Capítulo 27

No hay excusas 😭 perdón la tardanza. Decidí mejor publicar aparte la parte smut, así que el 28 será puro Kenhina smutty explícito

En fin, gracias por su enorme paciencia, ahí va el cap.

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TENDENCIAS EN JAPÓN

1. NINJA SHOUYO

2. BOKUTO ACE

3. KOZUME KENMA

4. ATSUMU

5. OMI OMI

6. ABRAZO

7. TRAJEADOS


@thechuussy

DE DONDE ES ESA FOTO???????? ES UNA IA????? QUE ALGUIEN ME EXPLIQUE

@lokurasdejapon

NINJA SHOYO ABRAZANDO A UN EMPRESARIO COMO SI FUERA SU AMIGO PERSONAL ??????? CUANDO PASO ESTO

@bokutotrolo

A quien le importa esa foto VEAN A BOKUTO CON ESE TRAJEADO. ALEJATE DE ÉL POR FAVOR

Reply to @bokutotrolo

¿Qué tiene de malo?

Reply to @solecitokun

Bouncing Ball siempre son problemas y Bokuto no necesita esa energía

@kenmakitty

POR QUE LO MIRA COMO SI FUESE EL MUNDO ENTERO???? KOZUME KENMA AHI ES

@kokomitori

Las fotos de este partido y las entrevistas están siendo UN REGALO, sin mencionar que Omi Omi hoy se llevó una tarjeta por defender a Atsumu 🥺

@kaelo81728292

La gente descontextualizando todo como siempre 😂💀 Shoyo es una persona pegajosa al igual que Bokuto, no se emocionen por cosas tan ridículas.

Ellos son hombres duh.

Reply to @kaelo81728292

¿Qué tiene que ver eso? 😂

Reply to @kenken09

Que los jugadores de fútbol no son descarrilados. Un abrazo en la emoción es normal en este deporte, pero algunos tratan esto como si ellos estuvieran saliendo o besándose.

Gente estúpida.


[…]

Shoyo apenas puede despegarse de Kenma cuando finalmente escuchan al equipo comenzar a acercarse. Con pesar coloca a Kenma sobre sus pies, ambos con respiración agitada y sin apartar las manos de donde estaban.

“Yo… puedo enviarte la dirección del lugar” murmura Kenma con sus dedos acariciando la nuca del pelinaranja.

“Está bien” Shoyo sonríe antes de darle un beso en la mejilla “Salgamos antes de que ellos nos vean”

Kenma sonríe también.

El primero en salir es Shoyo que respira hondo viendo de lejos al equipo comenzar a acercarse, poco después sale Kenma. Al notar la cercanía del equipo, el teñido toma su mano estrechandola tal como un hombre de negocios.

“Fue un gran juego” dice sacudiendo brevemente el apretón “Estoy feliz de que hayan ganado”

“Muchas gracias, tenía una motivación para ganar” comenta Shoyo esperando que el teñido lo entienda, que a juzgar por su mirada lo hizo.

“¡Hey! ¡Hey! ¡Hinata!” Bokuto se acerca corriendo “Te perdiste por un buen rato que creímos que algunos de esos estaría acosandote después del partido”

“¿Esos? ¿Quienes?” pregunta Shoyo tratando sonar natural.

“Ah, los del otro equipo” explica Atsumu uniéndose por detrás “Vinieron un rato a provocarme, ya lo verás en los reportajes”

“Kiyoomi será noticia” se ríe Bokuto mirando por sobre su hombro viendo a Sakusa ser el último en llegar “Creí que golpearía a alguien”

“Omi solo le gusta intimidar, no es del tipo que hace problemas” interviene Atsumu sacudiendo su mano.

“Yo creo que nosotros tendremos portada” dice Kuroo uniéndose detrás de Bokuto “Hemos hecho una grandiosa entrevista”

“¡S-Si, eso! ¡Hacemos un super gran equipo con mi… amigo Kuroo!” Bokuto suelta una risa nerviosa rascando con su dedo la mejilla.

Kenma entrecierra los ojos al ver la expresión divertida de Kuroo al notar ese nerviosismo en el pobre chico, por lo que decide que es buena oportunidad para que ambos salgan de ahí.

