Capítulo 32.
Fiuf de verdad le metí mucho a esto, podría haber sido más largo pero me gustó cerrarlo en donde lo dejé u.u
Este cap es Kenma y un poco de Kuroo, veamos que pasan por sus cabezas
#Liberen a Kenma de la autora
here we go:
TW: Lenguaje abusivo y discriminativo, homofobia, degradación, violencia, contacto físico no consentido, intimidación
Los días para Kenma no tenían relevancia, solo sabe que cada mañana debe abrir sus ojos y seguir con el trabajo, porque ¡sorpresa! El mundo no se detiene por muy destruido que te sientas por dentro, estamos forzados a avanzar sin detenerte por mucho que estés cayéndote en pedazos por dentro. Así que, los negocios pese a sus recientes ataques en Internet se mantienen, muchos se han acercado con inquietud preguntando si es real, tal como dijo Kuroo tiene que mantener ese rostro serio y negarlo.
Casi se siente que es verdad que no es él quien ahora gira en Internet sin desaparecer por mucho que se denuncien los videos u fotografías, pero por mucho que su boca mienta, él sabe en el fondo cual es la realidad. Y la vida se lo recuerda en cada oportunidad.
Sus padres lo llaman.
La relación de Kenma con sus padres no es buena, en lo absoluto, alguna vez ellos dijeron que aborrecían su existencia debida a la orientación que el teñido tenía. Kenma había sido ingenuo al contarle a sus padres que realmente no estaba interesado en las niñas luego del fracaso de relación con su primer novia, era joven, pero no tan tonto para saber que ellas no eran lo que él buscaba. Sus padres al escucharlo se escandalizaron y le dijeron que es la rebeldía y la influencia de malas juntas y que con el tiempo madurará, Kenma sostuvo que no cambiaría ese hecho por mucho que madurara en el futuro. Sus padres al darse cuenta que realmente Kenma no iba a cambiar, lo echaron de casa diciéndole que ellos no tenían porque tener a un hijo como él en casa, pero que serían lo suficientemente amables para darle algo para subsistir los primeros dos meses.
Le dieron dinero, y Kenma se mudó a un pequeño lugar que era cómodo, por supuesto, no fue fácil aceptar que tus padres literalmente te esperaban en la puerta con tus cosas para darte la noticia de que no eres más bienvenido. Recuerda haberse deprimido, pero no lloró, solamente cerró sus emociones y con el dinero que le dieron desesperado buscó opciones y arriesgó a invertir en la bolsa de valores. Lo demás es historia, Kuroo lo apoya, Akihito llega a su vida y blah, blah…
Pero en realidad Kenma siempre quiso devolver el favor a sus padres por el inicial dinero que le habían dado para sobrevivir los primeros meses pese a que lo habían negado, entonces, cada cierto período (cada mes) él enviaba dinero a sus padres con una cantidad que esperaba cubriera la mayor parte de los gastos. Kuroo siempre le reportaba que el dinero si era retirado entonces de alguna manera Kenma sentía que quizás ellos estaban aceptándolo, al menos con dinero lo reconocerías como su hijo. La idea de que quizás estuvieran orgullosos de lo que ahora era suficiente para él, aunque sus padres nunca lo llamaron o intentaron comunicarse, pero estaba bien. Kenma sabe que no es fácil aceptar la homosexualidad, sus padres fueron educados y crecieron en una sociedad diferente a la actual.
Es por ello que necesita toda la comprensión del mundo para enfrentar todo lo que su padre acaba de arrojarle al rostro.
Cuando llamaron solamente le dijeron a su secretaria que estarían visitando la oficina de Kenma, su secretaria le avisó y la reacción natural del teñido fue avergonzarse, seguramente ellos ya habían visto lo que han dicho en Internet. Aún así, accedió a verlos la siguiente semana, y esa semana pasó más rápido de lo que Kenma hubiese deseado.
“¿Necesitas compañía?” Pregunta Kuroo ese día, sus padres estaban esperando afuera a que se alistase “Parece que vas a vomitar”
“Eh… no, no estoy perfecto” dice arreglando su cabello, hoy decidió arreglarse más. Al menos quiere dar la impresión de que es un hombre serio, así que se puso un traje azul marino que siempre resalta sus ojos “Solo dame unos segundos” Ha decido no usar el cabello atado, luce lacio y aunque esté largo no cree que se vea tan mal. Lastimosamente su rostro no está en buenas condiciones…
“Oye, te ves bien” apoya Kuroo viéndolo hacer una mueca al verse en la cámara por la falta de un espejo.
“Mentiroso” replica Kenma mirando las ojeras recientes, sus ojos se ven cansados y ni hablar de que sus pómulos están marcándose más debido a que no ha estado comiendo regularmente “Solo hazlos pasar, y no te atrevas a espiar”
Kuroo asiente asegurándole que todo saldrá bien, y sale por la puerta con un pulgar. Mientras tanto Kenma quita la cámara y la aplicación del Búho lo saluda, y el teñido reúne todas sus fuerzas para no contestar. Los mensajes que revisa son de trabajo y ha decido que prefiere alejarse de las redes sociales, pensar en ello lo pone muy ansioso. Está tratando de llenar su cerebro con trabajo para no pensar en el caos.
La puerta vuelve abrirse poco después, por inercia se coloca de pie y pasa sus manos por su saco secándose el sudor qué siente en sus manos, y ahí los ve. Sus padres, algo sobre verlos allí lo conforta, pese a no haberlos tenido durante los últimos años en su vida, aún están los recuerdos en los que también fueron cariñosos, y cree que finalmente tendrá un respiro de todo lo que está pasando.
“H-Hola, es un gusto verlos” maldice a sus adentros por lo nervioso que suena. Su madre da una media sonrisa incómoda, ella luce increíble, su cabello está hidratado y cuidado, viste elegantemente y eso alegra genuinamente a Kenma.
