Capítulo 28. Noites Com Sol
Hola, vuelvo de las cenizas
Tuve algo de dificultad con el cap, que cambie muchas veces jaja (igual les va sin editar porque decidí editar la historia mejor al final)
Bien, no hay tw porque hay smut y fluff
Los primeros puntitos indican el inicio del smut por si alguien desea saltarlo, y si deciden leerlo pos ya saben lo que encontrarán. Sean amables con mi Hinata pq ta chikito
En fin, enjooooy!
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El ambiente a su alrededor comienza a sentirse caluroso, Kenma está mareado mientras Shoyo lo besa abrasadoramente, dando pocos espacios para poder respirar apropiadamente. En algún punto Shoyo muerde suavemente su labio inferior para comenzar a bajar sus besos por la mandíbula llegando a su cuello, Kenma respira temblorosamente sintiendo la mano del pelinaranja deslizarse debajo de su camisa. Shoyo comienza a chupar y morder en su cuello con una clara intención de dejar marca a lo que Kenma no se niega y jadea con cada intento.
Kenma sabe que llamará la atención pero no le importa en lo absoluto, antes lo habían intentado y Kenma se sentía incómodo para aceptarlo, pero con Shoyo es diferente. Él quiere tener cualquier rastro del pelinaranja en él.
"Shoyo..." Kenma toma entre sus manos el cabello del pelinaranja rascando suavemente "Dijiste que debes terminar lo que comienzas..."
"Tienes razón" murmura Shoyo en la marca húmeda provocando un escalofríos en el teñido "Pero si comenzamos ahora podremos ser interrumpidos" la mano del pelinaranja en su abdomen lo acaricia subiendo hasta su pecho "Y no quiero parar cuando ya estemos en ello"
Kenma se muerde el labio sabiendo que el chico tiene razón, además de que tiene que buscar el lubricante para prepararse. Kenma suelta al pelinaranja mirando al techo odiando el retraso en toda la situación, el universo lo estaba poniendo difícil para finalmente dejarlos unirse.
Shoyo se ríe al ver el surco entre sus cejas: "No te veas tan molesto por eso" dice mientras le da un ruidoso beso en la mejilla "Tengo hasta el viernes, así que mientras tu me des un espacio en tu agenda podemos tomar todo el tiempo que queramos"
Kenma resopla: "Bien, yo también tomaré un descanso esta semana"
Shoyo quita todo el peso de su cuerpo de Kenma acostándose a su lado. Ambos ahora mirando al techo con sus manos entrelazadas gracias al pelinaranja.
"Dime, ¿cómo eras en la secundaria?" pregunta Shoyo cambiando de tema, esperando que Kenma deje de mirar el techo como si quisiera borrarlo.
"Mis calificaciones no eran tan buenas, era muy reservado y mi único contacto humano era Kuroo" Kenma parpadea recordando que su amigo seguramente está cazando a un pobre Búho, "Hablando de eso, um, ¿tú amigo por casualidad es gay?"
"¿Hmm? ¿Quién? ¿Preguntas por Kageyama, mi mejor amigo? Ah si, es super gay, pero tiene novio" responde el pelinaranja rápidamente haciéndolo sonar como un total 'No'.
Kenma rueda sus ojos con una suave risa por la respuesta ante la reacción: "No, no estoy preguntando por mí si es lo que pensaste, y menos tu mejor amigo, pero preguntaba por Bokuto"
"Ohh, ¡Oh!" Shoyo se ríe avergonzado "Pues, no le digas a nadie pero... sí, le gustan los chicos. De hecho le gusta Kuroo, tu mejor amigo"
"Que mal gusto tiene" Kenma suspira "no le digas, pero Kuroo probablemente esté interesado en él"
Shoyo se recompone emocionado y se gira a verlo "¡Eso es genial! Pueden ser una hermosa pareja..."
"No creo que Kuroo esté interesado de esa manera..." Kenma también se voltea para mirar al pelinaranja, algo sobre estar así le da comodidad al teñido para compartir sus pensamientos sobre la situación "Kuroo acaba de salir de una larga relación de la que no ha hablado o llorado por ello con nadie, ni siquiera conmigo y algo me dice que tratara de tener un rebote con Bokuto" El teñido hace una mueca "Soy su mejor amigo, pero él normalmente le gusta lidiar con todo solo, más sus asuntos personales"
"Ya veo... pero ¿eso está mal, no es así?, Bokuto realmente está interesado, como muy genuinamente" el pelinaranja frunce el ceño "Tu amigo debería de tomarse con calma su reciente ruptura"
"Tienes razón" Kenma dibuja patrones en el pecho de Hinata pensando en lo tonto que es su amigo "Le hablé sobre eso porque lo conozco, pero no me creo que escuche mi consejo. Él no está bien desde que terminó su relación, llega al trabajo con los ojos cansados y rojos, come menos y bebe más, así que mi teoría es que él querrá demostrar que está bien estando con alguien más de manera no romántica y poniendo en segundo lugar su etapa de 'duelo' de su antigua relación"
"Quizás debería decirle a Bokuto..."
Kenma toca dos veces con su índice su pecho interrumpiéndolo: "No estoy seguro que sirva de algo, a veces tontamente escogemos a quien no debemos, nos enamoramos estúpidamente y cerramos los ojos ante lo que es claro"
Shoyo se queda en silencio considerando si debe opinar sobre lo que dijo, pero decide no indagar mucho.