“Kuroo tenemos que hablar de algo urgente”

Kuroo alza la ceja,  mirando entre él y Shoyo: “Pensé que no regresaríamos juntos”

“Es sobre eso” Kenma trata de decir comenzando a caminar para tomar el brazo de Kuroo.

“Oigan esperen” detiene la voz de Bokuto “Eh… verán siempre después de ganar tenemos la tradición de hacer una fiesta improvisada en mi casa”

“¡Oh, es cierto!” Shoyo se golpea la frente odiando olvidarse de ese pequeño detalle.

“Sí… pueden venir, no dura mucho generalmente porque vamos muertos de cansancio” continúa Bokuto mirando principalmente a Kuroo. Kenma por su parte estaba frunciendo el ceño intentando descifrar por qué nunca nada de lo que espera con ansias sale como desea.

“¡Deberian venir!” dice Atsumu apoyando su peso en Bokuto “Es algo como lo que hicieron la última vez, pero con música y alcohol incluido”

“Tú deberías descansar” habla finalmente Kiyoomi mirando a Atsumu quien le había estado dando la espalda todo el tiempo “Si bien jugaste bien el resto del partido es mejor cuidar tu pierna, una fiesta ahora no es la mejor idea”

Kenma mira al rizado como si acabase de bajar del cielo. Hinata sonríe también.

“¡Estoy bien! Además no planeo hacer más que beber y hablar con la gente ahí” Atsumu responde aún apoyado en Bokuto. El peliblanco por su lado hace una mueca mirando al suelo.

“Tiene razón, creo que no es el día” concuerda Bokuto desanimado “Supongo que iré solo a casa”

Kuroo observa detenidamente antes de aclararse la garganta.

“Tengo libre mi agenda, puedo pasar el rato contigo hoy” El ofrecimiento de Kuroo hace que Kenma se ponga arisco mirando con total reproche a Kuroo.

“¡¿En serio?! ¡Eso sería genial! ¡Me encantaría eso!” el estado apagado momentáneo de Bokuto desaparece dejando nuevamente su personalidad efusiva tomar lugar.

“¿Puedo unirme?” pregunta Atsumu con una sonrisa.

“Por supuesto que si”

“No estás yendo” Kiyoomi ahora coloca una mano sobre el hombro de Atsumu. El rubio finalmente se gira a verlo con el ceño fruncido.

“¿Eh? Voy a ir, tú vete a tu casa”

“Vamos a ir juntos a mi casa, tienes que descansar adecuadamente”

Atsumu lo mira algo irritado a punto de hacer una escena frente a todos, pero parece preferir mejor resoplar. Quita su mano sobre su hombro y decide comenzar a caminar directamente dentro de los vestuarios sin siquiera despedirse de nadie. Kuroo y Kenma se dan una mirada sin saber qué pasaba, pero podían notar la terrible tensión entre esos dos.

“Lamento su comportamiento, me despido por ambos, iré a ver cómo está” dice Kiyoomi antes de seguir a Atsumu.

Kuroo se ríe por lo bajo: “Veo que este equipo no pueden aburrirse con tanto pasando”

“¿Hmm? ¿Es por ellos? Seh, siempre son un caso. Su amistad es complicada” Comenta el pelinaranja.

Kenma no cree que eso sea solo una amistad, pero se reserva su comentario.

“Lo imagino, pero volviendo al tema, ¿por qué no van a cambiarse y nos vemos en un rato?”

Shoyo le da una mirada larga a Kenma, y el teñido asiente para que pueda comenzar. Los planes siguen en pie, lo único que tenían que hacer era mandar a todos devuelta a sus respectivos hogares y ellos desaparecer discretamente.

[…]

Atsumu está cansado, realmente lo está. Pero, en esta ocasión quiere distraerse con amigos para no pensar en lo herido que aún se siente con Kiyoomi. La última vez que se vieron fue un día tan agridulce, si bien había estado tan feliz de finalmente estar con Kiyoomi juntos en su cama, también había terminado tan molesto y herido porque aparentemente Kiyoomi no lo quería de la misma forma.

Lidiar con la verdad de que realmente le gustan los hombres fue más fácil de lo que creyó, antes estaba tan cerrado a la posibilidad de querer a alguien de su mismo sexo, pero ahora gracias a su hermano y su novio podía ver las cosas de diferente manera. No es como si no lo analizó, incluso revisó porno gay. Nada de eso le disgustó verlo, pero todo era muy nuevo y todavía no estaba listo para ir más allá que tomar la polla de otro hombre en su mano, y no era cualquiera, era la de Kiyoomi. Y por eso quería intentar todo más allá de eso, porque con él todo se siente mejor y seguro.