“Buenas tardes” saluda su padre, él… lo mira con detenimiento, una expresión más cerrada que su madre, pero va vestido más casual y su cabello ya tiene indicios de canas.
“Tomen asiento, puedo pedirles que traigan café o té, sé que te gusta el té mamá” ofrece Kenma relajando su tono, esforzándose por sonar sereno.
“Oh, um…” ella le da una mirada a su padre y este niega con la cabeza “En realidad, no es necesario”
Kenma observa el intercambio pero no dice nada, ambos se sientan en las sillas frente al escritorio. Kenma aprieta sus puños nervioso, y regresa a su propia silla con una sonrisa tensa en los labios, ha tenido millones de reuniones con personas más importantes y sus padres son los únicos que logran ponerlo así de nervioso y tenso.
“¿Cómo ha estado todo? ¿Cómo van las cosas en el negocio, papá?” Su padre era dueño de una tienda de conveniencia.
“Escucha” dice su padre frunciendo el ceño llevándose una mano a la frente, casi como si estuviera sufriendo de dolor de cabeza “Agradecemos que hayas aceptado vernos y… en general, pero no venimos para ponernos al día”
Su madre asiente, mientras Kenma siente un nudo en su estómago formándose.
“Sí, nosotros venimos… por esa noticia sobre ti” dice su mamá muy incómoda acomodando su cabello.
“Oh… eso” Kenma asiente jugando con sus dedos nervioso “Estoy bien, no se preocupen-…”
“Con todo el dinero que ahora tienes es claro que no te afecta lo que dicen de ti” Su padre se mofa soltando una risa poco impresionada “Sí hubieses enderezado tu camino tal como te aconsejamos habrías evitado este escándalo al que nos estás arrastrando”
“¿Qué…?”
“Kenma ha sido muy vergonzoso como vecinos se acercan a preguntar si tenemos relación contigo…” su madre dice ahora sin dejar hablar a Kenma, pero honestamente el teñido siente la lengua pesada para intervenir “¿Cómo vas a solucionar esto? No queremos que la gente siga viniendo al negocio de tu padre preguntando si es verdad que eres… eso”
“Yo… e-el equipo está trabajando en eso, solo necesitan tiempo para…” Kenma trata de explicar sintiendo la vergüenza subir por todo su cuerpo “Las cosas se resolverán rápido”
Su padre lo mira con decepción y… emociones que Kenma no quiere reconocer.
“Lo que hiciste es tan inmoral y bochornoso, tu madre no puede salir a ningún lugar con sus amigas sin que quieran saber si en verdad eres un maricón o no” Su padre es duro y frío, no duda nunca en decir lo que piensa “La única solución es que finalmente sientes cabeza”
“¿Eh?” confundido mira entre ellos.
“Escucha, mis vecinas tienen hijas muy lindas y puedes empezar a salir con ellas y casarte, eso hará que el vecindario deje de crear rumores y finalmente te comportes como un hombre normal” explica su mamá emocionada sacando su teléfono, ella toma su confusión como si Kenma lo estuviera sopesando, pero no es nada como eso.
“Sí lo haces podremos finalmente volver a ser la familia que fuimos… me harías sentir orgulloso” finaliza su padre, cruzándose de brazos.
Kenma solo puede observar, el ruido blanco regresa y no sabe ni qué responder, su corazón se siente pesado nuevamente, ¿o siempre se sintió así?
Su madre está balbuceando algo mientras le muestra fotos de las mujeres que menciona, tal como un catálogo diciéndole los pros de cada una de ellas, pero Kenma se da cuenta que es la primera vez en años que luce emocionada mientras le habla. Su padre tiene una media sonrisa mirando a su mamá hablando, y es todo tan ajeno.
“Yo… yo no voy a hacer eso” dice finalmente su voz suena más insegura de lo que espera, quiere patearse mentalmente porque sonó más seguro hace unos años.
Sus padres se congelan y ambos tienen una mirada de decepción y molestia, su madre no se esfuerza ya en ocultarlo.
“Por Dios, Kenma, siempre eres tan terco” su madre deja de lado su teléfono para señalarlo acusatoriamente “Ya eres un adulto, todo lo que está sucediendo es tu culpa, ¿sabes lo humillante que pregunten si eres tú la persona de ese video? ¡Pareces una estrella porno!”
“¡Pero no fue mi culpa!” exclama Kenma desesperado “¡Mamá se supone que tienes que apoyarme, no acusarme!”
“¡Yo no soy tu madre! ¡Mi hijo nunca sería un marica!” La silla de su madre rechina cuando se levanta, sus ojos están llorosos. Se siente como una bofetada para Kenma, y solo puede parpadear tratando de tragar el nudo en su garganta.
“Vaya, no te basta con ser la vergüenza de la familia, sino que haces llorar a mi esposa” su padre también se levanta negando con la cabeza “Venimos con las mejores intenciones, pero ya que no quieres arreglar esto…”
“Ustedes… no pretendían arreglar las cosas, quieren ‘arreglar’ lo que soy” toma toda la energía de Kenma hablar con firmeza “Yo sigo siendo yo sin importar mi orientación sexual, lamento mucho que en el video les haya ocasionado problemas, pero no fue mi culpa” Kenma se pone de pie por mucho que sus piernas se sientan débiles, quiere irse a casa “No voy a cambiar porque así es como yo nací”
Su padre lo observa con una mueca despreciandolo con la mirada, y a este punto Kenma ya sabe que es lo que ve. Asco, su padre lo mira con total desagrado, y duele.
“Que los cielos me perdonen, pero hubiera preferido que tu madre te abortara antes que ver en lo que te has convertido” Su padre hace el ademán para irse “Tus padres murieron el día que decidiste ser esto que eres”
Su madre asiente, pero un pensamiento cruza por su mente.