"Quizás a veces las cosas pueden cambiar" intenta el pelinaranja volviendo a tomar su mano para llevársela a los labios, dejando un pequeño beso en sus nudillos "El amor puede transformar, quizás lo de ellos funcione de alguna forma. Bokuto es un gran tipo"
Kenma lo mira pensativo admirando la convicción de Shoyo en el amor, la confianza de que el amor lo puede lograr y eso le da esperanzas, pero el tema aquí son sus amigos al risco de un corazón roto, por lo que niega la cabeza suavemente.
"A veces no es así de simple"
"Lo sé, aún así creo que el recorrido del amor es un camino largo con algunos obstáculos, pero si eres lo suficientemente valiente y fuerte puedes atravesarlos" Shoyo lo mira dulcemente y Kenma asiente, quizás él tenga razón. Sabe que el amor es diferente para muchas personas, y desearía poder pensar de esa manera. Kenma estira su mano libre para acunar el rostro de Shoyo.
"Espero que sea así" murmura Kenma deseando poder creer en el amor de la misma manera.
Sin embargo, los recuerdos de su antigua relación aparecen fugazmente haciendo que su mano se aleje del pelinaranja, sorprendiéndolos a ambos.
"¿Kenma? ¿Todo bien?"
El teñido parpadea volviendo a la habitación, Shoyo lo mira curioso esperando aún su respuesta.
"Lo siento, ¿qué decías?"
Shoyo lo analiza unos segundos antes de reírse avergonzado.
"Dije que tengo hambre"
"Oh, preguntaré dónde..." el timbre suena interrumpiéndolo "Ya están aquí"
Shoyo se levanta aclarándose la garganta, yendo a abrir la puerta. Una mujer y un hombre de uniforme con una sonrisa servicial entran el carrito de comida, el hombre lleva consigo un bolso.
"Aquí está el bolso del señor Kozume" Shoyo agradece tomándola "¿Hay algo más en lo que podamos ayudarle?"
"¿Kenma, algo más que desees pedir?" pregunta Shoyo desde la puerta.
"No, nada"
"Parece ser que nada más" comenta Shoyo despidiéndose del hombre, la mujer se une a él poco después.
"Esperamos que usted y su pareja tengan una buena noche" dicen al unísono.
"¡¿Eh?!" Shoyo siente el sonrojo subir por su cuello hasta su rostro, pero no los corrige "Um, si, si gracias"
Shoyo no puede evitar emocionarse porque los han confundido como una pareja, pero al mismo tiempo se siente nervioso porque no tiene idea si esos trabajadores no dirán nada acerca de ellos y su estadía en este lugar. Según el contrato no podían evitar que la gente creará rumores sobre su vínculo por lo que ambas partes debían negarlo en todo momento con naturalidad, pero Shoyo no hizo eso. Se pregunta si habrá cometido un error.
"Um... Kenma" dice después de un rato llevando consigo el bolso que había dejado el trabajador "Trajeron tu bolso... ¿no llevabas esto antes?"
Kenma se levanta de la cama girando a ver lo que Shoyo sostiene en sus manos: "Oh, sí, dije en recepción qué mi chófer entregaría mi bolso y pedí que lo subieran"
"¿Traes ropa contigo?" pregunta el pelinaranja dejando el bolso en la cama, curioso.
"Sí, eso y otras cosas que usaremos más tarde" responde en murmuro Kenma mientras camina hacia la mesa "Pero no pienses en eso ahora, comencemos con la comida"
Shoyo lleva una mano a su estómago escuchando el sonido de sus tripas viendo a Kenma levantar las tapas de los platos, había carne.
"Esto se ve increíble" dice emocionado Shoyo sentándose en su silla frente a su plato de carne y otras guarniciones rodeándolo.
"Espero lo disfrutes"
"¡Muchas gracias por la comida!" agradece con una brillante sonrisa con ambas manos unidas, y Shoyo realmente disfruta el primer mordisco "¡Es muy bueno!"
Kenma le da una media sonrisa sentándose pero él diferente al pelinaranja no hace el intento de comenzar a escoger que comer, ni siquiera se molesta en mirar.
"El chef de aquí es muy bueno" comenta apoyando su mentón en su palma mirándolo comer.
"¿No comerás tú?" pregunta Shoyo con las mejillas llena de comida, Kenma piensa en que luce como una linda ardilla.
"No tengo hambre" contesta mirando lo demás en la mesa, apenas puede notar el brillo contrariado en los ojos de Kenma mirando los platos.
"Me di cuenta que... tú no comes mucho, ¿no?" pregunta cuidadosamente el pelinaranja continuando con su comida con naturalidad, esperando no ser invasivo.
Kenma frunce el ceño pasando su dedo sobre los cubiertos, pensativo.
"Digamos que controlo mi apetito" explica como si estuviese acostumbrado a responder "No como mucho porque es fácil que... yo aumente de peso"
"¿Y eso es malo?"
Kenma levanta la mirada como si no hubiese esperado esa respuesta, y es verdad. Generalmente las respuestas a su ensayado comentario son apoyándolo diciéndole que debe mantenerse bonito y delgado, las respuestas siempre le recordaban a los comentarios de... su antiguo novio. Y Kenma creyó que así es como las cosas deben de ser, así que controla su comida y muchas veces se salta las comidas, pero sus intentos a veces fallan cuando come cosas dulces.
"Yo... claro que no juzgo si lo haces" continúa Shoyo tragandose la comida para hablar con más claridad "Pero he visto que disfrutas comer dulces, así que no pienso que debas limitarte con eso" pasan unos segundos mirándose y Shoyo piensa que la ha cargado "¡Eck! ¡Lo siento! Entiendo que quizás no quieres que nadie se meta con eso"
"Está bien" tranquiliza Kenma con las comisuras de sus labios elevandose.