Aparentemente el rizado no se siente igual y solo lo ve como algo casual.

Y eso lo hiere, porque es incluso peor. Quizás nisiquiera lo considera amigo en realidad, la última vez al menos así lo dijo, y Atsumu comienza a creer que es verdad.

La puerta de los vestuarios comienza abrirse dejando entrar a Kiyoomi quien le da una mirada al entrar la cual Atsumu ignora ordenando las cosas en su bolso pese a que ya estaban ordenadas, un hábito que adquirió de un compañero llamado Kita. Atsumu prefiere pensar en su antiguo compañero en lugar de mirar a la persona que se acerca para quedar frente a él.

“¿Te vas a duchar aquí?”

Atsumu solamente asiente. No entiende por qué pregunta si siempre lo ha hecho así, pero no le dirige una mirada buscando su teléfono en los bolsillos del bolso.

“¿Vas a poder hacerlo solo?” vuelve a preguntar Kiyoomi aclarándose la garganta.

Finalmente encontrando su teléfono revisa sus mensajes respondiendo del más antiguo al más reciente, los cuales no eran muchos, mayormente amigos felicitándolo por haber ganado. Osamu por ejemplo se estaba riendo de su caída, añadiendo un video al mensaje de cómo había se había visto desde afuera.

“Miya, estoy hablándote”

Atsumu suspira dejando de ver el video en donde agradece que el tipo haya golpeado la pantorrilla y no el tobillo, eso habría terminado muy mal.

“Sí, Omi, te escucho fuerte y claro” responde elevando la mirada hacia el rostro del rizado.

“¿Y bien? ¿Por qué me estás ignorando como un infante?” Kiyoomi luce irritado. Atsumu se pregunta porque siempre lo mira así, no cree que el rizado vea de la misma forma a Bokuto o Hinata, siempre lo mira así a él. Como si fuese una molestia con la que debe lidiar, y eso no le sienta nada bien.

“No estoy ignorandote, solo las preguntas que haces no necesitan respuesta. Siempre me he duchado acá y tampoco estoy lisiado para no poder bañarme solo” Atsumu baja nuevamente la mirada revisando más mensajes encontrándose con el de Kita. Algo sobre ello le hace sonreír, solamente eran consejos para cuidarse después de ese golpe.

“Seguramente tus novias si necesitan respuestas, mientras que alguien quien está genuinamente preocupado no”

Atsumu vuelve a mirarlo confundido: “¿Novias? No estoy hablando con ninguna novia, solo respondiendo mensajes a mis amigos” Atsumu se pone de pie sintiendo un pequeño jalón en la pierna algo incómodo pero tratable “Ya te había dicho que dejé todo eso atrás, pero como sea, solo iré a ducharme para ir con los muchachos”

“No irás” detiene Kiyoomi sosteniendo su muñeca “Una noche sin salir no te matará, debes descansar”

“Apenas iremos los de siempre, no planeo moverme del gran sofá de Bokuto, deja el drama” dice Atsumu rodando los ojos.

“Siempre sigues mis consejos en estas situaciones, ¿por qué estás siendo tan terco esta vez?”

“Solamente quiero salir con amigos, no es la gran cosa, Sakusa”

“¿Sakusa…?” Kiyoomi lo mira confundido “Solo me llamas así cuando estás molesto, ¿es por lo de la otra vez?”

Atsumu aprieta sus dientes porque realmente no quiere hablar de eso, por lo que se gira en camino a las duchas. La puerta de los vestuarios vuelve abrirse dejando entrar a todos los del equipo, lo cual se agradece porque la conversación entre ellos finalmente muere.

[…]

Bokuto está muy nervioso, lo cual comienza a ser una rutina de ser amigo de Kuroo. Realmente no esperaba que el pelinegro entrará a la cancha después de ganar y mucho menos para ir a buscarlo, su corazón comenzó a saltar y chillar de emoción porque no era algo que esperaba del hombre que le gustaba. Bokuto siente que finalmente está experimentando todo lo que debió haber experimentado en su primera relación con su primera novia, pero no, es la primera vez que su corazón salta porque alguien le sonríe coquetamente, o cuando siente que el chico está demasiado cerca, cuando Kuroo acaricia su hombro pese a que parece ser un hábito suyo. Bokuto se siente como un adolescente.

