambiando de conversación.
“Oh si, está bien”
Kenma camina arrastrando sus pies alejándose por ese largo pasillo. Mientras que Shoyo se queda con el pensamiento de ‘no le des tanta importancia a ese papel’
[…]
Kenma creyó que después de un día tan horrible y fatídico no podría siquiera sonreír o sentirse relajado, pero gracias a cierto pelinaranja las cosas se sienten más ligeras. Sabe que es mucha mierda con la que tiene que lidiar, denuncias y planes para poder aplastar al insecto que tuvo el descaro de mentirle a un policía.
Cuando Kenma estaba llenando la denuncia decidió que iba a hacer lo todo lo posible para hundir a Akihito, después de todo el sigue siendo el CEO de Bouncing Ball quien ha liderado entre las marcas, y por mucho que la gente siga haciéndolo trizas en Internet eso no se refleja en las ventas y accionistas. Esas ideas frescas llegaron a su mente cuando la calidez de Shoyo le sostuvo la mano, todo ese estambre oscuro rodando se deshizo con la luz emanante del pelinaranja.
Es extraño, en otro momento seguramente todo eso habría hecho que se dejara caer en el abismo de la autocompasión y probablemente habría llegado a un punto demasiado bajo, pero sabiendo que Shoyo está ahí le da la suficiente fuerza para no dejarse abrazar por esos sentimientos oscuros.
Sentado en la bañera de su baño puede relajarse estirándose finalmente sintiendo paz, algo que no había disfrutado en los últimos días. Ya no tiene padres, no tiene reputación, su camisa de la suerte está arruinada, pero nada eso importa ahora.
Shoyo no tiene novia.
Shoyo no es enteramente heterosexual.
Kenma no fue usado para un momento.
Kenma… puede intentarlo.
No sabe si el alcohol que todavía reside en su sistema le haga tener ideas tontas, pero desea decirle a Shoyo todo sobre él. Quiere sincerarse y disculparse por lo que ha hecho y dicho, para finalmente pedirle la oportunidad de que le permita ser algo más que su amigo con beneficios, eliminar ese contrato.
Kenma lo quiere a él, quiere que esa calidez y fuerza se convierta parte de él. Quiere que Shoyo permanezca a su lado.
[…]
Cuando Kenma se termina de vestir se mira al espejo mirando el moretón que comienza a formarse en su mejilla, y la disgustarte marca en su cuello. Sabe que se borrarán pero de igual forma le da muchas nauseas saber de quién viene. Se coloca un hoodie negro arreglando su cabello para cubrir y disimular lo mal que se ve.
Al salir del baño se dirige hacia el olor del ramen que comienza a hacerse, y la imagen es demasiado reconfortante.
Bokuto y Kuroo parecen estar haciendo un duelo con cucharones y Shoyo ha comenzado a dar las raciones en los tazones riéndose de las tonterías de los otros dos bufones, pero su atención se centra en Kenma una vez lo ve pasar sobre marco de la puerta sonriéndole.
Si, definitivamente quiere intentarlo.
“Kuroo basta” dice finalmente sentándose en el taburete frente a la encimera.
“Ahora no Kenma, estoy ganando” dice pero en ese momento Bokuto golpea su hombro con el cucharón “¡Es trampa! Me desconcentraron”
“Es lo que dicen los perdedores” celebra Bokuto quien parece haberse llevado el punto final “¡A comeer!”
Y así después de un día de pesadilla, en la media noche del siguiente los cuatro se sientan a comer compartiendo historias tontas, experiencias escolares y más cosas que logran robarle sonrisas a Kenma quien finalmente se da cuenta que no hay invierno que dure tanto.
“En nuestro primer partido juntos, Shoyo vomitó sobre mi compañero Kiyoomi” se burla Bokuto recordando la cara de asco del rizado “Ese día casi no salimos a jugar a tiempo”
“¡Estaba nervioso!” se defiende Shoyo ruborizado “Era mi primer partido en la Liga”
Kenma se ríe de la expresión de Shoyo.
“¡No te rias de eso, por favor!” pide el pelinaranja escondiendo su rostro.
“Pero es muy gracioso” contesta Kenma entre risas suaves, con su lata de soda en su mano.
“Y luego está esa vez en la que…”
Y en esa media noche parece que el mundo contiene su respiración por unos instantes en donde todo es perfecto, y ese momento parece infinito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top