“Y dado que esto me ha traído tantos problemas, espero que lo compenses de alguna forma” su madre guarda sus cosas “la cuenta sigue siendo la misma”
Kenma la mira escéptico, pero sin vergüenza sus… los señores Kozume se retiran con esas últimas palabras. Cuando la puerta se cierra, Kenma se deja caer en la silla mirando el techo, sus ojos pican pero se niega a llorar. No, no lo hará.
Ya lo hizo días atrás.
Aún así se siente sofocado, se quita la corbata sin cuidado, su saco también se lo quita sintiendo que va ahogarse. Necesita aire, necesita salir y con suerte lo atropella un camión. Sin preocuparse por cómo luce sale de la oficina, Kuroo lo ve salir pero Kenma le grita que no lo siga o que le pateará el trasero. Sabiendo que hostigarlo o seguirlo no seria lo mejor, su amigo se queda en su lugar mientras presiona con desespero el maldito elevador. Cuando finalmente llega, Kenma se sube golpeando su zapato con el suelo hasta llegar al lobby.
Cuando finalmente está fuera recibe el aire de la calle, y no es suficiente para quitar la maldita sensación. Kenma se revuelve el cabello en medio de la acera sin importarle si lo miran extraño, él sigue avanzando sin un rumbo específico. Su teléfono suena y Kenma lo ignora apagando el aparato molesto, chistando de lo irritante que es Kuroo al no dejarlo en paz.
“¡¿Ya leíste lo de Ninja Shoyo?!”
Kenma levanta la mirada a las dos mujeres que están a punto de entrar a la tienda, ambas llevan consigo una revista. Una de ellas sacude la revista en el rostro de la otra, burlándose.
“Y tú creías que tenía algo con Bokuto” la chica de la revista se ríe cuando la otra la empuja. Ambas se pierden dentro de la tienda de conveniencia.
La atención de Kenma finalmente se centra en un tema, Shoyo, y es ridículo como su respiración comienza a calmarse. La sensación de sofoco se retira lentamente, dejando ahora a su cerebro pensando en solo una cosa. Más bien alguien.
Kenma mira su teléfono apagado de nuevo pensando en la posibilidad de finalmente escribirle y… solo verlo, el solo escuchar su nombre le da más tranquilidad que cualquier cosa, necesita algo como eso ahora. Necesita paz, calidez y… alguien que lo quiera.
Kenma niega con la cabeza. No, él no me quiere, solo están unidos por sus deseos íntimos y nada más, pero… ¿al menos son amigos? Pff, no. Él pisoteó la posibilidad de ser amigos el día que le gritó y echó del edificio.
Con eso sigue caminando, esta vez más calmado, pero la pesadumbre en su corazón continúa ahí. Es tonto, él realmente está destinado a quedarse solo. Sus pies se arrastran lejos sin pensar mucho en el camino, a veces gira en la calle y otras sigue recto, sabe que parece un loco, pero solo quiere despejarse por mucho que su mente no se lo permita.
En su torpe caminar se topa con el cuerpo de alguien, avergonzado se disculpa y le ayuda a recoger las cosas que la joven ha tirado por su culpa. Entre ellas, una revisa, la cual llama su atención.
EL ROMANCE EN EL AIRE: NINJA SHOUYO Y SU NOVIA
Kenma sostiene la revista observando la fotografía, ese color de cabello que no podría pasarse desapercibido se muestra en la portada, abrazando a una chica más bajita y…
“¿Se encuentra bien?”
Kenma eleva la mirada a la chica rubia que lo mira preocupada, y el teñido no sabe por qué hasta que siente como sus ojos se han empañado. Kenma niega con la cabeza, sintiendo sus ojos picar y por mucho que esconde el rostro ahora, sabe que la chica ha visto que ha comenzado a llorar.
Kenma estira su brazo entregando la revista, la chica toma la revista con delicadeza, pero no se retira. Ella se aclara la garganta.
“Um… ¡V-Verá tengo una tienda de café! Hoy tenemos cafés gratis para personas con… uh, ¡cabello teñido!” la chica trata de sonar emocionada, pero está claramente nerviosa.
“L-Lo siento, yo creo que…” no puede ni formular una palabra, está tan cansado y duda que pueda levantarse.
“Es aquí cerca, nuestro café es muy bueno y tenemos pastelitos con diseños, cuervitos” explica la chica levantándose con sus libros y revisa en su brazo “Ven, te ayudaré”
Kenma acepta la mano que le extiende la chica, porque duda que pueda hacerlo por su cuenta a este punto, está teniendo el peor día de su vida. ¿O el peor año de todos? No lo sabe, pero todo apesta, todo es tan doloroso.
[…]
“Yo me llamo Yachi” se presenta la chica algo tímida.
Habían llegado a la cafetería que realmente estaba más cerca de lo que Kenma creyó, la chica aparentemente estaba a punto de abrir cuando Kenma torpemente se tropezó con ella. La rubia lo invitó a pasar y le preparó café, uno que estaba lo suficientemente dulce para Kenma, quien aunque ya no estaba llorando se sintió conmovido porque finalmente estaba comiendo algo dulce.
“Yo soy Kenma” se presenta el teñido a punto de tomar otro sorbo, pero es sorprendido cuando la chica se emociona y expulsa un gran ‘¡¿Eh….?!”
“¿Realmente eres tú? OH POR DIOS, KOZUME KENMA EN MI FEA CAFETERÍA”
Kenma baja la taza mirando a todos lados, y aunque la cafetería era pequeña, era muy linda por dentro y el café no sabía tan mal. Es decir, es dulce y sabe a café, para Kenma eso es suficiente.
“¡E-Eh, lo siento es que yo…! ¡Soy muy fan!” admite para después taparse la boca.
“¿Fan? Solo soy un empresario…” cuando está a punto de tomar otro sorbo, la chica lo interrumpe colocando ambas manos en la mesa donde están.
“¡¿Solo un empresario?! ¡Eres el ejemplo viviente de esfuerzo y éxito!” Yachi abre sus brazos con mucha energía, ella se acerca sobre la mesa invadiendo su espacio personal “Yo hice un ensayo sobre ti, además fuiste la razón por la que me motiva a abrir este lugar”
Kenma parpadea: “¿En serio?”