Y eso está muy mal.

Se está enamorando solo y demasiado rápido, y lo peor es que es consciente que nada saldrá de ahí. Así que después de ducharse y salir vestido de los vestuarios sale con la resolución de que ignorará a su corazón emocionado y tratará de mantenerse bajo control.

Bokuto saca su teléfono para escribirle a Kuroo para saber donde se encuentran.

“Bokuto” Shoyo aparece detrás también ya cambiado y duchado, solo que tiene el cabello más seco que él. El de Bokuto sigue goteando “Creo que están afuera, vayamos juntos”

Bokuto asiente y camina junto al pelinaranja que luce más nervioso, y quizás es impresión de Bokuto pero algo le dice que tiene que ver con el otro hombre.

“¿Estás bien?”

“¿Yo? ¡Si! Estoy super, acabamos de ganar y vamos a tener una gran fiesta ” responde Shoyo sobresaltado.

Bokuto se ríe: “Oye amigo, no es una fiesta, somos los de siempre y seguramente tomaremos unas cervezas y ya” Bokuto sacude el cabello de Hinata esperando calmarlo “Pero algo me da la impresión de que no quieres ir”

La expresión de culpable en el rostro de Hinata de la razón, por lo que suelta otra risa.

“Hinata puedes ir a descansar si lo necesitas” Bokuto pasa su brazo sobre los hombros del pelinaranja “Oye, pero llévate a tu amigo Kozume, creo que tampoco lo vi muy emocionado con mi idea, y no quiero obligar a nadie a ir”

Hinata lo mira sorprendido para despues pasar su brazo por su espalda, abrazándolo. “Bokuto eres el mejor amigo de todos”

“¿Oh? ¿Tanto así odiabas ir?”

“¡No! Solamente quería recordarte eso” Hinata se ríe soltandolo pero ahora con un aire más relajado y menos nervioso “A veces creo que olvidas lo genial que eres”

Bokuto no puede evitar sonrojarse ante el halago, si bien está acostumbrado a los comentarios así en el internet no es usual escucharlo con un tono tan genuino como el que usa Hinata.

“¡Hinata tú también eres genial!” Bokuto lo alcanza de nuevo abrazándolo, nuevamente revolviendo su cabello. “Te amo, hombre” Hinata se ríe al escucharlo empujándolo pero dejándose abrazar.

“¿Oh? ¿El partido los vuelve más pegajosos entre ustedes?” la voz de Kuroo llega a ellos por lo que Bokuto suelta a Hinata como si fuese aceite caliente.

“¡Solo jugábamos!” aclara como si fuese necesario hacerlo. Bokuto quiere patearse mentalmente.

“Tranquilo, lo sé” se ríe Kuroo al verlo. Y no es justo, Bokuto no siente que sea justo que Kuroo lo vea como si fuese algo dulce, menos esa expresión relajada que le da “¿Vienen más o podemos irnos antes?”

“¿Dónde está Kenma?” pregunta Hinata notando que Kuroo está solo.

“Oh, él está en el auto” Kuroo señala con un pulgar detrás de su espalda “Te está esperando”

“¡B-Bien, entonces iré! ¡Nos vemos, Bokuto!” se despide Hinata ahora sonrojado corriendo hacia donde Kuroo había señalado.

“¿Um… tú amigo va ir a dejar a Hinata a su casa?” pregunta Bokuto.

“Oh, sí, no te preocupes por ellos” Kuroo se acerca para poner una de sus manos sobre el hombro de Bokuto “¿Por qué no vamos al auto? Tu cabello está mojado aún, podrías resfriarte”

Bokuto lleva una de sus manos a su cabello por inercia y se ríe nervioso: “Oh, sí está bien, vamos”

[…]

El viaje dentro del auto de Kenma es demasiado incómodo considerando que no están solos, Hinata había olvidado el pequeño detalle de que el teñido tenía un chófer. La intención del pelinaranja no era besar a Kenma todo el camino hacia donde sea que lo estén llevando, pero quería sostener su mano al menos. Sin embargo, el contrato que había firmado había mencionado que frente a otros que no debe ser tan demostrativo, habían cosas que se le podían permitir pero tomar las manos en público no. Entonces, Shoyo pasa todo el camino jugando con sus manos pensando en que realmente debería aprender a dejar de ser tan cariñoso, aunque seria un total reto.