"Lo siento, mi hermana solía decirme cosas así con respecto a sus estrictas dietas, y yo creo que solo daba respuestas erróneas" Shoyo comienza a pinchar su carne pensando en sus días más jóvenes con su hermanita "Ella me dijo que algunas personas como ella no querían escuchar comentarios opinando sobre lo que ella come y en qué cantidades" los ojos ámbar se encuentran con los felinos de Kenma.
"Estoy bien, no me ha molestado nada de lo que has dicho" Kenma suspira profundo sintiéndose cada vez más relajado, no sabe si habrá un nivel final para lo cómodo que se siente ahora "Creo que tu hermana tiene razón en cierta parte, pero siempre es lindo escuchar la preocupación de quienes lo hacen con la intención de ayudarte y no criticarte" Kenma toma el vaso de agua entre sus manos "Y en este caso, creo que me ha gustado"
"¿Hmmm? ¿Qué fue?" pregunta el pelinaranja curioso inclinándose un poco sobre la mesa.
"Secreto" dice Kenma antes de beber de su vaso observando a Shoyo desinflarse para después seguir comiendo.
Kenma se pregunta si realmente el chico que tiene frente a él es real, a veces siente que su mente es una tormenta y él es el cálido sol asomándose. Su relación con la comida y su apariencia sigue siendo un problema que no ha sabido manejar, y no significa que mágicamente desaparecerán, pero era la primera vez que alguien no le hablaba con reproche o juzgandolo. Fue una pregunta inocente y sin mala intención, y Kenma lo aprecia.
"¿Cómo eras en la secundaria?" pregunta Shoyo después de un rato.
"Uhm... nada más de lo que te he contado, era callado y no era el más inteligente, pero logré graduarme"
"Seguramente eras muy inteligente, lograste todo un imperio"
Kenma niega suavemente: "Solamente tuve suerte, y un buen amigo" dice mientras se recuesta en la silla, acomodándose "Digamos que decidí comenzar con inversiones pequeñas y poco después gracias a los consejos de Kuroo pude llegar a lo que es Bouncing Ball actualmente"
"Aún así, creo que es algo grande que hayas iniciado todo desde abajo" elogia Shoyo dejando de lado ahora su plato vacío "Imagino que fue difícil"
"Lo fue" afirma Kenma recordando lo estresado que estuvo en esos días.
"Entonces, ¡Buen trabajo! Hiciste de algo pequeño un gran imperio, tú y Kuroo son geniales" dice Shoyo con una hermosa sonrisa.
"Gracias"
"¡Oh! Ahora que recuerdo" Shoyo saca su teléfono, buscando algo en él "Hace mucho vi una película y quiero hacer eso contigo"
"¿El qué?" pregunta Kenma curioso, pero sin moverse de su lugar.
Shoyo encuentra lo que busca y levanta la mirada algo avergonzado y confiado, sus orejas estaban de un color rosáceo.
"Um... dime si no quieres" Shoyo se levanta dejando el teléfono sobre la mesa, de reojo Kenma se da cuenta que está en su reproductor de música "Pero... ¿bailarías conmigo frente a esta hermosa vista?"
Kenma parpadea con el ceño fruncido, confundido: "¿Cómo? ¿Ahora?"
Shoyo pese a estar sonrojado y nervioso, se ríe.
"Sí, ahora" Shoyo se aclara la garganta, su mano en su teléfono presiona la reproducción de la canción. Cuando el sonido comienza a sonar Shoyo extiende su mano "¿Qué dices?"
Nothing's Gonna Stop Us Now - Starship
Kenma observa la mano de Shoyo sin saber cómo responder, no había esperado que de repente el pelinaranja le pidiera bailar y menos en una habitación de hotel. Menos sabiendo que el propósito real de ese lugar no era volverlo una velada romántica, aunque Kenma en el fondo así lo quería, y parece que Shoyo quiere lo mismo. Kenma duda pero coloca su mano sobre el joven pelinaranja, encontrando su mirada con la de Shoyo.
Looking in your eyes, I see a paradise (Mirando en tus ojos, veo un paraíso)
This world that I've found is too good to be true (Este mundo que he encontrado, es demasiado bueno para ser real)
Shoyo se ríe contento cuando Kenma se para frente a él, pero el teñido no puede evitar resoplar divertido por lo ridículo que probablemente se ven. Shoyo había colocado ambas manos sobre los hombros de Kenma, y el teñido por inercia coloca sus manos en la cintura de Shoyo. Es ridículo, pero algo en ello le hace sonreír mientras comienzan a moverse lenta y torpemente en el espacio libre con la música de fondo, quizás sea la sonrisa de Shoyo complacido, o las ventanas del lugar mostrandoles la ciudad, o la canción. Kenma no lo sabe, pero su corazón está complacido y se siente lo suficientemente derretido para suspirar.
Standing here beside you, want so much to give you this love in my heart, that I'm feeling for you
(Aquí parado a tu lado, quisiera tanto darte el amor que siento por ti en mi corazón)
"Vi por ahí que está canción da buena suerte en las citas" comenta Shoyo colocando una de sus manos en la mejilla de Kenma, quien siente su corazón saltar al contacto "Quiero comprobarlo"
I'm so glad I found you, I'm not gonna lose you (Estoy tan contento de haberte encontrado, no voy a perderte)
Whatever it takes, I will stay here with you (Cueste lo que cueste, estaré aquí contigo)
"Shoyo..." Kenma abrumado apoya su frente en el hombro del pelinaranja, tiene tantas emociones que quiere expresar, y desea tanto poder expresar más de lo que piensa y siente en lo profundo de su ser "eres increíble" murmura siendo dirigido en sus torpes pasos por Shoyo.
