Capítulo 19

(Creo que subiré otro más tarde jsjs mientras tanto subo este 👉👈)




Por suerte las cosas ha estado saliendo bien en el trabajo, el estrés finalmente se ha retirado, siente que vive en una burbuja de paz. Sin embargo, esa misma bomba se revienta cuando escucha un:

“Tenemos que hablar”

Kuroo se congela mientras se prepara su café, ahora no se levantaba tan temprano para iniciar el día, gracias a que podía encargar todos sus deberes a otras personas, ahora podía ser quien administraba todo sin la necesidad de estar presente, aunque al igual que Kenma llegaban para revisar papeles, correos pendientes y futuras propuestas. Así que, hasta ahora ha disfrutado cierto tiempo con Kei en casa, ambos miraban televisión ahora y se quedaban más tiempo abrazados en la cama, pero todo tiene una fecha límite.

“¿Sobre qué?” pregunta tontamente anticipando ya el tema.

“Tetsu…” Kei suspira antes de sentarse en el taburete “Quiero que hablemos sobre el viaje a Francia. Sobre mi traslado permanente” aclara el rubio demasiado sereno.

“Oh, eso” Kuroo se aclara la garganta esperando sonar desinteresado “¿Ya tienen todo organizado? Imagino que les llevará un poco de tiempo tener todo listo con el papeleo. Sabes, siempre he creído que el papeleo es una cosa realmente innecesa…”

“Tetsuro” interrumpe Kei “Sabes a que me refiero con el viaje”

Kuroo se detiene de tomar de su café y mira los ojos dorados que lo observan atentamente, y fue un error. No debió mirarlo, porque en ellos guardan una esperanza, el deseo de escuchar a Kuroo decir que irán juntos a los confines de este mundo tomados de la mano, pero por primera vez Kuroo no se siente tan valiente para tomar su mano.

“¿Cuándo te vas?” Podría tomarse como una mala elección de palabras, o una equivocación sin intención, pero Kuroo sabe que lo dijo implicando… que no irá.

Todo dependerá de Kei si desea continuar esta relación a distancia, podría funcionar. Kuroo conoce historias de gente que viven lejos pero mantienen una relación, él estaría bien con eso, podría tener su trabajo y su relación. Además, podría tomar vacaciones y visitarlo o viceversa, solo tendrían que esforzarse para lograrlo. Todo estaría bien…

“Yo… me voy en una semana” responde Kei con la voz algo rota. Kuroo quiere abrazarlo, y eso hace.

Rodea el taburete dejando la taza y va abrazar el cuerpo delgado de Kei respirando y besando su suave cabello: “No puedo acompañarte, pero podemos hacerlo funcionar. Sé que las relaciones a distancias no suenan como una buena idea, pero estoy seguro que siendo nosotros podremos…”

“No, no quiero eso” dice Kei apenas en un susurro, con delicadeza se aleja del abrazo de Kuroo. “Yo no puedo… no funcionará conmigo”

“Sé que puede sonar difícil” intenta nuevamente levantando la barbilla de Kei quien tiene sus ojos acuosos “Pero podemos apostar a que esto resultará”

“Kuroo” el rubio se aleja y se pone de pie jugando ahora mirándolo firmemente “Soy muy inseguro, los días de universidad cuando estabas concentrado en el trabajo yo… realmente lo pasaba muy mal” Kei respira hondo tratando de no tropezar con sus palabras “Keiji me apoyó mucho para no perder la cabeza, y… no quiero revivir esa etapa”

“¿Por qué no me hablaste de eso? ¿Qué fue lo que pasaba en ese entonces?” pregunta Kuroo ahora algo preocupado sabiendo que Kei a veces llegaba a extremos cuando se sentía ansioso o inseguro “¿Por qué Keiji sabía y yo no?”

“No tiene caso que nos cenaremos en eso, el punto es que… no quiero volver a eso. Por eso creo que es mejor terminar nuestra relación aquí” Kei acaricia sus muñecas, un hábito que tomó hace tiempo cuando se sentía ansioso “Para hacer esto menos tenso, moveré mis cosas al departamento de Keiji”

“Espera, espera” se acerca Kuroo colocando sus manos sobre los hombros del rubio “¿Estás decidiendo terminar una relación de cinco años, así como así?” su corazón se siente pesado y el nudo en su garganta comienza a arder “Kei, piénsalo, todavía tenemos tiempo para decidir”

“¿Por qué aplazar algo que sabemos acabará de todas formas?”

Tiene razón. Kuroo lo sabe, pero no significa que duela menos, Kei ha sido su primer amor y su relación con altibajos había llegado tan lejos que compartían anillos de pareja sin temor a que nadie los viera. Se mudaron a vivir juntos tal como lo haría una pareja de esposos, ¿Entonces por qué eso se estaba cayendo a pedazos tan rápido? ¿Por qué Kei no quería intentarlo?

“Kei, Moonshine, escucha” Kuroo sube sus manos para enmarcar el fino rostro de su amante, tan delicado que piensa que podría evaporarse “Hemos enfrentado muchas cosas juntos, una relación a distancia por unos años no será nada”

“Kuroo yo no planeo volver a Japón. Este no es un viaje de unos años del que me aburriré y volveré a casa” Kei coloca sus manos sobre las de Kuroo “Por eso quiero que vengas conmigo, podremos tener una vida más cómoda en Francia, podemos casarnos oficialmente ahí sin escondernos” la voz de Kei es desgarradoramente esperanzadora “Puedes decirle a Kenma que muden parte de sus proyectos a Francia e iniciar tal como lo hicieron antes. Ambos estaríamos empezando de nuevo”

Kuroo lo escucha pero sabe en el fondo que incluso si desea mover sus tiendas a otros países, no sería nada factible considerando que hasta ahora están iniciando la campaña con el Equipo Nacional de Fútbol. Casarse, por supuesto que quería hacerlo, pero ¿qué acaso esos anillos que comparten no representaban lo mismo? ¿Realmente necesitan la validación para poder vivir como casados? ¿No lo estaban ya?