Shoyo siempre fue conocido por ser demasiado cariñoso con sus amigos y antiguas pocas parejas que tuvo, él fue el detallista, él fue el cariñoso, y el pasional en todo. No es que tuviera muchas experiencias en citas o noviazgos, pero las películas le habían enseñado y creado una idea de lo que las parejas a veces quieren y necesitan. Por supuesto, a pesar de ser cálido en sus pocas relaciones anteriores, nunca lograron ser duraderas debido a su enfoque en el deporte. Ninguna relación terminó mal, por supuesto, Shoyo habló las cosas tal como un amigo le había enseñado. Sugawara le enseñó lo básico para comunicarse sin herir a los demás, se pregunta cómo se encuentra él ahora.

“Estás muy callado” dice Kenma después de un buen rato “Eso es extraño”

Shoyo se aclara la garganta dando una mirada fugaz al chófer: “Uh… estaba pensando en un amigo”

“Oh, está bien” Kenma por otro lado no es bueno comunicándose, por lo que se queda en silencio mirando la ventana.

“Este… Este amigo lo conocí en la secundaria, me enseñó muchas cosas para… hablar correctamente” cuenta Shoyo esperando borrar el incómodo silencio “Yo era antes más efusivo y hablaba muy apurado” el pelinaranja logra captar la atención del teñido que vuelve a mirarlo con interés “De hecho, él me apoyó muchísimo para aprender inglés, eso después fue de ayuda para cuando me mudé a Brasil”

“Eso es increíble, ¿aún siguen siendo amigos?”

“Lastimosamente perdimos el contacto” responde Shoyo haciendo una mueca “Mayormente mi culpa, me estaba adaptando a Brasil y los entrenamientos de fútbol que casi no me comuniqué con nadie, más que mi mejor amigo” Shoyo saca su teléfono acercándose más a Kenma, deslizandose en su galería.

La cercanía entre ambos hace que Kenma suspire relajado, apoyándose inconscientemente en el pelinaranja, quien no lo nota al estar buscando fotografías para mostrarlas.

“¡Oh, es este!” señala Shoyo una foto de él y un chico de cabello grisáceo, ambos sonriendo a la cámara. Kenma se sorprende a ver al Shoyo de secundaria, tenía el cabello más largo y rizado.

“Tenías tu cabello largo” murmura con su cabeza apoyada en el hombro de Shoyo.

“Uhm… en realidad, me gustaba mi cabello así, pero era incómodo con el calor en Brasil, luego tomé la costumbre de dejarlo corto” explica nervioso mirando su fotografía.

Los dedos de Kenma acarician las puntas de su cabello, y Shoyo siente su propia respiración tropezar sin esperarlo.

“Tú cabello es rizado, entonces” Kenma luce como un gato embelesado en algo nuevo “No lo había visto tan de cerca”

“A veces se hacen rulos” añade Shoyo dejándose tocar el cabello, mirando de vez en cuando al chófer.

“Pecas, rizos, cabello largo… eres muy hermoso, Shoyo”

Shoyo siente el calor acumularse en sus mejillas, él también quiere decirle cumplidos a Kenma. Así que se gira para tomar el rostro de Kenma entre sus manos, sorprendiendolo.

“Lo siento, me dejé…”

“Tú también eres muy hermoso, Kenma” dice acariciando su pómulo “Creo que eres el chico más hermoso que he conocido, tienes una mirada tan atrapante como la de un felino, tu cabello es tan suave y sedoso, tus labios son de un color cereza tan bello...” Shoyo detiene su mirada en los labios de Kenma quien traga con dificultad ante la corta distancia que tienen ahora “y no solo tú rostro… me encanta como divagas sobre las cosas que te gustan, cuando me cuentas sobre tus videjuegos como si fuesen oro, me encanta como tus ojos brillan cuando estás comiendo cosas dulces… hay tantas facetas que aún no conozco, pero eres hermoso en las pequeñas cosas que me has mostrado”

Kenma siente su corazón está a punto de morir, su respiración se estanca en su garganta sin saber cómo responder. Kenma siente que podría llorar porque nadie se ha expresado así de él antes, pero no quiere llorar en el auto, por lo que solo se empuja hacia adelante para besar a Shoyo. El pelinaranja se sorprende, pero no se retira y continúa el beso. Kenma no sabe expresarse con palabras, al menos no ahora, así que quiere recompensar aquellas hermosas palabras con sus labios.