El pelinaranja no responde y solamente tararea feliz, su pequeño baile ahora era un abrazo en el que se movían esperando a que la canción finalizará. Kenma está muy cómodo y no desea moverse de ese momento, de ese lugar, de ese día. Quiere quedarse ahí siempre, con este sentimiento golpeando en su pecho.
La canción finalmente llega a su fin y Kenma de mala gana se separa, pero Shoyo aun lo retiene ahí donde está. Sus miradas se encuentran y Kenma no espera la dulzura proyectada en los ojos ámbar que lo observan.
"Estoy muy feliz" dice Shoyo acariciando el cabello de Kenma "Debería sentirme cansado, pero me siento más despierto qué nunca, creo que es porque estoy contento"
"Yo... también la estoy pasando... bien" dice honestamente Kenma con algo de dificultad, no acostumbrado a expresarse correctamente.
Shoyo acerca su rostro al del teñido para después dejar un tierno beso en su frente para después abrazarlo, moviéndose de un lado a otro con otra canción sonando en el teléfono de Shoyo. Kenma no está muy relacionado con el baile y menos con este tipo de demostraciones que podrían considerarse románticos, quiere decir, lo suyo con anteriores conexiones era todo tan directo.
¿Esto era el juego previo? No es un adolescente para no saber lo básico en las citas, pero Kenma sabe que esto no es igual a las citas que vio en películas, ellos no van a un plan romántico. Shoyo le ha dicho que todo esto será solamente sexual, y quizás todo lo que está haciendo esta noche es para que todo sea cómodo para ambos. ¿Shoyo fue así con anteriores relaciones? ¿A todas sus conexiones los sostuvo en sus brazos con una hermosa canción de fondo? ¿Murmuró dulcemente las letras de esa misma canción con alguien más? Kenma no lo sabe, pero si incluso ya lo ha hecho antes, de alguna manera se siente afortunado de ser quien ahora Shoyo abraza con la ciudad a sus espaldas.
Shoyo se aleja de nuevo pero ahora para reírse avergonzado al darse cuenta que había comenzado a cantar la tercera canción, Kenma le sonríe devuelta encontrandolo tierno.
"L-Lo siento, me emociono mucho con mis canciones, me gusta tararearlas" Shoyo se aleja para tomar su teléfono y está punto de pausar la canción, pero Kenma está curioso.
"¿Era una canción en portugués?" Pregunta adivinando porque pocas veces ha escuchado a Shoyo hablarlo.
"Uh... si, una de mis favoritas" confirma Shoyo mostrando tímido su teléfono con la canción. "Es Noites com Sol"
"¿Qué dice?" la melodía es lenta y romántica, su corazón emocionado quiere confirmar lo que significa.
"Oh... bueno" Shoyo nervioso mira entre Kenma y su teléfono, la canción sigue y Shoyo comienza a traducirla desde donde cree que es más conveniente "Ven a librarme del abandono, mi corazón no tiene dueño, deja que entre el sol" la música comienza a finalizar y los deja a ambos en un avergonzado silencio en el que los dos no saben que decir.
Kenma decide hablar primero, mareado por los sentimientos acumulándose en su pecho.
"Me gusta cuando hablas portugués" decide decir llevando sus manos detrás de su espalda para que el pelinaranja no observe el jugueteo nervioso de sus dedos "La canción también es linda, bueno, la del inicio y esta"
"Me alegra que te haya gustado" Shoyo suspira con una sonrisa en el rostro "La noche ha ido de maravilla y casi ya es de madrugada"
Kenma levanta su mano para mirar su reloj y se da cuenta que falta poco para la media noche, le sorprende lo rápido que ha pasado el tiempo. En su distracción revisando las manecillas de su reloj no se da cuenta que Shoyo se ha acercado nuevamente, llenando el espacio con el aroma de su perfume que envuelve los sentidos del teñido.
"Pero antes de que finalice la noche, quisiera poder besarte de nuevo" pide Shoyo en voz baja, como si fuese un secreto entre ellos a pesar de estar solos. Kenma levanta la mirada encontrándose con el pelinaranja a centímetros suyo.
"Antes de saber que te gustaba besar a los chicos eras más tímido" menciona Kenma llevando una de sus manos a la mejilla de Shoyo, apreciando el sonrojo del pelinaranja de cerca.
"Yo... solo no puedo evitar querer hacerlo cuando te veo" responde Shoyo "Me atraes como un imán"
Kenma lo observa queriendo decirle que él es quien se siente atraído a la energía cálida que Shoyo emana, como icarus volando cerca de aquella luz que podría destruirlo. Kenma simplemente lo besa tal como se lo ha pedido decidiendo que si su destino es sellado para ser quemado por el sol, está dispuesto, porque incluso si es peligroso no puede evitar quererlo. Kenma antes creía que era inteligente y cauteloso con sus antiguas conexiones, pero ahora con Shoyo no quiere serlo, quiere tener lo que puedan darle y tomar aquello que el pelinaranja esté dispuesto a dar.
Kenma quiere poseerlo tanto como quiere dejarse poseer por Shoyo.