“¡Si! Digo leí las pocas entrevistas que has dado en la que te preguntan el inicio de todo y es realmente impresionante cómo Bouncing Ball comenzó con apenas un novato del vóleibol” Yachi se vuelve a su lugar aún luciendo emocionada “Sé que abrir un café es un sueño ridículo, pero es el tipo de negocio que realmente quería colocar, soy muy buena preparando café”
Kenma la observa sin poder adaptarse a su ritmo, algo sobre ella le recuerda a… Shoyo.
“¡Oops!” Yachi se lleva ambas manos sobre su boca, para después hacer una reverencia “¡Lo siento, a veces me emociono mucho!”
“No te preocupes” dice Kenma finalmente dándole un sorbo a su café.
El silencio los rodea, y para su suerte Yachi no ha tomado su teléfono para publicar algo sobre él, no quiere hacerse el importante pero está muy sensible con la gente que ahora lo rodea, no sabe quien podría estar hablando de él o opinando sobre su video.
“¿Señor Kozume?” la chica llama tímida después de que Kenma suspire mirando por la ventana.
“¿Hm?”
“Lamento ser entrometida” Yachi coloca su mano sobre sus libros, sacando el tercero el cual no es un libro sino la revista “¿Pero, por qué estaba llorando?”
Kenma se distrae mirando de nuevo la revista, algo feo dentro de él se revuelve y su corazón solamente se aprieta dentro de él. El conoce a los paparazzis y la forma en la que manipulan información, pero incluso sabiendo eso miles pensamientos negativos lo acechan.
“Estaba teniendo un mal día” responde elocuentemente, dejando de mirar para concentrarse en el humo que todavía sale de su café.
“Oh… pensé que Ninja Shouyo y usted se habían peleado” Yachi abre la revista para comenzar a pasar páginas “Según la revista dice que ustedes ya no se hablan, y que fue porque Shoyo no acepta tener amigos ga… bueno, cosas, chismes tontos” se ríe incómoda, cerrando de golpe la revista.
“No nos hemos peleado” afirma Kenma, espera que no, ¿se habrá enojado por cómo le habló? Tendría razón para hacerlo “¿También eres fan de él?”
“¿Hm? No, no realmente” Yachi niega con la cabeza suavemente “Pero… mi novia si es fan”
Kenma casi se ahoga con el café y resiste el impulso de escupir, la chica se ríe suavemente al verlo y extiende unas servilletas. Kenma las toma avergonzado, limpiando su boca, y mirando algo sorprendido a la chica que no parece afectada en lo absoluto.
“Vaya, esa es la reacción más normal que he recibido”
“Lo lamento, solo… soy… perdón”
“No te disculpes, en realidad solo quería comprobar algo” la chica ahora toca las puntas de su corto cabello rubio “Estoy tratando de decirle a extraños esto para poder presentar a mi novia a mis padres” ella suspira profundamente.
“Oh…” dice tontamente Kenma, realmente es muy malo siguiendo conversaciones.
“Nos conocimos por una app súper loca” cuenta ella sacando su teléfono “Se llama Owl-Luv”
Kenma esta vez derrama el café, por suerte sobre si mismo, hoy realmente no es su día. Se levanta mirando su camisa blanca ahora con la gran mancha café. Kenma superado por todo finalmente suelta un quejido, su irritación ha sido sobrepasada y realmente ya llegó a su límite. Así que, suelta un quejido.
“¡¿Es en serio, universo?! ¡Ya basta de usarme como ejemplo para superar adversidades porque estoy a nada de lanzarme sobre el precipicio!” se queja mientras toma brusco un puño de servilletas “¡No solo quieres arruinar mi vida, sino que también mi camisa de la suerte que usé pensando que me ayudaría con mis padres!”
“¿Señor…?”
“No, no, no” Kenma niega con la cabeza, para mirarla “¿Sabes? Esa app que usas es muy mala, solamente te conecta con literalmente la mejor persona del mundo y luego el universo te dice: ¡jódete! ¿Y dirás como eso es culpa de la app? Pues te ilusiona pensando que podrás estar con la persona que finalmente hace que tu maldito corazón se salga del pecho, quien te hace reír más de lo que haces en esta horrible vida, alguien que solamente es calidez y después… ¡No puedes estar con él!” finaliza el teñido con las manos abiertas y la chica lo mira con las cejas alzadas.
“¿Se siente mejor?” pregunta Yachi después de incómodos segundos de silencio.
Kenma asiente y se deja caer en la silla haciéndola rechinar: “Lo lamento, de nuevo, mal día”
“¿Esa era su camisa de la suerte?” pregunta Yachi señalando algo de toda su diatriba, casi parece querer reírse.
“Algo así…” el contraste de su voz calmada parece que es lo que la hace querer reírse pero por ¿respeto? No lo hace “Esta camisa tiene un el símbolo de la trifuerza bordada en…” Kenma levanta la punta de la camisa mostrando el bordado “Aquí”
“¿Y qué significa?”
“Pues, tiene el poder para hacer realidad todos los sueños…” Kenma suelta una risa tímida, no sabe por qué creyó que una tontería de un juego le ayudaría de alguna forma a enfrentar a sus padres. Aunque… de cierta forma lo hizo.
“Wow, mi figura a seguir es un friki” menciona la chica riéndose con una mano tapando su boca.
“No soy friki” replica Kenma frunciendo el ceño “Además, tú eres la rara que es la típica fangirl que lee chismes”
“¡Oh no, yo no soy una vieja chismosa!” dice Yachi tomando la revista en sus manos “Me gusta estar informada” ella le saca la lengua para después sonrojarse “L-Lo siento, no quise ser irrespetuosa…”
Kenma no puede evitarlo y una pequeña risa se le escapa al verla, la chica es una vibra que es poco usual encontrar, y honestamente su comportamiento entre formal e inmaduro es muy ridículo. Al escucharlo la chica lo acompaña en su risa con una más suave, ambos suspiran después de un rato.