Ante el silencio de Kuroo, el rubio suelta un suspiro tembloroso antes de abrazar a Kuroo.

“Pero por mucho que yo quiera, sé que no compartimos el mismo deseo” Kuroo lo rodea apretándolo esperando mostrar su deseo de no dejarlo ir “Te amo, Tetsuro, tanto que duele no tenerte todo el tiempo conmigo. Pero parece que este amor no es lo suficientemente fuerte para que luchemos juntos”

Y ahí, solos en la cocina, Kuroo no puede evitar llorar. Y sabe por los temblorosos suspiros de Kei que ambos están compartiendo el mismo sentimiento.

Tienen que decir adiós.

Adiós a un amor que no era tan fuerte como creían.

[…]

Kenma no es un tonto, el teñido ha lidiado con muchos hombres antes. El coqueteo que la mayoría utilizaba era siempre presumir su cuerpo, así que es casi inmune a las fotografías. Sin embargo, aquí venía de nuevo Shouyo a ser la excepción, y no era porque su cuerpo era más allá de atractivo. Era porque Kenma fue capaz de sentirlo debajo cuando se besaron, verlo le trajo recuerdos de lo que habían hecho en esa oficina y sus pensamientos se desviaron a un lado muy vergonzoso.

Kenma tan pronto como vió la foto, revisó su calendario revisando que momento libre tendría para volver a verlo. Era desafortunado que solo podría hacerlo hasta la próxima semana, pero quizás eso lo ayudaría a mantener la calma y no lucir como un hormonal que quiere poner sus manos en Shouyo. Así que se mantiene a raya, pese a que el pelinaranja es demasiado obvio dejando la intensión de que Kenma responda con la misma energía.

No lo hará.

Eso no quiere decir que no imagina lo que podría ser ambos en una habitación, piensa en cómo esa energía tan ambiciosa sería cuando finalmente puedan estar ssolos. Hinata sobre él dejando rastro de besos, Kenma podría finalmente pasar sus manos por su espalda fornida, quizás también podrían…

“¿Señor?”

Kenma bloquea su teléfono mirando a la puerta sonrojado.

Mierda. Estoy en una reunión.

Kenma no admite que quiere que los días avancen rápido.

[…]

Las cosas no están yendo muy bien con ninguno de sus amigos y Shoyo se siente frustrado porque el rendimiento del equipo no está siendo el mejor, incluso comienza calarle a él. Bokuto por suerte era su aliado y ambos estaban trabajando para motivar a los demás con la esperanza de que avanzarán, el entrenador ya les había informado que el próximo partido estaba ya programado.

El próximo partido tendría lugar en el Estadio Olímpico de Tokyo.

Shoyo quiere jugar correctamente, quiere demostrar de lo que está hecho en su propio lugar. Además, quería invitar a Kenma a verlo jugar, aunque no veía muchas posibilidades considerando que la prensa siempre lo está siguiendo. Aún así lo invita.

Hinata:

Estaba pensando

¿Cuándo tienes libre?

Kodzuken:

Uhm…

Tengo la próxima semana libre

Casi

Hinata:

¿Crees estar libre en dos semanas?



Kodzuken:

Escribiendo…

Escribiendo…

Escribiendo…

¿Por qué en dos semanas? Pensé que sería antes

Hinata:

Quiero invitarte a ver mi próximo partido

(˵ •̀ ᴗ - ˵ ) ✧


Kodzuken:

¿Todavía podremos vernos antes de eso?


Hinata:

Lo siento, creo que no podremos

Mi equipo está pasando por unas dificultades  。°(°.◜ᯅ◝°)°。

¡Pero lo superaremos y verás lo bueno que somos!


Kodzuken:

Está bien, iré.

Pero

Escribiendo….
Hace 5 minutos



Hinata:

¿Mm? ¿Pero…?



Kodzuken:

▶︎ •၊၊||၊|။||||| 0:07
Ya que no nos veremos, ¿Puedes enviar una foto de ti ahora?





Shoyo no cree haber escuchado bien.

Repite el audio.

Y lo repite

Hasta que finalmente se lo cree y se sonroja sin saber cómo contestar, ¿Por qué Kenma tenía una voz tan seductora? Oh Dios, Shoyo cubre su rostro como si alguien más estuviese con él. En realidad, acaba de salir de la ducha y todavía tiene enredada la toalla en su cintura, se había sentado en su cama contestando mensajes antes de cambiarse.

¿Y si se pone algo más de ropa y manda una foto?

No.

Kenma pidió verlo tal como está ahora mismo.

Shoyo se pone de pie y camina al espejo que tiene en su habitación. No se siente cohibido de verse pero su rostro está demuestra lo avergonzado que se siente, y es contradictorio, porque él inició enviando fotos para provocar a Kenma. Sin embargo, nunca espero que le pidiera una y menos con una nota de voz.

El pelinaranja respira hondo sacudiéndose los nervios. Se mira al espejo buscando la mejor pose para tomar la foto, hasta que se decide por sostener el teléfono tapando su rostro dejando ver lo demás, una de sus manos abajo con su pulgar enganchándose en la toalla como si la fuese a quitar. Al menos el sonrojo de su rostro no se vería gracias al teléfono, así que toma la fotografía y la envía ansioso por la respuesta de Kenma.

Y…

Kodzuken:

👍


No es para nada lo que espera.

Shoyo recoge nuevamente su dignidad y comienza a vestirse. No, definitivamente esto no funciona con él.

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