Shoyo como siempre toma ventaja de su beso lento, profundizándolo. Sin embargo, Kenma no quiere ser un simple espectador está vez por lo que lleva ambas de sus manos al pecho de Shoyo comenzando a empujarlo hacia la cama sin dejar de besarlo. Las piernas de Shoyo topan con la cama haciendo que el pelinaranja deba sentarse, sin darle tiempo a sorprenderse Kenma se cierne sobre él sentándose a horcajadas. El teñido muerde el labio inferior del pelinaranja disfrutando del grito ahogado de Shoyo. Sus labios se mueven a la línea de mandíbula del pelinaranja subiendo hasta llegar a su oreja para poder susurrarle:
"Vamos a poner las cosas más interesantes desde aquí"
[...]
Shoyo lejanamente recuerda cuando sus conexiones poco serías con algunas chicas le ofrecieron hacerle felaciones qué no fueron desagradables, más bien las encontró placenteras.
¿Pero hacerlas? La posibilidad nunca había cruzado por su cabeza, por lo que nunca tuvo que ofrecerles, y nadie le pidió una mamada. Hasta ahora.
"¿Estás bien con eso?" se asegura Kenma, sosteniendo su barbilla para que lo vea directamente. El agarre firme y posesivo le provoca un calor en su pecho qué nunca había experimentado, algo sobre ello le gusta.
"Nunca lo he hecho" repite Shoyo relamiendo sus labios nervioso.
"Lo supuse, pero no pregunté eso, cariño" Kenma con su mano libre acaricia su mejilla "¿Estás bien si te follo la boca, Shoyo?"
El pelinaranja muerde su labio observando la expresión atractiva en el rostro del teñido, tan pacífica pero a su vez sensual. El mote cariñoso acompañado del tono bajo de Kenma solo lo hace mejor.
Shoyo asiente tragando audiblemente, nervioso porque nunca ha tenido una polla en la boca. Y honestamente por mucho que quiso informarse, no buscó nada acerca de cómo hacer una mamada, por lo que no sabe si eso decepcionará a Kenma.
"No te preocupes" dice Kenma leyendo su expresión "Solo dime si es demasiado"
Kenma suelta su agarre para poder trabajar en el botón y bragueta de su pantalón, el silencio de la habitación es demasiado incómodo porque puede escuchar todo el ruido de la ropa moviéndose. Shoyo observa atento sin saber cuál debería ser su reacción, pero no puede evitar sonrojarse al ver la polla medio erecta de Kenma cuando finalmente la saca de su ropa interior. Shoyo mira a un lado tratando de darle privacidad pero Kenma lo detiene sosteniendo su barbilla de nuevo, obligando a mirarlo a los ojos.
"¿Mucho?" pregunta para asegurarse nuevamente que están en la misma página, no queriendo presionar a un chico que apenas ha descubierto a besar hombres. No eran adolescentes, pero puede resultar abrumador descubrir nuevas cosas sobre ti.
"N-No, yo... solo que no sé qué mirar" explica nervioso, respira hondo "Sabes, me ducho en las canchas pero nunca miro las pollas de ninguno de mis compañeros y-y... no sé, es nuevo"
Kenma se ríe suavemente "Está bien" el teñido baja nuevamente para darle un pequeño beso en labios que logra relajarlo un poco "Solo dime si no quieres hacerlo, podemos hacer otras cosas"
Shoyo lo observa pero luego niega con la cabeza: "No, no, yo estoy bien con esto" el pelinaranja trata de sacudirse los nervios.
"Bien" asiente Kenma mordiéndose el labio antes de finalmente acercar su polla a los labios de Shoyo, admirando la imagen frente a él. Un pelinaranja sonrojado, nervioso con sus labios rosados brillando, sus ojos aun así determinados para aceptar lo que Kenma vaya hacerle "Abre y relaja tu mandíbula" indica suavemente el teñido.
Kenma es abrazado por la calidez de la boca de Shoyo quien cierra sus ojos concentrándose en relajar su mandíbula, pocos segundos después el teñido comienza a empujar adelante y hacia atrás a un ritmo lento. Apoyando sus manos en el cabello de Shoyo, sin dejar de mirarlo mientras folla con cuidado la boca del inexperto tratando de no tocar fondo.
Shoyo se da cuenta poco después de lo cuidadoso que el teñido está siendo comparado con lo que el pelinaranja le hizo en el baño de aquella vez, por lo que coloca sus manos en la cintura de Kenma empujándolo para hacerlo entrar más, al punto en el que la cabeza de la polla toca las paredes de su garganta provocándole arcadas, su reflejo náuseoso le juega en contra por lo que se aleja.
Shoyo tose una vez Kenma se ha alejado, sintiéndose completamente avergonzado. No sabe cómo el teñido había logrado hacerlo sin siquiera ahogarse aquella vez.
"Lo siento" dice una vez que se ha recuperado mirando apenado.
"No te disculpes, no hay por qué" Kenma acaricia su cabello "No tienes que presionarte, ir lento a veces no es malo, ¿sabes?"
"Yo solo... quería hacerlo igual de bien como lo hiciste tú esa vez"
"Oh" Kenma detiene sus caricias para después reírse "Eso es diferente, yo he sido gay la mayoría de mi vida así que no era mi primera vez" Kenma se guarda así mismo dentro de su ropa interior, Shoyo no puede evitar sentirse incómodo pensando que arruinó el ambiente "Estoy seguro que hubiese apreciado empezar lentamente con las felaciones, por eso pensé que estaría bien mientras te adaptas a todo"
"¿Tú... um, en la primera vez fue así de vergonzoso?"