“Gracias” dice sereno apoyando su mentón en una mano mirando a la chica “Creo que ha sido lo único bueno que me ha pasado esta semana”
“¿En serio? Pero si tienes el cabello un desastre, tu camisa de la suerte tiene una mancha que probablemente no se borre, tus pantalones están llenos de polvo porque te agachaste a recoger mis cosas y…”
“Sí, sí, luzco fatal” Kenma rueda sus ojos “Pero creo que me siento algo mejor ahora”
“Me alegro, soy débil cuando veo a personas lindas llorar” señala ella rascando su mejilla con el índice.
El teléfono de la chica suena y se excusa diciendo que es la llamada de su novia, que volverá en un momento. Kenma asiente y mira por la ventana viendo como las personas que pasan no voltean a mirar el lugar, es un lugar en donde la gente camina usualmente pero supone que el aspecto de afuera no es lo suficientemente llamativo para que deseen entrar. El café sin duda es bueno, no es un experto de ello, pero puede decir que es disfrutable. Se pregunta si este lugar saca las ganancias suficientes para cubrir el alquiler, dado que por su locación seguramente es más caro.
“¿Tienes clientes seguido?” pregunta una vez que Yachi regresa.
“Uh… no muchos, ¿cinco al día?” adivina Yachi haciendo una mueca “Sé que son muy pocos, pero algún día vendrán más una vez se corra la voz” Yachi entre sus libros saca una hoja, más bien un volante “Mi novia y yo repartimos esto en la universidad y ella también los da en la calle cerca de aquí” ella sonríe con cariño “Dado que es súper linda la mayoría de mis clientes son varones”
“¿Y… eso cubre los gastos del lugar?”
“Algo así” Yachi hace un puchero “Tengo que colocar de mi bolsillo a veces porque no es suficiente, pero ¡soy paciente!”
“Tengo una idea” dice Kenma encendiendo su teléfono “¿Me dejas ayudarte?”
“¿Eh? ¿Por qué?”
Kenma levanta su mirada y le sonríe suavemente: “Es por el café, está muy bueno”
Gracias, muchas gracias, fuiste el respiro inesperado que necesitaba. Quiere decirle, pero no es bueno con las palabras.
“O-Oh, si, está bien” Yachi lo mira fijamente para después sonreír, el chico realmente se ve más lindo cuando sonríe piensa la chica.
[…]
Kuroo siente que su vida no tiene una pausa, o se preocupa por el trabajo o se siente miserable, pero nunca ambas. El trabajo es prioridad más cuando tiene a todos tensos y trabajando con el escándalo, las reuniones por el momento de junta directiva no se han realizado porque no quiere presionar a Kenma. El ha aconsejado al chico a tomarse un descanso o vacaciones pero parece que odia más estar solo, y de alguna forma lo entiende.
Kuroo odia estar en su departamento, cada lugar le recuerda a Tsukishima y quiere estar vacío de cualquier recuerdo de su ex relación, aunque no lo está haciendo nada bien. Las cosas desde la ruptura no han sido nada fáciles, y hubieron ocasiones en las que estuvo tentado a escribirle a Kei, pero temía que si le hablaba todo volvería a brotar y tiraría todo a la borda para ir a buscarlo. Su amor por Tsukishima ha mermado, pero sigue ahí, y espera que al menos así se sienta el rubio también. Aunque Kei es mejor gestionando sus propias emociones y… tiene Akaashi con él.
Y eso es aún más frustrante, porque Kuroo es muy consciente que Akaashi estaba interesado en su Tsukishima. Y ahora tiene el camino libre para intentar algo, aunque ese no debería de ser asunto de Kuroo. Ellos ya no son nada, solamente hace falta decírselo a su corazón. No ha buscado consejos ni nada por el estilo para superar su relación, no se ha tomado ningún tiempo para superarlo, porque no quiere. No quiere dejar ir algo como el primer amor, todavía guarda la esperanza de que Tsukishima un día lo llame diciéndole que pueden intentar una relación a distancia y todo se resolverá como en las películas de romance.
Su teléfono vibra sacándolo de sus pensamientos con Tsukishima, aunque sabe que el rubio vive sin pagar renta en su cabeza.
Kou:
La última vez dijiste que querías comer Caballa
¿Vamos por un poco?
Y ahí está el otro problema.
Tetsuro contesta diciendo que se reunieron para comer, pero que él escogía. Bokuto acepta, él siempre lo hace.
Kuroo no quiere sonar como un bastardo pero realmente Bokuto es su salida del estrés del trabajo y el único que ayuda a que su cerebro deje de pensar sobre Kei, más bien deja a su cuerpo tomar control. Kuroo no es ciego, Bokuto es objetivamente el chico más caliente que alguna vez conoció, es todo lo que cualquiera quiere. Tiene un carisma único y un cuerpo demasiado envidiable, así que Kuroo no niega que eso despierta cosas dentro de él.
Pero es físico.
Y sabe que no está bien hacerle eso a Bokuto, el peliblanco es tan honesto y abierto sobre su enamoramiento por mucho que quiera ocultarlo, y Kuroo es un bastardo. En un momento de debilidad que Bokuto le mostró se aferró a ello para vaciar su mente, esa noche de sexo fue la más satisfactoria en mucho tiempo. La torpeza de Bokuto fue compensada con su grandiosa forma de follar, lo encantador de ello es que el peliblanco no busca ser suave y honestamente Kuroo tampoco.
Y se repitió, más bien, Kuroo lo llevó a repetirlo. Las cervezas que lleva son excusa para poder ser llevado al colchón de Bokuto y dejarlo maltratarlo tanto como quiera, porque realmente es la única forma en la que su cabeza queda en blanco, su estrés se aleja. Pero es momentáneo y cada mañana se da cuenta, la culpa lo llena y la tristeza hace presencia, porque sabe que se ha aprovechado del enamoramiento de una persona con sentimientos genuinos.