“Lamento interrumpir, señores” se aclara la garganta el chófer, a lo que Shoyo se aleja avergonzado de Kenma “Pero hemos llegado”

Kenma observa a Shoyo cubriendo su rostro sonrojado, a lo que no puede evitar soltar una pequeña risa. Shoyo al escucharlo levanta la mirada sorprendido.

“Gracias, Nobuyuki” Kenma le da una mirada al chófer, Nobuyuki también lo mira tratando de no reírse del chico.

“De nada, espero disfruten su velada”

Kenma sale del auto primero, dejando atrás al pelinaranja que se queda para agradecer el viaje.

“Oye, chico” dice el chófer antes de que se baje “Le agradas mucho a Kenma, eres el primero con el que viaja en conjunto además de Kuroo, así que haz las cosas bien, él no va con cualquiera a ningún lugar”

“Oh, sí, si, lo cuidare muy bien, señor” asiente Shoyo nervioso antes de bajarse del carro y caminar hacia donde está Kenma.

“¿Dijo algo?” pregunta Kenma al mirar a Shoyo bajarse mucho después que él.

“¡N-No! Solo le agradecí el viaje” miente el pelinaranja mirando el gran hotel frente a ellos “¿Nos quedaremos aquí?” pregunta dejando el tema ahora notando el nombre del lugar.

“Um si, tengo que ir a pedir la llave únicamente de la suite” responde Kenma encogiéndose de hombros.

“Kenma… este es uno de los hoteles más caros de Japón, ¡Nunca había venido aquí!” el pelinaranja mira sin palabras a Kenma “¿No deberías hacer reservaciones anticipadas para venir aquí?”

“Kuroo conoce a alguien de aquí, asi que le pedí que nos consiguiera la mejor suite de aquí” Kenma comienza a caminar hacia adentro “Pero hablemos de eso adentro”

Shoyo lo sigue mirando todo el lugar en su camino a la recepción, el lugar era altamente lujoso y el pelinaranja nota que ambos ni siquiera lucen como parte del lugar, pero Kenma camina sin importarle nada de eso. La recepcionista los saluda amablemente y le pide los datos a Kenma, quien se los da todos hasta que le dan la llave.

Shoyo sigue como un pollero perdido a Kenma hasta que ambos están en el ascensor marcando el piso 38.

“Esto es increíble” murmura Shoyo apoyándose en el ascensor.

“No es nada, creo que lo mejor de este lugar son las vistas” comenta Kenma.

“¿No es aquí el lugar que tiene un gran spa, un comedor al aire libre, un salón de comida gigante y también piscina con vista a Tokyo?” Shoyo recuerda que ha escuchado a Bokuto decir que mayormente modelos, cantantes, y empresarios son los que visitan este lugar. Ellos al mayormente viajar al extranjero nunca se han visto en la necesidad de dormir en un hotel de su propio país.

“Sí, tiene todo eso, también un gimnasio adecuado para ti” añade Kenma “Por si mañana deseas levantarte a entrenar”

“Lo tomaré en cuenta” Shoyo ahora mira que están a punto de llegar por lo que se siente más cómodo para alcanzar la mano de Kenma, entrelazando sus dedos “Pero dime, ¿cómo iniciamos esta cita?”

Kenma observa sus manos unidas y con las comisuras de sus labios elevarse mira a Shoyo con tranquilidad.

“Vamos a comer primero, después de todo imagino que ese grandioso partido te dejó con apetito”

“¡Sip! Muero de hambre” señala Shoyo lllevándose su mano libre a su estómago “Mi antiguo entrenador decía que era muy importante una grandiosa comida para recuperar energías”

“Está bien, entonces pediremos algo” el sonido del elevador abriéndose llegando finalmente al piso donde un hombre de uniforme ya los está esperando.