Kenma se sienta junto a él en la cama mirando el ventanal haciendo una mueca.
"No vergonzoso, pero fue algo tosco" responde sin emoción en su voz "Yo no sabía que hacer al igual que tú, pero la diferencia es que esa vez no hubo mucha paciencia"
Shoyo lo observa sintiendo que de alguna forma ha despertado un recuerdo malo, la mirada de Kenma ha cambiado y no le gusta la melancolía que detrás de ella, por lo que lo intenta de nuevo. Se coloca de rodillas frente a Kenma y sin permiso baja los pantalones para dejarlos en sus tobillos.
Kenma se sorprende parpadeando mirando a Shoyo intentar volver a sacar su polla sin duda en cada movimiento, hasta sostenerlo en sus manos.
"Shoyo, no es necesario, podemos simplemente follar" detiene Kenma tocando la muñeca del pelinaranja.
"Yo quiero hacerlo, de verdad, déjame hacerlo" Shoyo lo mira con determinación, Kenma no luce muy convencido pero aún así asiente.
"Bien... solo no te fuerces" Kenma le permite que le baje la ropa interior hasta sus tobillos dejando al descubierto sus lechosos muslos "Trata de usar mayormente sus labios y lengua, evita los dientes..." Kenma jadea al sentir la lengua de Shoyo presionada a su hendidura para después envolverlo en el calor de su cavidad bucal.
Shoyo sigue los consejos de Kenma y trata de imitar los movimientos que recuerda del teñido aquella vez, también piensa en sus experiencias previas para usar su lengua tratando de ser útil, lo cual parece ser una buena elección porque Kenma jadea cuando Shoyo presiona su lengua. El sabor amargo es algo que no espera pero recibe sin quejas enfocándose en tratar de sacar más sonidos de Kenma, cuando se siente más confiado ahondar su boca bajando por la extensión dura y palpitante del teñido, quien gime cuando finalmente toca más profundo. Shoyo se esfuerza en ignorar su reflejo nauseoso, sus ojos ahora llorosos siguen el ritmo yendo de arriba a abajo hasta lo más profundo que pueda llegar.
"L-Lo estás haciendo increíble, sunshine" murmura Kenma con la voz alterada acariciando su cabello.
Shoyo gime apreciando el cumplido, la acción hace que Kenma jadee ladeando la cabeza con intensión de apretar sus piernas, pero el pelinaranja con sus manos las mantiene abiertas.
"Shoyo... estoy cerca" murmura Kenma poco después tratando de empujarse hacia delante buscando ir más profundo. El pelinaranja busca las manos de Kenma para colocarla a los lados de su propia cabeza, invitándolo a hacer lo que tenia planeado desde un inicio "¿Estás seguro?" pregunta tragando audiblemente.
Shoyo asiente sentándose sobre sus rodillas, esperando pacientemente a los empujes de Kenma, quien sonríe antes de ceder. Shoyo le cuesta acostumbrarse pero logra aceptar las estocadas de Kenma yendo más profundo de lo que él había hecho, sus ojos pican mirando a Kenma quien se muerde el labio fallando su boca, nuevamente Shoyo vuelve a ser testigo de la expresividad cruda en el rostro de Kenma. La fachada tranquila y aburrida se desvanece dejando a un joven que parece perdido en la sensación de follar su boca, dejando una expresión de placer con el surco en sus cejas y esa borrosa mirada disfrutando de verlo ahí de rodillas.
Shoyo está hipnotizado, y no se da cuenta cuando al espeso se desliza por su garganta, es salado y se sorprende sin saber que hacer, por lo que cuando Kenma se está alejando traga el semen en su boca. Es extraño, y no puede evitar sentirse raro mirando a Kenma quien también se sorprende.
"P-pensé que lo ibas a escupir" dice Kenma apoyando su mano en la cama, con su pecho bajando y subiendo tratando de nivelar su respiración.
"Uh... no lo pensé" dice con la voz rasposa el pelinaranja observando lo atractivo que ahora luce Kenma, su frente brilla por sudor y sus piernas largas abiertas con su polla descansando entre ellas, es algo que lo hace querer recorrer todo con sus manos y boca.
"Bueno... no es necesario que lo tragues, para algunos no es tan agra-" Shoyo corta las palabras de Kenma inclinándose para besarlo.
Sus manos recorren las piernas de Kenma masajeando entre sus muslos disfrutando de la suavidad al tacto, sus manos siguen su recorrido subiendo hasta llegar a la camisa de Kenma, sin pedir permiso comienza a retirarla separándose brevemente del teñido, éste apenas puede respirar cuando Shoyo vuelve a reclamar sus labios para empujarlo contra el colchón. Ahora con Shoyo cerniendo su cuerpo musculoso sobre él.
Kenma gime cuando las manos de Shoyo llegan a su pecho jugando suavemente con sus pezones, el pelinaranja se separa de los labios de Kenma mordiendo su labio inferior. Ambos con respiración agitada se miran.
"¿Puedo follarte?" pregunta Shoyo, tímido pese a que prácticamente acaba de desnudarlo sin cuidado.
Kenma lo encuentra hilarante: "Tengo que prepararme" dice Kenma girando su rostro para mirar el bolso en el suelo "Considerando que no sabes mucho de esto, creo que será mejor que lo haga yo"
"¿Puedo verte hacerlo?" pregunta Shoyo moviéndose para alcanzar el bolso.