Kuroo golpea su pluma con el escritorio, ahora ansioso sabiendo que esta noche también verá a Bokuto, pero no será en su casa. Bueno, además de follar también son buenos amigos así que no es necesario incluir el sexo, pero saber ese hecho… lo hace sentir extraño. Niega con la cabeza centrándose en los papeles frente a él, pero las letras parecen ilegibles.
“Dios, Kuroo, ¿Cuándo te volviste un adicto?” murmura el pelinegro recostándose en el respaldo de la silla.
Su teléfono vuelve a vibrar y piensa que es Bokuto, pero se encuentra con un mensaje de Kenma.
Jefe pudín:
Oye, necesito que me ayudes con mi nuevo emprendimiento, me asocie con alguien.
Kuroo:
¿De qué hablas?
Jefe Pudín:
Um, me tomaré esas vacaciones que dijiste
Estaré trabajando en otro proyecto, pero casualmente necesito tu ayuda.
Kuroo:
Kenma no entiendo
¿Es un proyecto para una nueva línea?
Jefe Pudín:
🙄
[Imagen]
Para Kuroo es una sorpresa recibir una selfie de Kenma pero más sorprendente es verlo con una chica con una escoba saludando, y otra chica de gafas abrazando a la otra. A diferencia de las chicas, Kenma se ve horrible. En especial su cabello que se ve pegajoso, lo cual era extraño porque está mañana hasta lo alisó.
Kuroo:
Sabes el verte teniendo contacto femenino es aún más confuso, ¿qué diablos haces?
Jefe Pudín:
Voy a volver exitoso este lugar, mientras tanto necesito que me ayudes a que esta empresa sea una de empresa filial.
Esta cafetería será algo como un Sport Café, te contaré más sobre esto, pero necesito tu ayuda para ingresarla como nuestra y así ella no tendrá que preocuparse por el pago del local y enfocarse en mejorar el lugar y su menú
Kuroo:
Kenma, no.
¡Estás loco!
Justo ahora estoy muy ocupado para pensar en filiar una empresa de la cuál no conozco a las personas, ¿son siquiera confiables?
Jefe Pudín:
La de gafas si, la rubia es rara.
Kuroo está a punto de responder cuando recibe la respuesta de Bokuto, la cual abre deteniendo su tecleo furioso.
Kou:
¡Ah, vamos! Yo queria llevarte al lugar que encontré hoy cuando fui a correr
¿Me dejas escoger, PORFI?
Kuroo:
🤣🤣🤣🤣
Si me ruegas un poquito más…
Kou:
[Gif]
Mira es el gato con botas
¿Funciona?
Kuroo:
Buuuuu
Kou:
Dicen que si le niegas algo a Bokuto Koutarou obtienes mil años de mala suerte
😭😭😭
Esta bien 🥴
Vamos por favooooor 🥺
Sé que te va gustar, es ridículamente elegante
Kuroo:
Está bien 😉
Mándame la dirección
Kuroo pasa de su chat a otro y ve que Kenma está spammeando: 🖕
Kuroo:
Eres insufrible, ¿has comido algo dulce?
Realmente te comportas como un niño cuando no comes algo dulce.
Jefe Pudín:
Puto🖕
En realidad, el café que iba a tomar era dulce pero ahora está sobre mi.
Como sea, ¿me vas ayudar?
Kuroo:
Bueno, solo porque estoy de buen humor
Dime los detalles por mensaje y mañana hago el papeleo 🤮
Jefe Pudín:
🖕👍
[…]
Afortunadamente el día no fue tan malo, quiere decir su cabello está destrozado, su camisa es un asco, sus pantalones están sucios. No tiene padres pero tiene extraños que cobran dinero mensual aparentemente, su nombre sigue siendo tendencia (probablemente) porque nunca han visto a un hombre coger, y… Shoyo tiene una novia. Bueno, no lo asegura porque esa revista son chismes, ¿pero qué clase de japonés abraza a una mujer con la que no tiene vínculo afectivo? ¿Acaso Shoyo no sabe qué abrazar a una mujer en Japón es casi como darle un maldito beso?
Kenma ha bebido mucho, su amiga Yachi, dijo que celebrarán su unión bebiendo en el departamento de ellas dos. Ah, si su novia, Kiyoko. Ella es realmente calmada, se ríe con mucha delicadeza y es muy contrario a la rubia, le agrada mucho.
“Creo que no resiste el alcohol” murmura la voz suave de Kiyoko “Yachi, tú tampoco eres buena bebedora”
“¡Solo hoy! Mi sueño se hará realidad, es el mejor día de mi vida” dice Yachi apoyada en ella con una cerveza en la mano.
Kenma gimotea con su rostro pegado a la mesa en la sala, los tres tirados en el suelo hablando y bebiendo, pero el teñido mayormente solo escucha. Su mente está en la imagen de la revista, que ahora tiene en sus manos.
“Al final él solo estaba confundido” murmura Kenma recordando las pruebas que pidió para confirmar que le gustaban los chicos, y al final tiene su primer escándalo con una linda chica.
“¿Uh?” Yachi se inclina a mirar la foto “Agh, deja esa foto”
“No puedo, no lo he visto” Kenma suspira viendo la sonrisa del Shoyo, incluso si no son para él es demasiado cálido “Él… seguramente se enojó tanto que fue con una chica”
El pensamiento le hace doler su pecho, no podía lamentarse cuando fue su completa culpa, pero no puede creer que en venganza haya ido con una mujer. ¿Y si ya hicieron algo? La idea la hace soltar otro quejido.
“Siempre son así, toman lo que quieren de mí y se van”
“¿Señor Kozume?”