“Buenas noches, caballeros, permitan acompañarlos a su habitación”

Shoyo intenta retirar su mano pero Kenma esta vez no la suelta y solo asiente al hombre que los saluda y los hace caminar en dirección a su habitación. El pelinaranja no entiende por qué parece ser el único al que le preocupa que lo vean a ambos sosteniendo sus manos, pero lo deja estar al notar que el hombre de traje sigue solo con su tarea de mostrarles la suite.

“Aquí” señala el hombre con una sonrisa profesional y practicada “Recuerden que pueden solicitar cualquier tipo de servicio al hotel, les entrego esto” el hombre les da una carta emplasticada “Son las extensiones para llamar a nuestros servicios, estamos a su disposición”

“Muchas gracias” acepta Kenma la carta pasando la llave en la puerta. Ambos entran dejando al hombre atrás cerrando finalmente la puerta para la privacidad que estaban buscando.

Shoyo no puede evitar emocionarse mirando el interior de la habitación, las ventanas le daban una hermosa vista de la iluminada Tokyo, puede jurar que pueden ver el Monte Fuji desde ahí, por lo que se acerca a las ventanas mirando como si fuese un niño.

“¡Kenma puedes ver todo desde aquí!”

Kenma camina y se coloca a su lado con una expresión relajada en su rostro.

“Si, esta es mi suite preferida, vengo cuando me siento abrumado” comenta Kenma observando la ciudad “Es reconfortante”

Shoyo emocionado y contento no puede evitar ir abrazar a Kenma por detrás rodeando con sus brazos el delgado cuerpo del teñido, respirando sobre su cabello inhalando el dulce aroma a coco qué parece siempre llevar. La panorámica de la ciudad y con Kenma entre sus brazos todo se siente perfecto e irreal, se siente demasiado en las nubes. Kenma se apoya en el abrazo soltando un suspiro cómodo.

Todo es increíble así.

El ruido de su estómago pidiendo comida les interrumpe la atmósfera logrando sacar una risa suave de Kenma quien se aleja.

“Bien, será mejor que pidamos algo” Kenma se acerca al teléfono con la carta en su mano “¿Algo que quieras en particular?”

“Umm… ¡Carne!”

“Está bien, mientras tanto puedes ver toda la habitación si quieres”

Shoyo asiente dejando a Kenma comenzar a pedir a través del teléfono y lo primero que revisa es el baño dándose cuenta que este también tiene vistas hacia afuera. Un jacuzzi incluso está justo al lado de la ventana, la ducha en el otro extremo con vidrios transparentes.

Realmente es increíble este lugar, nunca había imaginado venir, se gira para volver a mirar a Kenma quien ya se ha recostado en la suave cama mirando su teléfono. Shoyo lo ve desde el umbral de la puerta con las mariposas revoloteando en su estómago porque realmente no puede creer que la imagen doméstica qué se cree en su mente le hace querer un futuro así. Lo cual sabe que no está bien, pero esta noche se siente eclipsado.

Shoyo se acerca a la cama gateando sobre Kenma sorprendiendolo y el pelinaranja solo lo saluda con una sonrisa.

“La comida ya viene” responde Kenma torpemente.

“Está bien” Shoyo coloca ambas manos en los laterales de la cabeza de Kenma quien lo observa calmadamente desde su lugar “Sabes, nunca fui fanático de los besos”

Kenma parpadea confundido: “¿No? Pensé que te gustaba”

“Me refiero a que antes solo lo veía como algo normal en una relación, pero…” Shoyo levanta una de sus manos para acariciar con su pulgar el labio inferior de Kenma “Cuando te beso siento que no tengo suficiente de ello, creo que ahora sé por qué los demás les encanta besar”

Kenma lo observa sin decir palabra, pero pidiéndole con la mirada que lo besara.  A lo que Shoyo responde tal como lo desea  entendiéndolo, y no miente en sus palabras. Cuando sus labios finalmente se tocan, Shoyo siente el fuego encenderse en su pecho, un torbellino de emociones que no puede explicar y no pretende comprender, se siente tan correcto unir sus labios con los de Kenma, escuchando los pequeños suspiros que éste suelta cuando Shoyo se atreve morder su labio inferior. Le encanta la forma en que Kenma responde dejando que Shoyo tome el control pero aun así presionando por más, el pelinaranja no puede cansarse de eso.

Shoyo no cree que pueda volver a experimentar esta sensación con nadie más, y no honestamente no quiere a alguien más. Todo encaja perfectamente solo con Kenma.

Solo él.

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