"Um... no es necesario que veas, puedo ir al baño y..."
"Quiero verte" dice Shoyo con el bolso en la mano dejándolo en la cama "Me encantaría ver cómo te tocas"
[...]
Kenma no cree que alguna vez se sintió tan cohibido, o al menos su rostro nunca lo ha expresado si alguna vez se sintió así. Sabe que está sonrojado, sabe que se nota su nerviosismo ante la atenta mirada del pelinaranja. Shoyo no mintió al decir que quería estar atento al verlo abrirse con sus propios dedos, si bien el inicio de introducir un dedo es incómodo, lo es más sabiendo que Shoyo no deja de mirar como su dedo comienza hundirse en su agujero. Kenma también es algo ruidoso, y es más vergonzoso porque Shoyo lo estudia cada que un gemido o jadeo sale de él. Y no sabe si es porque lo están viendo que se sienta más sensible de lo usual.
Kenma introduce el segundo dígito mordiéndose el labio tratando de ahogar cualquier ruido tratando de ir más profundo, estirándose con ambos dedos haciendo tijeras. Shoyo se mueve ligeramente, y toma la botella de lubricante para aplicarse en sus dedos. Kenma lo observa atento adivinando hacia donde estaba yendo la línea de pensamientos de Shoyo.
"¿Puedo?" pregunta el pelinaranja acercándose para colocar sus dedos ahora llenos de lubricante.
Kenma asiente confiando que el chico será cuidadoso, los dedos de Shoyo son más anchos qué los delgados de Kenma, por lo que le pide a Shoyo comenzar con uno.
"Está bien" asiente Shoyo introduciendo su dedo lentamente, Kenma mira hacia el techo tratando de relajarse. Shoyo empuja su dedo profundo, saliendo y entrando para después intentar un segundo. Kenma cierra sus ojos respirando profundo, aceptando el trabajo de Shoyo que es cuidadoso mirando atentamente su reacción.
"Añade el tercero" indica Kenma mordiendo su labio cuando Shoyo obedece, esta vez sacando un suspiro de Kenma.
La mayoría de veces le tocaba prepararse para cada ocasión, por lo que permitir que alguien más se lo haga es nuevo, y puede admitir que más placentero. Shoyo pese a no saber mucho logra utilizar muy bien sus dedos, abriéndolo y estirándolo correctamente. Kenma en algún punto comienza a gemir aceptando el ritmo de Shoyo quien roza ese lugar, pero no lo toca.
"Shoyo, estoy listo, vamos" jadea Kenma señalando con su cabeza la bolsa "Los condones están ahí"
Shoyo asiente retirando sus dedos dejando un vacío, Kenma medio se traga el quejido mirando como Shoyo saca su camisa dejando ver su cuerpo tonificado, verlo sin camisa le seca la garganta. Finalmente puede verlo en persona y no en fotografía, Shoyo procede a comenzar a quitarse sus pantalones junto con sus bóxers ansioso. Kenma no puede evitar ver la polla erecta, la imagen completa de él desnudo le roba el aliento y nunca antes había deseado ser fallado duramente contra el colchón.
Shoyo se coloca el condon habilmente para después girarse y darle la vista completa, y si Kenma no fuera bueno controlando sus expresiones sabe que estaría babeando. Shoyo es realmente la imagen de un deportista musculoso y ese rostro concentrado qué muestra mientras se acerca para cernirse sobre él provoca un calor en el vientre de Kenma, sintiendo como su polla comienza levantarse en interés.
Shoyo lo observa fijamente como si fuese a decorarlo completamente y Kenma solo lo mira alzando una ceja esperando. Pero Shoyo niega con la cabeza antes de reírse.
"Siempre me ves como si quisieras que pruebe algo, y me pones muy nervioso" menciona Shoyo dejando ese rostro serio y concentrado de lado, dejando al risueño y agradable pelinaranja.
A Kenma le encanta más esa versión.
"No sé de qué hablas" responde Kenma tardiamente.
"A veces siento que quieres que cumpla cada expectativa que has puesto en mí" Shoyo apoya sus manos a los lados de la cabeza de Kenma, entre sus piernas, sintiendo el calor de su piel juntas "Y... honestamente quiero cumplir cada una de ellas, sin siquiera saber cuáles son"
Shoyo empuja su polla contra la suya, rozandolas ambas probando un grito ahogado de Kenma. Shoyo aprovecha esa acción para bajar a besarlo con suavidad, y lentitud tomándose su tiempo de saborearlo. Sin percatarse, Shoyo de alguna forma mientras se besan logra alinear su polla contra su agujero, apenas rosando el borde. Kenma trata de bajar su mano para ayudarlo a meterlo, pero Shoyo no le da tiempo cuando comienza a introducirse dentro de sus paredes. Kenma muerde el labio de Shoyo gimiendo disfrutando de la intromisión estirándolo, si bien había visto el tamaño antes no podía creer que realmente lo estaba estirando más.
El sabor metálico le hace soltar el labio del pelinaranja, pero no puede disculparse por ello porque Shoyo sigue empujando deliciosamente lento. El pelinaranja jadea con el ceño fruncido hasta que finalmente está completamente dentro.
"Estás... tan apretado... muy caliente" murmura Shoyo con su rostro escondido en el cuello de Kenma, el aliento caliente le eriza la piel "Kenma, te sientes tan bien" Shoyo ha comenzado a besar su cuello mordiendo y lamiendo en un mismo lugar.
Kenma respira profundo adaptándose al tamaño de Shoyo, rodeando con sus piernas a Shoyo. Pero su cuerpo está temblando de anticipación.