“Es un futbolista, no tienen corazón” apoya Yachi a sus lamentos sin saber que eso lo deprime más “Ninja Shoyo luce muy bueno para ser real, seguramente es un personaje para envolver a todos en su meñique”
Kenma niega con su cabeza, no, Shoyo es hermoso en todos los aspectos. Lo más hermoso de él es que es más honesto y real que cualquier otro humano, su corazón es el mejor que encontrará. Aún así, como todos toma decisiones que quizás le juegan en contra y camina hacia el sendero que lo llevará al lugar correcto, quizás Kenma era su error y ahora debe corregirlo con una chica.
Tal como sus padres dijeron, ¿es así como piensa la gente?
Kenma levanta su cabeza y busca nuevamente su teléfono dejándose llevar por el dolor resonando, no puede ser que para todos él sea un maldito error. Seguramente hay alguien que si lo quiera, que lo vea más allá de ser el CEO de Bouncing Ball o un muñeco al que pueden follar y dejar. No es justo, él también es una persona que quiere ser amado. Si sus padres y Shoyo lo consideran un error, entonces él buscará a alguien que no lo vea así.
La app del Búho le saluda, pero Kenma pasa de largo ignorando el número de notificaciones, y busca entre sus contactos.
Lev.
“¿Va hacer una llamada?” Yachi pregunta en voz alta.
“Señor Kozume, llamar borracho nunca es una buena idea”
“¿Eh…? Pero yo te envié una nota de voz borracha diciendo que te aaaaamo” dice Yachi estirando las palabras para después abrazarla “Lo siento fui tan patética”
Kiyoko se ríe abrazándola: “Fuiste muy tierna, cariño”
“Puaj. Cursis ” interrumpe Kenma marcando el teléfono, está mareado pero no borracho, o eso cree.
Pasan dos timbres y el teléfono contesta.
“¿Ken-?”
“¿Me quieres?” Pregunta sin darle oportunidad a saludar, su mirada es seria, expectante a que esta persona no le falle.
“¿Qué…? ¿Por qué eso tan repentinamente?” pregunta Lev nervioso.
“Contesta o cuelgo, ¿Me quieres?”
Lev toma tres segundos, para después responder demasiado nervioso.
“Kenma sabes que te he querido desde hace mucho tiempo, me gustas mucho” confiesa el joven con un acento “¿Finalmente me darás la oportunidad de…?”
Kenma no siente nada al escucharlo, no resuena, no salta nada en su pecho. Aún así respira hondo, porque sabe que los sentimientos se trabajan, todo lleva tiempo y quizás así sea con él. Alguien lo quiere, alguien de verdad ve valor en él, alguien que no tiene miedo a estar con él.
“Ven por mi, en tu lugar” dice antes de colgar y mandar la dirección por mensaje. Sus manos están temblando y algo se siente incorrecto, pero lo ignora.
“¿Te vas?”
“Sí, yo… tengo que resolver algo” dice Kenma poniéndose de pie, casi tropezándose. Quizás bebió demasiado.
“Oye… no creo que estés en condiciones, ¿la persona que viene es tu pareja?” pregunta Kiyoko
“Eh… es alguien de confianza” responde en su lugar “No se preocupen, tienen mi número y eso”
Las chicas se ofrecen a acompañarlo hasta que venga la persona a recogerlo, pero Kenma tercamente se niega y casi corre para huir del lugar, por mucho que haya disfrutado la compañía su batería social se ha acabado. El teñido baja las escaleras del departamento casi tropezándose, en el último escalón se sienta esperando por Lev. No es una buena decisión considerando que hace mucho frío y luce como un vagabundo, quien sea que lo vea y lo reconozca tendrá más razones para subirlo a Internet. Aunque duda que eso pase, estos departamentos se ve que casi nadie quiere pisar por aquí.
Kenma suspira cerrando los ojos, al menos hay algo de paz y el único ruido que escucha con los grillos.
“¿Kenma?”
El teñido sube la mirada, y cree que está viendo un maldito fantasma o que su maldito cerebro le está jugando en contra. Va vomitar, no, peor su cabeza va explotar.
“¿A-Akihito?”
El hombre se acerca colocándose bajo el faro, dejándose ver por completo. Su cabello ahora es más corto, un peinado básico, su ropa de vestir se ve impecable y… ahora usa gafas. Mierda, no, apenas ha cambiado y lo único nuevo son sus gafas, Kenma no sabe que decir pero el hombre lo mira con amabilidad y una tenue sonrisa.
“¿Te perdiste, gatito?”
Kenma se pone de pie sintiendo como si cubos de hielo corrieran por su espalda, es horrible, no extrañaba nada ese tono. El video, también lo llama así en el video, él no puede creer lo asqueroso que ahora se siente con solo escuchar un apodo que alguna vez creyó iba con tanto cariño, ahora nada de eso es real.
“¿No vas a hablarme? ¿Por qué te vez tan asustado? Soy solo yo” él da un paso adelante y Kenma da dos atrás topando sus pies con la escalera.
“No te acerques” su boca se siente pesada, en este momento odia los efectos del alcohol.
“¿Estás borracho?” Akihito cruza sus brazos “No cambias nada después de tanto tiempo”
“¿Eh…?”
“¿Viniste a que alguien te diera un polvo?” dice Akihito en tono burlón “Cuando te emborrachas pareces peor que perra en celo”
“No… cállate, imbécil, no me insultes” Kenma trata de sonar amenazador pero la risa de Akihito le confirma que no fue así.
“No es insulto cuando es una verdad”
Kenma busca su teléfono, si Lev no viene rápido entonces prefiere pedir un taxi. Necesita irse, no sabe cómo llegó a este momento pero detecta que las cosas estén saliendo tan mal, con manos temblorosas le escribe a Lev que se apure. Una mano en su muñeca lo detiene de escribirle a Kuroo, y sentir el toque de Akihito hace que tire de su mano atrás dejando caer el teléfono al suelo.
“¡No me toques!” grita llevando su mano al pecho “Maldito, vete, no tengo nada de que hablar contigo”
“Esos modales tan malos” dice Akihito llevando su mano de todos modos a Kenma tomando con fuerza su mentón, el teñido trata de quitar su mano pero su fuerza no es superior “Esa boca tiene que ser educada, ¿no quieres que vuelva a entrenarte?”
“¡Vete a la mierda! Maldito bastardo obsesionado” Kenma con su inútil fuerza lo empuja y patea a su pierna, gracias a ello el agarre se hace menos fuerte y logra salir de ello.
Sin embargo, lo que menos esperaba era una reacción igual de violenta, apenas registra el golpe que recibe contra su mejilla. Y no hay respiro porque Akihito lo toma por la camisa para que lo mire, pero Kenma se niega a verlo.
“No hagas una maldita escena, porque solo jugará en tu contra” Akihito sacude para llamar su atención pero Kenma sigue mirando el suelo, su mejilla arde “Eres tan viral que si digo que iniciaste pelea conmigo porque negué a recibirte una mamada gratis, estoy seguro que la gente se lo cree”
“Tú subiste el vídeo” menciona Kenma rogando al cielo que se apiade una sola vez y haga aparecer a Lev. Alguien, los vecinos, las chicas, algo.
“¿Yo? Señalas lo obvio, gatito” admite Akihito riéndose como un enfermo, Kenma quiere vomitar “Aún así, no hay pruebas de ello y si las hubieran, ¿Crees que harían algo para enfermos como tú?”
Kenma se ríe secamente: “Aunque los años pasen vas a seguir negando que eres gay, que hilarante”.
“Yo no lo soy, después de ti no ha habido nadie” Akihito acerca su rostro para respirar cerca de su mejilla y Kenma siente tanto asco “Eres el único que hace a los hombres dudar, tu existencia es el pecado mismo”
“Ya suéltame, me das asco” vuelve Kenma a intentar, empuja se retuerce pero a diferencia del teñido, Akihito siempre fue de los que iba al gimnasio “¡Suéltame!” exige cuando Akihito coloca su rostro en su cuello pese a que Kenma se retuerce, Kenma desesperado decide que su última opción es gritar aunque eso traiga consecuencias.
Pero gracias al cielo las luces de un auto los iluminan, gracias al ruido Kenma es finalmente librado porque Akihito siempre tuvo miedo a ser visto. Kenma sale del agarre asustado, con rapidez que no sabe que tiene recoge su teléfono, al levantarse las luces lo apuntan y hombres salen del auto.
Es… Kuroo. Y trae compañía.
Kuroo corre hacia él mirando al hombre ahí parado y no necesita leer mucho para saber qué ha pasado, Kenma luce como ciervo asustado bajando al suelo sin poder sostenerse y el rostro de Akihito es inconfundible, porque es quien casi rompió su amistad con Kenma.
Akihito maldice y toma una postura relajada, evitando hacer la escena sospechosa, pero solo hay que ver a Kenma.
“¿Estás bien?”
Kenma niega mirando al suelo, todo es tan vergonzoso.
Kuroo inhala profundo para dirigirse a Akihito: “Escucha maldito imbécil, no te moverás de aquí, porque vamos a llamar a la policía”
“Señor Kuroo, como siempre es un desagrado saber de usted” saluda Akihito “No veo la necesidad de un escándalo, nos topamos de casualidad y lo estaba agarrando porque está tan borracho que se tropezó de las escaleras…”
“Mentira” susurra Kenma negando con la cabeza “Mentira, mentira, ¡Todo siempre es mentira contigo!”
“Bokuto llama a la policía, por favor” Kuroo mira al peliblanco y luego dirige la mirada al tercer acompañante qué parece no saber que hacer. Kuroo le hace un ademán con la cabeza para señalar a Kenma.
“Esto es ridículo, yo me voy”
“Oh, no, no” Kuroo resiste el impulso de él mismo golpear al cobarde que tiene enfrente “Te quedas porque de lo contrario voy a ser yo quien te arrastre a la estación”
Kenma apenas escucha mientras se queda en el suelo, realmente los cosmos se han alineado para arruinarle la existencia, está tan ensimismado que no se percata de la persona que se acerca y coloca su abrigo en sus hombros. Sorprendido Kenma eleva la mirada y su respiración se estanca.
Shoyo.
Shoyo está aquí.
“¿Cómo…? ¿Qué haces aquí?” pregunta con voz temblorosa.
“Kuroo recibió una llamada diciéndole que estabas en un lugar extraño y que estabas borracho, pero pidió que Kuroo viniera a recogerte” La voz amable de Shoyo es algo que extrañaba “Yo estaba con ellos porque Bokuto me pidió ir y… bueno, aquí estamos” el pelinaranja frunce el ceño cuando mira su rostro “¿Te golpeó?”
Kenma toma una respiración honda que no termina de salir cuando un sollozo se escapa, y solo asiente. Se siente patético.
“Hey… puedes llorar, sabes” Shoyo acaricia con suavidad su mejilla evitando el lugar hinchado “Tienes esa mirada de querer desmoronarte pero seguir peleando contra ello, terco”
Kenma se ríe dejando escapar unas lágrimas, las cuales Shoyo no tarda en limpiar para después abrazarlo. Y… eso está mejor, Kenma llora pero no desconsolado, llora sintiéndose liberado y con la confianza de poder dejar salir las emociones con las que ha estado peleando. Kenma también lo abraza sintiendo finalmente ese calor, esa sensación de seguridad combinada de tranquilidad.
“No te preocupes, vamos a resolver esto”
Kenma asiente, a lo lejos puede escuchar las sirenas de la policía y también a Bokuto y Kuroo hablando con Akihito sobre demandarlo. Pero ahora no quiere saber más, tiene a quien en realidad quería desde el inicio.
“No me sueltes” pide en susurro el teñido, y no sabe cómo lo interpretará Shoyo, pero lo dice en todos los aspectos. Y espera que él lo entienda.
No me sueltes, por favor, eres lo único sincero que me queda.
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