"Shoyo... muévete, por favor" pide Kenma con la voz tensa.
Shoyo asiente dejando su tarea de marcar su cuello, para comenzar a moverse. Saliendo dejando solamente la punta para después empujar lentamente, dejando que ambos se adapten. Después de unas cuantas lentas estocadas finalmente Kenma anima a Shoyo a aumentar el ritmo, quien obedece a todo lo que el teñido solicita.
Shoyo toma sus manos para comenzar a follarlo a un ritmo más pausado y profundo, arrancando gemidos de Kenma cuando toca con precisión su punto dulce, sus pieles chocando llenan el espacio de la silenciosa habitación. Kenma aferra sus manos a la musculosa espalda de Shoyo arañando por cada precisa estocada. El pelinaranja no deja de besarlo y decirle lo bien que Kenma se siente, murmura lo mucho que ha pensado en este momento y Kenma no puede sentirse más lleno de afecto. Y quizás sea el momento lo que le hace al pelinaranja decirle tales cosas, pero Kenma las siente tan reales que las guardará en su pecho.
Shoyo comienza un ritmo más rápido buscando más de los gemidos de Kenma quien ha tratado de reducirlos, pero el pelinaranja ha notado sus intenciones y sube las piernas de Kenma hasta su pecho, para follarlo con más profundidad sin darle descanso a su próstata. Kenma no sabe de donde aferrarse, sosteniendo las sábanas entre sus puños soltando los sonidos más rotos y vergonzosos mientras lo follan sin descanso.
"Dios, eres tan hermoso" elogia Shoyo provocando un gimoteo en Kenma quien le encanta escucharlo, le gusta escuchar elogios y parece que Shoyo lo ha descubierto "Eres tan bueno tomándome así"
"Sho... ¡ah! Shoyo, yo... ¡ngh! Estoy cerca"
Shoyo baja para buscar sus labios y empuja con más fuerza dentro, es incómodo besarlo y desordenado pero para Kenma eso es perfecto, por lo que con dos empujes más finalmente corre salpicando sobre su pecho y el de Shoyo. El nombre Shoyo muere en los labios del pelinaranja quien sonríe salvajemente, dando estocadas inestables hasta que finalmente puede sentir el calor de su semen llenando el condon.
Las extremidades de Kenma caen sobre la cama como si de un muñeco de trapo se tratase, con la respiración agitada con los ojos cerrados disfrutando de las oleadas de adrenalina corriendo en su cuerpo para después comenzar apagarse, una sensación que le encanta sentir. Sin embargo, jamás se había sentido tan satisfecho y escuchado en el sexo, pero no quiere explorar mucho en la calidez que su pecho está sintiendo. Se concentra en el peso de Shoyo sobre él, lo cual admite le encanta demasiado, puede sentir a Shoyo. Está sobre y dentro de él y es tan estimulante.
"Creo que... eso fue asombroso" murmura Shoyo en su pecho.
Kenma sube una de sus manos para acariciar el cabello de Shoyo, algo que cree comenzará a ser un hábito.
"Lo fue" responde el teñido honestamente.
"¿Fui bueno?" pregunta Shoyo ahora buscando su mirada.
"Lo hiciste mejor que cualquiera" la honestidad parece ser el camino correcto ahora.
Shoyo sonríe y comienza a repartir besos por todo el rostro de Kenma provocándole cosquillas al teñido quien no puede evitar reírse ante el cariño que está recibiendo. Shoyo lo mira asombrado.
"¿Qué?"
"Tú risa es muy hermosa" señala Shoyo con una mirada que lleva más sentimiento del que Kenma quiere reconocer.
"A ti todo te parece hermoso" dice Kenma restandole importancia.
"Corrección" Shoyo deja un corto beso en sus labios antes de murmurar contra ellos: "Todo de ti me parece hermoso"
Kenma no cree que pueda seguir ignorando lo mucho que su corazón salta al escuchar a Shoyo.
Por el momento se dedicará a evitar el sentimiento escondiéndose en los labios del pelinaranja que lo aceptan sin dudar.
[...]
Kenma está acostumbrado que después de una noche generalmente se levanta temprano para salir antes o a veces esas conexiones se van antes que él, pero esta vez su reloj interno parece estar roto porque se despierta tarde y no está solo. Un cuerpo musculoso lo abraza, haciendo cucharita.
Es... reconfortante.
Kenma no puede evitar esconderse en los brazos musculosos como un gato encontrando su lugar cómodo ignorando la molesta luz que entra por los ventanales que se les ha olvidado ocultar. Habían estado casi adormitados limpiándose rápidamente para poder descansar, y aunque ambos hubiesen querido seguir dandose cariño, sus cuerpos finalmente cansados les pidió descanso. Por lo que Shoyo y él se fueron a la cama, con Shoyo pidiendo ser la cuchara grande esta vez. Kenma no sabe por qué aceptó el trato de rotación para ser la cuchara grande, quizás estaba demasiado somnoliento.
Así que ahora disfruta pegándose al pecho de Shoyo quien aprieta sus brazos para sostenerlo más cerca entre sueños, y Kenma no desea nada más.
Quiere permanecer así siempre.
Al menos eso es lo que su mente adormilada admite.
Por favor, quédate así por siempre, congela este momento porque no quiero enfrentar la realidad que se avecina en el mañana. Permanezcamos en este sueño.
¿Esto lo hace una pareja? De ser así, quiero eso, y lo quiero contigo.
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